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El detalle final por lady_chibineko

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Título: El detalle final

Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)

Disclaimer: Los diversos personajes del MCU (Marvel Cinematic Universe) pertenecen a Marvel, Disney y sus respectivos creadores, productores, directores y demás involucrados en este amplio universo.

Advertencia: Este es un fic slash, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan.

Nota: Este fic participa en el evento 'SamBucky Halloween 2021 Bingo' auspiciado por THE SAMBUCKY LIBRARY en tumblr, con el prompt: (Fake) Blood/ Sangre (Falsa) (Tarjeta 2, espacio inferior derecho).

~.~.~.~.~.~

Sam terminó de colocar la última de las bolsas de víveres en la parte de atrás de su camioneta Pickup, poniendo especial atención a la bolsa llena de paquetes con caramelos y mini chocolates que estaban destinados a ser repartidos esa noche a futuros visitantes; junto a las famosas manzanas acarameladas y galletas glaseadas que año a año repartía su hermana.

Porque sí, era 31 de octubre, y tanto Sam como Sarah iban a estar a cargo de recibir duendes y brujas, mini villanos y mini héroes, princesas, zombis, piratas, astronautas, personajes de libros, series y películas, y quien sabía a quienes más.

Y por obra y gracia de alguna entidad lo suficientemente decente, no habían problemas a la vista que necesitasen que él o Bucky se perdiesen de la celebración.

Sam se puso frente al volante y prendió el vehículo, para iniciar poco después el retorno a casa.

Y mientras conducía por las calles de Delacroix, pensaba que aquello de no tener emergencias a la vista era realmente afortunado, porque hubiese sido descorazonador ver la decepción en el rostro de su actual novio de 107 años, quien resultó ser un fan tan acérrimo de la noche de brujas como lo eran Cass y AJ. Y eso sí que había sido algo realmente inesperado.

Todo inició a principios de octubre, con Cass y AJ conversando sobre disfraces con Sarah; conversación de la cual Bucky tomó un interés inmediato para sorpresa de los dos hermanos Wilson mayores, y completo deleite de los menores.

Por supuesto ni Cass, ni AJ tenían una idea definida de lo que iban a ser para el gran día, pero ello no impidió al 'tío Bucky' el comprometerse al 110% con la causa, lo cual ganó miradas divertidas entre Sam y Sarah sin lugar a dudas.

Claro que cuando el tema volvió a surgir, pero ahora con la presencia exclusiva de los adultos sentados alrededor de la mesa de la cocina compartiendo algunos minutos y unas botellas de cerveza fría antes de dar por terminado el día, la respuesta de Bucky ante la pregunta de Sarah sobre el interés mostrado por la festividad, casi le saca lágrimas a ambos hermanos.

- ¡Oh! Bueno, siempre me gustó el día de brujas. Siempre fue de mis días favoritos del año, y me las arreglaba para arrastrar a Steve conmigo a pesar de sus protestas. O por lo menos fue así hasta que mi hermana menor, Becca, fue lo suficientemente mayor para ir conmigo ¡Ella amaba celebrar Halloween tanto como yo! En realidad, una de las últimas cosas que hicimos juntos antes de partir al frente, fue salir a pedir dulces. Verán, conseguí algo de cartón y tela, y le hicimos entre mamá y yo un disfraz de bruja con todo y el sombrero ¡Se puso a chillar de la emoción! Y hasta llegaron a darle algunos caramelos. Fue un gran día.- terminó el soldado centenario el relato con la mirada fija en algún punto de la pared detrás de Sarah, y completamente perdido al parecer en algún recuerdo que había logrado recuperar.

No fue hasta unos segundos después que pareció salir del trance y continuó.

- En fin, tal vez no suene como la gran cosa ahora, con todos esos disfraces increíbles y los miles de diferentes dulces que se pueden conseguir; pero en aquella época conseguir tan solo uno o dos caramelos era todo un logro ¡Diablos! A Becca le hubiese encantado vivir una noche de brujas como las de ahora.

Otro silencio inundó el lugar, y Sam pudo ver a Sarah tratar de disimular la humedad en sus ojos. Carraspeó un poco, lo que llamó la atención de Bucky, y tras un suspiro dijo con voz suave.

- Tal vez lo hizo. Es decir ¿Tuvo familia, cierto? ¿Hijos, nietos? Estoy seguro de que llegó a tener muchas noches de brujas espectaculares, Buck.

Bucky sonrió ante aquél pensamiento y entrelazó los dedos de su mano derecha con la mano que Sam ofrecía sobre la mesa.

- Sí... Sí, tienes razón. Definitivamente las tuvo.

¿Y luego de eso?... Pues luego de eso comenzó la operación 'Preparación para Halloween' a cargo de Bucky, Cass y AJ.

Y no, ni Sam ni Sarah tenían permitido participar.

Así que unos días después, ya era común ver a Bucky y los niños con las cabezas juntas y las miradas completamente pegadas a la pantalla del teléfono móvil del adulto, sumidos en murmullos, asentimientos y negaciones. Y ello continuó casi hasta terminar la primera semana de octubre.

Para la segunda semana, aparentemente ya tenían un plan de acción y Bucky comenzó a llegar a casa con cosas.

Lo cual era todo un suceso, teniendo en cuenta que el súper soldado tendía a gastar lo menos posible. No porque Bucky fuese tacaño, en lo absoluto. En momentos de necesidad el hombre era capaz de ofrecer no solo el dinero que traía en el momento, sino su cuenta bancaria completa y hasta la ropa que traía puesta de ser necesario; lo cual era testimonio suficiente sobre lo desprendido que era... Sin embargo no pasaba un día en que no se diese una queja sobre lo cara que era la vida en la actualidad, y que como era posible que todo hubiese subido tanto. Y la mentalidad de sobreviviente de la época de la Gran Depresión realmente no ayudaba a la causa.

Así que verlo llegar un día con lo que parecía ser un kit de maquillaje para monstruos de regular tamaño, fue solo la primera de varias sorpresas ¡Esas cosas no eran para nada baratas!

Aunque claro, ni bien Bucky fue recibido por los niños, estos lo arrastraron hasta el baño de la primera planta donde los tres se metieron, antes de que AJ procediese a cerrar la puerta.

Al parecer habían entrado a un estado de 'Operación súper secreta de Halloween', y de nuevo ni Sam ni Sarah estaban autorizados a saber de qué se trataba. Y Sam tuvo que admitir que se sintió un poco excluido.

El siguiente paso fue una sorpresa incluso más grande, y se dio casi a finales de la misma semana, cuando al llegar a casa encontró a su hermana sentada en la cocina con una taza de café al frente y cara de frustración.

- ¿Pasó algo?- preguntó Sam.

Sarah lo miró de manera fija.

- Tu novio llegó con varios metros de tela. Aparentemente han decidido hacer los disfraces para el 31 ellos mismos.

Sam soltó una risita.

- ¿En serio? ¡Tengo que ver eso!

- Pues suerte con eso.- fue la respuesta criptica, antes de que un sonido salido directamente de sus años de infancia inundase el lugar.

Sam miró a su hermana, incrédulo.

- ¿Acaso es...?

- ¿La máquina de coser a pedal de mamá? Sí, es exactamente eso lo que estas escuchando. Los niños le dijeron a James donde encontrarla y él la sacó del ático y la llevó a la habitación de Cass.

Sam abrió los ojos con sorpresa y corrió hacia la habitación señalada con la intención de ver con sus propios ojos lo que sucedía allí adentro.

Nunca Sarah tuvo tanta razón como cuando le deseó suerte, pues ni bien asomó la cabeza por la habitación del mayor de sus sobrinos, los niños prácticamente lo desterraron a la cocina con su mamá.

Sam miró a Sarah y Sarah le devolvió una mirada que decía que entendía como se sentía.

- ¿Café?- preguntó la mujer.

- Por favor.- respondió Sam.

Y durante las siguientes semanas, el siquiera llegar a ver a los tres socios, y en especial a quien parecía estar haciendo la mayor parte del trabajo, resultó ser casi un milagro. Sobre todo porque Bucky no devolvió la máquina hasta el 27 de octubre al ático ¡Y un demonio que había extrañado a su novio! Y aún lo extrañaba. La última semana, cuando no estaba cosiendo, el súper soldado se la pasaba yendo y viniendo mientras traía un sinfín de materiales, por lo que luego de devolver la máquina se mantuvo encerrado mientras aparentemente completaba los últimos detalles necesarios para la gran tarde que involucraba revelar sus disfraces por fin, así como conseguir llenar de dulces las enormes calaveras de plástico que Sam había adquirido para la ocasión; lo cual al parecer iba a lograrse gracias a un complejo plan para visitar en horarios determinados todas las casas y negocios de Delacroix, donde se daría prioridad a los lugares con información previa de dar golosinas de manera generosa.

Bucky había realizado un exhaustivo recojo de datos sobre años previos y había trazado el itinerario punto por punto, para una salida desde las 5 de la tarde hasta las 9 de la noche.

Sarah había mirado al hombre con incredulidad como diciendo que aquello ya estaba salido de control, en tanto que Sam aguantó la risa ¡Aquello era simplemente algo tan Bucky!

Pero aunque sonase extraño, todo aquello hacia a Sam increíblemente feliz ¡Nunca pensó en ver a su Buck tan comprometido y feliz con un proyecto tan mundano! Por lo menos, no tan pronto. Estaba feliz por él, y también muy orgulloso de todo el avance que había realizado Bucky en pos de recuperar el control de su vida.

Volviendo al presente, Sam decidió concentrarse en el camino cuando el tono de timbrado de su teléfono móvil interrumpió la canción que sonaba en la radio. En la pantalla de éste, Sam pudo leer claramente el nombre M. Hill, y gruñó.

Podía hacerse el tonto y no contestar, pero eso podía traer como consecuencia que alguien saliese lastimado, y Sam nunca se lo perdonaría.

Tras un suspiro, Sam contestó y puso el teléfono en altavoz.

- Aquí Wilson.

- Capitán, me temo que no es momento para formalidades. Recibimos información hace unas horas sobre un posible ataque hacia usted, y realmente tratamos de detenerlo; sin embargo nuestros esfuerzos fueron infructuosos. Según las últimas imágenes registradas por los satélites, el sargento Barnes se encuentra en este momento en un combate cuerpo a cuerpo cerca de la zona comercial de Delacroix.

Sam sintió como si alguien le hubiese quitado el aire de los pulmones, y ni cuenta se dio del momento en el que giró la camioneta, llevándola al carril contrario y acelerando todo lo posible.

- ¿Capitán?

- ¡Estoy en camino!- contestó justo antes de cortar la llamada.

Y aunque realmente no iba a demorar mucho en llegar a su destino, el viaje se le hizo eterno.

Menos mal que localizar a Bucky no fue nada difícil. Por alguna razón se encontraba en plena lucha con su usual traje de combate puesto, y en medio de la calle en la zona comercial. Y aunque era preocupante que todo aquello estuviese sucediendo a plena luz del día, en medio de su ciudad natal y con algunos ciudadanos alrededor; lo unico de lo que Sam era de pronto consiente era del enorme cuchillo de cazador en la mano derecha del atacante de Bucky, y el hecho de que tanto el traje de vibranium de Capitán América como el escudo se encontraban en su habitación en aquellos momentos, muy muy lejos de donde eran tan necesarios.

Abrió la puerta de la camioneta como pudo y salió corriendo de ésta con la idea de ayudar a reducir al atacante.

Y sin embargo, sin importar lo cerca que estaba, no fue lo suficientemente rápido.

Tras lo que pareció ser un golpe de suerte, el cuchillo de alguna manera se hundió en la chaqueta de cuero del sargento, y a pesar del movimiento que realizó Bucky para evitarlo, una gran cantidad de sangre comenzó a brotar de la herida.

Sam se sintió desfallecer, mientras su propio grito se confundía entre los de las personas alrededor.

Por su parte Bucky observó la sangre con gesto incrédulo, sin embargo en lugar de caer al suelo o siquiera tratar de parar el sangrado, una actitud de real molestia se apoderó de sus facciones; y ante la mirada incrédula de más de uno de los presentes, tomó el cuchillo por la hoja con la izquierda de vibranium, mientras que su puño derecho se estrellaba con la cara de su atacante, dejándolo por fin inconsciente.

Sam llegó hasta él, ignorando al caído. Y no fue el único.

Varios de los ciudadanos alrededor comenzaron a rodearlos, alguno que otro comenzando a sacar el teléfono y marcando el 911.

- ¡Buck! ¡Bucky! ¡Oh, Dios! Tranquilo, bebé... ¡Oh, Dios! ¡Estas perdiendo tanta sangre!- comenzó Sam medio frenético, tratando de encontrar una manera de frenar toda esa sangre, aunque sin atreverse a ponerle aún las manos encima ¿Sería que Bucky estaba entrando en shock?

- No solo la mía, también la de AJ.- fue la respuesta del 'herido', lo que hizo que no solo Sam lo mirase raro, sino también el resto de los presentes.

Claro que Bucky ni lo notó, más preocupado en abrir su chaqueta de cuero y sacar 2 bolsas vacías de...

- ¡¿Es eso sangre falsa?!- preguntó Sam tras unos segundos de estupor, en tanto que Bucky retiraba las 2 bolsas vacías del bolsillo interno del lado izquierdo, y otra aún llena del lado derecho de su chaqueta.

El hombre miró a Sam de manera completamente lastimera, y con un repentino puchero señaló.

- Era el detalle final para los disfraces de los chicos y el mío. Ahora todo está arruinado.- dijo en tono apagado.

Y cualquier otro reclamo murió completamente para Sam, quien de pronto entraba en modo de novio solidario.

- ¡Ey! Solo hay que comprar un poco más.- Sam miró las bolsas y reconoció la marca- La compraste en el bazar de Madame C.C. ¿Cierto? Está solo a unas calles de aquí.

El hombre centenario bajó la mirada.

- Solo traje lo necesario para pagar por estas.

Y allí estaba el lado de Bucky que aún estaba viviendo en la época de la Gran Depresión y que por lo general no gastaba más de lo necesario. Lo dicho, los gastos por Halloween habían sido una anomalía.

Pero Sam no tenía mucho tiempo para pensar en eso, porque así como la gente alrededor se había apurado a sacar sus teléfonos móviles para llamar a emergencias, ahora se estaban apurando en sacar las billeteras para procurar dinero para nuevas bolsas de sangre falsa para Bucky.

¿Por qué? se preguntarán. Dos motivos.

El primero era porque así como Meg Ryan y Jennifer Aniston alguna vez fueron consideradas las novias de América, James Bucky Barnes había sido adoptado como el novio de Delacroix ¡Al diablo con los miles de millones de personas en el mundo que tuviesen reservas contra el otrora Soldado de Invierno! Porque para los aproximadamente 4 mil habitantes del pequeño pueblo de Louisiana, el sujeto era lo más adorable y amable del mundo y llevaban meses dando fe de eso, hasta el punto que habían comenzado a obligar a Bucky a aceptar pagos por el trabajo duro que hacia alrededor, ya que muchas veces trataba de decir que solo estaba ayudando. Por un lado, todo ello tenía encantado a Sam, y por el otro le daban ganas de abrazar a su chico, ponerlo detrás de él y recordarle a todos que la única persona que podía considerarse como 'novio' oficial del sargento era él mismo.

Y en segundo lugar, estaba el hecho de que no solo Sarah y Sam eran las únicas personas profundamente involucradas en la revelación del proyecto de Halloween de Bucky y sus sobrinos. Solo tomó una visita de Carlos en la cual se escuchase la vieja máquina de coser a pedal de Darlene Wilson funcionando, y una explicación por parte de Sarah, y de pronto todo el pueblo comenzó a pasar por la casa. Es decir, los Wilson eran una familia sociable y bastante involucrada en la comunidad, pero las últimas 2 semanas habían sido ridículas. La gente había decidido pasar por la casa a todas horas, por cosas como dictar en persona los pedidos para el negocio familiar (cuando lo normal era hacerlo por teléfono o hasta mensaje de Whatsapp o mail), hasta llevar galletas con 'recetas nuevas' para Halloween, para que Sarah, Sam, los niños o el mismo Bucky las probasen ya que de seguro también recibirían algunas cuando Bucky y los chicos pasasen a pedir dulces. Y docenas pasaron a decir tan solo 'Hola'.

De momento Sam decidió actuar rápidamente y, teniendo en cuenta que era el novio oficial, con total convicción.

- Pues es una suerte que yo sí tenga mi billetera conmigo ¿Cierto? Vamos, sube a la camioneta y vamos por ese detalle final para los disfraces.

Sam miró al sujeto desmayado en el suelo, y luego al par de oficiales que habían llegado al sitio y que lo miraban expectantes.

- Podrían...- señaló al hombre en el suelo mientras miraba a los oficiales.

Estos asintieron.

- Bien, bien. Gracias. Listo, vamos Buck.

Y efectivamente, unos minutos después estaban en el bazar de Madame C.C., donde Bucky explicaba apenas lo ocurrido y pedía una sola bolsa extra de sangre falsa. Al parecer las que se chorrearon por su ropa fungirían como el toque final para su propio disfraz, y no consideraba necesario aumentar nada más.

Sam se aseguró de explicarle a Sarah mediante mensajes lo que había ocurrido a grandes rasgos para evitar sorpresas al llegar; y pronto ambos hombres volvían a casa, con Bucky siendo nuevamente embargado por la emoción de las próximas horas.

Y una vez que ambos llegaron a casa, Bucky y los chicos se encerraron una vez más en la habitación de Cass, justo después de anunciar que seguro salían en una hora o algo así.

Sam y Sarah se miraron antes de comenzar a preparar el tazón de caramelos y mini chocolates, y las bandejas con manzanas acarameladas que serían repartidos a los futuros visitantes.

Como a los 30 minutos el timbre sonó y un sonriente Carlos se dio permiso de entrar a sí mismo.

- ¿En serio, hombre? ¿No tienes nietos a los cuales llevar a pedir dulces?- preguntó Sam con una sonrisa.

- Si quieres quedarte, por lo menos ayúdanos a ordenar las galletas en los platones, el glaseado ya secó.- señaló sin embargo Sarah.

Tuvieron que pasar cerca de 20 minutos más antes de que escuchasen a Bucky gritar que ya estaban saliendo. Para entonces los otros tres adultos estaban alrededor de la mesa de la cocina, disfrutando de un poco del ponche sin alcohol que Sam había preparado para la ocasión.

Sarah preparó la cámara del teléfono y comenzó a grabar.

Por supuesto, nada había preparado a los hermanos (y a Carlos) para lo que venía.

- ¡Oh, por Dios!- exclamó Sarah sin poder creerlo.

Y es que allí, en trajes hechos a la medida y con maquillaje acorde en rostros y brazos, se encontraban las versiones zombi de The Falcon (Cass), el nuevo Capitán América (AJ) y White Wolf (Bucky, por supuesto); y el grado de detalle de los disfraces de los chicos era realmente increíble, desde la ropa hasta las pequeñas alas que aparentemente podían desplegarse y volverse a recoger mediante dispositivos caseros. Eran disfraces bastante completos ¡Y el maquillaje no se quedaba atrás! Con AJ y Bucky aparentemente recién zombificados, en tanto que Cass (cuya sangre falsa era un poco más oscura que la de los otros dos) parecía ser un zombi de más tiempo.

Hasta Carlos dejó salir un 'Wow' ante los 3 disfrazados. Y definitivamente los patrones de sangre falsa bullendo de heridas, o aquellos manchones secos sobre la ropa eran el detalle final perfecto.

- ¡Mira, mamá! ¡Mira tío Sam! ¡¿Verdad que nos vemos geniales?!- reclamó AJ por cumplidos sin ningún reparo.

- Realmente geniales, bebé.- respondió Sarah, aun grabando.

Sam por su parte solo asintió, sintiéndose de pronto muy emocionado ¡Sus sobrinos lo habían elegido a él como el personaje para disfrazarse!

Carlos tomó como un millón de fotos antes de que Sam despabilara y tomase unas cuantas también, justo antes de que Bucky anunciase que ya tenían que salir o no cumplirían con el itinerario.

Y antes de que Sam supiese que era lo que estaba pasando, Sarah anunció que iba con ellos, dejándolo solo a cargo de la entrega de dulces.

- ¡Ey!- protestó el hombre, pero era demasiado tarde.

Resignado a su suerte, Sam Wilson se colocó una capa larga y negra, y una dentadura falsa de vampiro, y decidió esperar a que llegasen los primeros niños. Pero no antes de sacar su móvil del bolsillo y exigirle a Sarah todos los videos y fotos que pudiese sacar esa noche.

Y de dejar muy en claro que el próximo año, sería él quien fuese con Bucky y los chicos, y que a ella le iba a tocar quedarse en casa.


The End


Notas de la autora:

¿Ven? Estoy aprovechando mis días antes de volver a sumergirme en los estudios, además del trabajo del día a día. Estoy escribiendo y lo hago sobre Sam y Bucky... y Halloween. Amo el Halloween, y debo de confesar que es por ese hecho que decidí meterme a este bingo... es la celebración que hago sí o sí cada año. Puedo no celebrar Navidad o Año Nuevo, puedo incluso dejar de celebrar mi cumpleaños... Pero el día de Halloween es sagrado, sea a lo grande o a pequeña escala ¡Lo adoro! Y ahora Bucky también.

Espero que les haya gustado esta pequeña historia, y sucede que ya tengo idea para las historias 3, 4 y 5 de esta tarjeta. Creo que sí termino la segunda tarjeta, como a de lugar.

Un kiss felino y nos andamos leyendo gente.

chibineko chan
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)

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