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Amor Propio por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Una nueva entrega aquí, esperando que lo disfruten mucho!!

 

Amor para todos!!

-¡Muchas gracias!- el rubio y su tropa salían de la tienda con todo lo que necesitaban. Habían ido a comprar los útiles escolares que les faltaban para Hana y Hoshi, y ya habían completado la lista.


 


-¿A dónde vamos ahora?- Kuma siempre trataba de tardar en llegar a casa; evitaba estar con su padre.


 


-No sé... ¿Qué les parece si vamos por un helado?- Hana y Hoshi gritaron de la emoción, y Kuma sonrió. El rubio los guió, y llegaron al lugar adecuado.


 


-Yo quiero un helado de chocolate- dijo Hana.


 


-Yo de limón- dijo Hoshi.


 


-Muy bien, y tú quieres también de limón, ¿cierto?- Kuma asintió, su papá lo conocía bien.


Joey pidió los helados, y todos se sentaron en una banca afuera del negocio. Estaban platicando todos muy a gusto, cuando Joey notó que en el restaurante de enfrente estaban solicitando meseros. Esperó a que todos acabaran para ir a preguntar.


 


-Vamos chicos, quiero preguntar algo ahí enfrente- cruzaron y Joey pidió información. El empleo se adecuaba a los horarios que iba a manejar ahora que empezaran los pequeños a ir a la escuela, pero necesitaría la ayuda de Kuma para que todo saliera bien.


 


Emprendieron camino a casa, y Joey sugirió pararse un ratito en un parque. Los pequeños estaban felices, y Kuma renegaba por ello; él solo quería irse a jugar.


 


-A veces creo que juegas demasiado- Joey estaba tranquilo en cuanto a la decisión que había tomado de dejar a su hijo jugar como él quisiera.


 


-Pues parece que sigues sin entender lo que son los videojuegos para mí- Joey y su hijo se sentaron en una jardinera en donde podían vigilar bien a Hana y Hoshi.


 


-Por supuesto que se lo que son, y tú bien sabes que te apoyo para que cumplas tus sueños. Pero si de repente salimos a dar la vuelta, o a hacer mandados, no te frustres si tardamos en llegar. Podrás jugar cuando lleguemos a casa- Kuma suspiró, frustrado.


 


-Eso si mi padre no se mete- cada vez que hablaba de él, Kuma se escuchaba enojado y resentido. Y bueno, lo estaba.


 


-Por él no te preocupes, tienes mi permiso para jugar y sabes que lo mantengo a raya. Ahora solo disfrutemos un rato aquí, y ya nos vamos- en realidad, a Kuma no le quedaba otra opción, así que se la pasó platicando con su papá el resto del tiempo que estaban ahí. Antes de irse a casa, y sin que los menores se dieran cuenta, Joey anotó un teléfono en su celular. Un anuncio le había llamado la atención; ya después hablaría para pedir información.


 


Cuando empezaba a bajar el sol partieron hacia su casa. Los pequeños iban emocionados por sus útiles nuevos, y Joey estaba preparándose mentalmente para lidiar con Duke; no le era nada fácil. De hecho, era bastante difícil.


 


Entraron a casa y Hana y Hoshi fueron a saludar a su padre. Kuma se quedó con su papá con la excusa de que le estaba ayudando con las cosas. Cuando estuvo todo en orden, se escabulló a jugar antes de cenar.


 


-Hola- Duke entró a la cocina; se veía algo molesto.


 


-Hola- contestó Joey, tratando de guardar la compostura.


 


-¿Todo bien en la salida?- el rubio puso todos los materiales que había comprado en una mesa, y los acomodó según quien los iba a llevar.


 


-Sí, claro- Duke se sentó en una silla.


 


-No me parece bien que Kuma no venga a saludarme cuando llegan. Hoshi y Hana lo hacen y son más pequeños, él no tiene excusa para no hacerlo- Joey empezó a sacar lo que iba a necesitar para preparar la cena.


 


-La verdad no creo que lo haga porque no tenga la capacidad; creo que es porque no quiere- desde que Joey había decidido separarse de Duke, le decía todo lo que pensaba a la cara. Trataba de ser respetuoso, pero ya no se callaba nada. Antes prefería callarse las cosas con tal de evitar problemas. Ahora era al revés; sentía la imperiosa necesidad de decir todo lo que pensaba.


 


-Bueno, con mayor razón. Si sabe que me tiene que saludar, que me busque antes de irse a jugar- Joey suspiró. Eran ese tipo de exigencias que le parecían estúpidas.


 


-¿Quieres que la hable?- Joey ni siquiera le dirigía la mirada al padre de sus hijos; habría preferido que estuviera ahí.


 


-No, ya hablaré con él. Pero quiero que sepas que no me gusta que le consecuentes ese tipo de actitudes. Están mal. Y también, si no haces nada porque no juegue tanto, se va a echar a perder, tarde o temprano- Joey no creía en lo que Duke le decía, así que decidió solo no contestar. Escuchar y ya.


 


Duke se paró y se preparó algo de cenar para él solo. Después se retiró a la habitación que estaba usando.


 


Joey llamó a cenar. Convivió con sus hijos y luego los mandó a acostar. Kuma se quedó, ayudando a lavar los trastes.


 


-Muchas gracias hijo, ahora es tiempo de descansar- el adolescente asintió, dio un fuerte y cálido abrazo a su papá, y se fue a dormir, evitando una vez más a su padre.


 


Joey terminó de sacar la basura y hacer uno que otro pendiente, y se fue a su habitación. Ni siquiera se molestó en decirle buenas noches a Duke.


 


A veces sentía que estaba siendo demasiado duro con él, pero luego recordaba cosas que había vivido, o conversaciones que había tenido con Kuma donde le explicaba como se sentía, y sabía que estaba tomando una buena decisión.


 


Después de todo, se estaba priorizando a él mismo, y eso era lo más inteligente y valioso de todo.


 


 


Los días que faltaban para el inicio de clases se pasaron volando, y esa mañana estaban Hana y Hoshi preparándose para su primer día de 1ro de primaria. Estaban emocionados, aunque algo asustados.


 


Joey les preparó un rico desayuno, y también les mandó un saludable lonche. Fueron felices en el camino, y se quedaron tranquilos. Estarían en el mismo salón, y eso les daba seguridad. No les importaban mucho los demás niños, siempre se tenían el uno al otro para jugar.


 


Joey los dejó en la escuela y regresó a casa, sabiendo que debía llegar a enfrentar a Duke, porque faltaban 2 días para que se cumpliera el plazo que le había dado. No tenía ganas de lidiar con él, pero tenía que sacarlo ya de ahí si no quería que su salud mental colapsara.


 


-Hola Joey, ¿cómo te fue?- el pelinegro ya lo estaba esperando en la cocina.


 


-Bien, tranquilo. Se quedaron contentos. Son inteligentes, sabrán lidiar con lo que venga- Duke asintió.


 


-Bien, tengo que hablar contigo, ¿podemos ahora que estamos solos?- Joey se sentó al otro lado de la mesa, en donde lo alcanzaba a ver a los ojos sin problemas.


 


-Adelante- Duke suspiró. Se veía inseguro, como pocas veces en la vida lo había visto.


 


-Bueno, pues ya encontré un lugar en donde quedarme. Es una habitación en casa de un amigo. El problema es que no tiene cocina, y tú sabes que mis ingresos son bastante limitados. ¿Crees que podría seguir viniendo a comer? Solo en lo que soluciono mi situación- definitivamente no era lo que Joey esperaba, pero al menos era algo. No se sintió con la fuerza interna de tirarlo a la calle, y la verdad tampoco quería hacerlo, por lo que accedió sin muchas ganas.


 


-Pero habrá condiciones. No debes venir cuando mi papá venga, ni tampoco si tengo visitas. También quiero que hables antes de venir, para evitar un encuentro desagradable- Joey tenía todo el derecho de exigirle eso, según él. Y a Duke no le quedó otra que aceptar.


 


-Está bien. Te lo agradezco mucho. Además ya sabes que me interesa seguir estando presente en la vida de Hana y Hoshi, y claro en la de Kuma también. Por su propio y sano desarrollo emocional y mental- el rubio no estaba muy seguro de que eso implicara sano, pero sabía que era su padre y debía respetar eso.


 


-Nada más no hagas cosas que no debas hacer, porque si no acabaré por no dejar que vengas en ningún momento. Y por favor no les digas tonterías a los niños; de por si esto puede ser difícil para ellos, no agraves más la situación. ¿Cuándo te vas?-


 


-Mañana, ya tengo las cosas listas. No me puedo llevar todo de a primera, pero poco a poco me iré llevando mis cosas- Joey asintió. Y antes de que pudieran seguir con el tema, llegó Kuma.


 


-Hola, buenos días- estaba un poco adormilado todavía.


 


-Hola hijo, buenos días- Joey se acercó y le dio un abrazo que fue correspondido de inmediato. Después fue Kuma el que se acercó a su padre. Se saludaron y abrazaron también, y luego Joey y Kuma prepararon el desayuno mientras platicaban sobre lo que a ambos les gustaba; los videojuegos.


 


Duke estaba preparándose su propio desayuno en silencio, solo escuchando.


 


 


Más tarde, Kuma y Joey salieron a buscar a los gemelos de su primer día de clases. Ambos salieron contentos, aliviados al saber que la escuela no era como lo imaginaban sino que era mejor, y felices porque casi parecía kínder en lo divertido.


 


-¿Estás bien papá?- Kuma siempre estaba al pendiente de Joey, y era algo que agradecía. Caminaban hacia la casa, que estaba muy cerca de la escuela.


 


-Sí, todo tranquilo. Tu papá acaba de decirme que mañana se va, pero me pidió que le diera chance de seguir viniendo a comer porque no tiene donde- Kuma pareció pensar en esa idea por un momento.


 


-Supongo que le dijiste que sí- Joey asintió. A veces hasta salía regañado por su propio hijo, pero aunque no le gustara, agradecía la intención, que era ayudarlo y centrarlo.


 


-Sí, no me siento con el valor de sacarlo a la calle y yo lavarme las manos. No tengo ninguna obligación, eso lo sé, pero de todas maneras... es complicado- Joey pensó que Kuma le iba a reclamar, o a regañar. Pero nunca llegó, el adolescente solo asintió, bastante tranquilo.


 


-Bueno, al menos no estará en casa. No me encanta verlo diario, pero supongo que está bien- Joey asintió. Salieron los gemelos felices de sus clases, y se retiraron del lugar.


 


Llegaron a casa, y una vez más Joey se vio absorto en su rutina diaria, en donde era papá y amigo a la vez, y jugaba y convivía con todos, mientras que hacía las labores pendientes también.


 


En la tarde, cuando todos estaban ocupados en algo, y Duke había salido, tomó su teléfono celular y marcó al número que había anotado hace unos días.


 


Era un anuncio en un pequeño café, donde solicitaban un mesero, Pensó que si podía acomodarse con los horarios de la escuela de Hana y Hoshi, podría empezar a trabajar ahí y tener un ingreso extra.


 


Lamentablemente el puesto estaba ocupado, pero Joey no alguien que se rindiera fácil, así que pidió permiso para llevar un pan que él preparaba para que los dueños lo probaran, y aceptaron su propuesta. Al día siguiente se presentaría por la mañana, y si todo salía bien, podrían hablar de negocios.


 


Más tarde llegó Duke a recoger sus cosas. Se despidió de los pequeños y de Kuma. Joey lo acompañó hasta su motocicleta para ayudarlo con una mochila, ya que se le dificultaba por la lesión que tenía.


 


-Bien, muchas gracias Joey- Duke era alguien que llamaba la atención en donde estuviera, de alguna manera, fuese como fuese, llamaba la atención. Además, sabía ser educado y cordial, lo cual hacía que resaltara aún más.


 


-De nada- por un momento, el rubio tuvo sentimientos encontrados. Se sentía aliviado de que se fuera, y una parte de él se preguntaba si estaba haciendo lo correcto.


 


-Nos vemos mañana- Joey solo asintió, y Duke arrancó. Por un breve momento, Joey sintió arrepentimiento. Fue un pequeño pasón por esa emoción, pero le movió el tapete muy fuerte. Estaba seguro que no quería seguir con Duke como pareja, y estaba seguro que no quería alejarlo en su totalidad por el sano desarrollo y la estabilidad emocional de Hana y de Hoshi.


 


Entró a la casa y los pequeños lo abordaron, pidiéndole que jugara con ellos. Estaban jugando dominó, y accedió para poder compartir un ratito, y calmar todo lo que estaba sintiendo.


 


Hana era hábil en el dominó, pero Hoshi era como un monstruo; era sumamente difícil ganarle. Jugaron un rato antes de pasar a cenar con Kuma, donde convivieron un rato más, solo para pasar a dormir porque había que despertarse temprano.


 


A la mañana siguiente, Joey estaba vuelto loco entre la llevada de los niños a la escuela y la cita que tenía para mostrar su pan.


 


-Tranquilo papá, yo llevo a los gemelos, tú ocúpate de que todo salga bien- el rubio agradecía a todo lo agradecible por tener un hijo como Kuma, que si bien a veces tenía sus arranques de adolescente, sabía que podía confiar en él. 100%


 


Dos horas después, Joey estaba sentado discutiendo acerca de su producto con la gente del lugar, Les había dado a probar, y aunque al parecer les había gustado, era demasiado perecedero al no tener químicos.


 


De cualquier manera le habían recomendado un pequeño mercado que se ponía los domingos muy cerca de su casa. Por lo tanto y a pesar de que no había logrado un trato en el lugar, consideraba ese día como un triunfo.


 


Salió y se dirigió directo a casa, en donde estaban ya sus 3 retoños. Todos se acercaron a saludarlo, felices de que regresara a casa. Pasaron el día juntos, tranquilos.


 


Por la noche, llegó Duke a cenar. Convivieron un rato, y después se fue. Joey no sabía como sentirse al respecto.


 


-¿Estás bien papá?- cuestionó Kuma, una vez que los pequeños se habían ido a la cama.


 


-Sí, gracias Kuma- el adolescente enarcó una ceja.


 


-Pues la verdad no te ves muy bien, de otra manera ni te decía nada- Joey sabía que su hijo le decía la verdad, y es que el rubio era bastante transparente en cuanto a sus emociones.


 


-Bueno, podría estar mejor. Pero todo está bien Kuma, no te preocupes- Joey le dedicó una sonrisa, tratando de que dejara el tema. No es que no se sintiera en confianza, sino más bien que no quería hablar del tema, mucho menos con su hijo.


 


Joey era consciente que no debía de hablar mal de Duke frente a sus hijos. Al fin y al cabo, era su padre, con todo lo que eso implicaba. Y aunque no estaba de acuerdo con muchas cosas, no podía dejar del lado que era su padre y ellos lo necesitaban.


 


Joey se despidió sin decir más, y ambos se fueron a la cama.


 


Para el próximo sábado, cuando Kuma llegó de la escuela, su papá lo recibió muy alegre.


 


-Hola papá, te ves más feliz que de costumbre- Joey le sonrió.


-Oh, es que lo estoy. Tengo excelentes noticias. Tenemos un espacio en un mercado el día de mañana, para ir a vender pan- el rubio sonreía, y Kuma se alegró por él.


 


-¿Quiéres decir que yo también iré?- Joey lo abrazó, y luego lo vio a los ojos.


 


-Sí, tú sabes que tu ayuda es importante para mí. Además de que no podemos dejar a Hana y Hoshi, y ya sea que yo venda y tú estés con ellos, o al revés, lo mejor será hacer equipo- Kuma asintió.


 


-Está bien, me prepararé para eso. ¿Es temprano?- a Kuma no le gustaba levantarse temprano, y como no iba a una escuela normal, no tenía que hacerlo, y no estaba para nada acostumbrado.


 


-Sí, hay que estar allá a las 10.20 de la mañana, ya con todo listo, y yo tengo que levantarme temprano para preparar el pan. Lo bueno es que es aquí cerca, podemos ir caminando- Kuma tuvo el impulso de oponerse, pero ver a su papá así de contento era raro en esos días, por lo que él mismo se mantuvo en silencio.


 


Por la noche, Kuma ayudó a su papá a hacer la masa para el pan del día siguiente, y todos fueron a la cama temprano.


 


Joey estaba emocionado, por lo que tardó en dormir. Era una oportunidad muy buena, y si lograba consolidarse ahí, podría ser un buen ingreso para ya no depender tanto de su padre. Siempre había gustado de ser independiente, y ahora tener que pedirle para todo... hasta pena le daba.


 


Estaba dispuesto a salir adelante y darles una mejor vida a sus hijos.


Poco a poco lidiaría con Duke. Era pesado y complicado hacerlo, pero encontraría la manera. Lo primero era descansar para tener energía para el día de mañana.


 


Quien sabe, a lo mejor era el inicio de algo nuevo y fascinante.


 


 


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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