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Volverte a encontrar por Tsunekosawada

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Notas del capitulo:

Hola, ha pasado un tiempo y es que aunque tenía listos los capítulos ya no he tenido tiempo de entrar a actualizar, así que espero me tengan un poco de paciencia. 

Esos días en casa del rubio eran simplemente maravillosos, ojalá sus padres la trataran tan bien como Naruto, Hinata y Menma lo hacían, incluso los abuelos del rubio eran una personas muy amables. 

-No… esa cuenta está mal hecha - murmuró él rubio, quien había decidido educar unos días en casa a la niña hasta que pudiera mandarla a la escuela. 

Sarasa se tenso al escuchar esas palabras y se cubrió la boca por reflejo 

-¿Ocurre algo? - Naruto la miró con preocupación y le acomodo el cabello - bórralo, te explicaré cómo hacerlo 

- Si… perdón - bajo la mirada mientras tomaba el borrador 

-¿Por qué te disculpas? - murmuró Menma - mamá dice que está bien equivocarnos a veces, no nacemos sabiendo todo… además así aprendes que hiciste mal y en el futuro sabes que no debes hacer de nuevo. 

- Exactamente… Ahora, si acabaste la tarea explícale a Sarada como hacer esa cuenta y yo iré a preparar la cena. 

- Si mamá - sonrió y se acercó a la niña para explicarle, después de todo él ya sabía cómo hacerlo, se lo habían enseñado por su papá antes. 

 

Definitivamente, esa familia sorprendía cada vez más a Sarada, era tan diferente a como ella había vivido por tantos años. 

-Menma… ¿Y tu papá?¿No vive con ustedes? - pregunto curiosa Notando como el niño borraba su sonrisa 

-No… papá ya no vive aquí… murió hace unas semanas - suspiro al recordar aquel día en que le dieron la noticia - pero mi mamá dice que aunque él ya no esté aquí sigue cuidando de nosotros desde el cielo. 

- Yo… perdona por preguntar. 

- Descuida - sonrió y continuó explicándole. 

 

 

 

Harta, si así se sentía ¿Dónde se había metido esa estúpida mocosa? no sabía, pero cuando la encontrará le enseñaría a no volver a esconderse. 

-Le pregunté a Suigetsu… y no está en la morgue… quizá esté en algún hospital - suspiro y decidió primero pasar a comer algo antes de revisar en todos los hospitales. 

 

Tan solo quedaba un día para el fin de semana y aún no encontraba a Sarada… al terminar de comer fue a cada uno de los hospitales sin tener éxito, hasta llegar a su última opción. 

 

Ese día Naruto llevaría a la azabache a una revisión, solo para corroborar que se estuviera recuperando bien, así que al bajar del auto le tomo la mano.  

 

Camino y en la recepción escuchaba a una mujer peleando con Ino. 

-¡¿Dónde la tiene?! - Sakura golpeó con fuerza el mostrador - ¿Quieres que demande este hospital por negligencia. 

- Escuché señora - contestó de mal humor la rubia - a la niña la entregamos con los servicios sociales ¿Sabe cuánto tiempo estuvo aquí y nadie vino a verla? 

-No me interesa, solo quiero que me la entreguen… 

- pues yo no tengo esa facultad… así que vuelva después, primero hablé con los servicios sociales. 

-Ino ¿Que ocurre? - Naruto se acercó poniendo a Sarada detrás de sí - Señora… ¿Que de le ofrece?

- ¿Qué se me ofrece? Está cerda no quiere darme a Mi hija… dice que la entregaron a los servicios sociales - su ceño se frunció más al reconocer al rubio, Naruto… el era el maldito culpable de que Sasuke no la amara. 

- ¿Si? Bien, entonces ¿Cómo se llama la niña? 

-Sarsda… 

Al escuchar el nombre se tenso, esperaba que solo fuera una coincidencia… pero no, al parecer la niña le había mentido. 

-¿Sarasa? 

-Si ¿Acaso estás sordo? Si es así no deberías ser médico. 

- No, no soy sordo señora… simplemente quería recalcar - trataba de mantener la compostura, esa mujer lo estaba sacando de quicio. 

- pues entonces, ya recalcó, dígame ¿Dónde está mi hija? 

- ¿Usted es ciega? - sonrió con burla - su hija ha estado parada detrás de mí todo este tiempo. 

- Bien, gracias - lo miro con desprecio y lo empujo tratando de tomar a la niña del brazo, necesitaba sacarla y educarla para que aprendiera a no escapar. 

- espere - tomó el brazo de la mujer deteniendola - lo siento, pero no puede llevársela, ella solo está aquí por una revisión, como ya escucho de la señorita, usted primero tiene que acudir a los servicios sociales e informar que la niña es suya… Claro que entonces comenzará una investigación, porque entregué un expediente y ahí informe de todas las lesiones recientes y antiguas de Sarada… así que si es un poco inteligente entenderá que hasta que ellos no lo autoricen, su hija se quedará bajo mi tutela… 

-¿Eres idiota? ¿Acaso no sabes quién soy? Soy Sakura Haruno

- No, en realidad no sé quién es… quizá el apellido me es familiar, pero usted no… y disculpe, pero la única tonta aquí, parece ser usted… ya le expliqué que tiene que hacer para recuperar a su hija, entonces… si la quiere de vuelta se daría prisa e iría a hacer lo que le dije…

- Mira estúpido rubio oxigenado… te vas a arrepentir, y tú Sarada… no te preocupes me aseguraré de llevarte a casa. 

- Si, si señora… adiós - sonrió viendo cómo la mujer enojada solo tomaba su bolso y se iba 

- idiota - murmuró saliendo del lugar, no solo su esposo, ahora hasta su hija prefería a ese rubio. 

 

Naruto suspiro y se giró para ver a la niña, ella estaba pálida, quizá entendía un poco la razón por la cual había mentido. 

-Sarada… me engañaste - la tomó de la mano y la llevó a sentarse - ¿Por qué? Tus cicatrices ¿las dejo tu mamá?

- Yo lo siento - bajó la mirada - no quiero volver con ella. 

- ¿Y tú padre? ¿Él también te pega?

- No… pero mamá dijo que él no me quiere… 

- ¿Entonces tus padres no están juntos? - la niña negó 

- hace poco vivíamos en China… pero mi papá me trajo, vine con él y mis abuelos, pero mi mamá me busco y me llevo con ella 

- entiendo… quizá tu papá si te quiere, solo no sabe cómo demostrarlo, sino el te hubiera dejado en chiva con tu madre al inicio, mira… por ahora no te preocupes mientras investigan seguirás conmigo, y con la información que di a las autoridades, lo más probable es que no dejen que te quedes con tu mamá, así que después localizamos a tu papá y te llevaré con él. 

- está bien - sonrió un poco - gracias por dejar que me quedé con ustedes… 

- no agradezcas - le mostró esa sonrisa cálida que tranquilizaba a la niña y le revolvió el cabello - vamos a revisar te entonces. 

 

La tomó de la mano y caminó con ella hasta su consultorio para poder revisar que estuviera recuperada de sus lesiones. 

 

Tal como el rubio le dijo, Sakura acudió a los servicios sociales, y ahí le dijeron lo mismo investigarán si era adecuada para la crianza de su hija, eso era inaudito, llevaba años cuidando de esa mocosa y estaba sanita… pero parecía que las cosas no saldrían bien, muy a su pesar de nuevo acudió con su cómplice para que interviniera por ella. 

La investigación avanzó a su favor una vez que Suigetsu alteró la información, entonces ahora estaba frente a la puerta del rubio con una orden para que le devolvieran a su hija, tocó el timbre y Hinata abrió la puerta. 

-¿A quién busca? - miró con desconfianza a la mujer que trataba de ver dentro de la casa. 

- Naruto… he venido por mi hija - le dió el documento a la de ojos perla que quien confundida lo tomó y fue empujada por Sakura para poder entrar a la casa. 

- oiga no puede entrar simplemente así, Naruto no está… no puedo darle a Sarada sin su autorización 

- mira… esa es una autorización, y de un juez… tiene más poder que el idiota ese… así que si no quieres que venga la policía solo tomaré a mi hija y me iré. 

 

Suspiró y reviso por toda la casa hasta dar con la habitación de Menma, al abrir Sakura sintió su corazón detenerse, Sarada estaba jugando con un niño que parecía casi de la misma edad, sin duda ese niño era hijo de su esposo. 

 

-Hijita - murmuró acercándose a ella, Sarada se tenso al reconocer la voz girando la cabeza a la dirección de su madre - ¿Con quién juegas? 

-¿Quién es usted? - el azabache frunció el ceño, no sabía que tendrían visitas además la mujer parecía asustar a su amiga - ¿Por qué está en mi habitación?

- perdón - sonrió y acarició la cabeza del niño tirando con algo de fuerza, un cabello era suficiente para aclarar sus dudas. 

- Señora fuera de aquí - Hinata rápidamente entró y apartó a su sobrino - ya tiene a su hija váyase, pero le advierto que le informaré a Naruto…

- haz lo que quieras - sonrió viendo que tenía algunos cabellos en su mano y luego tomó a su hija para salir de la casa.  

 

Si, ahora quizá tenía otra forma de hacer que Sasuke volviera con ella, de nuevo las cosas estaban a su favor. 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo. 


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