Eres mi inspiración
"-Aiko-chan, no me dejes por favor. Te amo y no me importa nada más que tu amor. La empresa de mi madre se puede ir al carajo, pero por favor Aiko-chan, no me dejes.-
-Ikki-kun, amado mío, sabes que nunca podría dejarte, pero yo no soy buena para ti. Soy pobre y no tengo nada para darte.-
-¡Basta Aiko-chan! ¿Quién te dijo esos venenos? ¿Mi padre? Bien sabes que es mentira, que tú me salvaste en más sentidos de lo que él ha hecho por mi.-
-Oh, mi amado Ikki-kun. Lo siento por herirte cada vez, te amo y solo Kami-sama sabe cuanto te amo. Nunca te pediría que elijas y te vayas conmigo, pero si eso quieres, mi corazón lo aceptará con gusto. Tú eres mi familia.-"
-Kakashi ¿trabajando de nuevo? La Dra. Senju te dijo que debías descansar, lo sabes bien.-
Un hombre de cabello plateado y que tenía una bufanda cubriendo su rostro se sobresaltó al escuchar la voz de su marido y, sin vergüenza, trató de justificarse.
-Iruka, esposo mío, sabes me siento bien. No entiendo porque debo estar en reposo, especialmente si mi trabajo es escribir.-
-Pero Kakashi.- dijo el otro hombre con cabello castaño. -La Dra. dijo que debes descansar y bien sabes que escribir es agotador.-
Con una sonrisa y tomando el bastón que le dieron en el hospital, Kakashi se levantó de su escritorio y fue hacia su marido.
-Cariño, tú eres mi musa, mi inspiración y de quien estoy felizmente casado. El escribir no me es difícil porque tú estás a mi lado inspirándome todos los días.-
Sonriendo y aún más enamorado de su cursi marido, Iruka se acercó a abrazarlo y a besarlo. Realmente ers un hombre maravilloso, tierno y atento. No podía pedir más.
-Kashi, yo también te amo tanto, amor mío, pero debes cuidarte ¿sí? Tú eres mi familia y solo deseo cuidarte y amarte.-
-'Ruka...-
-Kakashi, solo quiero que te cuides ¿de acuerdo?-
-'Ruka, no tengas miedo, ¿sí? Se supone que eres el héroe de mis libros y yo tu hermoso y perfecto príncipe.-
Sonriendo y abrazando un poco más fuerte, Iruka dijo: -Idiota. Ven, vayamos al cuarto. Llegué temprano del trabajo y planeo pasar mi tarde a tu lado.-
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"-Aiko-chan. Me quiero casar contigo. Sentir tu suave y largo cabello castaño todas las mañanas, besarte todos los días y despertar contigo a mi lado.-
-Ikki-kun. Yo también quiero. Te amo y quiero ser tuya como quiero que tú seas mío.-
-Pero Aiko-chan, no llores que quiero ver tu sonrisa.-"
-Kakashi, estoy en casa. ¿Estás en la oficina?-
El nombrado, quien estaba sentado en un escritorio, se levantó y, ayudado por su fiel bastón, fue a recibir que su marido.
-Sí amor, ¿cómo te fue hoy?-
-Estoy en la cocina, traje la cena.-
Ambos hombres estaban sentados uno delante del otro. La comunicación entre ambos era tan interna que no se necesitaban palabras. El amor y el entendimiento mutuo era entendible con la mirada.
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"Ikki-kun, por favor, no te sientas culpable, ¿de acuerdo? Esto no fue tu culpa.-
-Aiko, sí fue mi culpa. Se supone que yo debía protegerte pero fui débil y los ladrones te hicieron daño.-
-No, Ikki-kun. No tuviste la culpa, ellos eran muchos y nosotros solo dos.-
-Pero no te preocupes Aiko-chan. Ya estamos llegando a nuestro destino y podrás vivir.-"
Kakashi de repente sintió la migraña más dolorosa que había sentido en su vida, cayéndose del escritorio en donde estaba escribiendo y, sin darse cuenta, empezó a gritar y a sujetarse la cabeza.
Iruka, preocupado, llegó jadeante a la oficina de su marido solo para encontrarlo solloznate y sangrando de su nariz. El miedo invadió su cuerpo.
-Oh Kami-sama. ¡Kakashi! Cariño, cálmate. No te puedo ayudar, maldita sea.-
Impotente, Iruka llamó a la ambulancia mientras sujetaba y trataba de calmar a su marido mientras lloraba en silencio. Kakashi no se merecía lo que estaba ocurriendo. ¡Era malditamente injusto!
Pero ya en el hospital, Iruka se sintió más tranquilo. Kakashi estaba en el mejor lugar para ver su salud para que pronto ambos estén en casa. Sin embargo, los temblores en las manos y las lágrimas que seguían cayendo le decían a Iruka lo que no quería escuchar, que tenía miedo de que Kakashi ya no regrese.
La espera fue eterna y la ansiedad, el miedo y nerviosismo crecía con cada minuto, pero finalmente vio salir a la Dra. Senju de la sala de operaciones con un rostro neutro.
-Dra. Senju, ¿cómo está Kakashi? ¿A qué hora lo puedo visitar?-
-Iruka, lo mejor sería que te sientes, tengo noticias para ti.-
Sentado y preocupado, el hombre con cabello castaño trataba de evitar pensamientos negativos, su Kakashi debía estar bien.
-Lo siento mucho Iruka. Kakashi falleció por complicaciones de la enfermedad. Su cuerpo no pudo resistir más y finalmente colapsó. Tratamos de salvarlo pero fue inútil.-
Un sollozo solitario se escuchó por el pasillo del hospital ese día a la 8 de la tarde. Um hombre perdido en el dolor sintiendo ya la gran soledad en su alma y corazón. Las lágrimas, aunque ya no fueran físicas, estarían siempre en sus bellos ojos cafés.
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-Bienvenidos hoy a nuestro programa radial Café Literario. Hoy vamos a analizar y hablar sobre el libro "Eres mi inspiración". ¿Qué opinas Tenzou-san?-
-La verdad es que me gustó mucho este libro, Gai-san. La historia, aunque romántica, evita caer en el cliché. Sin embargo, lo que más me gusta, es el mensaje que el autor da al inicio del libro.-
-Si me permites, Tenzou-san, lo citaré "Para mi amado. Tu eras y eres mi mundo, siempre me decías que yo era tu inspiración, tu musa, pero creo que era al revés. Te amo y espero que el final de este libro te guste. Con amor, tu esposo."-
-Realmente bello el mensaje. Y ya saben, querida audiencia. El romance entre la entrañable Aiko-chan y el luchador Ikki-kun ya está en las librerías del todo el país y su autor es el misterioso Sabueso.-
Fin.