Tenía que admitirlo, desde que se casó con Neji, este se comportaba de maravilla, siempre lo llevaba a sus chequeos al hospital, le cumplía con los antojos del embarazo… todo era como había imaginado que sería, pero con el azabache, se odiaba por siempre pensar en ello, no era justo para Neji que el siguiera teniendo en la mente al Uchiha, pero era tan solo que se había enamorado tanto de ese maldito… y él simplemente desaparecía sin decir nada, pero ahora él se había mudado al departamento de su esposo, era cómodo perfecto para los dos.
-Bien, entonces me marcho – la voz de su esposo lo sacó de sus pensamientos – si necesitas algo llámame, Hinata vendrá a acompañarte después.
- Está bien, no te preocupes por nosotros – sonrió acariciando su vientre de ahora seis meses – además Menma es un buen niño y nunca da problemas.
- bueno en ello tienes razón – se inclinó y le beso el vientre para luego besarle la frente – entonces me marcho al trabajo.
- ve con cuidado – murmuró viendo a este salir y suspiro.
Los meses que llevaban juntos él aún era incapaz de aceptar un beso en los labios de parte del castaño, simplemente le incomodaba el tan solo pensar en ello, volvió a suspirar y salió de su habitación para ir a desayunar, pues como siempre Neji ya había hecho el desayuno.
Comió con calma mientras veía por la ventana, pareciera que fuera a llover, antes ese clima le gustaba, pero ahora… solo le hacía sentir nostalgia ¿Sasuke sentiría lo mismo?
-¿Dónde estarás? - murmuró al aire tocando su vientre, tenía que olvidar a Sasuke, pero ¿Cómo? Eso no es algo que pudieras hacer de la noche a la mañana, pero si el azabache hubiera podido, él tenía que hacerlo.
Media hora después Hinata llegó, y entró con la llave que tenía, suspiro viendo al rubio que miraba una película romántica.
-¿Qué haces?
- no se… quizá ¿Torturarme? – Sonrió y apagó la televisión – Hinata, sabes que no tienes que venir todos los días.
- Mi primo me lo pidió, así que lo hago con gusto – murmuró sentándose un poco lejos de este.
- aún estás molesta porque me case con Neji.
- Si, porque te casaste sin querer lo… eso no es algo que pueda perdonarte Naruto.
- Te equivocas, a tu primo lo quiero… sin embargo no lo amo, y sabes perfectamente que él era el que insistió para que aceptará.
- Entonces ¿Solo te casaste porque te presionó? – lo miro con el ceño levemente fruncido.
- No, también lo hice porque lo aprecio y creo que era correcto darle una oportunidad, Hinata detesto que estés enojada conmigo…
- Pero Naruto como no estarlo con lo que hiciste… Si Sasuke regresa puedes lastimar a Neji.
- Sasuke no va a regresar, y si lo hiciera yo como esposo de tu primo tengo que respetarlo, así que me quedaré con él… quizá ahora no lo amo, pero créeme que me esforzaré para hacerlo, él se ha comportado de maravilla conmigo, sería un malagradecido si no intentara darle una oportunidad…
- Está bien… solo no quiero que ambos salgan heridos, y menos con el bebé… él podría ser el más afectado.
- Descuida, ven – se levantó y la tomó de la mano para llevarla a su habitación, ahí en una caja metió todo lo que tenía de Sasuke, fotos, regalos y su anillo – te encargo que lo tires a la basura…
- ¿Seguro? – tomó la caja con duda
- Sí, tengo que deshacerme de ello para poder avanzar.
- Si así lo quieres – murmuró y levantó la caja entre sus cosas, no lo tiraría, se quedaría con ello, pues por alguna razón sentía que en el futuro el rubio lo querría de vuelta – aun así… Naruto perdóname por enojarme
– descuida… tienes tus razones.
Sonrió y volvió con esta a la sala para poder buscar alguna película, ya era el momento de decirle adiós a su pasado.
El tiempo pasaba, y tal como le había prometido a su amiga, Naruto era más cariñoso con su esposo, y se esforzaba por ello, y entre ambos habían decorado con mucho esfuerzo y amor la habitación para el próximo miembro de la familia.
Definitivamente aunque la vida le había cerrado una puerta, otra se había abierto y estaba bastante feliz con su vida ahora.
Su teléfono sonó y al ver el número de su abuelo, sin dudarlo respondió.
-Hola abuelo ¿Pasa algo?
- Naruto… tu abuela llega hoy, acaba de avisarme.
- ¿Qué? No entiendo… ¿Dejo a Dei? ¿Por qué viene? – comenzó a caminar por su habitación nervioso.
- No sé, quizá solo viene de visita, pero me pidió que la pasé a buscar, y además que organice una cena y que tú vayas.
- Espero que solo sea una visita.
- Si… bueno, como sea, ven a las nueve a casa con Neji, porque dejó en claro que quiere conocer a tu esposo.
- Está bien – suspiró y colgó
- ¿Qué ocurre Naruto?
- No… nada, solo que mi abuela viene de visita, y quiere que vayamos hoy a cenar con ella y mi abuelo.
- oh está bien, descuida – sonrió besándole la frente – entonces será mejor que nos arreglemos para ir, quizá debas comprarle un regalo de bienvenida.
- tienes razón – sonrió y fue a buscar ropa para luego poderse bañar.
El rubio suspiro mientras miraba el camino por la ventana del auto, en verdad le preocupaba que su abuela se enterara de la verdad, al sentir la mano del castaño sobre la suya se limitó a sonreír, aunque el gesto era dulce… no lo reconfortaba.
Bajo del auto tomando la mano de su esposo y caminó hasta la puerta tocando el timbre, ni un minuto pasó cuando la puerta fue abierta por su abuela… sin poder evitarlo la abrazó con fuerza y comenzó a llorar, en verdad quisiera ser tan fuerte como su abuela. La mujer extrañada por la reacción de su nieto simplemente se limitó a abrazarlo.
-¿Qué ocurre Naruto? – lo miro acariciándole la espalda, sintiendo algo de nostalgia, hacía mucho tiempo que no lo abrazaba.
- Nada… yo… solo me alegra verte de nuevo abuela.
- También me alegra… pero vamos entren, no vamos a quedarnos aquí parados – sonrió sintiendo como su nieto se apartaba y entraban a la casa hasta el comedor.
- Naruto, Neji llegaron – comentó con una sonrisa Jiraiya que terminaba de poner las cosas en la mesa.
- Si, hola abuelo.
- Bien – murmuró la mujer – Neji ¿No? Espero que la razón por la que mi nieto lloraba no fuera por tu culpa…
- Abuela… no es así, no es culpa de Neji… además solo son las hormonas del embarazo.
- espero que así sea
- Señora… – el castaño hizo una leve reverencia – es un placer al fin poder conocerla, y le aseguro que yo jamás haré que Naruto llore por mi culpa…
- espero que así sea, y levanta la cabeza cenemos.
Todos asintieron y tomaron asiento para poder cenar en silencio.
-Ah… casi lo olvidaba, pero Naruto me quedaré aquí a atender tu embarazo hasta tu parto.
El rubio al escuchar las palabras de su abuela se atragantó, ciertamente agradecía la preocupación de su abuela, pero tenía pánico de que el niño se pareciera al azabache y su abuela comenzará a hacer preguntas.
-¿Y Del? – pregunto tratando de desviar el tema
- Se quedó – murmuró mordiéndose la uña – espero que no haga cosas indebidas con su novio.
-¿Deidara tiene novio? – la noticia de verdad le sorprendía, cuando su hermano estudiaba solo una vez había tenido pareja, Sasori, y eso acabó mal… Sasori solo lo había enamorado para pasar una noche con él y dejarlo, después de eso su hermano se juró no tener novio de nuevo.
- Si, lo conoció en los ángeles… pero aún no confío en el
- y dejaste a nuestro nieto solo con él.
- Jiraiya, Deidara es un adulto él sabrá si quiere cometer el mismo error de nuevo.
- Creo que sí mi hermano lo eligió fue porque vio algo diferente en el que no veía en nadie más… deberíamos confiar en el
- Naruto tiene razón.
Si, Neji se sentía algo incómodo, toda la cena los únicos que platicaron fue la familia del rubio y el solo comía en silencio sin saber qué decir, después de la cena se despidieron y se marcharon con una advertencia de la mujer, si él hacía sufrir a Naruto lo mataría, quizá eso debió haberle dicho antes al azabache y no a él.
Los meses siguientes fueron tranquilos, tal como Tsunade había dicho, ella se encargó de llevar el control del embarazo de su nieto, quien en ese mismo momento ya se encontraba internado para que le realizaran una cesárea.
-Tranquilo Neji, es mi abuela la que lo hará así que nada saldrá mal – le sonrió a este tomándole la mano, aunque en verdad él no estaba tan tranquilo, le rogaba a todos los dioses que su hijo fuera idéntico a él y no al azabache.
- Si, tienes razón…
- bien niño – la mujer entró a la habitación junto con Shizune – sal para que puedan ponerle la anestesia epidural a Naruto y podamos llevarlo al quirófano.
Neji asintió y salió de la habitación para poder ir a la sala de espera.
Las horas pasaban y parecían eternas, en la sala estaban el abuelo del rubio y también la prima de Neji, todos esperando por noticias del rubio. Cuando la luz roja del quirófano se apagó y la rubia salió todos se acercaron a ella.
-Naruto está bien, y en niño - frunció el ceño mordiendo su labio ahora entendía todo – estaba bien, lo llevarán con Naruto a la habitación y cuando él despierte podrán entrar, yo estaré con él hasta entonces.
Todos asintieron sin objetar, pues la mujer parecía realmente molesta, pero ¿Cómo no estarlo? Tsunade ahora sabía porque Itachi le daba mala espina.
Ella se quedó junto a su nieto hasta que esté poco a poco despertó, rápidamente reviso que todo estuviera bien y le beso la frente.
-¿Cómo te sientes? – murmuró con una sonrisa.
- bien… agotado, pero bien… ¿Y Menma? – murmuró buscándolo con la mirada.
- Duerme en su cuna, ahora… Naruto, necesito que me expliques algo… ese niño ¿Es hijo de Neji?
Naruto suspiro y aparto la mirada antes de negar
-Lo sabía… ciertamente se parece a ti, pero el cabello…
- Supongo que es igual al de su padre, abuela… perdón por no decirte la verdad.
- Ciertamente me entristece y enoja el que no hayas confiado en mí.
- No es eso, simplemente no quería que estuvieras decepcionada de mí.
- entonces explícame lo que pasó.
- bien – tomo un poco de aire antes de hablar – me case con Neji después de que me dejaron plantado en el altar por el padre de mi hijo, con el que creí que podría tener una familia, así que dije bueno, nos vamos a casar no usamos condón igual queremos una familia, y así fue me preño y se largó…
- entonces ¿Cómo se llama el padre de tu hijo? – quería corroborar que era Itachi, entonces volvería y lo mataría.
- se llama Sasuke… pero en verdad me a no importa, yo aprecio mucho a Neji y él quiere a Menma, entonces sé que la familia que deseo la puedo tener con él.
Tsunade se sorprendió al descubrir que no era Itachi, pero aun así… no podía confiar en él del todo, suspiro y salió a avisar a todos que ya podían pasar.
Naruto tomó a su hijo en brazos y Neji le beso la cabeza al rubio con carita, entonces Hinata les tomó una foto para conmemorar aquel momento tan especial.
Naruto definitivamente se alegraba de tener a su hijo, de haber tomado la decisión correcta, ahora solo podía decirle bienvenido al mundo hijo.