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Seiya De Pegaso por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Hola mis terrones de azúcar, hasta hoy mamá terrón de azúcar tuve oportunidad de publicar, este es el regalo de cumpleaños de nuestro buen Seiya de Pegaso, alias el pony con alas.

Se que su cumple fue ayer, pero... Pues, deberes y demás... Pero en fin, disfruten este pequeño One Shot, de como me imagino que algún día vivió su cumpleaños.

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, hasta hoy mamá terrón de azúcar tuve oportunidad de publicar, este es el regalo de cumpleaños de nuestro buen Seiya de Pegaso, alias el pony con alas.

Se que su cumple fue ayer, pero... Pues, deberes y demás... Pero en fin, disfruten este pequeño One Shot, de como me imagino que algún día vivió su cumpleaños.

-¡¡¡¿SEIYA?!!!- El grito de una joven se escucha, la cual está buscando por varios lugares del santuario de Atena a alguien.

-¿Han visto a Seiya?- Pregunta a algunas personas que obviamente conocen a quien intenta encontrar.

-No, lo siento-

-Por hoy no lo he visto-

-No-

-¿Ya lo buscaste por el bosque?- Pregunta un joven de cabellos castaños claros.

-Sí, ya fui. Incluso al escondiste que le mostraste- La chica aprovecha para un pequeño reclamo.

Una débil sonrisa de pena se dibuja en aquel rostro –Bueno, entonces… Sí que será difícil-

La joven que su rostro no es mostrado por la ley de las máscaras, deja escapar un sonoro suspiro, cruzada de brazos sobre su pecho –Necesito encontrarlo-

-¿Por qué es tan importante?- Pregunta el joven a su lado –No es la primera vez que se desaparece por querer jugar un rato-

-Sé que no es por eso…- Le responde tajantemente, algo cabizbaja.

-¿Marin? ¿Qué le pasa a Seiya?- Puede tonar la diferencia de tono de voz, cuando la joven Nipona lo hace, es que algo está pasando, teme en cierta forma que sea malo referente a ella o al niño hiperactivo.

-Hoy es el cumpleaños de Seiya, y sé que es algo difícil para él…- No quiere continuar hablando, pues sabe perfectamente que este tema es bastante cruel de tocar con alguien como el joven a su lado.

-¿Por qué?- Curioso por saber este dato, ya que al igual que ella, Seiya también le preocupa, es como un pequeño amigo, que le agrada su compañía.

Un suspiro sale de aquellos labios ocultos entiende que tendrá que explicarle brevemente, aunque no le gustaría herir los sentimientos del otro.

-La hermana mayor de Seiya, Seika…- Se muerde el labio, teme tocar una fibra sensible –Él la busca constantemente, y sé que… Este día es muy difícil para él, ya que recuerda los momentos con ella…-

Claramente sabe toda la situación referente con Aioria y el hecho de ser tachado como el hermano menor de un traidor, algo que le parece a la joven una crueldad…

Pero que ella no puede hacer mucho, ya que igualmente es una persona bastante rechazada por no pertenecer al mismo continente que los oriundos de allí.

Aunque para ella no significa tanto problema hoy en día… Tal vez para el castaño claro, puede ser algo que le traiga malos momentos.

Y más a sabiendas que justamente ayer, fue el cumpleaños de quien fue alguna vez Sagitario.

-Oh, ya entiendo…- Su tono de voz no cambio, de hecho se nota tranquilo, asintiendo de inmediato –¿Tal vez fue a Rodorio…?- Propone, parece que intenta también cambiar el tema principal de la preocupación de la joven.

-Fui esta mañana, después de que no se presentara al entrenamiento- Le seguirá la corriente, pues no es necesario estar hablando de algo que no corresponde a ninguno o causa conflicto.

-¿Otro lugar que le guste ir?- Pregunta, dando algunos pasos hacia las afueras del santuario.

-Aparte del bosque, Rodorio y antiguas ruinas, no he notado otro más- Suspira, ya cansada de este juego infantil –Ha aprendido recientemente a ocultar su cosmos, si no fuera por eso, ya lo hubiera encontrado- Menciona esto lamentándose de sus lecciones ahora.

-¿Lo ha dominado tan rápido?- Sorprendido el actual León dorado.

-Sí, necesito enseñarle tanto y por cosas como estas que se escapa cuando lo desee, a veces nos atrasamos- Refunfuña un poco la joven, caminando a la par ahora del griego.

-Eres una buena maestra- Un pequeño cumplido para Marin, acomodando de la gentil sonrisa del león dorado.

-Gracias, pero creo que no es la gran cosa- Intentando restar importancia al asunto –Ahora lo principal es encontrar a ese niño- Posa sus manos en sus cintura, demostrando con su pose y voz el enojo.

Le hace gracia verla así, algo enojada, decidida y también… ¿Por qué no? Preocupada.

-Tal vez… ¿Fue a la playa?- Propone el Griego de una manera sutil, siendo de los pocos lugares que no ha ido la joven.

-Casi nunca va…- Murmura aquello, pero… ¿Que puede perder si es que va a revisar por si las dudas?

Con esta propuesta, y sin ser invitado a la búsqueda, Aioria acompaña a la joven, tal vez para pasar un rato juntos, como amigos obviamente y de paso felicitar al hiperactivo niño que se ha ganado el cariño del dorado de Leo.

Al llegar, el lugar estaba en cierta forma vacío, sin duda es normal, el clima frio ya se siente por todos lados y la playa en si no es una excepción, aunque no es tanto… Muchos prefieren alejarse por ahora.

Y como si fuera por cosa del destino y que Aioria tiene la razón… Justamente a la vista, con un semblante serio y malhumorado, esta Seiya, arrojando piedritas al imponente océano, Despreocupándose de cualquier cosa.

Al ver esto, Marin podía sentirse más tranquila, pero eso no quita la preocupación que vivió al buscar a este niño tan hiperactivo y revoltoso.

Claramente se lo haría saber de inmediato.

Su paso firme hacia donde el castaño oscuro se encuentra, acompañada del león dorado, que se veía venir el regaño que ella le daría.

-¡¡¡SEIYA!!!- Llama firme el nombre de su discípulo.

Por estar concentrado en sus propios pensamientos y acciones, se sorprende de escucharla, que incluso deja caer las piedritas que lleva en la mano, dando unos saltos en su mismo lugar.

-¿Ma-Marin?- Pronuncia el nombre de la joven en partes, pues… Conoce perfectamente el castigo que ella le puede dar.

Desde luego no el daría un traro especial por ser su cumpleaños.

-¿Qué estas haciendo aquí?- Rápidamente le cuestiona –Te estuve buscando todo el día, ¿Por qué te escapaste?-

-No me escape…- Niega de inmediato con la cabeza –Solo… Quería…- No encuentra una buena excusa, ante la presencia de la joven, e intentar suplicar con la mirada al Griego que lo ayude.

Pero, este desde luego no lo hará, debe dejar que la maestra del menor se encargue de algo así.

-¿Solo querías que?- Pregunta algo curioso, sin dejar de tener un tono serio.

-Nada…- Se calla mejor, muerde su labio inferior, para no seguir.

Se levanta de la arena, dejando escapar un suspiro y estando ahora cabizbajo.

-Si me vas a castigar hazlo de una vez- Habla con un tono de resignación, sin levantar la cabeza, esta molesto, pero… También la tristeza se nota en su semblante y cosmos.

-Claro que mereces un castigo- Ella habla firme ante el niño, para imponer su autoridad.

-Está bien, no me importa…-

Estaba acostumbrado a castigos físicos, por su estadía en aquel lugar donde los obligaban a entrenar, para prepararlos a este momento, así que cualquier cosa que le imponga Marin lo soportara, después de todo ella es un caballero de plata, su temperamento puede no ser el mejor siempre.

Nota el malestar en el niño, clara señal de que algo más le está ocurriendo, pero…

¿Sería prudente preguntar ahora?

¿Mejor de una vez castigarlo y dejar el asunto por la paz?

O… ¿Hacer algo que nadie se esperaría de ella?

Sin pensarlo mucho, y dejándose guiar por un pequeño instinto maternal, pues ella aunque no recuerde el por qué, posee un sentimiento de querer proteger a ese niño.

Como si algo le recodará en su interior que alguna vez tuvo a alguien importante también, a quien proteger y resultará ser un hermano menor.

Un abrazo, fue el movimiento que la Nipona procedió a hacer, en donde capturó al niño entre sus brazos, estando a su nivel, para reconfortarlo a como fuera el caso que se diera.

Seiya sorprendido ante este gesto, abriendo sus ojos marrones de par en par, sin entender como reaccionar a esto.

-¿Marin?- La llama con cuidado.

-Todo estará bien, Seiya…- Le habla con suavidad, con ese toque en cierta forma maternal que posee la joven, queriendo calmar cualquier cosa que el menor guarde en su corazón.

Quien su día de cumpleaños es hoy, se queda sorprendido porque ella actué así, como si supiera que algo dentro de su ser está rota y destruido, recodando la rabia y tristeza por haberse separado de su única familia que de verdad él quería.

Sus manos tiemblan, su corazón late desesperado, el ceño fruncido, pero las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas, sin más que hacer se aferra a las ropas de la jovencita.

Su dolor que ha estado guardado por tanto tiempo…

Siendo el día de su cumpleaños, no existe felicidad completa en su ser, porque está roto… Destruido su corazón por completo, ya que… Seika, su hermana es lo que más falta le hace…

Quisiera como regalo solo volver a estar a su lado… Seiya nunca pido nada de esto y al final es obligado a estar en este camino de espinas y dolor.

Creía que estaba solo, pero… Al parecer no es así…

Solamente el menor es quien llora, aferrándose a la peli naranja, que lo intenta reconfortar con un abrazo, dándole esto como seña de regalo de cumpleaños.

El poder de desahogarte sin importar que suceda o digan los demás.

Si bien, Aioria esta contemplando la escena, sabe que en estos momentos sobra, pero… No quiere dejarlos solos…

Es curioso… Ver como aquellos que han perdido a alguien importante en sus vidas…

Si bien sus padres lamentablemente no estuvieran siempre con ellos, tenían alguien quien cuidará de ellos o que proteger… Y ahora los tres están en cierta forma rotos…

La diferencia es que con Aioria, sucede que cuando fue de la edad de Seiya, no existió nadie que lo quisiera escuchar…

Marin no recordaba de forma consiente ese dolor de haber pedido a un hermano…

Y Seiya, al menos no está solo en su terrible tormento… Puede que por eso, en este día que deberían estar sonriente, derrama lágrimas, pues se siente con el permiso y derecho de hacerlo.

Puede derramar todas las lágrimas en este momento, después ya no tendría permitido por sí mismo y por su maestra, incluso gritar a todo pulmón su molestia, tiene ese permiso, ninguno de los allí presentes le dirá algo.

Al final, cuando todo este momento de angustia y dolor acabe, puede que al menos una cena casera entre los tres se puede llevar a cabo, solo algo pequeño en honor al futuro Pegaso.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo acá publicando hasta el día de hoy, se que ya no es el cumpleaños del pony con alas, pero... Nunca es tarde para darle un pequeño presente y que ustedes disfruten todas las hermosas ocurrencias.

Aquí metí dos personajes, que sin duda se perfectamente que le brindaran un cariño incondicional al Pegaso, por lo cual sin importantes.

Pero mejor dejare que ustedes opinen a respecto mis hermosos terrones de azúcar.

Sin embargó primero le vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar...

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Seiya tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Seiya tu cumpleaños si que si.

Se que fue ayer, peor bueno...

Mañana tenemos otro cumpleaños, pero... Veré si logro publicarlo mañana, sino hasta el sábado sin falta o domingo mas tardar.

Espero que disfruten el pequeño especial, y espero que les guste.

Por favor sigan cuidándose, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas. 

Les agradezco de todo corazón cada uno de su apoyo, cariño, votos, comentarios, todo lo que ustedes me dedican lo atesorare por siempre.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


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