Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Entre Los Pasillos (ShunXJune) por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar... Aquí la siguiente parte de la conmemoración de haber llegado a 350 terrones de azúcar.

Kiaaaaaa... Espero que les guste mucho este capitulo de fic...

Jajjajaja aquí tanto parejas hetero como homo...

Así que disfrútenlo mucho por favor y nos vemos abajo mis terrones de azúcar. 

Su andar no cesa, tiene que llegar rápidamente, antes de la hora indicada, si no tendrá un gran problema y aún tiene que volver para cambiarse apropiadamente.

No sabe cómo lo hará con tan poco tiempo, pero… Debe seguir.

Noveno piso, fue allí cuando de seguro se pregunta por qué no uso el elevador antes…

Su cansancio se hace presenté, por correr escaleras arriba, llevando sus cosas a cuestas, pues no tiene aún asignada habitación para él.

-Debo causar una buena impresión- Se repite esto, jadeando, intentando recuperar su aliento, mirando al pasillo, e intentando recordar si debe ir hacia la derecha o izquierda, pues no lo recuerda ahora…

Sus ojitos verdes brillantes con un toque de inocencia, está ya angustiándose, creyendo que perdería la oportunidad de presentarse con puntualidad.

Si bien, había llegado con un grupo de estudiantes, pero… Todos yendo a diferentes áreas, y obviamente no todos se deben presentar con la persona que debe de ver el peliverde.

-Izquierda, última puerta…- Asiente con un poco más de confianza –Si así dijo la señorita…-

Aun duda si es su recuerdo correcto, pero es que aparte de sus nervios, no deja de sentirse mal por la joven rubia que conoció, con al cual choco y lastimo.

Provocando que tenga que volver a su habitación para cambiarse, desde luego los pasantes, internos y todos aquellos que están en el área de la salud, no deben permitirse manchas en su uniformé.

Protocolo establecido desde hace tiempo.

Desde muy temprano, le sorprende que alguien ya esté en las áreas administrativas, pues… Siempre ha sabido que ellos tienden a tener una entada un poca ms tarde, pero… Posiblemente al tratarse de alguien que tiene la profesión de médico, debe estar pendiente de muchos temas, tal vez antes de siquiera iniciar la jornada normal.

Caminar por ese extenso pasillo, de donde las demás puertas a sus costados se encuentran cerradas, con las luces apagadas, haciendo lucir el lugar bastante lúgubre.

Pero sabe que debe seguir, ya que la última puerta como se ha dicho, se encuentra con las luces encendidas.

Sintiendo un escalofrió, pues… Está a punto de conocer a alguien que bien podría volverse un gran maestro, a la vez que alguien que le pondrá muchas pruebas para que se dé cuenta si es su verdadera vocación o deberá volver a casa al final.

Las cosas son más difíciles como un profesional en la práctica, que solo en la escuela.

Tendrá la oportunidad de estar con pacientes, seres vivos que dependerán de él, para salvarse, un solo fallo y la muerte para ellos puede suceder.

Claro, algo que Shun conocía por la escuela, los libros, sus múltiples exámenes, las practicas antes, ahora el internado, ser…

Un interno es el último peldaño para volverse profesional en toda la extensión de la palabra, y que si llegara a fallar, tendría solo dos opciones.

El pobre va caminando con sus maletas por todo ese hospital, ¿Acaso es la forma de recibirlos?

Si es cierta o no, es lo que ahí.

Delante de esa puerta, se encuentra el jefe de enseñanza de su sector, por lo cual… Debe presentarse y empezar a recibir las instrucciones necesarias.

Toca con cuidado aquella puerta, para hacerse notar.

-¿Buenos días?- Con duda sale su voz temeroso, por escuchar alguna respuesta.

-Adelante- Esa única palabra que se aprecia, deja notar que el tono ya es de molestia.

Traga saliva, para suspirar, y con solo escasos segundos dudar, pero toma el pomo de la puerta, para girarlo y acto seguido abrirla con cierta timidez.

Puede apreciar a simple vista, una de las oficinas más limpias, ordenas, y minimalista que ha visto en su vida.

Estantes de metal, llenos de libros que sin duda son de medicina, cajas encimas de estos, bien cerradas y con fechas a los costados, otro lleno de expedientes.

Imaginando que son de los pacientes del hombre delante.

Dos sillas delante, un escritorio y una silla un poco más grande en donde el hombre encargado del área de enseñanza se encuentra.

Aunque el escritorio que está delante del hombre de cabellos rubios como el sol, está lleno de documentos.

Una pila organizada, y otra en desorden, como estuviera haciendo un análisis completo de lo que hace falta.

Muy madrugador en su trabajo.

-Ehm… Discul…- Se queda allí unos segundos, impresionado por el lugar.

-Eres el nuevo pasante ¿Cierto?- Pregunta, sin siquiera levantar su vista, como si no le tomara mayor importancia.

-Sí, mi nombre es Shun…- Ni termina de decir su nombre completo cuando es interrumpido.

-Andoromeda, si lo sé- Alcanza una carpeta, para abrirla de inmediato –Tu información la tengo aquí, médico general, pero deseas especializarte en el área de pediatría-

-Si- Asiente algo emocionado, al parecer que le hayan advertido que es un amargado, es solo una exageración, solo es algo estricto, es todo.

Por primera vez el hombre rubio levanta la vista, inspeccionando al recién llegado, con el ceño fruncido, y una cara de disgusto que se evidencia que no está nada contento.

-Yo soy el medico de enseñanza, Shaka Kanya, veremos de que eres capaz de hacer- Mira por un segundo las maletas, y que en efecto el joven no se ha arreglado aun con el informe adecuado, pero de seguro lo dejara pasar por este día o no –Aquí estarás trabajando con personas que sus vidas dependerán por completo de tus rápidas habilidades, conocimiento y capacidad de trabajar bajo presión-

-Claro… Que…- Comienza a tartamudear, algo intimidado por las duras palabras del doctor en cuestión.

-Sí, tus palabras ahora no valen aquí, serán tus acciones- Sin más regresa la vista a los documentos que revisa, organizando por fin uno en el que estaba trabajando desde antes que llegara el jovencito –Ahora, dirígete a los dormitorios de los internos, tienes diez minutos para prepárate, si tardas más de ese tiempo, este día estará perdido para ti, no te dejare que pases visita a los pacientes, ni tu itinerario-

Ahora entendía por qué la enfermera tan amable, le advirtió del rubio, aunque menciono que no se tome estas palabras de manera personal, sino que esa es la manera de ser del médico.

-He… Muy bien… Pero…- Hasta temía pregunta, sin embargo es necesario, pues el tiempo apenas es primordial -¿Donde… Están los dormitorios?-

-Bajas hasta el primer piso, lado izquierdo, hasta topar con una puerta, el guardia te pedirá tu identificación de interno- Habla serio, mientras abre un cajón, para buscar algo rápidamente.

-Pero…-

Pareciera que el rubio anticipa cada cuestionamiento, acción o palabra del peliverde.

-Esta es tu identificación, tienes que usar todo el tiempo mientras estés de guardia, para entrar o salir de los dormitorios, no se te dará otra si la pierdes, así que estás advertido- La coloca sobre la mesa, para que este la tome y comienza a irse.

Las pálidas manos de Shun, proyectan los nervios por tal forma de actuar de este médico, pero ahora no puede darse el lujo de dudar.

Toma su identificación con cierta rapidez, para observar, el cuadro plastificado, con su foto, nombre y posición en esta.

Algo que es más un gafete, que ya sabe cómo usar, pero sí que se le ve mucho más valor por tener todo controlado con respecto a los internos.

-Gracias, ¿Lo veré aquí?- Su última pregunta, antes de irse, observando el reloj, que le marca que ya son las siete y ocho de la mañana, dejándole menos de una hora para estar listo.

-No, te encontraré en la segunda sección de pacientes, está en el tercer piso-

-Muy bien…- Asiente, tomando de nuevo sus maletas que había dejado en el suelo, para salir tranquilo en su parecer, pero que ya sabe qué hacer, en cuanto cierre la puerta, saldrá corriendo –Con permiso-

Y pues con esto se despide por ahora, listo para dirigirse hacia los dormitorios, había pensado en usar el elevador, pero… Recuerda por qué no lo uso en el primer momento.

Es solo para ciertas personas, no puede llegar y romper las estrictas reglas que se mantiene en el hospital, teme ser tan rápido tachado de alguna mala fama.

Aun así, no niega estar emocionado, por iniciar su internado.

Aunque debe mejor apresurarse, ya que le tomo veinte minutos subir hasta donde llego, para tomarse tres en llegar hasta la oficina y cinco en ser despachado por el médico de enseñanza y darle las advertencias de una sola vez, que le depara si no cumple las reglas al pie de la letra.

Además que le da a entender que cualquier error, puede ser fatal…

Perfecta presión para el nuevo internó.

Sin más, sabe desde un inicio a lo que se atiene, la vida de un doctor no es fácil en lo más mínimo, obviamente si de verdad tienes vocación.

Porque desde luego, hay quienes solo toman esta carrera, porque tienen puestos heredados por sus familiares, acomodándolos, y teniendo una pésima actitud con pacientes, además de hacer cosas de dudosa procedencia, con enfermeras, enfermeros donceles, son contar que en todos lados el medicamento a veces llega a faltar.

Tal vez por esa razón… Es que están teniendo un control muy grande con los internos, para que no llegue a pasar nada de esto.

Aun así… Con todo esto presentado, no desistirá en su deseo de ayudar, cuidar y mejorar la vida de las personas, por el medio de salud.

Ya desea tanto estar pasando visita con los pacientes, irlos conociendo, a los pequeños que serán sus pacientes, aunque probamente, tenga que ver de todo en este lugar.

Se le ha advertido, que un buen medico es capaz de actuar en cualquier área que se le ponga, bueno… Aquellos que son ginecólogos, traumatólogos, dentistas, pues es otro tema, pero debe ser capaz de entender los diagnósticos de todas las áreas.

Incluso, llegar a ser un médico capacitado para entrar en alguna emergencia quirúrgica.

Aunque sea mínima, debe aprenderlo.

Su caminar hacia el dormitorio se hace menos largo ahora, pues va con el tiempo en su contra, prefiere apresurarse ahora y tener aunque sea cinco minutos para enviar un mensaje a su hermano cuando ya vaya hacia el punto asignado a su labor.

Bajo como se indica, de lado izquierdo, caían con prisa, para llegar hasta el pasillo dicho y dándose cuenta del corpulento guardia, moreno, con una gentil sonrisa que no combina con su expresión algo amenazante.

Sí que conocerá mucha gente de todo tiempo en su internado, es mejor siempre ser amable con todos.

-Buenos días, soy nuevo internó y…- Rápidamente saca su identificación para mostrarla –Acabo de llegar, y me indicaron que debo dejar mi maleta a los dormitorios-

-Buenos días pequeño- Claro que para el guardia, el peliverde es muy bajo a comparación con su tamaño –Según por tus datos- Toma una tabla con un papel en ella, para fijarse con atención -Estarás en la habitación C-2-

-Muchas gracias- No le parecía del todo tenebroso, de hecho es alguien bastante amable.

-Mi nombre es Aldebarán Touro- Sonríe de manera sincera, aunque sus toscas facciones se ven algo aterradoras –Ya conozco tu nombre, Shun por la identificación, pero date prisa… Puede que si llegas tarde, no te den más oportunidad de tener un buen día- Una risita en el hombre corpulento, para devolverle la identificación.

-Si… Gracias- Reacciona con los nervios de nuevo, pero más tranquilo, por otra sonrisa alegre –Adiós-

Se despide rápidamente del hombre latino, para dirigirse a su habitación, dejar sus cosas, solo cambiarse rápido e ir a su primer día de lo que será todo un año.

Lo bueno es que las habitaciones están organizadas de la A hasta la D en dos pasillos que se encuentran divididos por un pasillo medio, que va de forma vertical.

No fue difícil encontrar su destino.

-C-2, es aquí- Abre la puerta sin mucha preocupación, dándose cuenta que en efecto esta desbloqueada, ya después pedirá una llave, que es algo que olvido solicitar.

Pero está abierta por una razón, y es que dentro de esta, se encuentra su compañero de habitación.

Lo cual sorprende mucho al peliverde, pues ya ni se acordaba de esto.

-Hola, perdón por no tocar, creí…- Nervioso por estar sin prestar atención en algunas ocasiones.

-Está bien…- Le responde tranquilo, y le dedica una sonrisa –Puedes pasar, al fin de cuentas seremos compañeros por un buen tiempo-

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí mamá terrón de azúcar, para ustedes presente.

Espero que disfruten el capitulo de hoy, de este dulce pareja, la neta que Shun y June, también me gustan juntos, pero con Hyoga gana mas ese sentimiento.

Jajajjajajajaa 

Ademas aquí veremos que algunos personajes seguirá con su actitud de siempre, pero... Como diferente profesiones, espero que lo disfruten y bueno, es solo el segundo capitulo.

Nos vemos pronto. 

Hasta hoy y hasta mas de rato mi terrón de azúcar. 

Muchas gracias mis terrones de azúcar, por apoyarme, estar a mi lado siempre, disfrutar cada capitulo y fic que llego a presentarles.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).