Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sentimientos por Skarlatta

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaraciones:

Esto: [...] es un separador que significa cambio de tiempo o escenario.

/·································Capítulo 1: Inquietud·································


Días atrás no sólo había admitido estar enamorado, sino que, en un arrebato, le había revelado sus sentimientos a Rei, el causante de ellos. Aun así, había una cosa en particular a la cual Kai no se acostumbraba todavía: La forma rápida y fuerte en que su corazón latía al mirar a Rei.

Aquellos acelerados latidos le daban la sensación de no tener el control sobre sí mismo y, por supuesto, eso no le agradaba. Pero no pudo hacer nada por evitarlo cuando vio a su compañero asomarse por las puertas del autobús de la BBA.

Su radiante mirada felina, su hermosa sonrisa cuyos labios ya había probado, su presencia cálida. Todo en él lo hacía vibrar.

—Tyson, ven. Vamos a hacer un viaje de estudios.

La felicidad que escuchó en su voz estuvo a punto de provocarle una sonrisa. Pudo evitar el gesto mientras se regañaba en sus adentros.

Estar enamorado le molestaba debido a las repentinas sensaciones que afloraban en su interior con una alarmante velocidad, empujándolo a tener pensamientos o realizar acciones fuera de lo usual. Eso lo sacaba por completo de su tranquila zona de confort egoísta en donde sólo se preocupaba por sí mismo y sus objetivos. Interesarse en alguien más, y todo lo que eso conllevaba, era algo nuevo para él, algo que le preocupaba e inquietaba por momentos, especialmente al darse cuenta de que dichas sensaciones nacían de mínimos detalles, como ver u oír al chico que le gustaba.

Se guardó un suspiro de resignación conforme subía al autobús e iba a sentarse en el lado opuesto y una fila de asientos atrás de donde su compañero estaba. Nunca admitiría haber hecho tal cosa para observar al chino desde ahí, pero eso era exactamente lo que había hecho. Tampoco admitiría haberlo echado de menos, pero eso era exactamente lo que había sentido.

Durante el trayecto a los laboratorios de la BBA su mente estuvo ocupada entre pensamientos que viajaban del Beyblade a Rei y viceversa.

Visitar aquellos laboratorios era una oportunidad muy importante como para no prestarle atención. Por otro lado, su compañero de equipo estaba comportándose con él de una manera muy neutral, y no sabía cómo sentirse respecto a eso.

Te dije que yo olvidaría lo que pasó.

Las palabras dichas por su amigo —después de besarlo por primera vez y antes de besarlo una segunda—, resonaron en su mente.

Tal parecía que Rei estaba dispuesto a cumplir su palabra.

Pero Kai estaba dispuesto a cumplir la suya.

[...]

La visita no estaba siendo lo esperado, sobre todo para su equipo.

Siendo fieles a su infantil naturaleza, los chicos tuvieron expectativas demasiado altas acerca de lo que encontrarían en aquel centro de investigación. Fue por eso que la caída resultó demasiado dura, particularmente para Max, quien perdió una pelea fácilmente y, además, en frente de su madre. A propósito, Judith solamente utilizó al equipo como ratones de laboratorio, situación que le resultó desagradable, mas él, fiel a su habitual naturaleza poco demostrativa, no hizo notar eso.

—Kai, ¿vas a venir?

—¿Y perderme el postre?

Respondió irónicamente a la pregunta de Tyson.

No estaba dispuesto a corretear por ahí sin rumbo fijo más allá de arriesgarse o meterse en problemas. No, no lo necesitaba. Si los niños querían hacerlo… Adelante, pero que no contaran con él.

Dos horas más tarde se dio cuenta de su error.

Como capitán del equipo su deber era vigilar y cuidar a esos niños. Nunca debió dejarlos ir solos, podría ocurrirles algo. Podría ocurrirle algo a Rei, porque mentiría si dijera que no estaba bastante preocupado por él. Durante unos momentos no supo si hacía eso por todo el equipo en general, o si lo hacía por aquel chico de felina apariencia a quien no dejaba de pensar.

Kai no tenía forma de saber que Rei también lo tenía muy presente en sus pensamientos últimamente.

—Creo que es hora de que salgamos de aquí. Kai debe estarse preguntando qué nos pasó.

Rei dijo aquello sin pensar, mirando ligeramente tras él hacia donde sus tres compañeros le seguían, pasando a duras penas entre láseres de seguridad.

Al darse cuenta de sus palabras terminó por reprocharse mentalmente, porque hacía un par de días había tomado importantes decisiones.

Después de que su capitán le robara su primer beso, le aseguró que lo olvidaría. Y mientras viajaba de regreso a su pueblo natal, se dijo a sí mismo que no pensaría más en Kai. El problema era que no estaba ni cerca de seguir sus propias resoluciones.

En el exterior, actuaba como si nada hubiera sucedido entre ellos para no volver la situación incómoda o tensa pues eso no era algo que deseara. Pese a las egoístas acciones de su compañero, no le guardaba rencor ni ningún otro tipo de mal sentimiento. Lo apreciaba sinceramente y no quería lastimarlo. No quería que ninguno de los dos saliera lastimado. Con ese fin había determinado que lo mejor sería poner cierta distancia entre ambos.

Sin embargo… No estaba olvidando aquellos besos, ni tampoco dejaba de pensar en Kai. Desde su confesión y sus besos se sentía extraño, confundido, inquieto. Fingía que todo estaba bien, pero aquello no era más que simple apariencia.

Sólo esperaba, y pedía, que su compañero no volviera a actuar como lo hizo aquel día.

Volvió a la realidad cuando Max estuvo cerca de ser herido tras activar los láseres, instante en el cual también sintiera su corazón dar un vuelco anormal pues vio a Kai aparecer y salvar a Max, arriesgándose en el proceso.

El sentimiento fue por la preocupación de ver a ambos en peligro.

Eso se dijo, en una clara mentira para no sobre analizar su sentir en un momento tan inadecuado como lo era aquel.

Pronto se vieron atrapados. Frente a ellos, un muro de resistente material impenetrable. A sus espaldas, un par de chicos impidiéndoles el paso e insultando sus habilidades. Un detalle que le pareció fuera de lo usual fue el ver a su capitán ponerse frente a él. Tuvo la sensación de verle adoptar una posición protectora, como si…

Pasó saliva algo tenso.

"Como si estuviera protegiéndome" pensó, e inmediatamente sacudió un poco la cabeza en favor de deshacerse del absurdo pensamiento.

No tardó en retar a uno de esos chicos y abandonar su sitio tras el ruso para acercarse a beybatallar.

[...]

"¿Cómo pude perder?" Rei se cuestionaba, repitiendo una y otra vez en su mente la pelea que tuvo con Steven.

Los All Starz resultaron un equipo demasiado fuerte, más de lo que todos creyeron, llevándose así la sorpresa de dos amargas derrotas, las cuales sacudieron a todo el equipo y les obligaron a pensar en nuevas estrategias. Aunque, para ese punto de la noche, Tyson se encontraba tratando de animar a Max en la sala principal mediante poner alguna película o preguntarle qué le apetecía pedir para cenar; era bien sabido que el poseedor de Dragoon no podía concentrarse durante mucho tiempo. A veces envidiaba esa característica ya que él, en cambio, no podía dejar de pensar en su derrota y en que si esas batallas hubieran sido legales… Los Bladebreakers habrían sido descalificados.

Con un suspiro cansado se levantó del sofá en donde estaba, dirigiéndose a la habitación que compartiría con Max y Kai. Un nudo se formó en su estómago tras pensar en el segundo nombre, sensación que procuró ignorar conforme se dirigía a la ventana del cuarto.

Las estrellas iluminaban el oscuro cielo en una hermosa y pacífica vista que le brindó algo de calma. Lamentablemente, dicha tranquilidad fue muy efímera pues a los pocos minutos su mirada se fijó en su propio reflejo, aquel que el cristal le devolvía. Notó de inmediato cómo su rostro expresaba el abatimiento provocado por perder su encuentro. Esto le hizo suspirar de nuevo, dejándole con un solo pensamiento en mente: Debía encontrar la manera de vencer a los All Starz.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpió sus cavilaciones y, a través del cristal, pudo ver a Kai acercándose.

Por un momento el ambiente se tornó tenso.

—¿Cómo estás?

Kai rompió el silencio, inquietándose un poco al notar incomodidad en el ambiente, ya que ese no era el efecto que buscaba provocar en su compañero.

—Hoy no, Kai, por favor.

La petición del poseedor de Driger le sorprendió y extrañó a partes iguales.

—¿Hoy no? —Cuestionó, cruzándose de brazos— No sé a qué te refieres. Soy tú capitán, y si estoy aquí es simplemente porque estoy interesado en saber cómo te encuentras después de perder.

Se explicó, aunque no había creído necesario tener que hacerlo. Esa situación le hizo sentir cierta inseguridad de que, tal vez, haberle dicho a Rei sus sentimientos no había sido una buena idea después de todo.

—Estoy… Bien. No tienes nada de qué preocuparte —respondió, intentando no dejar ver lo avergonzado que estaba por haber pensado mal, aunque no podía alejar de su mente la posibilidad de que el interés de Kai fuera por los sentimientos que tenía hacia él—. Fue sólo una derrota. Aprenderé de ella y no se volverá a repetir.

Aún por medio del reflejo brindado por la ventana pudo observar al ruso sonreír con algo parecido al orgullo, como si estuviera orgulloso de él. Entonces un cúmulo de sentimientos se arremolinó en su interior.

—Así se habla.

Finalizó, dando media vuelta para salir de la habitación y dejar a solas a su amigo. No había nada más de que hablar. Por el momento.

Esta vez sería más inteligente. No volvería a actuar de manera brusca e imprudente, no se dejaría llevar por los impulsos de su corazón, sino que usaría la cabeza para encontrar una mejor manera de demostrarle sus sentimientos a Rei en lugar de arrebatarle besos.

—Kai, espera —lo llamó sin pensar, antes de girarse para encararle—. ¿De verdad estás aquí porque eres el capitán del equipo? ¿O lo haces por…?

Se detuvo allí debido a que cierta agitación interna le impidió continuar hablando. Ni siquiera estaba seguro de por qué había comenzado a hablar, así como tampoco estaba seguro de querer conocer la respuesta. Casi deseaba que su compañero no se hubiera detenido, porque lo hizo. Casi deseaba que no volteara a mirarle, pero eso también lo hizo. En momentos así no sabía si apreciaba o aborrecía la forma directa en la cual Kai decía las cosas, pues seguramente estaba a punto de darle una respuesta que no le gustaría. Contradictoriamente… Fue una respuesta que él mismo pidió.

—No te agobies pensando en eso, Rei. Concéntrate en buscar un modo de derrotar a los All Starz. Lo demás… No importa ahora.

Respondió de manera apacible, considerando que decirle la verdad, es decir, que lo hacía por ambos motivos, sería un gran error. El poseedor de Driger no necesitaba más peso sobre sus hombros y no necesitaba un "pretendiente". Lo que Rei necesitaba era un compañero, un amigo, un capitán. Y respecto a eso… Algo se le ocurrió, motivo por el cual ignoró un poco la sorpresa que le expresaron las doradas pupilas.

—Mañana a las 5:00 am baja al patio norte, entrenaremos solos tú y yo. Tienes mucho en lo que trabajar.

Decidió, esta vez siendo más serio al hablar. No esperó una respuesta, sino que dio media vuelta y abandonó la habitación, dejando a Rei tan sorprendido con su actuar que no pudo formular palabra alguna.

Le tomó unos segundos al moreno recuperarse.

No sólo se había quedado sin habla, sino también sin aliento. Y lo peor era que ni siquiera sabía la razón.

[...]

La noche transcurría tranquila, imperturbable, a diferencia de las mentes de dos beyluchadores, quienes —incluso con el cansancio acumulado por el día y la cómoda cama en donde se encontraban—, no podían conciliar el sueño debido a la multitud de pensamientos que no les permitían tener paz.

Acostado en un extremo, Kai observaba el cielo a través de la ventana cuyas cortinas se encontraban abiertas. Acostado en el otro extremo, Rei miraba la mesa de noche y un reloj sobre esta. En medio de los dos chicos, Max dormía ajeno al insomnio de sus compañeros.

Llegado cierto momento de la madrugada, Kai se cansó de intentar dormir y salió de la cama, arreglándose en silencio y abandonando la habitación para entrenar un poco, no sin antes darle una pequeña mirada a Rei, quien aparentó dormir; lo sospechó, pero prefirió no decir nada. Apenas eran las 4:00 am, faltaba una hora para que entrenaran juntos. Además, no estaba seguro de si en verdad su compañero asistiría al entrenamiento.

Leer a las personas fuera del ámbito del beyblade no era algo que se le diera especialmente bien, por eso no había sido capaz de notar lo tenso que su compañero de china se ponía ante su presencia o cercanía, y eso no era nada bueno.

Por otro lado, Rei dio un suspiro unos minutos después de que su amigo abandonara la habitación.

Algo dudoso se levantó de la cama y comenzó a prepararse. Faltaba bastante para la hora acordada con Kai, pero quedarse acostado no resolvería ninguno de sus problemas.

La decisión que tomó acerca de poner distancia con su compañero estaba tambaleando y nada podía hacer al respecto porque realmente no podía simplemente alejarse del ruso. Necesitaba su conocimiento, su ayuda y su entrenamiento, incluso si eso no le quitaba la preocupación de lo que podría suceder si se quedaban a solas. Debido a ello demoró un poco en salir de la habitación.

"Todo estará bien" se repitió constantemente mientras andaba, aunque sin estar realmente seguro de sus propias palabras.

Pocos minutos después estaba llegando a un pasillo en el segundo piso. Aquel sitio tenía un barandal y una clara vista al patio norte; desde ahí pudo observar a Kai un piso más abajo. La idea era bajar para iniciar con el entrenamiento. En lugar de eso se quedó de pie sin moverse, simplemente observando los movimientos de su compañero al entrenar. No supo las razones de cierto alboroto que se hizo presente en su pecho. Antes de darse cuenta, sus latidos se habían acelerado.

No estuvo seguro de cuánto tiempo permaneció mirando al otro chico. Sólo pudo reaccionar de lo que hacía cuando Dranzer volvió a la mano de su amigo y este giró a mirarle.

Tuvo un ligero sobresalto al momento en que sus miradas chocaron. Rápidamente se dirigió a las escaleras para bajar y acompañarle, fingiendo que eso estaba haciendo desde el principio y que nunca se quedó observándole.

De nuevo la tensión rodeó al par cuando estuvieron frente a frente.

"Hay algo raro aquí" fue el pensamiento de Kai.

Días antes, después de besar por segunda ocasión a su compañero, había notado ciertas señales. En ambos besos, Rei le correspondió luego de unos breves segundos de rechazo. Tras el primer beso ni siquiera supo decirle el motivo de corresponder, mientras que tras el segundo ni siquiera admitió haberlo hecho, mostrándose en un estado de negación un tanto extraño. Y, como si no fuera suficiente, tal parecía que olvidar lo ocurrido era otra cosa más que Rei no había hecho, pese a haber insistido en que lo haría.

—A entrenar.

Kai terminó con el pesado silencio entre ambos, señalando con un movimiento de cabeza algunas rocas y ladrillos dispuestos en el patio.

Eso logró obtener la atención del moreno y hacerle asentir en silencio.

El entrenamiento comenzó, teniendo como inconveniente que la interacción entre los chicos se limitara a lo estrictamente necesario. Además, tal situación pareció estar acompañada de una sensación poco común que a cualquiera de los dos les costaría describir.

Algo importante sin decir, o... Una conversación pendiente era lo que más se acercaba para explicar tal sensación.

Rei sentía como si tuviera palabras atoradas en la garganta, pero al mismo tiempo había un abrumante presentimiento de que decirlas no era correcto. Tal vez era por eso que ni siquiera había sido capaz de decirse a sí mismo esas palabras. Estaba algo perdido. Y Kai no estaba en un estado mejor, porque no sabía con exactitud lo que estaba haciendo. Se había decidido a enamorar a Rei, mas la sola idea ya le parecía fuera de lo normal y lo dejaba en terreno desconocido.

Si tan sólo las cosas con sus sentimientos fueran como el beyblade.

Ese fugaz pensamiento en la mente del poseedor de Dranzer le hizo considerar una nueva idea.

El beyblade era algo que ambos conocían muy bien, era lo que los había unido en un equipo, era parte esencial de sus vidas, ¿podría también ser lo que les ayudara a desaparecer aquella molesta tensión?

"No tengo nada que perder" con ese último pensamiento, Hiwatari rodeó el terreno preparado para entrenamiento, quedando al frente de su compañero, quien detuvo los torpes movimientos de su blade haciendo que volviera a él.

La sorpresa fue obvia en las felinas facciones cuando vio a su capitán preparándose para enfrentarlo.

—Olvídate de todo y pelea conmigo. Si no estás dispuesto a enfrentarme con toda tu fuerza no me vencerás, ni tampoco vencerás a los All Starz.

Dranzer fue lanzado al improvisado terreno de entrenamiento después de aquellas provocadoras palabras de su dueño, las cuales dieron justo en el orgullo de Rei, siendo eso lo que Kai buscaba. Vio la respuesta esperada cuando las doradas pupilas se afilaron y Driger fue lanzado sin demora.

—¿Ah sí? ¿Crees que no puedo vencerte? ¿Crees que no puedo vencerlos a ellos?

—A ellos… Tal vez. A mí… Lo dudo.

Atacó un poco más el orgullo del menor, dedicándole una media sonrisa quizás ególatra. Eso pareció funcionar para incentivar a su compañero.

—¡Demuéstrale, Driger!

Rei llamó de inmediato a su bestia bit, entonces el entrenamiento se tornó serio e intenso.

Atrás quedaron las dudas, la tensión y la incomodidad. Mientras el fénix y el tigre se enfrentaban en una feroz batalla, Kai y Rei se sintieron libres. No había el peso de nada más sobre ellos, nada les oprimía y nada les preocupaba. Lejos de eso había cristalina sinceridad y relajante liberación conforme los minutos pasaban, minutos que se transformaron en horas luego de que ambos beyblades salieran volando al mismo tiempo una, y otra, y otra vez, sin dejar un ganador en toda regla. Esto debería haberles molestado, debería haber golpeado en su lado competitivo. Sin embargo, no fue así. Los dos continuaron lanzando de nuevo a Dranzer y Driger, continuaron esquivando y atacando, continuaron enfrentándose con decisión y espíritu de lucha haciendo fulgurar sus miradas.

Algo que no les abandonó fueron las escenas de lo ocurrido después del torneo, pero tenerlas presentes no significó ningún estorbo. Las palabras dichas, los besos dados y la cercanía compartida aquel día permanecieron en sus mentes y en sus corazones, alterando su pulso de la misma forma en que lo hacía la beybatalla; de manera entusiasta y emocionante.

La afinidad que siempre habían sentido el uno con el otro se mostró en su punto más alto mediante la ferviente batalla, haciéndoles sentir que podrían continuar enfrentándose toda la mañana, o todo el día. Infortunadamente, la noche sin dormir nada les pasó factura, impidiéndoles mantener el ritmo en la pelea y obligándolos a detenerse cuando el sol se asomaba en el horizonte.

Driger voló hacia la mano de Rei, justo antes de que este cayera de rodillas respirando agitadamente. Por otra parte, Dranzer permaneció girando en medio del terreno de entrenamiento, aunque Kai lucía igual de agitado que su oponente, y si permanecía en pie era sólo por mero orgullo.

—No sé cómo lo hiciste, pero no siempre vas a vencerme.

Aseguró, sonriendo radiante mientras le dedicaba una mirada decidida a su capitán, quien, a su vez, le dedicó una sonrisa media conforme se acercaba a él, tomando a Dranzer con su mano izquierda en el camino.

—Quiero verte intentando derrotarme de nuevo.

Concluyó el bicolor, tendiéndole su diestra al menor para ayudarlo a levantarse. Contrario a lo que creyó, el chico no titubeó en tomar su mano y ponerse de pie.

De nueva cuenta se encontraron frente a frente, esta vez con escasos centímetros de distancia entre ambos.

Gracias a la cercanía, Rei pudo percatarse de que las pupilas rubí de Kai resplandecían con un brillo poco usual. Durante unos segundos se perdió en esa mirada, antes de que su capitán rompiera el contacto visual y soltara su mano para pasar al lado suyo, dirigiéndose a las escaleras.

—Eso es todo. Creo que podrás hacerte cargo de alguno de los All Starz si los enfrentas con la misma energía con la que me enfrentaste.

Fueron las serenas palabras de Hiwatari mientras caminaba, dejando atrás al otro chico siendo bañado por los primeros rayos del sol.

Rei parpadeó, como si no terminara de comprender el repentino cambio de la situación. En parte era así. Sintió que pasó de una acogedora sensación cálida a una arrolladora corriente helada. Se encontró muy confundido por su sentir, pero no tanto como se sintió cuando se dio cuenta de que había girado y seguido al mayor.

—Kai, espera. Quiero hablar contigo respecto a…

Guardó silencio repentinamente, del mismo modo en que su compañero detuvo su andar, obligándolo a detenerse también.

—¿Respecto a…?

Kai trató de incitarlo a hablar, mas no obtuvo pronta respuesta, lo cual le llevara a girarse para mirarlo cara a cara de nuevo. Sin detenerse a pensarlo mucho dio un paso hacia él, mismo que Rei retrocedió al instante.

—¿Por qué hiciste eso?

Fue la inmediata cuestión que el ruso soltó, extrañado por el movimiento contrario, aunque… Imaginaba el porqué.

—Porque… Tú diste un paso al frente.

Casi levantó una ceja ante respuesta tan peculiar de parte del antiguo White Tiger. Contuvo un suspiro. No sentía el ambiente tenso entre ellos como en las ocasiones previas en que estuvieron así. Beybatallar fue de mucha ayuda, e incluso le inspiró a continuar en su intento de enamorar a Rei; durante ese entrenamiento había palpado una conexión especial entre ambos, algo que nunca antes había sentido con nadie más. Todo emergió al calor de la batalla y sin palabras de por medio, pero ahora mismo hablar era algo necesario.

—Supongo que esto es por lo que pasó después del Torneo Asiático —comenzó apacible—. Escucha, Rei, lo que te hice… No estuvo bien. Lo… Lo siento.

Susurró la disculpa con algo de esfuerzo. No estaba acostumbrado a disculparse y no era del todo honesto, ya que no sentía en lo absoluto haber sido el primer beso de su compañero; no podría lamentarse por eso jamás. Lamentaba que hubiera sido, en cierto modo, forzado, mas no podía hacer nada para cambiar eso.

—Kai…

Rei susurró, demasiado sorprendido como para decir algo. Lo único en lo que pudo pensar fue en que su capitán pareció haberse preparado para darle sorpresa tras sorpresa. ¿Realmente se trataba de Kai? Parecía… Distinto. Supuso por unos momentos que tal vez todo lo ocurrido días atrás había sido resultado del arranque de celos por parte del mayor y que, una vez pasó la intensa emoción, pudo volver a ser racional.

—Quiero que sepas algo: Puedes estar tranquilo, no volveré a hacerte algo como eso.

Tras esas palabras, Kai dio vuelta y retomó su andar.

Lo dicho no eran simples palabras vacías, ambos lo sabían. Esas palabras significaban una promesa, la cual el ruso se había hecho a sí mismo incluso antes de volver a ver al chino. Por eso se apartó de él momentos antes, porque viendo su rostro bajo las luces del amanecer sintió su autocontrol perdiéndose, estando a punto de volver a robarle un beso, y tal acción era algo que no se podía permitir.

La próxima vez que unieran sus labios, si es que había una próxima, sería porque Rei lo deseaba también.

—Y no olvides lo que te dije en la habitación. Este no es el momento para que te distraigas o agobies con otras cosas. Mantente concentrado en el Torneo Estadounidense.

El bicolor finalizó, aunque el moreno apenas le prestó atención mientras asentía lento.

No quería admitirlo, y posiblemente no lo haría, pero el poseedor de Driger sintió cierta… Decepción al escuchar aquello. Que su compañero no volviera a besarle era lo que quería, entonces no comprendió por qué no se sintió bien al oír la promesa. Quizás sabía el motivo, no obstante, era algo más que aún no estaba dispuesto a admitirse.

"¿Qué estás tramando, Kai?" se preguntó intrigado e incapaz de apartar sus felinas pupilas del chico que se alejaba. Le conocía lo suficiente como para saber que estaba planeando algo.

Demasiado sumergidos en sus propios pensamientos, ninguno de los dos chicos se dio cuenta de unos curiosos ojos azules observándolos desde el segundo piso.


Continuará...

Notas finales:

¡Hola! ¿Qué tal?

Después de siete años, por fin la continuación a "Sentimiento". ¡Espero que sea de su agrado!

No hay mucho que deba comentar, salvo que el fanfic sigue la línea temporal del anime, por lo cual, si no han terminado la primera temporada se encontrarán con spoilers, no tantos porque habrá pequeños cambios a la historia, pero sí unos cuantos.

¿Algo más? ¡Ah, sí! Lamento decepcionar(?) pero de una vez aclaro: NO habrá lemon en este fanfic. Después subiré otros fanfics con lemon de este par.

Para finalizar, aviso que trataré de actualizar cada 15 días ;)

Ahora sí, eso sería todo. ¡Les deseo bonita mañana/tarde/noche! Y feliz fin de semana.

Hasta pronto~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).