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Volverte a encontrar por Tsunekosawada

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Notas del capitulo:

Les dejo un nuevo capitulo, espero les guste y tengan una excelente semana

Cuántos días habían pasado, no sabía… apenas abría los ojos notando que estaba en un lugar bastante extraño, no se le hacía familiar. 

-Despertaste - Sarada miro con algo de dificultad al no tener sus lentes a un sonriente rubio - ¿Cómo te llamas? 

-¿Dónde estoy? - trato de levantarse pero el adulto se lo impidió 

- Necesitas estar acostada… aún estás algo delicada, estás en el hospital, llevas una semana durmiendo…

-¿Hospital? - era la primera vez en su vida que estaba en un hospital, así que era algo extraño para ella 

- sí, hace una semana alguien te encontró en la calle y te trajeron… ¿Cómo te llamas? 

- Sarada - respondió con algo de desconfianza. 

- Entiendo… Sarada ¿Tienes familia? - eso era algo que llamaba mucho la atención de Naruto, pues en esos días no había escuchado en las noticias nada sobre una niña perdida y nadie había ido al hospital a preguntar por la menor. 

-yo… - lo pensó por algunos minutos, aunque parecía que su única familia era la de su padre, las palabras de su mamá resonaban en su cabeza, su papá no la quería, era verdad pues no hizo nada para evitar que su madre de la llevara, y ella no quería volver a casa, entonces era mejor solo no tener una familia - No… no tengo a nadie. 

- Ya veo - suspiró y acarició la cabeza de la niña, era algo triste verla así, le recordaba por alguna razón a su pequeño Menma - espera aquí 

Sonrió y salió de la habitación para poder ir a la oficina de su abuela, viendo la situación de la niña lo más lógico era que los servicios sociales tuvieran que hacerse cargo de esta, por ello tenía que informar a su abuela, sin tocar simplemente entró.

-Naruto… ¿Qué ocurre? - dejó los papeles que leía a un lado para poder prestarle atención a su nieto. 

- La niña desconocida despertó - menciono mientras se sentaba frente a la mujer - ella me dijo que no tiene familia…

- eso explica porque nadie ha venido a preguntar por ella… - suspiro - y aunque la tuviera… ya llame a los servicios sociales, el estado en el que se encuentra es algo grave… así que si tuviera padres tampoco se quedaría con ellos, no son adecuados para la crianza de un niño.  

- abuela… sé que esto te parecerá extraño… pero… esa niña tiene algo, si sus padres no aparecen… quisiera adoptar la, y en vez de que vaya a un orfanato quizá tú podrías ayudarme a que me permitan tenerla en casa… 

-¿Seguro? Neji acaba de morir… ¿crees que Menma lo tome bien? 

- Sé que Neji acaba de morir… - bajo la mirada con tristeza- y por lo mismo quiero que Menma me ayude a cuidar a esta niña, quizá así se distraiga y dejé de estar triste…

- Bueno, si tú crees que podrás cuidar de dos niños, está bien… veré qué puedo hacer. 

- gracias abuela - sonrió y se levantó a abrazarla - te debo una… 

- Descuida… cuando acabe tu turno ven a verme y te diré si te la puedes llevar o no. 

- si - beso la mejilla de su abuela y salió de la oficina. 

La mujer solo negó y sonrió, definitivamente su nieto era una persona de un gran corazón, y por lo mismo le dolía que en su vida haya pasado tantos momentos difíciles. 

 

Naruto volvió a la habitación con la niña, y al estar ya despierta pidió que le llevarán algo de comer, con cuidado la acomodo y la ayudó a comer, notando mientras estaba con ella que la niña tenía algo de dificultades para ver. 

-Sarada… ¿Usas lentes? - murmuró mientras dejaba la bandeja de comida a un lado. 

- Si… pero se rompieron… 

- entiendo, espera aquí, iré a buscar a un compañero para que te consiga unos lentes nuevos. 

La niña asintió y el rubio salió. Sarada sentía algo extraño, por alguna razón su pecho se sentía cálido… la persona que la estaba cuidando era amable, como su abuela, que quizá era la única que la quería. 

Tan solo unas horas después el rubio le colocó unos lentes nuevos, y al fin Sarada pudo ver a la perfección el rostro de la persona que la estaba tratando tan bien, era un hombre bastante lindo. 

-Bueno, Sarada… en vista de que no tienes familia ¿Quieres venir a mi casa? - preguntó con una cálida sonrisa. 

-yo… ¿En verdad puedo? ¿No le molestará que yo vaya? - miró con sorpresa al rubio ante tal propuesta que jamás imaginó.  

- en absoluto… además tengo un hijo que tiene casi tu misma edad, así que quizá puedan volverse amigos. 

- Yo… si… si quiero - lo miro con ilusión y un leve sonrojo 

- está bien, entonces iré a preguntar a mi abuela, si me dice que sí, hoy mismo te llevaré a casa… 

- Muchas gracias señor…

- No es nada - sonrió y salió para ir a hablar con su abuela. 

Una vez tuvo la aprobación de esta y que el alta de la niña fuera autorizada, Naruto salió del hospital con ella, le compró algo de ropa y la llevó a su casa. Al abrir la puerta fue rápidamente recibido por su hijo, a quien sin dudar abrazó. 

-Espero que no le hayas dado problemas a tu tía… - murmuró después de besarle la frente

-En absoluto - comentó con una sonrisa Hinata - sabes que Menma siempre se porta de maravilla. 

- lo sé, me alegra tener un hijo tan obediente - acariciándole la cabeza a su hijo. 

- Mamá… ¿Quién es ella? - la mirada del niño se posó en la pequeña desconocida, mirándola con algo de desconfianza. 

- oh ella es Sarada - soltó con simpleza- y a partir de hoy vivirá con nosotros, salúdala

- Hola… mi nombre es Menma Hyuga - sonrió dándole la mano - es un placer conocerte 

- Hola… - tomo la mano del niño con cierta pena - me llamó Sarada… 

- Menma, muestra le la casa, solo ve con cuidado porque ella aún está algo lastimada 

- si mamá - sonrió y tomó a la niña de la mano para poder llevarla a ver la casa. 

-Naruto ¿Estás seguro de esto? - pregunto la de ojos perlas 

- La verdad no… sin embargo, esta niña tiene algo… así que quizá abuse de tu ayuda al cuidar de ellos mientras trabajo. 

- Descuida - sonrió - te apoyaré con ello. 

- Gracias eres una buena amiga. 

 

Esa noche Sarasa durmió en la misma cama que el azabache, el rubio les leyó un cuento para dormir y los arropó. Ese lugar era bastante cálido, ojalá pudiera quedarse ahí para siempre. 

 

Dos semanas pasaron desde que Sakura se llevó a su hija, y Sasuke por insistencia de su madre fue a preguntar a  la escuela por su hija, y nada la niña no había ido, y aunque no quisiera admitirlo comenzaba a preocuparse, no debió permitir que Sakura se llevará a la niña, pero es que simplemente no lograba tener cariño hacia su hija, la veía como un obstáculo que lo ataba a Sakura, sin embargo sabía que su madre tenía razón, y Sarada no tenía la culpa de nada, sino que al igual que ellos era una víctima más en los juegos de la peli rosa. 

 

Muy a su pesar tuvo que ir hasta casa de la mujer que más aborrecía, y está, rápidamente lo atendió al ver quien tocaba el timbre. 

-Sasuke… ¡volviste! - sonrió abrazándolo por el cuello con la intención de besarlo 

- no confundas las cosas - la empujo con fuerza - vine a ver a Sarada… en la escuela me dijeron que no ha ido… - murmuró con seriedad mientras se sacudía la ropa. 

- ah solo vienes por la mocosa - rodó los ojos con fastidio - sinceramente no sé dónde está - soltó con simpleza y desinterés. 

- ¡¿Cómo que no sabes dónde está?! - frunció el ceño tomando a la mujer de los hombros con fuerza y sacudiendo la - Sakura quiero ver a Sarada más tardar este fin de semana, sino en verdad te juro que haré que la policía la busque... 

- Bien, ya déjame en paz, la veras… solo ven el sábado - suspiro haciendo que la soltará y se metió a su casa. 

 

Ella en verdad estaba en problemas, quizá la mocosa ya hasta estaba muerta, esperaba que no fuera así,  porque al fin después de muchos años, Sarada por fin la estaba uniendo a Sasuke, así que tenía que encontrarla, mañana mismo saldría a buscarla, la traería de vuelta y le enseñaría a no escapar de nuevo. 

 

Sasuke suspiro, no podía creer que su hija estuviera perdida, tendría que ir a la policía para que la comenzarán a buscar, sentía culpa y no era para menos, el mismo había entregado a su hija, solo le restaba esperar que estuviera bien. 

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado, nos vemos la proxima semana 


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