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Luna Nueva Esmeralda por Mel-Loveless95

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Cuando Bella llegó a la escuela la mañana siguiente, esperando encontrar a Edward o alguien que pudiera decir algo sobre el paradero de su novio, no esperaba definitivamente encontrar a Alice riendo con Malfoy y a Jasper hablando con Longbottom como si nada estuviera pasando, camino en grandes zancadas hasta ellos.

- Bella, ¿cómo estás? - pregunto Alice sonriendo y se recargo en el auto de forma un poco más relajada.

- Alice, que ocurre y Edward? - Bella pregunto algo nerviosa claramente crispada de los nervios.

- oh- volteo a ver a todos los chicos y ellos se pusieron en otro asunto dejando que ella se encargara- se fue Bella- la miro con algo de pena.

- co- como que se fue? - pregunto algo alterada y tomo a Alice de las manos- 

- sí, nuestras primas de Alaska tienen bastantes problemas con Victoria- hablo bajito para que solo la chica la escuchara y suspiro con pesadez- las cosas se salieron de las manos, Emmett, Rosalie y Edward se fueron a tratar de encontrarla por esos lados- 

- y anoche? - pregunto alejándose- Potter lo encerró en la habitación!!!- Alice hizo una mueca al escuchar su grito y miró alrededor para asegurar que nadie había escuchado el escandalo

- n- no estoy segura...- busco ayuda en Draco con la mirada y este suspiro para acercarse.

- ayer estuvo enfermo todo el día Swan, su magia se liberó por la fiebre, cuando te fuiste pudimos liberar a tu vampiro- tomo su mochila y comenzó a caminar con Neville a la escuela- que por cierto ni las gracias dio- gruñó hacia ella y siguió su camino hacia el edificio

- cuando va a llamarme? - pregunto de forma desolada y Alice hizo una mueca descosertarda-.

- si veo algo te avisaré, pero viven un poco incomunicadas en la montaña- acaricio su brazo tratando de reconfortar a la chica que parecía a punto de soltarse a llorar- vamos a clases Bells aún tenemos que fingir que somos normales- paso su brazo por los hombros de Bella y ella y Jasper la escoltaron hacia su salón esperando a que entrara, para después irse al suyo 

- les creyó? - pregunto Draco cuando llegaron a su salón y se sentaron en su silla habitual.

- no hizo más preguntas, así que suponemos que si- respondió Jasper mientras abrazaba a su esposa.

- es cosa de que corran a nuestra casa si se llega a aparecer por la suya y a la nuestra no puede acceder, así que no importa- tranquilizó el rubio y Alice le sonrió.

... 

Esa mañana Harry se sentía muy bien, de hecho, más ligero y descansado que de costumbre, ni siquiera la terapia que había tomado todos estos años le había ayudado a sertirse tan bien, pero sentía cierto placer en el sur de su cuerpo, parecía que alguien estaba haciendo un increíble trabajo con su boca, en aquella zona tan sensible, cuando despertó completamente y soltó un gemido pudo darse cuenta que no era un sueño, abrió los ojos y vio cómo sus cobijas de la parte de su cadera se estaba moviendo.

- que estás...?- enredo sus dedos en el cabello de su vampiro y arqueo la espalda con un gemido- amor, amor voy a...- movió ligeramente su cadera y termino dentro de la boca del chico mientras sonreía.

- cómo te sientes? - Edward beso sus muslos y subió por todo su cuerpo hasta sus labios- 

- si me despiertas así todos los días, de maravilla- Edward se acostó a su lado y lo abrazo mientras besaba su frente- y tú? ¿Era lo que esperabas?

- no, mil veces mejor- su ojiverde estaba en la cama a su lado, ambos completamente desnudos y su magia se sentía saciada como si esa liberación fuera lo que necesitaba.

La noche anterior había sido llena de muchas emociones, habían hablado mucho, Harry lloro bastante, le reprochó lo del bosque con toda razón y llegaron a la conclusión de que su yo actual era bastante idiota.

Luego se habían besado y una cosa llevo a la otra, cuando Edward había hablado con Carlisle sobre sexo (una conversación bastante incomoda) siendo un vampiro, él decía que tus instintos se volvían básicos, habría destrucción y si lo hacías con un humano, lo herirías porque aparte querías sentir la sangre y al final, terminarías alimentándote de ella o el.

Pero con Harry fue diferente, él no quería beber su sangre, ni siquiera le atraía, solo quería protegerlo, amarlo y hacer que sintiera placer, porque era su pareja, había sido delicado, cuidadoso de no herirlo de ninguna manera, ni siquiera un moretón y si lo hizo la majia lo había disuelto para ya para ese momento

- ahora que va a suceder? - suspiro Harry mientras jugaba con los dedos del chico.

- bueno, terminaré con Bella- Harry lo miro como diciendo que era muy obvio y Edward sonrió de lado divertido- pero me gustaría que lo nuestro, al menos fuera de tu familia y mi familia, no lo supieran- entrelazó sus dedos con los de Harry y beso su mano.

- bueno, nadie se sorprenderá que dejaste a esa chica por mi- Harry señaló con una sonrisa coqueta.

- tu eres mil veces más hermoso que cualquiera, vampiro o humano que hubiera visto en estos 126 año de existencia - le dijo y Harry sonrió con bastante emoción y conmovido para acercarse a sus labios y darle un besito en los labios- no quieres algo de comer? Prepararé lo que tú quieras- beso su rostro y Harry río con cosquillas alejando sus labios con la punta de los dedos que Edward también aprovecho para besar tambien.

- ahora cocinas? - Harry pregunto curioso y Edward suspiro.

- Esme nos enseñó a todos, aunque no comemos, igual que Elizabeth- menciono a sus madres de esta vida- caí en manos de 2 personas muy religiosas en 1895, me enseñaron a cocinar para los soldados de la guerra y después desde 1912 no como absolutamente nada, pero para mantener la farsa tenemos que comprar víveres, que los donamos, parece que llevar comida a orfanatos o asilos, no ha cambiado- Harry asintió entendiendo a qué se refería ya que le había entrado la curiosidad después de ver a Alice y a Rose en el supermercado - 

- bueno, vuelas, eres guapo y además cocinas, me gane la lotería contigo- se sentó en la cama y luego se subió a horcajadas sobre el vampiro cerrando los ojos mientras Edward acariciaba su cadera y sus muslos para agacharse y besar sus labios- quiero huevos con tocino, pan tostado y un vaso enorme de jugo de naranja - susurro entre los besos que estaba recibiendo, sintió como las barreras se caían por fin y se besaron de forma profunda  y apasionada una última vez, o al menos por ahora, Harry se separó un poco y Edward se siento sobre la cama para comenzar a besar su cuello- Ed, tengo, tenemos que ir a darnos un baño-  le dijo con una sonrisa, cerrando los ojos disfrutando de los estremecimiento que estaba dando su cuerpo con la atención de SU novio y el vampiro lo abrazo más contra su cuerpo.

- si te acompaño sé que no te dejaré hacerlo- río de forma ronca, haciendo sonrojar a Harry que le dio un manotazo en el pecho y por fin lo soltó- arreglaré un poco aquí- tomó su varita que estaba sobre la mesita, que por cierto Harry había guardado como un tesoro, afortunadamente.

- ahora regreso entonces- se levantó de encima de Edward, sintiéndose increíblemente pegajoso, pero muy bien en realidad, cuando escucho que tocaban la puerta- voy- tomo la bata del suelo para abrir.

- Harry, estás bien? - en la puerta estaban los gemelos tratando de entrar, y se lo esperaba, que alguien irrumpiera justo después que las barreras que habían desactivado alrededor.

- Amm si, estamos... - volteo a ver la desnudez de Edward y lo torpe que se veía por cubrirse con la sabana- bien, no estamos muertos o algo así-  Edward que estaba en la esquina contraria de la habitación había logrado taparse con la sabana- iré a cambiarme de ropa, aún tengo el traje de baño, bajaremos a explicarles todo- aún a pesar de las protestas cerró la puerta y le puso seguro- limpia todo aquí- corrió al baño y se encerró.

Edward sonrió con ternura al ver a su novio correr al baño despeinado y sonrojado, por la risa de los gemelos estaba seguro que no se tragaron nada de lo que Harry dijo, sentía tan bien volver a hacer magia, después de hablar toda la noche con Harry pudo darse cuenta que su magia se encerró dentro de sí mismo de la pura tristeza, o algo así, recordaba vagamente hacer un poco de magia cuando fue niño de nuevo, pero nada extraordinario y nunca llegó su carta de Hogwarts así que...

-Reparo- hizo un movimiento con su varita y la cama se arregló junto con la ropa en el suelo y el mueble que había roto ayer.

-puedes entrar a darte un baño- no supo cuánto tiempo miro la habitación, pero no espero ver a Harry ya vestido y listo para bajar- puedes tomar algo de mi ropa si quieres, aunque lo hagas un poco mas grande, estás bien? -

- estaba preguntándome- tomo a Harry de la cintura y lo abrazo contra sí, descansando su barbilla en su cabeza- por qué no me mato? Su plan era ese, a la larga, no había manera de saber que me transformaría en inmortal, pero, ¿por qué? -

- a lo mejor creo ese hechizo o lo encontró en un libro y no supo qué hacía, Severus dijo que cuando era espía creo muchos hechizos y encantamientos para ellos, puchos de ellos se quedaron en la base de los mortifagos- prepuso Harry escondido entre su pecho- te arrepientes de ser un bellisimo ser inmortal?

- no- dio una sonrisa- mi alma habría encontrado el camino hacia ti, no importa cómo, solo me lo preguntaba- beso su frente una última vez y se metió al baño escuchando a Harry encender la television.

...

Miraba justo al horizonte y soltó un resoplido cuando otra explosión se escuchó dentro de la mansión, justo después de eso, el anciano loco salía de la casa para caminar a su jaula, sus compañeros se pusieron de pie, pero el soltó un gruñido haciendo que todos se volvieran a tirar n el suelo, no queria otra baja por desafiarlo o algo.

- en donde crees que está? - paso sus huesudos y arrugados dedos por los huecos de la reja- eres un animal majestuoso, tal vez deba usarte? Lo primero que harás será ir a buscarlo, tratar de explicarle todo...- el felino le mostró los colmillos con un gruñido y se le quedó mirando aún peor cuando un castaño salió de la mansión.

Estaba desnudo, solo tenía un collar en su cuello de cuero y una pequeña cadena delgada que estaba colgando, sus ojos castaños estaban vacíos, parecía un Inferi había visto un par de recién creados cuando trabajaba en el ministerio, soltó un sonido lastimero cuando el hombre se quedó a un lado del anciano mirando a la nada después de entregarle una copa.

- oh lo extrañas?- las manos arrugadas del anciano se dirigieron al trasero y apretó mirando burlón al felino que enseño los colmillos para lanzarse justo hacia él, siendo detenido por la reja donde estaba encerrado y soltó un gruñido- no te preocupes, cuando traiga a Harry de regreso, el será el que ocupe su lugar y luego dejaré que James se transforme en Prongs- se restregó en el trasero de James, su pelvis daba pequeñas embestida y el anciano respiraba agitadamente y hacia sonidos de animal- gime- le dijo al hombre y este comenzó a hacer lo que se le pidió, de forma mecánica como si lo estuviera disfrutando.

Todos en las jaulas aledañas tuvieron la amabilidad de voltearse, de no mirar porque estaban aterrados, como habían caído ante este hombre cruel, algunos recordaban como habían sido controlados para hacer su voluntad, pero aquella pantera no lo hizo, miro todo, quería alimentar su venganza, porque cuando sucediera como lo disfrutaría.

- Tom, mi muchacho- dijo el viejo Dumbledore mientras terminaba, tirando hacia a un lado el cuerpo de James, que callo como peso muerto hacia a un lado- deberías rendirte, nunca saldrás de aquí- el anciano se acomodó la ropa y saco de su bolsillo un caramelo de limón, para irse tarareando tomando a James de él collar y casi arrastrando lo hacía adentro.

La pantera rugió y todos los animales con él, haciendo un gran escándalo que solo causo una risa desquiciada en Dumbledore para que luego las barreras temblaran en señal de que había salido.

El problema con Dumbledore es que los trataba como animales, pero no lo eran ninguno de ellos, era una tortura peor de la que se creía, algunos ya llevaban muchos años en ese zoológico.

Cuando Nymphadora Tonks descubrió junto con su mentor, Alastor Moody el plan de dejar que Harry Potter participará en el torneo de los 3 Magos, Dumbledore los quería como para que fueran sus mentores o algo así y pondrían su nombre en el cáliz, se negaron, por supuesto, porque Merlín, ¡era un niño! Cuando decidieron ir a contarla al ministro lo que estaba pasando, Alastor desapareció primero, ese día no llego a trabajar y las cartas que le envío no respondió.

Luego fue ella, llegó a su casa, pero las barreras se sentían muy extrañas, cuando entro, la casa estaba completamente a oscuras y una lechuza salió volando de la cocina hasta el recibidor, nunca la había visto, pero estaba muy alterada, estaba gritando y aleteando aterrada y cuando se acercó a mirar un poco más de cerca sintió como alguien la sujetaba con fuerza, para luego vertir un líquido horrible por su garganta.

Despertó aquí, en una jaula, inmediatamente se sintió increíblemente extraña y miro sus manos para darse cuenta que eran pequeñas y peludas, el anciano la fue a visitar por supuesto, según lo que sabía la cosa que tenía en el cuello era algo que no le permitiría volver a su forma humana, o cuando llegaban al borde el collar tiraba de ellos de regreso y las barreras se encargaban de que solo la magia del anciano funcionará.

Cuando comenzó con sus locuras, comenzó a traer a muchos más, suponía que magos, brujas y gente del ministerio que sirvieran como colección, no traía a cualquiera, ella era metamorfaga por ejemplo, tenía que ser gente que le sirviera luego.

Pero hace un par de semanas habían llegado 3 nuevos inquilinos, una nutria, un perro Jack Rusell y un conejo, increíblemente blanco, no sabía quiénes eran, pero se lo imaginaba, y si estaban en ese lugar era porque lo habían traicionado o nunca lo habían seguido, la cuestión era que ya se había tardado el viejo en poner su collar y tenía que aprovechar, ellos eran los únicos que los podían sacar de este infierno.

Escalo cuando el anciano se fue hasta la parte más alta de su árbol y del techo enrejado saco un alambre largo y filoso, había estado practicando como abrir su jaula y estaba segura de que podía hacerlo, metió el alambre en el lugar donde se mete la llave y sonrió cuando un pequeño click se escuchó.

Hizo lentamente la puerta a un lado y miro hacia todos lados para comenzar a saltar frente a las otras jaulas, los huéspedes la miraron entre sorprendidos y se levantaban de un salto de la sorpresa, solo tenía que llegar a la mansión, tenía que obtener pergamino y una pluma para escribir.

Se fijo que no hubiera ningún elfo cerca para tomar un libro, un tintero y una pluma que estaba en la mesa de te dé la entrada para regresar a su jaula rápidamente antes de que fuera descubierta, ya dentro en la seguridad, comenzó a arrancar las hojas y con el mayor cuidado comenzó a escribir sobre las letras ya impresas.

Cuando termino volvió a salir con el mayor cuidado y esta vez miro a todos los que estaban encerrados, con determinación porque esperaba que esto funcionará, con su mano golpeó la reja y llamo la atención de los 3 residentes que voltearon a ver lo que estaba mostrando.

"Abriré la reja, corran, todo derecho, hasta la reja, pasen la barrera, podrán transformarse en humanos de nuevo y busquen a Potter, avisen que lo están buscando, que lo está a punto de encontrar"

Los 3 animales la miraron sorprendidos, metió el alambre en el candado y la puerta se abrió, los 3 salieron corriendo todo derecho hasta perderse fuera de la barrera.

Una pantera de ojos verdes la observo fijamente y asintió con la cabeza para regresar a su jaula y deshacerse de toda la evidencia incluido la nota.

...

- así que eres algo así como Cedward?- pregunto Fred mientras recibía el gran plato de Hot Cakes de desayuno.

- solo es Edward- Harry rodo los ojos y miro a su novio cocinar para todos en la casa- ha vivido muchos años con ese nombre y se decidió que así se quedaría-

- no recordaba que fueran tan molestos- el vampiro rodo los ojos y Severus estuvo de acuerdo.

- es que ya es un anciano y no aguanta nada- dijo Emmett mirando desde la puerta de la cocina a su hermano, haciendo que los gemelos se comenzaron a reír- más bien, para algunas cosas- 

- Emmett cállate- Harry se sonrojo hasta las orejas y la luz comenzó a parpadear.

- wowowow tranquilo- Sirius entro por la puerta, se quitó el cinturón con un arma y dejo la varita a un lado para acercarse y revolvió el cabello de Harry-

- no tendrías que estar trabajando? - Severus miro al hombre caminar y servir café en una taza 

- así era, resulta que localicé un cartel y cateamos su centro de operaciones, tal vez puse un poco de Veritaserum en la soda que le lleve al jefe en el interrogatorio y hablo como perico, dejaron que me fuera a Casa- se encogió de hombros.

- las pociones no sirven para eso- gruño Severus.

- lo sé, solo son un par de semanas, ya sabes ganar su respeto y eso- dijo encogiéndose de hombros- sigues siendo un imbécil o ya te curaste? - le pregunto a Edward.

- creo que nunca me presenté correctamente- dijo Edward y le extendió la mano, pero el hombre solo lo observo con una sonrisa, Harry se levantó lentamente- yo era Cedric Diggory- 

- no te pregunté tu nombre o sí? - miro de arriba a abajo al vampiro.

- no señor, lo siento- Edward se descompuso un poco, había escuchado historias de ese hombre de parte de Harry y definitivamente había herido a su cachorro- ya no soy imbécil- 

- qué bueno, porque tenía la idea de curarte a mi manera- sonrió y tomo unas galletas del frasco- la cosa es que el problema no soy yo, si no un tipo que le afecta la luna llena y otro que quiere a Harry como su hermano-

- nadie lo va a tocar si no quieren que me enoje con ustedes- dijo Harry mientras se colgaba del cuello de su novio y hacia un pequeño puchero.

- no eres divertido! - se quejó Emmett y Rosalie se le quedó mirando con reproche.

Draco para ese momento iba llegando de la escuela y miro a la pareja, Harry se veía extremadamente feliz, más radiante de lo que lo había visto jamás, y si bien Edward estaba "muerto", en teoría, ahora se veía con color, vivo, de todos sus hermanos y sus padres, el era el que más parecía muerto, con una piel gris, cuidando a Bella como un perro hambriento un hueso, una parte de él, de verdad quería que eso no sucediera.

Esa felicidad que se sentía en el aire que incluso a Jasper lo estaba haciendo sonreír y a Alice saltar alrededor de Harry tratando de conocerlo un poco más, lo asqueo más de lo que le gustaría admitir, cuando Edward volteo a verlo y sus ojos se encontraron Draco le dio una sonrisa para salir de la casa, tal vez a caminar un rato por el bosque.
Notas finales: HOOOOLA!!! Solo quiero decir que muchas gracias a las personas que están dando apoyo y se están tomando el tiempo de leer, ayer fue mi cumpleaños y me sentí muy orgullosa de poder escribir esto.

Espero como siempre sus comentarios.

Nos leemos pronto.

Manténganse brillantes.

Mel

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