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Mi Chico de Alquiler por Caroand

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Notas del capitulo:

Espero les guste esta nueva historia :)

Enjoy it :)

Lee Taemin, un niño que vivió con su madre con quien aprendió todo en base a lo que ella le enseñaba porque a ella le encantaba cocinar y le enseñó todo lo que sabía. Solían cocinar juntos cuando él aún era pequeño.


En cuanto a su padre, él falleció antes que él naciera, así que nunca lo conoció. Siempre fueron su madre y él, hasta que se casó de nuevo cuando tenía catorce años.


El tipo era un imbécil; se conocieron porque trabajaban juntos y ella pensó que el hombre era una maravilla. Él era muy bueno con ella, pero Taemin se dio cuenta que nunca le agradó al hombre. Criticaba la forma en que se veía y su forma de vestir. Su madre y él discutían mucho sobre Taemin, y él lo llamaba maricón.


Tres años más tarde su madre contrajo cáncer de mama y murió un año después. Ella le rogó a su padrastro que cuidara de Taemin cuando ella se fuera, que se asegurase de que terminara la escuela y lo ayudara a ir a la universidad. Él prometió que lo haría. Un mes después de que ella muriera, lo botó de la casa. Fue dos meses antes de su graduación.


Eso fue un año y medio atrás. Desde ahí había estado por su cuenta, pero tenía la ilusión de obtener el diploma tan pronto como pudiese.


Al principio Taemin vivió con un amigo y su familia durante unos seis meses. Luego su amigo tuvo que irse a la universidad y quedó a la deriva durante un tiempo, primero en casa de un amigo y luego otro. Se mudó al centro de Seúl hacía dos meses y casi vivió en la calle por un tiempo. Una noche fue a un club con un tipo que conoció. Él le dijo que podía hacer unas cuantas mamadas y obtener algo de dinero rápido.


De cualquier forma, hizo unos cuantos wones, así que volvió los dos siguientes fines de semana donde luego se enteró sobre los Peep por una chica que conoció que trabajaba en uno. Ella le dijo que había una gran demanda de muchachos, así que fue al lugar donde trabajaba y habló con el dueño quien lo contrató en el acto.


A los que iban al club les gustaban los jóvenes, y el dueño no estaba dispuesto a hacer preguntas por si él era mayor de edad o no porque eso le costaría dinero. No había ni un artista, intérprete o ejecutante con más de diecinueve años. La mayoría tenían diecisiete o dieciocho años. Un par de ellos eran incluso más jóvenes que él.


Los clientes debían permanecer en sus cabinas y no podían tocar a los chicos, pero nunca prestaron atención a las reglas. Las cabinas no tenían cristal en el frente, así que no había nada que les impidiera hacer lo que quisieran. Taemin sabía que había cosas peores que podría haber hecho para sobrevivir, pero odiaba cuando lo tocaban. Les decía que no debían, pero nunca le hacían caso.


Trabajó en ese lugar por tres años y luego se marchó y fue a trabajar en un club de strip-tease gay no mucho después de cumplir la mayoría de edad. Era su primer trabajo legítimo.


El club de strip-tease era mucho mejor, ya que ahí tenía que hacerse pajas y a veces tenía que usar juguetes en él mismo; de hecho, le gustaba su actual trabajo, cuando la gente era buena y le daba consejos en lugar de intentar meterle mano. Por lo menos la seguridad era mejor. Cualquier persona que aparecía en el escenario, o trataba de agarrarlo era echada. Y todo lo que tenía que hacer era quitarse la ropa.


Fue entonces cuando conoció a Kibum quien se convirtió en su mejor amigo, pero después de unos años el club tuvo que cerrar y ellos no sabían a donde ir por lo que Kibum le dijo que lo mejor era prostituirse porque solo tenían donde quedarse, pero no para comer. Taemin no estaba seguro porque detestaba que hombres horribles y viejos lo tocaran, ya que sus amantes habían sido chicos que había conocido en otros lugares cuando no estaba trabajando.


En una de sus noches un tipo casi diez años mayor, realmente en forma y hermoso, lo trató como si fuera especial. Como si fuera algo más que un simple prostituto. Ya que la primera vez lo subió a su auto llevándolo a un lugar público como lo era un centro comercial; eso se le hizo muy extraño porque siempre lo llevaban a un hotel o a un callejón cercano para que hiciera su trabajo, pero este hombre le dijo que lo llevaría a comer. Ante lo que el hombre, llamado Minho, buscaba un lugar para estacionar, Taemin le dijo que tomara otro rumbo.


—Hay... hay un sitio. Es bastante privado. — Taemin podía sentir como su cara se volvía caliente—. Podríamos ir allí, liberar un poco de tensión y luego ir a algún sitio a comer – Taemin estaba un poco caliente y necesitaba desfogar porque hacía unos minutos atrás un tipo solo lo usó hasta que se corrió y lo dejó adolorido.


—Así que tienes un lado travieso.


—¿Tú no?


Minho rió. —Bueno, puede ser. ¿Es un lugar público?


—Algo así. ¿Se puede?


—¿Algo así?


Taemin suspiró. —Es un parking. Hay una zona, una esquina, apenas usada, excepto, ya sabes, para este tipo de actividad.


—Ya veo.


—No tenemos que hacerlo si no te gusta la idea.


—Es tentador —admitió Minho —. ¿Dónde está este sitio? Podemos echarle un vistazo.


Taemin le dio la dirección y fueron hacia allí. No tuvieron ninguna conversación y era consciente de que estaban nerviosos por anticipado en el auto. Esperaba que no fuese un error.


Minho se detuvo en el dispensador de tickets y cogió uno sin decir nada. Cuando rodearon la primera curva, preguntó. —¿A dónde?


—Tercera planta, esquina en el lado este. —Cruzó las manos en su abdomen. El garaje no se usaba mucho. De hecho, con los años se fue especulando que los propietarios iban a cerrarlo. El hecho de que gente, principalmente gay, viniese a follar era bastante conocido, otra razón por la que Taemin pensaba que podrían cerrarlo algún día.


En la primera planta había unos pocos autos, en la segunda incluso menos y cuando llegaron a la tercera y última planta, era como una ciudad fantasma. Las cogidas ocurrían mayormente por la noche ya que el garaje estaba abierto veinticuatro horas. Parecía que tenían carta blanca en la zona que Taemin indicó a Minho para aparcar.


Minho apagó el auto, miró alrededor y luego a Taemin. —¿Qué tienes en mente?


Echando una última mirada antes de hacer su movimiento, Taemin alcanzó de su bolsillo trasero y sacó un condón pre lubricado y se lo tiró a Minho al abdomen. —Sé que no es lo ideal, ¿pero con esto y un poco de saliva?


Minho parpadeó. —Um, ¿aquí? Lleno...


—Eres realmente sexi cuando tartamudeas —contesto Taemin, sintiéndose ya más tranquilo—. Seamos aventureros.


—Espero no lamentar esto.


—Tengo intención de que no. — Taemin se quitó los zapatos, luego se estiró y giró en el asiento, para desabrocharse los pantalones, deshaciéndose de ellos junto a su ropa interior.


Minho se desabrochó sus propios pantalones, pero sólo se los bajó lo necesario para exponer su muy dura polla.


Taemin miró por encima de su hombro y aún no había signo de intrusos no deseados. Minho consideradamente movió el asiento hacia atrás tan lejos como pudo, Taemin se sentó en el regazo de Minho y rodó el condón sobre su amante. —Saliva.


El otro hombre escupió en su mano derecha y levantó a Taemin sólo un poco para poder deslizar sus dedos dentro. Su polla saltó por el contacto con su agujero. Usando una mano para agarrarse al asiento del conductor, usó la otra para envolver su longitud, masajeándola rápido cuando Minho añadió otros dos dedos más dentro de él.


Gimió, sintiendo que podía venirse sólo con los dedos de Minho follándolo. Este presionó su próstata y vio estrellas.


—Silencio. — Minho le tranquilizó, diciendo a Taemin, que debió haber gritado. Sus dedos se retiraron y Taemin gimió. —Oh, confía en mí, bebé, voy a llenarte con algo más.


Minho abrió las piernas y le levantó un poco antes de bajar el culo de Taemin por su rígida polla. Todo su cuerpo temblando de necesidad, Taemin comenzó a montar a Minho. Montar a sus clientes era su posición favorita, tenía el control y aunque sea podía disfrutar.


Las manos de su cliente agarraron sus caderas y embistió duro y rápido, sudor adornando su frente. Se esforzó en apretar la polla de Minho y supo por el gemido del hombre que tuvo éxito.


—Maldita sea, estás apretado. — Minho gruñó.


Sintiendo su orgasmo cerca, Taemin consiguió preguntar. —¿Estás cerca?


—Sí.


—Gracias a Dios. —La liberación arrancó de él, sacudiéndolo, trazando un disparo que no pudo retener más de lo que pudo evitar que el semen saliese disparado a la camisa de Minho.


Minho se endureció bajo él, vibrando mientras se corría.


Colapsó sobre Minho, apoyándose en él. Sabía que no podía permanecer así mucho. Con un suspiro se deslizó fuera de Minho y regresó al asiento del pasajero, se vistió tan deprisa como el incómodo espacio permitía.


Minho se inclinó y cogió una toallita de la guantera. Se quitó el condón y lo ató. Sonrió y luego hizo una mueca por su camisa.


Después de ese encuentro, Minho lo buscaba una vez a la semana llevándolo primero a comer y luego a un hotel donde le pagaba toda la noche, pero después de un año donde estaba fascinado con el hombre porque era un tipo que no lo trataba como los otros clientes, Minho le mostró su verdadera cara y Taemin temió por su vida, por lo que cuando lo volvía a buscar le pedía a Kibum que lo cubriera.


Para su mala suerte, Minho terminó haciéndole lo mismo a Kibum y se sintió pésimo al ver cómo llegó el mayor con moretones en el cuerpo. Así que tuvo que soportar a Minho por más tiempo y a veces quería morir en ese momento porque no quería seguir pasando por eso, por lo que había tomado una decisión, pero como necesitaba dinero para un tiempo.


- Hola, sube rápido.


Se estremeció de miedo al escuchar la voz de Minho y se maldijo por su mala suerte, pero necesitaba el maldito dinero y este hombre le pagaba muy bien, así que se tragó el nudo en la garganta y entró al auto poniéndose el cinturón de seguridad antes que lo encienda para dirigirse a su destino.


Al llegar a la habitación, sacó algo de dinero de su billetera y arrojó los billetes sobre la mesa de noche — Si necesitas un poco de motivación extra, mantén los ojos en eso. Pero no los cojas hasta que hayamos terminado —Su aliento apestaba a cerveza. Como si Taemin necesitara otra razón para sentirse mal— Quítate la ropa.


Sólo le llevó a Taemin unos segundos quitarse la camisa y dejar que sus vaqueros y bóxer se deslizaran hasta el suelo.


Minho lo miró, sus codiciosos ojos se pasearon por todo el cuerpo de Taemin, como si fuera la primera vez que lo hubiera visto desnudo. Luego, lenta y deliberadamente, envolvió una mano alrededor de la garganta de Taemin y lo empujó sobre la cama.


Mierda, era fuerte. Lo suficientemente fuerte como para sostener a Taemin hacia abajo con una mano mientras que luchaba por abrirse la cremallera con la otra. Puntos negros irrumpieron frente a los ojos de Taemin, hasta que logró liberarse de la mano de Minho el tiempo suficiente para recuperar el aliento.


Minho buscó en su bolsillo, sacó un condón y se lo puso — Túmbate y separa las piernas.


"Dinero. Comida. Alquiler. Escapar. Cierra los ojos y deja que haga lo que quiera. Él se irá de aquí muy pronto"


Pero sus ojos se abrieron cuando sintió la punta de la polla de Minho presionar su entrada.


Dejó escapar un grito mientras Minho empujaba en el interior. El impacto hizo que Taemin agitara las manos retorciéndolas en las sábanas, con todos los músculos dolorosamente rígidos.


"Cálmate. Respira. Relájate, o realmente va a lastimarte"


Dejó que sus ojos se cerraran de nuevo, tratando de perderse, pero fue imposible con un elefante en celo follándoselo. El preservativo estaba lubricado, aunque no lo suficiente como para aliviar la punzada y la quemazón de los empujes de Minho. Se sentía como si estuviera siendo desgarrado y el miembro de Minho ni siquiera era tan grande.


—Vamos, tómalo con calma, —resopló— no tienes que...


Minho lo arrastró, golpeándolo con la mano abierta y estrellándose en el cachete derecho que antes había sido golpeado. Momentáneamente aturdido, su cabeza cayó sobre la almohada, mientras que Minho seguía moviéndose, gruñendo y rozándose como un animal de corral en celo.


Al diablo con este ruido. No había suficiente dinero en el mundo para hacer que soportara ser utilizado como un maldito saco de boxeo de nuevo. —Sal de mí, —gruñó, tratando de quitarse a Minho de encima.


Recibió otra bofetada por su enfado, y cayó en la cuenta, que su lucha era exactamente lo que quería este retorcido hijo de puta. Pero con dinero o sin dinero, Taemin no podía simplemente tumbarse y dejar que pasara esto.


—¡Basta! —Golpeó el pecho de Minho, tratando de darle una patada. Un antebrazo aprisionó su garganta, cortando sus protestas y el aire.


Los pulmones le ardían, rugiéndole la sangre entre sus orejas, el pecho le dolía, moviéndose rápido por respirar. El pánico se apoderó de sus venas como si fuera ácido.


"Por todos los santos esta vez me va a matar"


La cama se estremeció, y su cuerpo se mecía mientras Minho se estrellaba contra él una y otra vez. Al menos el dolor se había vuelto aburrido y distante, como si se tratara de otra persona. Ahora era vagamente consciente de Minho, el horror y la humillación de no poder detenerlo se desvaneció mientras luchaba por permanecer consciente. La habitación se volvió borrosa y oscureciéndose por los bordes.


De repente, el horrible peso encima de él se movió, y el aire se precipitó de nuevo en sus pulmones. Temblando, intentó volver a respirar con enormes bocanadas desesperadas y rodó hasta el borde de la cama. No quería tocar a Minho otra vez, nunca. Ni siquiera se atrevía a mirarlo.


La primera vez que abrió la boca, no salió nada. Su garganta se sentía como si hubiera sido aplastada en una prensa, sentía sus cuerdas vocales en carne viva. Con un dolor intenso. A continuación, la tos comenzó. —Maldito... casi me ahogas, —dijo con voz ronca—. Podrías haberme matado.


—No seas tan dramático. Sabía lo que estaba haciendo.


Taemin se dejó caer de espaldas, aun temblando, tratando de tomar suficiente aire. Parecía que había pasado una maldita hora antes de que Minho se levantara, avanzando hacia el baño. Taemin oyó correr el agua y el tintineo de un vaso. El suelo crujió bajo el peso de Minho mientras caminaba de vuelta a la cama. Taemin no lo vio, pero pensó que había oído tirar más dinero sobre la mesa.


—Nos vemos la semana que viene, —dijo Minho. Oyó la puerta abrirse y cerrarse y entonces se marchó.


Gimiendo, Taemin se puso en pie, la cabeza palpitándole, se sentía como si le hubieran extraído todos los músculos del pecho. Entonces un punzante dolor en su trasero lo golpeó, y el estómago se le encogió cuando vio varias pequeñas manchas oscuras en la sábana.


Se tambaleó hasta el baño, preparándose antes de mirarse en el espejo. La huella enrojecida de la mano de Minho en las nalgas se destacaba con gran detalle. Su garganta estaba tornándose morada. Mañana se vería como si alguien le hubiera golpeado con un bate de béisbol.


Su cuerpo se estremeció y tembló. Se dejó caer al suelo, y eso fue lo único que frenó los sollozos en su pecho. Había tenido suerte esta noche como las noches anteriores. ¿Y si se hubiera desmayado? No quería ni pensar en lo que Minho podría haberle hecho mientras estaba inconsciente.


Un estrepitoso pánico lo envolvió casi haciéndole retorcerse. De ninguna manera iba a aguantar el abuso de Minho por mucho más tiempo. Ni siquiera estaba seguro de que pudiera durar una semana más.


Esa misma noche cuando regresó a su departamento, juntó todas sus cosas y le dejó una nota a Kibum agradeciéndole por todo lo que le había ayudado, pero ya no podía seguir con esta vida y sobre todo soportar los maltratos de Minho. Después de revisar que llevaba todo, se fue a la estación de tren para alojarse en un hotel barato del que había oído y que podía estar ahí en una semana, además iba a llamar a un amigo que conoció en el club de stripteasse para ver si lo podía ayudar con el alojamiento.


Dos semanas más tarde, su amigo Jongin le había presentado a Kim Taeyeon quien administraba un muy selecto catálogo de hombres de alquiler y cuando los hombres con dinero tenían la necesidad de jugar, siempre la buscaban.


Taemin no quería volver a entrar en la prostitución, ya que fue por eso que prácticamente escapó de Minho, pero Taeyeon le dijo que sus clientes eran personas que solo necesitaban compañía y pasar un buen rato, que no entraban en cosas del sadomasoquismo porque ninguno de sus chicos se había quejado.


Taemin no sabía qué hacer, pero no podía vivir de la caridad de su amigo, además que este también estaba metido en el negocio y le dijo que no trabajaría ahí si fuera peligroso. Jongin le dijo que esos hombres todo lo que tenían que hacer era hacer una selección y Taeyeon se encargaba de los arreglos.


Días más tarde, Taemin le dijo a Jongin que aceptaba trabajar para Taeyeon ya que en lo único que era bueno era en el sexo.

Notas finales:

Gracias por leer y sigan reproduciendo el MV de Taemin!! y voten por él en el Mubeat app y tambien el Idol Champ app!!!!


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