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Ikki De Fénix por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Hola mis terrones, aquí estamos presentes pues ¿Que creen? Hoy cumple años el pollo rostizado, el hermano sobreprotector.

Kiaaaaa, espero que lo disfruten mucho, debo advertir que tiene toques incestuosos, bueno... Disfrútenlo mucho y léanlo bajo su propia responsabilidad. 

Una cosa mas mis terrones, a partir de mañana, estén sumamente atentos a los fic's semanales y algunos especiales y cositas nuevas, pues tendre sorpresas para ustedes. 

Notas del capitulo:

Hola mis terrones, aquí estamos presentes pues ¿Que creen? Hoy cumple años el pollo rostizado, el hermano sobreprotector.

Kiaaaaa, espero que lo disfruten mucho, debo advertir que tiene toques incestuosos, bueno... Disfrútenlo mucho y léanlo bajo su propia responsabilidad. 

Una cosa mas mis terrones, a partir de mañana, estén sumamente atentos a los fic's semanales y algunos especiales y cositas nuevas, pues tendre sorpresas para ustedes. 

En un pequeño hogar, acogedor, nada elegante, de hecho se podría decir que es hogareño, relajante y muy agradable.

Bueno lo suficiente que puede ser para solo dos personas, que son los que habitan en esa residencia.

Un chico joven de unos diecisiete años, se encuentra bastante alegre, mientras termina de cocinar lo que parece ser una sopa Miso, Uramakis y algunos vegetales para acompañar, aparte de un pastel de esos tradicionales de las tierras del sol naciente.

Se ha estado esforzando toda la tarde en hacer una deliciosa cena, por un evento sumamente especial.

Compro todo antes de volver de sus clases, debía todo salir perfecto.

Después de todo, no todos los días es el cumpleaños número viento de tu hermano mayor, aquel que se ha hecho cargo de ti desde que tienes uso de memoria.

Quien lo cuido, protegió, y ha estado trabajando desde una temprana edad, para darle una vida decente al de cabellos verdes, y una educación a sus posibilidades.

Todo esto es motivo suficiente para estarle agradecido, muchos hermanos mayores jamás lo hubieran hecho o sentido en esa responsabilidad.

Pero Ikki, siempre demostró que lo más valioso que tiene en esta vida es su pequeño hermanito Shun.

Que cada día que pasa, demuestra que algún día ya no lo necesitara.

Y eso es lo que cualquiera quisiera, que pudiera ser independiente y ser feliz, pero…

Existen tantas cosas inciertas en el corazón del joven que no llega aun a su hogar.

Paso un rato, justo el tiempo para terminar esa cena tan especial, y que luce con una hermosa presentación, no será de restaurantes elegantes, pero está preparada con mucho cariño.

Decidió estar listo para cuando llegara a casa Ikki, recibirlo con un fuerte abrazo y decirle todas las felicitaciones posibles, convivir como ya hace mucho no lo han hecho.

Es extraño, pero desde hace algún tiempo, el mayor parece tardarse lo más posible para llegar a casa, como si evitara ver al de cabellos verdes, ojos del mismo tono y piel blanca, evitándolo lo más posible.

Shun puede ser demasiado inocente para verlo, pero… Al parecer esa es la posibilidad.

Ya que… Por como el tiempo corre tan rápido, sucederá lo mismo.

Primero Shun lo espero diez minutos, ya había salido del trabajo Ikki… Viento, media hora… Luego una hora… Dos…

Poco a poco, se hacía más tarde.

El joven de una apariencia delicada y sonrisa cálida, se comienza a preocupar, pues ya es mucho tiempo que tarda el peli azul.

Necesita hablar con él a como dé lugar.

Saber que le ocurre, pero a la vez siente que no debería angustiarse de más.

Tal vez su hermano mayor este saliendo con alguien y puede que no le quiera decir nada por no ser algo serio, además que estaría en todo su derecho.

Al menor no le parece una mala idea, si es una chica o un chico, estará bien.

Ikki merece ser feliz y hacer su vida.

Por esa razón Shun estudia mucho y piensa en conseguir algún trabajo de medio tiempo para poder pagar sus estudios universitarios, sabe que podrá con todo esto y más.

Sin embargo sus ideales, sus pensamientos, todo lo que desearía hablar con Ikki, lo va llevando al mundo de los sueños.

Después de todo, despertar temprano, para irse a la escuela, mientras Ikki aprovecha para descansar un poco más, ya que no tiene la responsabilidad tan grande de hacerle algún desayuno, cosa que Shun ha tomado como responsabilidad, para así de esta forma no se preocupe el otro.

Así a sucedió, que pasan días en no verse, mucho menos conversar.

Ha revisado su teléfono múltiples veces, mientras sus ojos se quieren cerrar.

-Hermano, ¿Ya vienes?- Pronuncia las palabras que escribe de nueva cuenta en su teléfono para que le lleguen al otro.

Pero como ha sucedido, ni una sola respuesta.

Esperarlo en la silla delante de la mesa, donde la cena ya se ha enfriado, pero quiere seguir esperando lo más que pueda.

Aunque su estómago ya está rugiendo por el hambre.

Solo pudo soportar unos minutos más, cuando cayó en brazos de Morfeo, apoyándose sobre la mesa, sus brazos cruzados simulando una almohada, acomodando su cabeza de lado, lanzando un suspiro, aun sin saber por qué su hermano mayor lo ha estado evitando.

Pobre jovencito, no ha logrado aun conectar desde cuando esto a comenzado.

La respuesta puede que nunca la sepa, pues eso solo conllevaría a una ruptura de su familia, a la única que de verdad tiene y desea a toda costa conservar.

---A unas cuadras de ese hogar---

Después de haber recibido ese último mensaje de su hermanito, ha revisado ese mensaje más de cinco veces, serio como es su semblante, con un carácter explosivo si lo fastidian, una cicatriz que lleva en el entrecejo, parte de su frente y que baja levemente por su ojo izquierdo.

Sus cabellos azules algo desordenados, se nota cansado, lo podemos ver por las ojeras que lleva, camina con tanta lentitud en su andar, como deseando no llegar a su casa.

Pues se tendría que enfrentar a esa carita inocente, esa dulce voz que desde hace algún tiempo ya no suena como la de su hermanito, el abrazo que le daría.

Shun rodaría su cuello con efusividad, le felicitaría enormemente, para cantarle la típica canción de festividad, todo en un ambiente inocente, fraternal, que desde luego se rompería por sus propios deseos.

Sabe de lo que puede ser capaz al tener a su precioso conejito tan cerca, rodearía su cintura, lo estrecharía más a su cuerpo, para robar un beso de esos rosados labios.

Si, está mal… Ikki lo sabe.

No sabe desde hace cuánto dejo de ver a Shun, como lo que es, su hermanito menor y comenzó a verlo como hombre.

Pudo haberse enromado de cualquier persona, y lo sabía, comprende que pretendientes femeninos y masculinos tiene, pero solo una había sido su amor de la infancia, y al perderla creía que eso no volvería a ocurrir, pero… Sucedió.

Y de quien menos debía fijarse…

Solo de saber que entrará a ese hogar, que a intentado mantener para Shun, encontrarlo allí, ese rostro, el delicado cuerpo que posee.

Sus instintos le dicen mil cosas que debe ignorar.

Esta ahora a solo unos pasos de su casa…

Sabe que no puede dejarlo esperar más tiempo, aunque sabe que Shun es un jovencito de costumbres, ya para estas horas debe estar durmiendo, es el tiempo en que usualmente llega.

¿Cuándo comenzó a ser consciente de estos sentimientos?

Es algo difícil de saber.

Siempre creyó que los celos que sentía a menudo, que otro se acercará a Shun, solo era su instinto protector de hermano mayor.

No le negaba que tuviera amigos, era un derecho que tenía y respeta el peli azul.

No creía que fuera algo malo, pero…

Su mundo se vino abajo cuando, Shun le confeso que había empezado a desarrollar algunos sentimientos por un buen amigo.

Primero se sorprendió, para acto seguido dejar actuar su lado agresivo, molesto, explosivo.

Deseando exterminar de una sola vez a quien le robaría a su dulce conejito…

Sin embargo debió darse cuenta…

Debió saberlo…

Hyoga era quien hacia feliz a Shun.

Ver como sonríe, como ríe, la ilusión cuando habla de él, cada que le cuenta que salía con ese rubio que odia en lo más profundo.

Pero no haría ya nada.

Recordaba una y mil veces, cuando decidió alejar a ese rubio de su hermanito, se enfrentaron en una disputa física.

Los amigos de Hyoga intentaron detenerlos, pero nada funciono.

No hasta que Shun apareció y tuvo que pararse en medio de ambos para frenar esto.

Los ojos llenos de lágrimas del peliverde, su angustia en su bello rostro, como rogaba que se detuvieran.

Fue la primera vez que lo vio así de desesperado, quería consolarlo, evitar que siga sufriendo, pero… Su corazón se quebró cuando en vez de aceptar los brazos de su hermano, decidió ir a verificar si Hyoga está a salvo.

Fue allí que entiendo que para Shun ya no era lo más importante.

Aceptando su destino, ser solo el hermano de quien ama y nada más.

Lo lógico, pero…

¿Cómo Ikki le va a explicar a su corazón que no debe amar a Shun?

Por eso, desde ese entonces, se tragó su orgullo, su sobreprotección, su amor, y acepto que debía dejarlo ir con alguien más.

Así que prefiere llegar tarde del trabajo, evitar verlo, que estén juntos, pues no sabe cuanto podrá soportar.

Saber que otro pueda besar esos labios con los que sueña, acariciar ese frágil cuerpo que desea.

Esta mal y lo sabe, comprende que fallara algún día y demostrara sus sentimientos y ese día, Shun se alejara de él y jamás volverán estar juntos.

No sabe que le duele más, que Shun ame a otro, o que se atreva a demostrarle lo que siente y perderlo.

Es un juego en el cual nunca ganara.

Esta delante de la puerta, con su uniforme algo sucio después de la larga jornada de reparar motos y autos.

Lanza un suspiro, con el ceño fruncido, ni desea abrir esa puerta, pero… Debe llegar y de una vez enfrentar a ese que lo ha esperado.

Al abrir la puerta, se encuentra que todas las luces están encendidas, el aroma de alimentos se ha quedado encerrado, sin embargo siguen siendo muy delicioso al momento de olerlo.

Sabe que su Shun se ha esforzado por prepárale algo decente de comer, pero… Él debió desistir a esta celebración por su propia salud mental.

Caminar por ese lumbral, para dejar sus zapatos en la entrada y ponerse los que son usados dentro del hogar.

Y dirigir sus pasos a la sala, donde el comedor está a un lado y verlo allí… Dormido sobre la mesa.

El peli azul de cabellos cortos, se queda admirando por unos segundos, esos cabellos sedosos cayendo como una dulce cascada sobre sus brazos y quedando sobre la mesa, el rostro delicado y levemente sonrojado de las mejillas.

Esta tan plácidamente dormido, agotado por la jornada estudiantil.

Pero como se sabe, el corazón del peli azul, solo late de una sola forma por Shun, y no es de ese amor fraternal.

Como desearía besarlo en ese mismo momento, que le corresponda solo en esta ocasión.

Si pudiera un solo deseo de cumpleaños ese seria.

-Shun…- Murmura aquel nombre con cariño, para inclinarse a verlo y despejar ese rostro del precioso cabello que tiene, para apreciarlo en toda su hermosura.

Ni se ha fijado de la cena que ahí sobre la mesa, por apreciar la belleza de este joven.

¿Quién no mataría por poder tan solo admirarlo?

Y él que tiene la dicha que verlo todos los días, cuando recién despierta, cuando duerme, incluso poder saber cuando recién se ha bañado.

Claro, que esto antes de dar su consentimiento para esa relación que lo destroza.

Shun es demasiado inocente, usando ropa cómoda en casa, no le ve lo malo, está en familia, sabe que su hermano no lo ve de otra forma.

Si tan solo supiera, que cada que lo ve con alguna prenda algo corta y nos referimos a  un short blanco que le llega apenas sobre las rodillas, Ikki comienza a tener pensamientos sumamente impuros.

Pero debe soportarlos.

Se conoce a sí mismo, no puede profanar a su hermano.

Sin embargo al pensar que Hyoga lo fuera hacer o ya lo ha hecho le incrementa la rabia.

Debe soportarlo un poco más…

Cuando Shun deba irse a la universidad, estará a salvo el peliverde de su propio hermano.

Pero mientras este debe hacer el esfuerzo de mantenerse alejado.

Aunque ahora, lo debe llevar a su habitación, pues no puede dormir en esa forma, seria desagradable para la postura.

Primero Ikki se quita su uniforme, no desea manchar de aceite al menor, aunque… Como deseaba hacerlo de otra forma.

No le importa celebrar su cumpleaños solo, aunque realmente no tiene nada que festejar.

Toda su vida es ahora una mentira ante sus ojos, amar a alguien que nunca podrá corresponderle.

Cometer el pecado del incesto…

Solo tendrá un luego asegurado en el inferno, aunque no cree realmente en ello.

Con delicadeza lo carga al estilo princesa, para llevarlo a su habitación.

Debe sentirse afortunado de que este tenga el sueño pesado, no se despierta por los movimientos algo bruscos.

Sonríe al verlo, al tenerlo tan cerca, al aspirar esa dulce fragancia.

Su cuerpo reacciona de una forma que no debe permitirse.

Otra noche en donde la pasara solo pensando y adorando al menor.

¿Qué tan mala debe estar de la mente para pensar de esta forma?

Fue allí, cuando… Al momento de entrar a la habitación del menor, recodarlo en su cama…

Nota más ampliamente la hermosura de Shun, la confianza de dormir plácidamente, sabiendo que nadie lo herirá, nada le pasara, pues su hermano mayor estará allí para protegerlo.

Pero para Ikki, aun en contra de su autocontrol…

Al apenas separase del peliverde, contemplar nuevamente los cabellos a un lado para ser visto por completo ese dulce rostro, esas mejillas rosadas, esos labios iguales… Lo invitan indirectamente a probarlos.

Antes un beso en la mejilla era suficiente, podía soportar eso con ese simple gesto, uno que le diera él o que recibiera, pero esta vez…

¿Tal vez por lo cansado que esta?

Pensar que si Shun no se enterara, no existían problemas.

Tomo su valor, o lo poco que le podría quedar, por sus absurdos deseos, y pensamientos.

Para inclinarse, sobre el peliverde, para que en un solo movimiento, los toscos labios del peli azul conecten con los suaves de una textura similar a la piel del durazno.

Es apenas un contacto, pero es uno que deseaba tanto, desde hace tiempo.

Se aparta, deseando jamás tener que hacerlo, pero…

Sabe que si sigue su prudencia se perderá y cometería un peor acto, el cuál sería imperdonable ante cualquiera.

Ya sería demasiado.

Se alejará de Shun de nuevo, lo hará.

Cenara solo, pasara su cumpleaños a solas…

Es por el bien de Shun o… Puede que sea por el propio también.

Como sea… Ikki deberá sufrir su amor prohibido en silencio, en donde jamás nadie lo sabrá.

Comerá en silencio lo preparado, dejara que su corazón sufra, pues se lo merece…

Lo merece, por haberse fijado en su hermanito, en su familia de esa forma…

Ikki, amara en silencio a Shun hasta la muerte… Lo vera sonreír, de la mano de otro, sin importar que el corazón se rompa.

Sacrificar tus sentimientos impuros, por la felicidad de quien amas.

Es el sufrimiento que decide día con día vivir, sin importar que en su cumpleaños reclamará un regalo.

Un beso de los rosados labios de su amado hermano menor.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo aquí, mostrando mis respetos por el pollo rostizado, digo... Ikki de Fenix, jajajaja 

Lo aprecio mucho de verdad, y decidí hacer este One Shot, esta algo triste y deprimente, pero... Es que no me lo pude resistir, aunque tiene varias parejas también que me gustan mucho para este pollo rostizado.

Pero sera mas adelante.

Sin mas a cantarle la canción de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Ikki su cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Ikki su cumpleaños si que si. 

Sin mas disfrútenlo, y por favor... Quiero decirles que a partir de mañana estén atentos en las actualizaciones y cositas nuevas de esta semana.

Solo eso diré, ¿Si?

Por favor hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan, y cuídense mucho.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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