El tiempo pasaba volando, Sasuke al fin había logrado pedirle a Jiraiya la mano del rubio, y este por su parte le había informado a su abuela de su boda, aunque está no podría asistir porque Deidara la había puesto como su manager y tendrían una exposición de artes de algunos meses.
Aunque el rubio en verdad deseaba que toda su familia estuviera ahí entendía perfectamente, pero le hacía feliz saber que contaba con el apoyo de todos ellos.
A solo un mes de la boda había comenzado a sentir malestares, y era obvio lo que los causaba, así que para acabar con sus sospechas se hizo una prueba de embarazo y sonrió al ver el resultado “positivo” las cosas estaba saliendo maravillosas desde que comenzó a salir con Sasuke, ojalá todos los días de su vida fueran así.
-Entonces… ¿color Hueso o crema? - la chica de ojos perla lo saco de sus pensamientos - Naru reacciona… ¿de qué color quieres los manteles de la recepción?
- No se… los veo iguales… elige tú el que más te guste.
- Crema entonces - sonrió mientras anotaba, en ese tiempo ella se había encargado de ayudar a Naruto y Sasuke con los preparativos - bueno, recuerda que hoy es la última vez que te probarlas el traje para que le hagan los últimos ajustes.
- Si… sobre ello creo que tendré que pedir que lo hagan un poco suelto y no tan justo
- ¿Estás loco? Tienes una buena figura, tienes que hacer que el traje se luzca… es un desperdicio hacerlo suelto.
- Quizá tienes razón… Sin embargo tengo mis motivos, quiero estar como ese día.
- ese no es un motivo… la última vez que te pusiste la ropa dijiste que era bastante cómoda…
- Hinata - suspiro antes de seguir hablando, definitivamente la chica era persistente - estoy embarazado.
- ah eso… ¡¿Qué?! - lo miró atónita no podía creer lo que su amigo le decía - Ustedes dos… ¿Ya lo hicieron? - comenzó a negar dándose golpes en las mejillas - obviamente si Hinata - se respondió - pero eso ¿No sé hace hasta después de que te casas? ¿Te dolió? ¿Cuándo?
- Me sorprende que estudies medicina y la forma tan tradicional en la que tu primo y tu padre te han educado - murmuró dándole palmaditas en la cabeza a la chica - y si… ya lo hicimos, también dolió porque Sasuke metió su… en mi… por sorpresa… pero fue la primera vez, después ya no.
-¡Naruto! - se cubrió el rostro avergonzada
-¿Qué? Tu eres la que preguntó - se encogió de hombros - como sea, vayamos a tomar algo a la cafetería y hablamos más tranquilos, ya después continuamos con los preparativos de la boda.
La chica asintió y salió con el rubio para ir a una cafetería que estaba algo cerca de donde ellos estaban, una vez ahí ordenaron y se acomodaron para poder platicar un rato.
-Entonces… ¿Ya le dijiste a Sasuke?
- No, aún no - sonrió mientras le servían su rebanada de pastel - hemos hablado antes, y estamos de acuerdo en tener una familia… por eso al inicio nos cuidamos, pero últimamente no… y ahora que lo sé, se lo diré hasta la boda será mi regalo para él.
- Que tierno… bueno, me alegra que ustedes planifique su familia, seguro se pone muy feliz cuando le digas.
- Eso espero - murmuró comiendo un poco
- ¡Lo estará! Tranquilo… Naruto lo conoces más que yo, así que ya debes imaginar cómo reaccionara
- Si… ¿Y tú Hinata? ¿Por qué no tienes novio?
- Yo… bueno - bajo la mirada - supongo que aún no encuentro a la persona adecuada, además Hanabi dice que no debo dejar que los chicos se acerquen mucho, porque varios de ellos solo quieren pasar el rato o vienen a mí por mis pechos.
- Vaya… tu hermanita es muy…
- Realista… Además, Neji también los aleja - suspiro derrotada mientras comía - pero está bien, en algún momento llegará la persona adecuada.
- así se habla Hina… y sobre Neji…
- No te preocupes por él - le sonrió - mi primo también se alegra de saber que tú te casarás, dijo que si eres feliz él será feliz… aunque justo ahora me preocupa
- Neji es bastante amable y comprensivo… ¿Qué te preocupa?
- Él va a comenzar a trabajar como fiscal… sabes que eso es bastante peligroso.
- Si, pero también sabes que tu primo sabe cuidarse perfectamente bien.
- en eso tienes razón - menciono mientras veía al rubio que respondía un mensaje.
- creo que hoy dejaremos las cosas así, Sasuke me invitó al cine
- está bien, descuida otro día seguimos viendo las cosas con más calma.
Naruto sonrió feliz de la comprensión de su amiga, y después de pagar cada uno tomó diferente rumbo.
Unas semanas después, Sasuke llevó al rubio a cenar con su familia, aunque realmente solo estaba su madre en casa, por alguna razón su padre últimamente volvía tarde de la empresa, pero no le preocupaba mucho, pues las pocas veces que hablaba con él, el mayor respondía que todo estaba bien.
-Me alegra mucho que Sasuke te trajera, Naru - la azabache sonrió mientras servía la comida - perdona que mi esposo no esté aquí, pero ha estado ocupado más de lo normal…
- Descuide… me alegra venir a verla señora Mikoto
- Por favor dime suegra o mamá, con confianza, después de todo en unas semanas serás como mi hijo político.
- Mamá - murmuró el azabache
- tranquilo Sasuke, a mí no me molesta decirle mamá, al contrario, me alegra que ella me acepte y que me permite llamarla así.
- ¿Ves? Hijo tu eres el único incómodo, incluso tu padre aceptó que Naru le diga papá cuando le platique todo lo de la boda.
- No saben cuan feliz me hace que me acepten de esta forma
- al contrario querido, a mí me alegra que tú aceptarás al malhumorado de mi hijo, ojalá su hermano pudiera venir a la boda… pero está estudiando en Estados Unidos y no puede venir… pero seguro que para sus vacaciones vendrá y lo conocerás, además seguramente le agradas.
- espero que sí, después de todo quiero agradarle a la familia de Sasuke.
- ya les agradas - murmuró el azabache besando la mano de su pareja.
Problemas, eso era lo que tenía Fugaku, se había dado cuenta muy tarde de la trampa que tenía aquel contrato que firmó con el banco de los Haruno, en tantos años que llevaba haciendo negocios con ellos jamás había pasado esto, y precisamente, la única ocasión en la que él no leía el contrato pasaba esto… ¿Que haría ahora? Tendría que hablar con su esposa y contarle la verdad tarde o temprano pero aún no buscaba el momento o no tenía el valor para hacerlo.
Solo faltaba un día para la tan ansiada boda de Sasuke y Naruto, ese día no se verían y descansarían, pues todo estaba listo, ese día… Fugaku fue arrestado.
-¡¿Qué?! - grito Mikoto al borde del desmayo mientras hablaba por teléfono - ¿Cómo que mi esposo fue arrestado? Yo no entiendo…
- mamá ¿Qué ocurre? - murmuró el azabache entrando a la sala de estar viendo a su madre pálida - ¿Te sientes mal?
- Yo… iré enseguida - soltó antes de colgar y mirar a su hijo - Sasuke… tenemos que ir a ver a tu papá, lo arrestaron…
-¿Qué? Eso es imposible… papá jamás haría algo ilegal…
- lo sé, solo… - suspiro sin entender - vamos a verlo.
Sasuke asintió y tomó sus llaves para salir con su madre hasta la estación de policías donde tenían detenido a su padre.
Al llegar al lugar Mikoto corrió hasta un policía para preguntar por su esposo, y amablemente fueron llevados con este.
-¡Cariño! - la mujer lo miró a través de los barrotes - ¿Qué ocurrió Fugaku?
- padre ¿Qué explicación hay a esto?
- Mikoto, Sasuke… cometí un error… - el hombre suspiró y procedió a explicar - hace unos meses pedí un préstamo al banco… el mismo de siempre, y acordamos que los pagos e intereses serían los mismos con los que hemos trabajado, sin embargo… Esta vez fue la hija del dueño quien me atendió, ella parecía saber muy bien de nuestra empresa… me distrajo platicando y no leí el contrato
- Papá, lo primero que me enseñaste fue siempre leer el contrato - reclamo molesto.
- ¡Lo sé! Lo sé… cometí un error… cuando leí el contrato después, me di cuenta que las cláusulas indicaban que solo tenía dos meses para cubrir el total de la deuda, además de que los intereses incrementaría en un setenta por ciento… y que de no ser así me demandarían por incumplimiento del contrato.
- Así es - sonrió una chica de cabello rosa que entraba al lugar - Me presento, soy Haruno Sakura
- Maldita - murmuró el azabache que se encontraba detrás de las rejas.
- Sugeriría que no me hable así - frunció el entrecejo acomodándose el cabello - además del incumplimiento del contrato también le acusare de robo y falsificación de documentos, según usted nos ha pagado, pero al ver las fichas de depósito que nos manda me di cuenta que son falsas…
- ¿Qué? Eso es mentira… He pagado, jamás falsificaría ningún documento.
- eso es verdad, sin embargo puedo sobornar para que me crean a mi… pero les tengo una propuesta
- ¿Qué quieres? - esta vez fue Mikoto quien hablo - mira… vendremos nuestras propiedades, joyas… juntaremos el dinero que te debemos.
- sí, eso… no creo que sea suficiente, sin embargo, desde que estudiaba puse mi atención en Sasuke-kun… - murmuró sonrojada viendo al mencionado - yo… Les daré más tiempo para pagar la deuda si Sasuke se casa conmigo.
- Imposible - respondieron los padres del chico.
- maldita desquiciada - soltó Sasuke con asco - me niego.
- perfecto, entonces procederé con la demanda, de todas formas perderán todo… bueno me marcho… y señor Uchiha, espero que sobreviva su primera noche en prisión.
- Espera… - Sasuke suspiro y la tomó del brazo - acepto… solo saca a mi padre ya
- Sasuke, hijo… - murmuró su padre - no… tú te casaras mañana, con quien amas
- Ah sí… también se eso, pero si aceptas casarte conmigo, iremos hoy mismo al registro civil a casarnos, sus propiedades serán embargadas para pagar una parte de la deuda, y se irán a vivir conmigo a China…
- Prácticamente seremos unos secuestrados
- Está bien - suspiro - solo déjame despedirme de mi prometido.
- No, no quiero y es mi última palabra, aceptas y lo saco ahora o piénsalo.
- está bien… acepto… solo hazlo.
- perfecto - la chica sonrió y se fue a hacer el papeleo para que esa misma noche dejaran ir a Fugaku.
Sasuke suspiro y le sonrió a su madre, misma que solo tenía la mirada baja al igual que su padre, pero él sabía que Naruto comprendería cuando le explicará lo que ocurrió, sin embargo apenas Sakura volvió le pidió el celular para tirarlo a la basura, y tal como dijo ese día de caso con Sasuke y salieron del país, ahora eran rehenes de Sakura.
Todo era hermoso, tal como ambos habían planeado, se escuchaban las campanas y todos los invitados estaban en la iglesia, ya era casi la hora de que la ceremonia iniciará, y hasta ahora… ningún miembro de la familia Uchiha se había presentado al lugar.
-Esto no me da buena espina - susurro por lo bajo la amiga del rubio mientras intentaba marcarle al azabache
- ¿Aún nada? - murmuró su primo que estaba sentado junto a ella, la chica solo negó y miró la entrada de la iglesia.
Naruto estaba afuera, esperando a Sasuke para poder entrar de la mano de su abuelo, quien lo entregaría a la persona con la que pasaría todos sus días desde ahora…
Dos horas, dos jodidas horas habían pasado, algunos invitados se habían ido, otros lo miraban con pena y muchos más murmuraban cosas, Sasuke no llegó.
Hijo… lo siento – murmuró con pena el sacerdote – creo que te han dejado plantado, no podemos esperar más tiempo…
- Está bien... entiendo – respondió con una mezcla de enojo, tristeza y decepción.
- Lo siento mucho - el hombre le dio unas palmadas en la espalda y volvió a entrar a la iglesia.
- Naruto - su abuelo suspiró y lo abrazó, sabía que su nieto sufría, y eso lo llenaba de rabia.
- No… algo debió pasarle… Sasuke no me haría esto - se mordió el labio mientras se dejaba abrazar por su abuelo.
- Tienes razón - Neji se acercó junto a Hinata.
- Quizá sea eso, entonces busquemos en los hospitales, su casa…
El rubio asintió y aún con su traje blanco recorrió junto a su abuelo y los dos Hyuga cada hospitales de la ciudad, fue a la casa del azabache y no obtuvo respuesta, solo un nudo en el estómago que crecía más al ver que todo lo perteneciente a los Uchiha estaba en venta, Sasuke había desaparecido, ahora solo tenía el recuerdo de un hermoso y amargo amor y una gran desilusión, una boda destrozada y un bebé en camino.