Una vez que entraron a la habitación, Baekhyun cambió el juego. Poniendo una mano sobre el pecho de , empujó al hombre contra la pared se abalanzó para la captura de su boca en un beso ardiente. Cuando Jonghyun dejó escapar un pequeño gemido, un estremecimiento pasó por él, sabiendo que había causado esa reacción del hombre. Quiso hacer más, para ver qué tan fuera de control podía poner a Jonghyun.
Cayendo de rodillas, Baekhyun miró por debajo de sus pestañas. ―He querido probar esta polla desde hace tanto tiempo que no creo que pueda esperar un minuto más. He escuchado buenas historias.
Jonghyun miró hacia abajo, el crudo deseo ardiendo en sus ojos oscuros.
Baekhyun se rió suavemente mientras bajaba la cremallera de los pantalones de Jonghyun. Abriendo el botón, tiró hacia abajo para mostrar el oscuro bóxer. Se detuvo el tiempo suficiente para pasar la uña contra la erección de Jonghyun a través del material de su ropa interior, antes de bajarlo de un tirón, también, por lo que finalmente pudo llegar a la polla.
―Mierda, eres perfecto ―observó Baekhyun antes de sacar su lengua para lamer la corona de la erección de Jonghyun. Un poco de pre-semen se había reunido allí y gimió cuando el sabor salado se apoderó de la lengua.
―Si sigues con esto, no voy a durar mucho tiempo. ―A pesar de la amenaza de Jonghyun, pasó los dedos por su pelo para que siguiera.
―Esperemos que te recuperes rápido.
Baekhyun separó sus labios antes de envolverlos alrededor del espesor de Jonghyun, su polla caliente. Sí, esto era tan bueno como le habían contado y esta noche, era todo para él y antes de que terminara, Baekhyun prometió que Jonghyun estaría rogando por él.
Baekhyun se movía tan lento que todo lo que Jonghyun podía hacer era no pedir más. El chico se tomó su tiempo, chupando la polla de Jonghyun una pulgada a la vez.
Frustrado, trató de empujar hacia adelante y enterrarse a sí mismo hasta las bolas adentro de la boca de Baekhyun. Baekhyun lanzó un gruñido como respuesta, su mano fuerte en la cadera, lo que le obligó a permanecer inmóvil.
―Si continuas con esto voy a tener que volver a la tortura ―advirtió Jonghyun. Baekhyun se quejó en respuesta, las vibraciones viajando por toda su polla. A continuación, Baekhyun comenzó a trabajar chupando duro, con las mejillas ahuecadas. Jonghyun golpeó la parte de atrás de su cabeza contra la pared cuando reprimió un grito de placer.
Cerró los ojos, le permitió a Baekhyun tomar el control. Siempre era el que tomaba el control con sus amantes, era embriagador dejar a alguien más con la última palabra una vez.
Con un rugido, cogió el pelo de Baekhyun y apartó al hombre fuera de su polla. Jonghyun envolvió sus dedos alrededor de su propia polla y se acarició a sí mismo. Sólo tomó un par de toques a sí mismo, para terminar. Dejando escapar un grito ronco, disparó su semen en la cara de Baekhyun. Baekhyun lo sorprendió cuando abrió su boca para tomar algo, pero una gran cantidad de ello salpicó sus mejillas y el mentón. Respiró duro, cuando vio a Baekhyun sacar su lengua para lamer un poco más.
Baekhyun cerró los ojos y tarareó, casi como saboreando el gusto.
―Levántate ―ordenó con una voz entrecortada. Tan pronto como Baekhyun se levantó, se inclinó y lamió los restos de su corrida. Él se movió lentamente, haciendo caminos perezosos con su lengua mientras saboreaba la sal de la piel de Baekhyun mezcla con el sabor amargo de su propio semen. No fue hasta que Baekhyun estaba totalmente limpio que se retiró.
Jonghyun le señaló la cama a Baekhyun y lo llevó allí, los dos se quitaron la ropa en el camino.
Baekhyun tuvo un momento de incomodidad con las pesadas botas con cordones; finalmente, Jonghyun tenía a Baekhyun, donde lo quería: desnudo y acostado en la cama.
Jonghyun avanzó lentamente a la parte superior de la cama, sentándose a horcajadas sobre las caderas de Baekhyun. A pesar de que ya había tenido un orgasmo, su pene estaba duro otra vez y no pudo resistir el roce contra Baekhyun.
―No puedo esperar para conocer cada pulgada de este cuerpo ―dijo Jonghyun, justo antes de bajar su cabeza para lamer uno de los pezones de Baekhyun.
―Fóllame, por favor ―se quejó Baekhyun mientras rodaba sus caderas.
―No hasta que tenga un poco de diversión en primer lugar. ― Jonghyun sonrió contra su piel― La tortura puede ir en ambos sentidos.
―Estoy en problemas, ¿no? ―Dijo Baekhyun, en voz baja.
Jonghyun no le respondió, en cambio, se tomó su tiempo para besar y lamer a Baekhyun por todas partes.
Baekhyun torció su cuerpo alrededor torpemente y comenzó a alcanzar el suelo para algo.
―¿Qué estás haciendo? ―Preguntó Jonghyun, con una sonrisa por su extraño comportamiento.
―Tengo un condón en el bolsillo de mis pantalones.
―Aquí tengo uno. ― Jonghyun se extendió sobre él para abrir el cajón de su mesita de noche. Siseó cuando sintió la lengua de Baekhyun sobre su pezón y busco a ciegas, con la mente tan ocupada por lo que le estaba pasando, el simple acto de agarrar algo se le escapaba.
―Date prisa ―declaró Baekhyun, dándole un suave mordisco a Jonghyun. Pasó las manos por los lados de Jonghyun haciéndolo temblar en la respuesta.
―Estoy tratando. Pero no lo estás haciendo más fácil ―bromeó Jonghyun, que finalmente encontró un condón y la botella de lubricante. Estuvo a punto de dejar salir un grito de alegría mientras elogió a todo que era sagrado.
Besando en su camino de vuelta por el cuerpo apretado de Baekhyun, Jonghyun dio a su polla una breve lamida antes de que él se sentara sobre sus rodillas.
―Aquí, déjame. ―Con los movimientos hábiles, Baekhyun abrió el paquete abierto, tomó el condón y lentamente lo deslizó sobre la polla de Jonghyun, sus dedos dejaron un rastro caliente.
Jonghyun le dio un beso en señal de agradecimiento antes de darle a Baekhyun un suave empujón en el pecho. ―Acuéstate ya va a empezar la diversión ―Tan pronto como Baekhyun cumplió, Jonghyun abrió la tapa del lubricante y se sirvió una generosa cantidad en la mano. Cuando pudo conseguir suficiente lubricante en su dedo, Jonghyun alcanzó entre las piernas de Baekhyun y comenzó a dar vueltas poco a poco a su agujero.
Mientras Jonghyun estaba deslizando un dedo, los párpados de Baekhyun se cerraron. ―No cierres los ojos ―le ordenó con una voz ronca―. Quiero ver tu expresión cuando te folle.
Baekhyun obedeció, su mirada fija en Jonghyun cuando añadió un segundo dedo, estirando al hombre para tomar su polla. Él gimió cuando él sintió cual apretado era Baekhyun, su culo sujetó sus dedos en un apretón firme.
―Por favor, Jonghyun, no puedo soportarlo más ―jadeó Baekhyun. Sus mejillas enrojecidas por el deseo y un brillo de sudor en la frente.
Sinceramente, Jonghyun tampoco creía que pudiera aguantar más. Su polla estaba cerca dolor en este momento.
Quitando sus dedos, Jonghyun lanzó una de las piernas de Baekhyun sobre su hombro y lentamente presionó su polla a través del apretado anillo de músculos.
Baekhyun dejó escapar un gruñido que pronto se convirtió en un gemido de placer. Comenzó a cerrar los ojos otra vez, antes de abrirlos, como si recordara la orden anterior de Jonghyun.
Jonghyun siguió hacia adelante, no paró hasta que entró por completo en el culo apretado de Baekhyun. Hizo una pausa, para darle tiempo a Baekhyun a adaptarse, pero el chico no quería nada de eso.
Hundiendo sus dedos en los brazos de Jonghyun, le gritó: ―Más duro. Necesito saber que lo quieres.
La extraña manera en que lo dijo hizo que Jonghyun se detuviera, pero decidió no preocuparse por ello. Todo lo que importaba en ese momento era darle a Baekhyun lo que quería, una penetración más fuerte.
Poniendo una mano en la pierna de Baekhyun, y la otra en el hombro, Jonghyun empezó a golpear con fuerza en él. La mirada de pura felicidad que pasó por el rostro de Baekhyun casi le hizo terminar.
Le tomó toda su disciplina y morderse el labio inferior para contenerse.
―Sí, así ―dijo Baekhyun.
Sus dedos estaban cavando con fuerza en los brazos de Jonghyun probablemente estaba dejando moretones detrás. Jonghyun soltó las piernas de Baekhyun para poder agarrar el pene del hombre en su lugar. A este ritmo, sabía que no iba a durar mucho tiempo y quería que llegaran juntos. Baekhyun estaba dejando escapar gemidos, el sonido marcado por golpes de Jonghyun. Esta vez, cuando él cerró los ojos, Jonghyun no le dijo nada.
― Tan bueno. Tan bueno ―exclamó Jonghyun, justo antes que su orgasmo golpeó su cuerpo. Gritando terminó llenando el condón. Un par de empujones más tarde, Baekhyun se unió a él, su semilla cubrió su estómago.
Jonghyun se quedó dentro de Baekhyun, no salió hasta que estuvo suave y se desplomó a su lado.
- Eso fue increíble – volteó a mirarlo y Baekhyun se apoyó en un brazo – Nada hace justicia a lo que mis compañeros me contaron. Me encantaría pasar más tiempo contigo.
Kim Jonghyun sabía que había algunas personas verían como una excentricidad la forma en la que elegía llevar a cabo su vida, pero hacía tiempo que había llegado a un punto donde realmente no le importaba lo que otros dijeran o pensaran de él. A sus treinta años, ya no era el niño pobre o el chico de al lado yendo por el camino equivocado. Recorrió un largo camino con gente de mente estrecha en la ciudad de Busan desde donde había huido cuando tenía dieciséis años.
Había llegado a Seúl sin nada más que la ropa que tenía puesta, tres mil dólares, su amor por las computadoras, la voluntad de hacer cualquier cosa y todo lo que se necesitara para hacer sus sueños realidad. Nadie en su vida le había dado nada, y él no esperaba que eso cambiara. El trabajo no era algo que lo asustaba, y aunque no era fácil, se dedicó a demostrar quién era. Tomó un trabajo en una imprenta pequeña donde el dueño, Choi Siwon, se dio cuenta del potencial que tenía.
Su habilidad para programar una computadora era innata, pero Siwon le dijo que, si quería triunfar, necesitaba más que el conocimiento. Tenía que ser capaz de ser mejor que aquellos que lo miraban por encima del hombro y que hablaban de él debido a su menor educación. Y Siwon estaba más que dispuesto a enseñarle todo lo que necesitaba saber.
Después de doce años, Jonghyun había convertido la empresa de Siwon en una gran inversión, una de varios millones de dólares, y estaba muy satisfecho con su logro. Estaba finalmente en un lugar donde no tenía que dirigir el negocio porque había personas de confianza para hacerlo, pero aún se mantenía cerca.
Jonghyun admitía que era bastante arrogante y le gustaba hacer las cosas a su manera. Tenía ciertos gustos y deseos, y quería conocer a alguien que quisiera satisfacerlos, que comprendiera que él no estaba en el mercado para una relación.
No creía en el final feliz, ni ese tipo de estupideces que solo eran fantasías. Cualquier persona que lo hiciera, no estaba viviendo en el mundo real, y por eso evitaba a esa gente, confiando en una vieja conocida para encontrar lo que necesitaba.
Un amigo de Siwon le había presentado a Kim Taeyeon. Esa mujer era muy cuidadosa y discreta; hasta el día de hoy aún no le había fallado. Siempre había devuelto sus llamadas, a veces le hacía unas cuantas preguntas para averiguar si quería ver algo más allá y a las siguientes veinticuatro horas, le enviaban fotografías y un perfil.
Así que ahora se encontraba sentado en la oficina de su departamento revisando el catálogo que le habían enviado; no es que tuviera quejas sobre Baekhyun pero lo sintió muy animado en su encuentro de hace unas semanas y eso no era bueno.
Jonghyun comenzó a ojear las fotos y a buscar a través de ellas. Normalmente no demoraba mucho en encontrar a su chico y esta vez no fue la excepción. En cuanto vio la fotografía, su corazón se agitó y contuvo el aliento, casi seguro que nunca había visto a nadie tan hermoso.
Alto y delgado, tenía la piel pálida que parecía ser suave, sin vello y el cabello negro; sus ojos chocolate estaban acentuados por pestañas oscuras, y su sonrisa era sensual, pero de alguna manera a la vez inocente, la perfecta combinación se completaba con unos labios gruesos y besables.
Junto a la fotografía, se encontraba el perfil que necesitaba:
Nombre: Lee Tae-Min
Edad: 27
Altura: 1,74 metros
Cabello: Negro
Ojos: Chocolate
Info: Sumiso
Sonriendo, Jonghyun tomó el teléfono y marcó el familiar número. En el segundo timbrazo, Taeyeon contestó.
— ¿Ya tomaste una decisión? —Podía oír la risa en su voz.
— Sabías exactamente lo que llamaría mi atención.
— Por supuesto que sí. Taemin es una belleza.
— Él lo es. Y lo quiero.
— Y lo podrás tener, —aseguró Taeyeon—. ¿Para el fin de semana cierto?
— No. Creo que no habrá tiempo suficiente para conseguir mi satisfacción —Él sonrió de nuevo—. Que sean por un mes. Tengo una junta de negocios fuera del país y lo tendría como compañía y dile al Sr. Lee que no será necesario que lleve nada, yo le proporcionaré lo que necesitará.
— Suena como que Taemin va a ser consentido.
— Lo será. Y vamos a disfrutar de ello.
— ¿Para cuándo lo quieres?
Lo pensó por un momento, necesitaba tiempo para prepararlo todo.
— Dile que esté aquí el próximo sábado. A más tardar a las cuatro.
— Dalo por hecho.
— Gracias, Taeyeon.
— Cuando quieras, querido. Déjame saber si necesitas cualquier otra cosa y diviértete mucho.
— Tengo toda la intención de hacerlo.
Después de colgar, volvió a mirar fotografía con una sonrisa socarrona, además que su polla estaba apretando sus pantalones y un torrente de imágenes y pensamientos lujuriosos lo bombardearon, despertándolo, dejándolo casi desesperado para la liberación. Sin duda, las próximas cuatro semanas serían un placer exquisito.