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TU LUZ ME HACE BRILLAR por KeepKhanAndKlingOn

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He de hacer algo importante

 

                                           Loki habría querido seguirlos fuera del quirófano pero los fuertes bíceps de su hermano se lo impedían. Suspiró y se resignó, al fin y al cabo él era parte de la familia. Su sobrina recién nacida había dejado de llorar y acababa de abrir los ojos. Eran azules, como no podía ser de otro modo, y la pelusilla rubia que cubría su pequeña cabeza trajo algunos recuerdos a la memoria de Thor...

   - Se parece a mamá, Loki. - Dijo el dios del trueno con una dulce sonrisa, acariciando la espalda de su hermano. - Tendrá el pelo rubio, como ella. Supongo que no podía ser morena, aunque me hubiese gustado. Tu hermosa cabellera negra es algo que habrás heredado de tu padre, el gigante rey de Jotunheim.

   - Gracias... - Loki se atusó la grasienta melena. - Pero mi pelo ha vivido tiempos mejores, la verdad. En Helheim parece que no, pero... hay muchísima humedad, ¿sabes?

   - Nada que no puedas arreglar con una buena ducha. - Dijo Peter soltando después una risotada que provocó que la pequeña se arrancase de nuevo a llorar. - Mi niña preciosa, ¿te he asustado? ¡Oh Lyse, lo siento! Anda, ve con papá.

El dios del trueno sonreía rebosante de felicidad con su bebé entre los brazos, lo había ansiado durante tanto tiempo que de verdad deseaba no tener que soltarla nunca más. Peter le había entregado a la niña para poder cubrirse con una bata que encontró en el suelo, a sus pies. Estar desnudo delante del hermano de Thor le pareció algo indecente.

   - No mires, date la vuelta Loki. - Le rogó avergonzado mientras se vestía.

   - Tarde, cuñado. - Contestó el moreno con su pícara sonrisa. - Ya he visto lo que escondes por ahí. ¿Quién crees que te sacó a Lyse de la tripa?

   - No deberías llamarme cuñado. - Murmuró Peter anudándose la bata a la cintura. - Thor y yo no estamos casados.

   - Respecto a eso Peter, lo he meditado en profundidad durante meses, largo y tendido, de veras. - El rubio tenía una expresión tan seria en el rostro que resultaba desconcertante. - Sujeta a Lyse, por favor hermano, he de hacer algo importante.

   - Espera, yo... - A Loki le puso nervioso tener que sostener al bebé de nuevo, aunque al menos ahora no estaba tan resbaladizo, la enfermera había vestido a la niña que estaba envuelta en una especie de toalla blanca.

Rebuscando en el bolsillo de su pantalón, por debajo de la bata de quirófano, Thor seguía con aquella mueca de sonrisa tensa y a la vez seria en la cara que causó, como de costumbre, una total confusión en Peter.

   - ¿Qué haces, cosita? - Preguntó Quill extrañado al verle hincar una rodilla en el suelo mientras le ofrecía algo en una pequeña caja de terciopelo. - ¿Qué tienes ahí?

   - Peter Jason Quill... - Thor pronunció su nombre completo con toda la formalidad que el momento exigía.

   - ¡Oh no! - Masculló Loki mirando a la niña para apartar la vista de la escena. - Tú procura no vomitar y yo haré lo mismo. - Dijo a su sobrina que parecía estar examinando minuciosamente su rostro con aquellos preciosos ojitos azules.

   - Thor, ¿qué estás haciendo? - Peter se sintió abochornado, reconocía perfectamente lo que significaba aquel anillo que su cosita le estaba entregando.

   - ¿Quieres ser mi esposo? - Terminó el rubio de formular la pregunta más importante de toda su vida.

Hubo un silencio incómodo que duró tan sólo una fracción de segundo para Peter pero toda una eternidad para Thor y Loki que esperaban su respuesta. Éste último se impacientó, no tenía demasiado aguante.

   - ¿Quieres decirle que sí de una maldita vez, cuñado? - Le apremió el moreno casi a gritos.

   - Sí... - Dijo al fin Peter tomando el sencillo anillo de plata sin diamantes y poniéndoselo en el dedo. - ¡Sí! Sí que quiero, cosita mía... ¡Ah, mi cosita preciosa!

   - Vale, me llevo a Lyse fuera, empiezo a sentir nauseas. - Advirtió Loki saliendo del quirófano con la pequeña en brazos.

Atrás quedaban Peter y Thor fundidos en un abrazo. El dios de las mentiras se giró justo a tiempo de evitar ver el beso profundo y cálido que se estaban dando. Lyse parecía sonreír, aunque tal vez simplemente había resoplado.

 


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