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Instrumento de venganza por lady_chibineko

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Título: Instrumento de venganza

Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)

Disclaimer: Los diversos personajes del MCU (Marvel Cinematic Universe) pertenecen a Marvel, Disney y sus respectivos creadores, productores, directores y demás involucrados en este amplio universo.

Advertencia: Este es un fic slash, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan.

Nota: Este fic participa en el evento 'SamBucky Halloween 2021 Bingo' auspiciado por THE SAMBUCKY LIBRARY en tumblr, con el prompt: Red right hand (Mano derecha roja) (Tarjeta 2, espacio inferior izquierdo).

Nota 2: Este oneshot es la tercera y última parte del AU Werewolf/Vampire SamBucky que está incluido en este mismo bingo.

~.~.~.~.~.~

Bucky terminó de contar un ciento de personas desde la posición en donde se había camuflado durante las últimas 12 horas.

Pues bien, 10, 100, 1000... daba lo mismo. Ni uno solo de ellos seguiría respirando tras haberse atrevido a quitarle la razón por la cual había seguido viviendo durante los últimos poco más de 3 siglos.

Y sí, estaba hablando de Samuel Wilson, su amante y la otra mitad de su alma; incluso si se suponía que los vampiros no poseían una.

Y ¿Cómo? ¿En serio 3 siglos?

Si, 3 siglos. 329 años para ser exactos, y se suponía que sería mucho, muchísimo tiempo más.

Y tal vez puedan pensar que 300 años era tiempo más que suficiente para pasarlo junto a alguien y finalmente cansarse; pero James 'Bucky' Barnes puede decir, con conocimiento de causa, que esa afirmación estaba completamente errada.

Su increíblemente lento envejecimiento gracias a la mezcla de su estado como hombre lobo y el serum de súper soldado que corría por sus venas, habían hecho que a estas alturas apenas fuese la aparición de unas cuantas canas, señal de que el tiempo seguía pasando por él; pero fuera de eso, ni una sola arruga, ni mancha en la piel. Nada de achaques propios de una edad avanzada, nada además de esas canas que habían aparecido unos 50 años atrás.

Había sido el joven príncipe T'Gani, el tatara tatara... bueno, no se acordaba que generación, pero era descendiente de T'Challa y Nakia, y toda una joyita para ese entonces con tan solo 10 años de edad; una edad a la cual por supuesto incluso a los pequeños príncipes les fallaba el filtro.

En ese momento Sam no había dudado en unirse a T'Gani con el afán de fastidiar a su pareja por un par de días, pero pronto el vampiro acariciaba con suavidad y cariño la cabellera del hombre lobo, susurrando en la oscuridad de la noche el como se pensaba quedar a su lado incluso cuando Bucky llegase a estar completamente arrugado y mucho más gruñón de lo era que en ese momento.

Bucky recordaba con claridad cómo se sentían las caricias que las yemas de los dedos de Sam dejaban sobre su piel, y en ese instante podía sentir el fantasma de las mismas como si acabasen de ser impartidas, junto a una sonrisa suave y ojos amorosos.

En realidad recordaba con pasmosa precisión todo lo que había vivido al lado de Sam. Lo bueno y lo malo, los momentos divertidos y aquellos donde había sido necesario juntar las voluntades de ambos para seguir adelante.

Desde aquella vez, poco después de que Sam y Bucky empezasen su relación y la pequeña Shuri... ¡Oh, Shuri! Nunca más existiría alguien como ella. Bueno, ella decidió burlarse de la 'música vieja', con el único afán de tocar una fibra sensible en Bucky. Por desgracias para ella, la selección que había juntado falló por algunas décadas, aterrizando más bien en las décadas de los 80's y 90's, antes que en las de los 30's y 40's. Y al parecer 'La Macarena' era una 'pieza musical' de gran importancia para el vampiro, quien guardaba gran cantidad de recuerdos entre sus estridentes acordes.

Por supuesto, una vez que Sam decidió 'corregir´ la desgracia de coreografía que Shuri estaba llevando a cabo de manera burlona, Bucky terminó perdiendo un poco la cabeza ante los sensuales e invitantes movimientos. Después de eso, Sam decidió por el bien de toda la población de Wakanda, que de ese momento en adelante la canción sería únicamente para momentos privados entre ellos dos. Bucky estuvo de acuerdo.

Era extraño pensar que tanto tiempo había pasado desde entonces, y que Shuri ya no estaba con ellos, ni T'Challa, Ayo, M'Baku... Steve...

Steve había sido la primera lección de ambos amantes en cuanto a lo que supondría perder a aquellos que los rodeaban.

Con pesar el súper soldado se había sincerado con sus dos mejores amigos, y había confesado el motivo principal para buscar con tanto ahínco al otrora Falcon... Había sido más que nada para pasarle el manto de Capitán América.

Bucky ya había sospechado algo como eso. Y por supuesto, era un deseo que no se le vería cumplido a Steve.

Lo que Bucky, y mucho menos Sam, podrían haber siquiera imaginado era el motivo tras aquella decisión.

Steve Rogers no quería vivir en un mundo donde no existiese Tony Stark.

El primer Vengador había caído profundamente enamorado del excéntrico millonario de manera lenta pero segura, y ese amor solo había crecido con el paso de los años, incluso si Steve nunca hizo nada al respecto.

¿Que Tony nunca lo supo? ¿Que al final lo vio formar una familia propia con Pepper Pots? ¿Que junto a ella trajo al mundo a una niña a la que adoró con toda su alma, y Steve no tenía nada que ver en todo ello?

Pues sí a todo, y Steve no tenía problema con ello.

Mientras Tony había estado en el mundo, mientras él había sido feliz; Steve había podido soportarlo, incluso cuando Tony no quiso saber nada más de él tras el fiasco al descubrir que la muerte de sus padres se había dado a manos del Soldado, y que Steve había guardado silencio sobre ello.

Pero en ese momento en el cual Tony ya no estaba, el estar varado allí aún salvando al mundo, aun colocando su rostro y su fuerza como símbolo de 'todo lo que estaba bien'; había llegado a ser insoportable.

Y el ver a Peggy en el pasado le había parecido una señal de que aun podía tener algo para sí mismo después de todo.

Sam y Bucky solo habían necesitado una mirada entre ellos para llegar al acuerdo de darle 'el permiso' a Steve de dejarlo todo y volver a donde por lo menos tendría un atisbo de felicidad.

La siguiente vez que ambos vieron a su amigo, éste era un hombre viejo que había vivido una vida plena con una mujer a la que amaba, junto a una familia formada por ambos; incluso si eso había significado al final no solo perder a dicha mujer, sino el sufrir nuevamente la muerte de Tony Stark y no poder hacer nada al respecto.

T'Challa permitió que Steve fuese a vivir sus últimos años a Wakanda, alejándolo del drama causado por el regreso de la mitad de la población del planeta y el causado por el nuevo Capitán América elegido por el gobierno de los Estados Unidos, un tal Walker.

Poco menos de 2 décadas después, ambos seres sobrenaturales por fin le daban el último adiós al mejor amigo de ambos.

Pero nuevas despedidas llegarían después, una tras otra, porque ese era el curso de la vida.

Y en cada nueva generación, y con cada nuevo gobernante elegido para portar el mando de la Pantera Negra, tanto Sam como Bucky empezaban una vez más; o mejor dicho continuaban, al punto de ser considerados ya como un legado viviente para el nuevo reinado.

Sam alguna vez había dicho que ambos eran prácticamente como la 'Mano roja derecha' de Wakanda. Por supuesto Bucky no había entendido para nada la referencia en un principio, así que Sam buscó la canción en una de las tantas plataformas virtuales de música que operaban en ese momento, así como la letra, y había introducido a Bucky a la canción 'Red Right Hand' de Nick Cave and the Bad Seeds.

Y como siempre Bucky tan solo se encogió de hombros y le dio a Sam el 100% de razón. Y es que al lobo no le importaba si era considerado un protector o un verdugo, o quien sabría qué más. Lo único que sabía era que mientras tuviese a Sam al lado, sabiendo que el vampiro lo consideraba su compañero por sobre todo lo demás, era más que suficiente.

Y entonces... le quitaron a Sam.

Había sucedido 5 días atrás.

La reina Zonwa era una soberana increíble, y bajo su reinado Wakanda había continuado prosperando, tal y como llevaba sucediendo por siglos.

Y como en los últimos siglos, eso traía enemigos al reino.

Pero tanto Sam como Bucky era piezas fundamentales en el tablero para la protección del gobernante, así que cualquier intento de lastimar a la reina sería infructuoso. Llevaban generaciones logrando aquél objetivo.

Sin embargo, de alguna manera, Sam había sido capturado por el grupo que trataba de derrocar a Zonwa y hacerse del reino, y ni Bucky ni ninguna otra alma en el palacio se había enterado de aquello hasta dos días después, cuando un misterioso paquete apareció a las puertas del palacio.

Un paquete que olía a Sam, a quien Bucky llevaba buscando más de un día con desesperación. El hombre lobo no esperó a que lo revisasen con el escáner antes de tomarlo entre sus manos y abrirlo sin esperar siquiera un segundo.

Ante sus ojos, una mano derecha se prendió en llamas y ardió hasta que solo quedaron cenizas. Pegada en la tapa, una nota impresa daba un mensaje bastante claro.

'El vampiro fue el primero. Wakanda caerá'.

El grito de Bucky fue desgarrador, y se escuchó en todo el palacio y sus alrededores.

Y ahora, días después, el lobo cumpliría una última vez con su deber para con Wakanda, pero por sobre todo, cumpliría con su deber para con el amor de su vida. No como un protector o como un verdugo para Wakanda, sino como un instrumento de venganza ante la muerte de Sam.

Su Sam.

La noche cayó alrededor suyo, y la trasformación ante los primeros toques de la luz de luna llena, se sintió en su cuerpo.

Solo una vez más, una noche más, y volvería al lado de Sam.

El hombre lobo blanco se puso sobre sus 4 patas y raudo entró por el lugar donde notó fallas en la vigilancia.

Uno a uno aquellos que se cruzaban en su camino fueron cayendo, y el piso comenzó a teñirse de sangre y ser adornado por los cuerpos sin vida de sus víctimas.

Gritos de furia o dolor, súplicas, llantos... nada detuvo a Bucky hasta que el último de aquellos que le arrebataron a su Sam dejaron de respirar.

No llegaba ni a la media noche para cuando cumplió con su objetivo, luciendo un pelaje completamente enrojecido y portando una respiración pesada.

Finalmente, solo quedaba algo por hacer: Buscar el último lugar en el que Sam estuvo para poder morir junto a él de alguna manera.

Comenzó a olfatear.

Su nariz lo llevó abajo, a un sótano.

El aroma de Sam aún se encontraba allí. Lágrimas acudieron a su rostro.

Finalmente llegó a una extraña habitación que le trajo muy malos recuerdos de HYDRA y su tiempo como el Soldado de Invierno.

Un gemido salió de su garganta al imaginar a Sam allí a manos de sus captores.

- Sam...- aulló al final, listo para dar su último suspiro.

- Bucky...

La cabeza gacha del lobo se alzó como impulsada por un resorte.

¿Había sido acaso su imaginación?

- ¿Sam?- la voz rasposa del lobo intentó de nuevo.

- Buck...- sonó una vez más, de una manera apenas audible, pero era la voz de Sam.

Bucky comenzó a desmantelar el lugar.

Destrozó muebles, equipo... nada se salvó, pero no había indicios de Sam.

Fue por las paredes de piedra, haciendo huecos, escarbando sin importar que su garra derecha se rompiese y sangrase. Aún nada.

Finalmente fue por el piso, y de alguna manera encontró este panel de metal que aunque parecía ser parte del piso, no lo era. Y debajo... Sam.

Apenas consciente, apenas en este mundo; pero aun aquí.

- Ey...- sonrió el vampiro antes de perder el conocimiento.

- ¡Sam! ¡Sam!- sollozó Bucky una y otra vez, pero sin resultado.

Hasta que finalmente el desesperado cerebro del lobo comenzó a funcionar más allá de querer despertar a Sam, y activó el comunicador que Kabi, la actual capitana de las Dora Milaje, le había dado.

- ¿James?- llegó la voz con tono lúgubre, pues Bucky había prometido despedirse de ella antes de partir.

- ¡Sam! ¡Vivo! ¡Ayuda!- gruñó el lobo desesperado. Tal vez apenas estuviesen a minutos después de la media noche, pero Bucky no iba a ser capaz de llevar a Sam a una locación segura antes del amanecer. No una que tuviese lo suficiente para atenderlo en el estado en el que estaba.

- ¡¿Cómo?! ¡Oh! ¡Alabada sea Bast!- respondió la mujer- Muy bien, estoy poniéndome en camino. Tomaré el Royal Talon Fighter que tiene el sarcófago de Sam ¿Cuántos enemigos quedan de pie?

Bucky gruñó.

- No.- respondió, siendo esta palabra más sencilla que decir 'Cero' o 'Ninguna'.

Un corto silencio se dio del otro lado.

- Entendido. Estaré allá antes del amanecer.

Bucky cortó la comunicación y observó a Sam. Estaba tan pálido... tan, tan pálido.

Con una facilidad nacida de haber hecho lo mismo cientos de veces, Bucky acomodó a Sam a horcajadas sobre su regazo, notando por primera vez el muñón ensangrentado en donde debería estar la mano derecha cuyos dedos tantas veces había entrelazado con los suyos propios. Un gruñido peligroso se dejó escuchar salir de su garganta.

Si pudiese matar a los malditos una vez más, lo haría sin dudarlo.

Finalmente guió con delicadeza los labios de Sam a su cuello, y dejó que el instinto del vampiro tomase control.

Tendría que separar a Sam antes de que el daño causado a su persona fuese irreversible, pero fuera de eso no le importaba que Sam lo drenase hasta casi el punto de la inconciencia.

Todo por mantenerlo vivo.

Todo para tenerlo a su lado.

Kabi llegaría de todas maneras y los colectaría a ambos.

Ya después haría que los científicos le hiciesen una mano de vibranium a Sam.

Ya después desarrollaría una estrategia de protección para que esta situación no volviese a darse nunca.

Después se encargaría de eliminar de manera sistemática todas y cada una de las amenazas contra Wakanda, si es que eso significaba tener a Sam a salvo hasta el final de los tiempos.

Y no le importaba si lo llamaban protector, verdugo o instrumento de venganza.

Si Sam estaba a salvo, todo lo demás carecía de importancia.


The End


Notas de la autora:

¡Lo he logrado! Terminé de subir los 9 fics en 3 meses, y con unas horas extra ¡No pensé que sucedería!

Muchas gracias a quienes han seguido este bingo y no solo han leído, sino me han dejado muestras de apreciación con kudos, favoritos e incluso comentarios. Espero que este pequeño fic haya sido del agrado de todos, incluso si terminó con una nota un poco más oscura que el resto del evento.

Nos estamos viendo pronto en nuevos fics y otros ships (dependiendo lo que cada lector shippee... saben que tengo un poco para todo).

Un kiss gatuno para todos.

chibineko chan
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)

~.~.~.~.~.~

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