-¿Sam Winchester?- pregunto una voz cansada a través del auricular. Sam balanceo su peso mientras trataba de sostener los pesados libros de la facultada en una mano y el teléfono en la otra
- si el habla...
-disculpe por la hora de la llamada, pero tenemos un retraso con el pago- Sam parpadeo confuso, Jess nunca pasaba de llevar todo lo que refería el departamento en orden, pero en todo caso preguntarían por ella que era la que llevaba todas las cuentas…
-disculpe, pero ¿sobre que retraso habla?- Sam pudo escuchar claramente el bufido tras el auricular
- el pago de la estancia de Dean Winchester, usted es el único contacto del señor John Winchester....así que- dejó de escuchar todo lo que la chica seguía hablando sobre pólizas y cargos...trató de hacer memoria cuando fue la ultima vez que supo de Dean....
…
Era un día soleado, no muy caliente pero la sensación molesta de la humedad que se levantaba del suelo humedecido escasas horas antes era incomodo. Sam miró con detenimiento el edificio que se erguía frente a él, una larga extensión de campo se abría paso en su visión. Una enorme valla de madera circundaba el recinto que se componía de un salón principal, el cual era el corazón del lugar donde se encontraba las oficinas, las otras dos construcciones aledañas a este edificio son las estancias y los dormitorios…a donde ahora mismo se dirigían.
...
Habitación 237…Sam observó el numero con detenimiento perdiendo repentinamente las fuerzas para poder mover sus manos y empujar la puerta, miró de nuevo hacia al pasillo esperando que John se hubiera arrepentido y estuviera ya mismo en camino para entrar junto a el para ver a Dean, esperó por unos minutos pero el pasillo permanecía igual de vacío, bufo exasperado alentándose para dejar de ser una gallina y entrar de una buena vez…pero el solo imaginar ver de nuevo los ojos de Dean, duele demasiado. No sabe con certeza que fue lo que paso, pero alguien dañó a su hermano “los Walter” su mente le regalo de nuevo el apellido de esa abominable pareja que lastimó a Dean…apenas un niño de seis años obligado a hacer cosas innombrables…que…Sam llevó sus manos tallando rápidamente fuera de su rostro la fina capa de lagrimas que caía en delgadas líneas por sus mejillas…
Inhala varias veces tratando de reponerse un poco, tarda algunos minutos más pero logra juntarse de nuevo y poner una sonrisa en su rostro. Toma el pomo de la puerta entre sus manos y da un leve empujón dejando que esta se abra lentamente. La habitación es pequeña, está equipada con las cosas básicas para una estadía cómoda… una cama de inmaculada blanquesa que concuerda totalmente con el resto del cuarto quintando solo una pequeña porción de pared repleta de dibujos hechos a base de crayones de cera…sonríe al entrar y ver a su hermano…a su Dean sentado sobre una silla mirando con total concentración la libreta frente a él, Sam puede sentir como su boca se abre ligeramente al ver el cambio que Dean a dado, su cuerpo a embarnecido dejando a la vista una espalda ancha y brazos fuertes, piensa que si Dean no hubiera vivido esa traumática experiencia ya mismo sería el galán mas solicitado de toda Kansas…pero le negaron la oportunidad de poder vivir como él lo esta haciendo a sus dieciocho años, les negaron a ambos la oportunidad de permanecer juntos, como una familia. Lo jodieron tanto que la sola cercanía de sus propios padres volvían a Dean una autentica fiera al solo ver que intentaban tocarlo…las cosas se salieron de control. Nunca nada volvería hacer igual cuando John y Mary tomaron la decisión de internar a su hermano en una estancia…al ver que no existía esperanza de poder tener una recuperación.
Simplemente enjaularlo y dejarlo con sus propios demonios mientras fingían que siempre fueron tres.
-Dean… ¿puedo pasar?- dice Sam bajito mientas asoma su cabeza dejando que su pelo caiga sobre sus ojos.
Sam puede ver como su hermano recibe su voz cerrando los ojos y suspirando fuertemente, el solo ver esa reacción…quiere llorar. Aveces se siente como un vil bastardo al tener la oportunidad de tener una “vida normal” pero…sacude la cabeza por segunda ves durante el día…esto no se trata de el, sino de Dean…así que sonríe mientras entra a la habitación siendo envuelto casi de inmediato entro los fuertes brazos de su hermano que lo convierten de nuevo en apenas un renacuajo que reposa tranquilo dentro de las aguas de un estanque…Sam aprieta a su hermano fuertemente haciéndole sentir todo lo que lo quiere.
Dean grita y se carcajea de la emoción…sus ojos verdes de hacen mas brillantes y llenos de tanta vida que le hace olvidar todo lo malo de su vida en un segundo.
-SAMMY!!- grita Dean de nuevo mientras aprieta a su hermano entre sus brazos.
-yo también te extrañe Dean- balbucea el castaño al sentir las lagrimas contra la piel de su cuello…lo separa con cuidado y toma su rostro entre sus manos- Ey ey- llama despacito- que pasa… ¿por que lloras?-pregunta apenas con un hilillo de voz al ver como el mayor cierra los ojos fuertemente negándose a verlo.
-Dean…¿no quieres que este aquí?-dice bajito mientras se acerca un poco mas y toca con delicadeza el hombro de su hermano.
-¿eres de verdad?-pregunta Dean entre hipidos- no quiero que me engañes…así que dime la verdad- pide con una mousntruosa decisión. El corazón de Sam duele un poco al saber que su hermano ha soñado con este momento y es cuando en realidad comprueba que es un maldito bastardo.
-si Dean…soy de verdad- dicho esto, Dean abre dudoso su ojos analizando ahora con mas detenimiento a su hermano
- te extrañe mucho Sammy- dice después de unos minutos rompiendo con pasmosa felicidad la pared invisible que intentaba erguirse entre ellos. Sam se dejo hacer mientras su hermano le mostraba todas las cosas que se perdido durante los últimos cuatro meses de ausencia…descubrió que Dean ya podía leer y escribir, aun confunde algunas palabras pero cada vez mejoraba mas y se sentía muy orgulloso por ello y así se lo hizo saber al darle un pequeña pulsera en nombre de ese gran logro…
-¿es para mi?- pregunto Dean con los ojos abiertos de par en par mientras observaba con admiración la forma en que su hermanito ataba con cuidado las tiritas de cuero alrededor de su muñeca
-si…te la ganaste y me siento muy orgulloso de ti…
…
De eso han pasado cinco largos años y ahora…
- señor Winchester, ¿me está escuchando?...
-si, claro.
-¿tiene donde anotar?- pregunta la chica. Sam deja los libros sobre la mesilla de centro y toma nota sobre la dirección en la cual debe buscar a su hermano.
…
Le cuesta mucho tiempo poder librarse de los deberes de la universidad pero logra salir a una hora decente. Manda un mensaje de texto a Jessica diciéndole que no lo espere a cenar… todo esta listo, la dirección que la secretaria le dijo no queda a más de dos horas por la autopista. Sam trepa nervioso al asiento del conductor encendiendo rápidamente el motor y se pone en marcha.
Busca entre sus contactos el número de Anna, la secretaria de la estancia donde Dean se quedaba…ella le dice que lo espera en la estación de autobuses y es ahí a donde se dirige. Tarda menos de 10 minutos en llegar.
Hace frío y una ligera brisa humedece la acera, en cada paso que da siente como su corazón golpea fuerte dentro de su pecho, a lo lejos puede ver a dos personas resguardados precariamente de la llovizna. Sam mira detenidamente a una mujer entrada en años con gesto mal humorado sujetando del brazo a su hermano. Sam para en seco al ver a Dean ahí parado frente a él, quiere…no puede describir las emociones que lo invaden en eso momentos, son demasiadas y a duras penas puede ver por dónde camina, su cuerpo reacciona en automático cuando la mujer le mira de pies a cabeza y pide la papelería y el dinero que le encargo el se lo entrega sin poder quitar sus ojos del hombre que esta frente a el…
Puede escuchar como Anna se despide…pero el no puede, no quiere escucharla. Quiere encontrar la forma de poder articular palabra y poder decirle a Dean…tantas cosas…
-hola- es lo único que logra graznar, puede ver como el cuerpo frente a el se estremece. Mira con detenimiento como la mano de Dean se cierra con fuerza sobre su muñeca…
-¿Dean?- su voz sale estrangulada por el nudo en su garganta, puede sentir como la tibieza de sus lagrimas surcan sus mejillas dejando un rastro que se enfría con facilidad sobre su piel.
-¿Sammy?- Dean pregunta con la duda impregnando su voz
-si Dean…soy yo, soy de verdad- dice el castaño de manera atropellada abrazándose a su hermano. Repitiendo entre sollozos una y otra vez “lo siento Dean…lo siento mucho”
-Sammy…¿estás enojado conmigo?-pregunta Dean mientras se deja envolver en los enormes brazos de Sam que ahora le saca una cabeza de alto.
-¿que…yo enojado contigo?...no Dean, ¿por que lo dices?- pregunta mientras limpia de nuevo esas malditas lagrimas
-por que me dijeron que tu no venias a verme por que no podía leer bien…pero ya puedo Sammy…mira- Dean se Safo del fuerte agarre de su hermano inclinándose sobre la pequeña mochila que reposaba al lado de sus pies, buscó y de ella saco una pequeña libreta en la cual buscó rápidamente…le miró de nuevo y sonrío.
-se que te va a gustar. “érase una vez la historia de un pequeño oso llamado Dean…quien bubusca a su hermano pequeño Sam…” los ojos de Sam se desbordaban al ver la alegría de Dean al leer cada palabra escrita para su hermano, quien le miraba cada dos por tres para comprobar que estuviera prestando atención…no sabe cuantos minutos permanecieron parados uno frente al otro…pero cada sonrisa que Dean le dirigía simplemente era un recordatorio mas de lo mierda que era.
-Sam…¿te gustó?- pregunto Dean arrastrándole de vuelta a la realidad…Sam trato de contestar pero simplemente no podía, así que solo acorto la distancia que lo separaba y envolvió de nuevo a Dean incrustándolo contra su pecho…
-me encanto Dean…verdaderamente genial.
- eso significa que…¿no me dejaras?- pregunto Dean con un amago de sonrisa. Sam sonrío triste mientras tomaba la mochila de los pies de su hermano…
-nunca Dean…tu y yo juntos…como los ositos… ¿de acuerdo?- Dean asintió mientras sonreía con el alma.
-anda…que ya es tarde vamos a casa.
continuara...