Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Volverte a encontrar por Tsunekosawada

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, lamento la espera, pero he tenido algunas dificultades para poder escribir debido a que no tengo una computadora, pero espero les guste el capitulo. 

Sarada estaba sonriendo, caminaba de la mano con su padre, por fin había podido volver a la escuela, y estaba con las personas que realmente la querían, y Aunque dudaba de la forma en la que su padre le demostraba cariño, se daba cuenta que el realmente la quería como para hacer todo para alejarla de su madre. Sin embargo sabía que fue gracias a Naruto que su padre comenzó a luchar por ella, el rubio le había prometido contactar con su padre y ayudar a que ella se alejara de la de cabello rosa y cumplió, así que realmente quería ir a agradecer. 

 

– Papá – murmuró con cierta pena, pues apenas llevaba un día con su padre y ya quería pedirle cosas. 

 

– ¿Qué ocurre? – el mayor respondió con el tono serio que lo caracterizaba 

 

– Yo… Bueno, quería pedirte una cosa. 

 

– ¿Si? – Arqueo la ceja mirando con duda a la menor – ¿Que? 

 

– quiero ir a ver a alguien… es una persona muy buena que me ayudó, y yo realmente le tengo aprecio por lo que hizo por mí. 

 

– ¿Quieres ver a tu abuelo? Bueno, igual quiero agradecer que nos ayude, pero no sé dónde vive. 

 

– No, el no… o sea si le agradezco, pero yo estoy hablando de otra persona… Se llama Naruto y es doctor. 

 

– ¿Naruto? – se detuvo en seco y miró a su hija

 

– ¡Sí! Aunque creo que ya lo conoces, él me dijo que hablaría contigo… 

 

– Si, lo conozco y también ya hablamos, pero ¿Por qué quieres ir con él?

 

– él me ayudó, me cuido, me llevó a su casa y me trató como a su hija… él es una buena persona y estoy agradecida, quiero ir con él para que sepa que ya no tiene que preocuparse por mí. 

 

– Ya veo – sonrió – entonces vamos a verlo, solo llamaré a tu abuela y le diré que llegaremos tarde.

 

La menor asintió y sin soltar la mano de su padre esperó con paciencia que este llamara. 

 

Y ahí estaban, parados frente a la entrada del hospital Senju, Sarada solo miraba a su padre, el cual parecía dudoso entre entrar o no. 

 

– ¿Piensan entrar o solo van a seguir estorbando? – Sasuke miro a la persona que estaba detrás de ello, era una pelirroja con lentes, quien al ver al azabache se sonrojo. 

 

– La entrada es muy grande, así que no creo estorbarte – respondió con enojo el Uchiha. 

 

– ah sí – murmuró mordiéndose levemente el labio inferior, si no saliera con el estúpido de Suigetsu, definitivamente se lanzaría sobre ese chico, sin embargo Karin no tardó en notar que el hombre iba con una niña, eso significaba que estaba casado, y su ánimo cambio de nuevo a un leve enojo – sin embargo estorban, y eso es un hecho. 

 

Bufo molesta y paso a un lado de estos, y siguió su camino ignorando a Ino, Karin fue directo a la oficina de Tsunade, tocó una sola vez para luego pasar; la rubia que leía algunos documentos al notar la presencia de la mujer dejó todo a un lado y sonrió. 

 

– Karin, es un milagro verte de nuevo, creí que no volverías aún 

 

– Orochimaru me dio vacaciones, y decidí venir a saludar, y sobretodo agradecer que me recomendadas con un científico tan renombrado para trabajar con él. 

 

– Bueno, si no fuera por tu ayuda y gracias a tu sangre, yo hubiera muerto hace mucho, así que era lo menos que podía hacer – sonrió recordando que hace muchos años antes de que se fuera con Deidara había tenido un accidente, y Karin que era sobrina de Kushina, había Sido la única persona compatible con ella. 

 

– Realmente lo hice porque aún después de que mi tía murió usted también cuido de mí, yo ya no tenía más familia… así que no era nada, pero aun así se lo agradezco. 

 

– No es nada… 

 

– Por cierto, supe que Naruto se casó, me invitó a su boda pero como no tengo tiempo libre no puede venir. 

 

– Así es – suspiró y su expresión cambió – Naruto la está pasando mal, realmente no soy quien para contarte… deberías hablar con él, después de todo antes de que te fueras, tú y él eran como hermanos. 

 

– Entiendo, él trabaja aquí ¿No? 

 

– Si, pero ahora es su hora de comer, así que quizá no lo encuentres, pero dime ¿Tienes donde quedarte a dormir? 

 

– Si… – respondió con cierta duda – tengo las llaves de la casa de mi novio, así que iré con él, aunque no responde, supongo que como es policía debe estar ocupado. 

 

– Ya veo, bien entonces ¿Por qué no vas a cenar con el mañana? Sería bueno conocerlo. 

 

– Claro, bueno me retiro, pero mañana iré a cenar con ustedes y hablaré con Naru. 

 

– Perfecto, fue un placer verte de nuevo, y recuerda que aquí y en la casa siempre eres bienvenida. 

 

– Gracias… y aprecio mucho eso 

 

Karin se acercó a abrazar a la rubia y después se marchó, tenía que ir a ver a su novio y arreglar cuentas con él por no responderle. 

 

Al mismo tiempo que Karin hablaba con Tsunade, Naruto salió del hospital para ir a comer ramen, pero no espero toparse en la entrada con los dos azabaches. 

 

– ¡Naruto! – Sarada sonrió con alegría y soltó la mano de su padre para correr a los brazos del blondo. 

 

– Sarada – murmuró tomándola en brazos– qué alegría verte de nuevo y sobretodo verte feliz. 

 

– ¡Sí! Pero es gracias a ti y que cumpliste tu promesa de ayudarme. Ahora vivo con mi papá y mis abuelos. 

 

– Ya veo… Me alegra que Sasuke cuide de ti, eso es lo que los padres hacen. 

 

– Lo sé – frunció levanté el ceño ante la indirecta del rubio – por ello, cuando pude alejarme de Sakura salí de china con mis padres y mi hija, porque tengo que cuidar de ella… 

 

– En ese caso, espero que sea verdad – miró con indiferencia al azabache y sonrió regresando la mirada a la niña – ¿Tus lentes no te dieron dolor de cabeza? Pregunto, ya que como son nuevos pueden causarte molestias mientras te acoplas a ellos. 

 

– No, pero de hecho ya me habías revisado ¿recuerdas?

 

– cierto, no sé dónde tengo la cabeza. Bueno, fue lindo verte de nuevo Sarada y saber que estás bien, pero tengo que ir a almorzar. 

 

– Te acompañamos… 

 

– Gracias Sasuke, pero no… 

 

– Como agradecimiento por cuidar a Sarada, te invito al Ichiraku, por favor Naruto, seguro Sarada quiere hablar más contigo. 

 

– Yo – suspiro derrotado ¿Cómo negarse a un buen ramen? – está bien, pero será rápido porque tengo que volver. 

 

Al llegar al restaurante se sentaron en la barra y Sasuke ayudó a su hija a sentarse. El dueño del lugar que conocía a ambos chicos -pues desde siempre ese era el lugar favorito de Naruto para comer y por ellos iba seguido con Sasuke en el pasado- se sorprendió al ver al azabache de vuelta. 

 

– Vaya, Naruto y Sasuke, están aquí como en los viejos tiempos… – sonrió y miró a la niña – ¿Y tú hijo Naruto? 

 

– Seguro con su tía – murmuró tomando un menú – lo de siempre por favor… 

 

– Claro, ¿Y tú Sasuke que quieres comer? 

 

– Lo mismo que Naruto, igual para la niña por favor. 

 

– Perfecto… Es bueno verte aquí de nuevo Sasuke, no supe nada de ti desde… – miró de reojo al rubio que bajo la mirada – desde ese día. 

 

Naruto suspiro tomando un poco de agua que le habían dado, recordó que había invitado al señor junto a su hija, ya que al ser cliente frecuente de su tienda se había vuelto muy cercano a ellos. 

 

– Lo sé, sé que decepcione a muchas personas, pero una vez pude volver lo hice, y ahora quiero reparar todo lo que arruine. 

 

– Ya veo – murmuró sirviendo los platos de comida – pues espero puedas arreglar las cosas… 

 

– lo haré. 

 

– Perfecto, entonces por esta vez y como regalo por ver de nuevo a un antiguo cliente la casa los invita. 

 

– Muchas gracias, pero no es necesario, de verdad, además quería invitar a Naruto. 

 

– ¿Vinieron en una cita? – Preguntó el mayor con cierta curiosidad. 

 

Naruto y Sarada comenzaron a atragantarse, sin embargo el rostro del rubio se ruborizó. 

 

– No, en absoluto no señor… sabe perfectamente que tengo esposo y lo respeto – suspiro y negó – ya es hora de que vuelva al hospital, lamento dejar mi comida a medias pero me tengo que retirar. 

 

Puso dinero en la mesa para luego tomar sus cosas y salir rápidamente del lugar, no era bueno pasar tanto tiempo con Sasuke. 

 

– ¿Usted conoce al esposo de Naruto? – Sasuke aprovechó que el rubio se fue y que el tema había salido a flote, así que era su oportunidad de saber si ese fulano que se casó con el blondo era buena persona y si podía confiar en él para cuidar al rubio. 

 

– ¿Neji? Por supuesto, era una buena persona, siempre traía a cenar a Naruto y su hijo – soltó una carcajada al recordar algunas cosas – incluso cuando Naruto se embarazo, él vino una vez a las tres de la madrugada por ramen… si, Neji quería mucho a Naruto – murmuró con tristeza. 

 

– ¿Quería? ¿Ya no? – frunció el ceño de tan solo pensar que el tal Neji quizá ya se había cansado del rubio y lo engañaba 

 

– No papá, Menma me dijo que su papá murió – la niña se acomodó los lentes y siguió comiendo. 

 

– Vaya, parece que tu hija conoce más del "dobe" que tú – soltó con sarcasmo Ayame, la hija del dueño del restaurante – ¿Que trae de nuevo al Uchiha bastardo por aquí?

 

– ¡Ayame! No hables así a los clientes… 

 

– ¡Pero papá! Este sujeto… ¡Ah! Cómo sea – bufo molesta y salió del lugar. 

 

– Lo lamento Sasuke, sabes que ella y Naruto son buenos amigos… así que, bueno, realmente todos están enojados contigo, sin embargo ese es un problema que deben arreglar ustedes dos y a nosotros no nos incumbe. 

 

– Ya… realmente entiendo, después de todo sé que Naruto es una persona a la que aparecían, y entiendo el enojo, pero como dije lo quiero arreglar. 

 

– Y espero que sea así, bueno, como tu hija dijo, Neji murió hace poco, en realidad lo mataron, él era fiscal… así que ahora Naruto está solo con su hijo, bueno realmente no tan solo su familia y amigos lo ayudan mucho. 

 

– Ya veo – sonrió y miró a su hija – ¿Tú cómo sabías de la muerte del esposo de Naruto?

 

– Ya te dije, Menma me dijo cuando estuve viviendo con ellos hasta que Sakura me fue a buscar. 

 

Sasuke sonrió, y pago apenas la niña terminó de comer, para luego salir del restaurante, haría que su hija lo llevará a casa del rubio. 

 

– Sarada ¿Recuerdas dónde vive Naruto? 

 

– si ¿Por qué? 

 

– vayamos a visitarlo

 

– No… creo que no le agradas… – pensó por unos segundos – quizá si te ayudo, pero cuéntame ¿Tu y él eran amigos? Porque parece que sí, entonces ¿Qué pasó?

 

– Eres demasiado joven para saberlo – murmuró caminando sin ver a la menor. 

 

– Ciertamente soy una niña, pero a pesar de ello he pasado cosas que una niña de mi edad no debería, así que quiero saber porque si le hiciste algo no sería bueno que te acerques a él 

 

Ciertamente su hija tenía razón, así que quizá podía confiar en ella, además Naruto le caía bien, así que si lo ayudaba quizá podrían ser una familia en un futuro. 

 

– bien, te diré – camino hasta un parque y se sentó junto a ella en una banca – Naruto y yo íbamos a casarnos hace ocho años… nos amábamos de verdad, pero tu madre se obsesiono conmigo e hizo que arresten a tu abuelo, así me obligo a casarme con ella una noche antes de mi boda con Naruto, ella embargo todo y nos hizo mudarse a China a la cárcel en la que vivíamos y el resto ya sabes…

 

– Pero… Si nunca quisiste a mi mamá ¿por qué me tuvieron?

 

– Sarada… realmente, eso no importa 

 

– Si importa, quiero saber todo papá, por favor por una vez para poder entrar porque mi vida ha sido tan… miserable, poder saber ¿Para qué nací? 

 

Sasuke miraba con asombro a su hija que aun siendo tan joven podía pensar como un adulto, pero eso obviamente se debía a como había sido su vida. 

 

– Tu madre me ofreció reducir los intereses si se embarazaba de mí, así que acepte, sin embargo se embarazo por inseminación artificial, ella pensó que en su estado tan… "delicado" me enamoraría de ella y por ti seríamos una familia y que me olvidaría de Naruto, pero no fue así. 

 

– Entiendo – sonrió aunque en el interior sentía que no tenía mayor valor que un objeto cualquiera, que no funcionó y por ello lo hacían de menos. 

 

– Aun así, aunque entre tu madre y yo no hay amor, eres mi hija y tengo que cuidar de ti, por mucho tiempo no actúe, pero ya no será así, tú no tienes que pagar por nuestros problemas – sonrió y abrazos a su hija por primera vez en tantos años con amor y una calidez que le transmitía seguridad a la niña – te voy a proteger, no voy a permitir que esa mujer te lastime más. 

 

Naruto era su pasado, y también quería que fuera su futuro, pero ahora tenía que enfocarse en el presente y cuidar a su hija para que no tuviera que pasar por cosas como él. 





Notas finales:

Muchas gracias a todos aquellos que leen mi historia, besos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).