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Siete días de navidad por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del fanfic:

Una historia corta que estare publicando por las fechas, durante siete días. Espero les guste.

Notas del capitulo:

---------------------------->Portada<---------------------------------------

Casi choco con Gilbert, apenas logró esquivar un estante con aromatizantes.  Las cosas en el carro de compras tintinean antes de que lo detenga.


— ¿todo bien?— Solo veo la chaqueta marrón de Gilbert, ni siquiera se voltea a mirarme— ¿Gil? ¿Encontraste una oferta?— pregunto, burlándome. En todos los meses que hemos vivido juntos, y por lo tanto hacer compras juntos, Gil tiene pésima suerte con encontrar las cosas en oferta. 


—no— por fin se gira a mirarme, frunciendo el ceño. Y ni siquiera así luce mal o ridículo. Lo que es ridículo es lo guapo que es. Me gustaría decir que solo estoy exagerando, que solo es producto de “el amor es ciego”  sin embargo: Gil tiene el cabello oscuro, con las puntas más claras y se le riza, además la primera vez que le vi pensé que usaba lentes de contacto por el azul intenso de sus ojos. No los usa— el pasillo tiene…— se aparta, y puedo ver que están colocando decoraciones navideñas.


— vaya, están adelantándose mucho. Apenas es octubre— hay muchas cajas en el suelo y los estantes están medio llenos. Y no se ve a nadie ordenando aunque es claro que lo están haciendo— aún queda Halloween.


— solo quedan unos días.


— sí…. Gilbert— le llamo pero es inútil, ya ha entro al pasillo.


— si lo ponen desde ahora se acabará todo cuando quieran comprar.


— ese es el truco, Gil. No vamos a comprar adornos navideños— él me mira, tan ofendido como si hubiera dicho algo terrible— Aun no, en cualquier caso. No necesitamos adornos navideños.


— pero no tenemos adornos navideños.


— ni siquiera sabes si podrás estar en casa— no quiero decir esas palabras, pero es la realidad y negarlo no lo cambiara. El año pasado Gilbert tuvo trabajo fuera, y el antepasado no recuerdo que fue lo que tuvo que hacer que tampoco estuvimos juntos— no digo que no decoraremos o algo, pero seamos un poco realistas y dejemos el espíritu del consumismo aquí. Nos encargaremos cuando sea más cercano— él suspira, mira con tanto anhelo a los sonrientes duendes que estoy a punto de ceder. 


— tienes razón.


— no te preocupes, debe haber cientos de tiendas en donde podemos comprar. Y también podemos pedir en línea. 


— eso me gusta…— al fin camina, alejándose de los estantes— ¿Qué falta en la lista?


— condimentos. Y carne— mientras buscamos las cosas que nos faltan, noto las miradas que    dirigen, en especial las chicas. Gilbert es modelo, así que realmente no exagero cuando digo que es guapo. No es famoso al punto de que lo reconozcan en la calle a cada dos pasos, pero si llama mucho la atención cuando salimos y por eso he desarrollado la costumbre de observar a los demás cuando lo observan. A comparación de él, mi cabello y ojos castaños son completamente opacados. Gilbert dice que no les presta atención a las personas que lo miran, y quizá sea cierto. A mí no me molesta, es su trabajo y si me molestara ¿Qué hago saliendo con él?       


— ¿podemos llevar galletas?


— creo que sí ¿te vas en dos días? tenemos tiempo para comerlas— no es fácil salir con él,  a veces pasamos mucho tiempo sin vernos más que en videollamadas. Por suerte no oculta su preferencia respecto a parejas, aunque mantiene su vida privada lejos del trabajo. Y me alegro por eso, no creo que me vaya bien rodeado de cámaras.


— no será una sesión larga.


— bien— seguimos por los pasillos hasta que nos formamos en una de las filas para pagar. No es una fila larga. Golpeo con los dedos el carrito, mirando como la cajera pasa lentamente los artículos de una familia por el escáner.


— Robbie…


— ¿Qué?— Gil no me esta mirando. Dos empleados están montando lo que parece ser un nuevo escaparate con artículos navideños, justo al otro lado del de Halloween.


— ¿Cuándo vamos a poner las decoraciones de navidad?— por suerte no esta mirándome, porque mi expresión…


— primero debemos quitar las decoraciones de Halloween del patio… cuando pase Halloween— añado. Él vuelve a fruncir el ceño y me mira. Me inclino para besarle— aún es muy pronto.


— está bien— es obvio que no esta bien. Intento no reírme. No sabía que le gustara mucho la navidad. No lo pasa como un día más, claro, pero al punto de ser uno de los obsesionados que compran todo desde ahora y decoran pronto— bueno, no esta tan bien ¿olvidas que mi agenda es muy variable? Podrían tener una sesión inesperada y no podría ayudarte con la decoración. No pude hacer mucho por las de Halloween.


— ¿estarías más tranquilo si te doy una fecha?


— si.


— Cuando llegue diciembre. Desde el primer día si quieres. Y prometo esperarte para decorar si tienes que salir.


— ¿harías eso?


— así decoremos el veinticuatro a las diez de la noche— me sonríe, su mejor sonrisa de modelo que me deja idiota.


— Gracias por eso.


— no es nada. Es más divertido decorar cuando lo hacemos juntos— la fila avanza, nos movemos hasta que comenzamos a poner las cosas en la deslizadora— si no estás aquí solo hare las compras para tener todo, cuando llegues haremos la decoración ¿te gusta ese plan?


— me encanta. 


— quizá podríamos hacer una video llamada para que elijas algo que te gusta.


— ¿y si compro algo cuando este fuera?— dios, parece que al final se saldrá con la suya. No puedo decirle que no si no va a estar aquí para esas fechas. Aún falta mucho para navidad pero pensar en otro año más separados, pasando la navidad pegados a un aparato para fingir que estamos juntos no es algo que me emocione. Tampoco soy egoísta para decirle que este aquí, y sé que no hay mucho que Gil pueda hacer para cambiar eso.


— solo si no estarás aquí ¿entendido? No traigas a casa una maleta llena de decoraciones navideñas— apenas digo eso me arrepiento: por la expresión que pone, creo que le he dado una idea. Está claro que cuando regrese en diciembre, si es que regresa, lo hará con una maleta llena de adornos de navidad.


 


***


Las personas comienzan a salir por el pasillo de llegada en el aeropuerto. El vuelo de Gil se retrasó un par de horas, y esperar en el aeropuerto no es lo más divertido que he hecho. Levanto la mano cuando lo veo mirando por la sala. Me saluda también, y ya estoy casi listo para irme de aquí. Gil debe estar cansando también.


— ¿Cómo fue todo?— le pregunto cuando me abraza.


— como siempre, todo salió bien aunque las modelos fueron un poco molestas.


— ¿un poco?— me burlo. Siempre se queja de todos lo que tienen un ego demasiado alto debido a su trabajo o apariencia, no solo de las chicas que son modelos, como la mayoría de sus trabajos son con chicas las quejas recaen sobre ellas— parece que fue más molesto de lo que parece.


— estas tenían complejo de diva.


— ¿en serio?


— querían que me quedara, que asistiera a fiestas y otro montón de invitaciones— ese “montón de invitaciones” involucra invitaciones de tono sexual. No me aguanto la risa. Gil realmente detesta cuando le hacen esas propuestas más de una vez, porque la primera siempre es un rechazo educado— no entiendo como no te molesta.      


— bueno, es porque confió en ti. Te conozco, y sé que si alguna vez estuvieras con alguien más me lo dirías— porque además la noticia seria como una bomba en el medio y me enteraría sí o sí— y posiblemente sea el final de nosotros.


— hablas cosas demasiado oscuras, Robbie.  


— tu iniciaste— no es la primera vez que hablamos del tema, a Gil siempre le parece curioso que no me moleste o me ponga celoso de que otros le miren o le hagan insinuaciones.  La verdad al inicio si me molestaba pero ¿estaría molesto y celoso cada que alguien mirara o se le insinuara a Gilbert? Pasaría todo el tiempo así.


— Hay algo que tengo que decirte— le miro, dudando un momento ¿habla en serio o es una broma?— son varias cosas.


— bien, te escucho— el aire frio me hela la nariz. Gil me pasa su abrigo por los hombros y me abraza— gracias.


— ¿va a nevar?


— posiblemente,  no he visto las noticias pero me parece que lo hará, no vas a hablarme del clima ¿o sí?


— no. mañana es diciembre— no entiendo, sí, mañana es diciembre ¿hay alguna fecha especial?  No hay aniversarios, que yo recuerde ¿tal vez tiene una sesión larga? acaba de terminar una pero no es raro que le llamen y quizá sea ir a otro país. No sé qué decir. Gil resopla— dijiste que decoraríamos cuando fuera diciembre.


— oh… eso— ¿Cómo puede recordarlo? ¡Yo no lo recordaba! La mayoría de las tiendas ya tiene completa sus decoraciones navideñas, e incluso muchas casas ya comenzaron con su decoración— no tienes ni diez minutos aquí y…— me rio, Gil me da un beso— bien, mañana vayamos a algunas tiendas.


— ¡Genial!— me rio más, parece un niño pequeño.


— no sabía que te gustaba tanto la navidad, señor Quien— se ríe, y un grupo de mujeres que están esperando en la entrada nos mira. O le miran, más bien. No hay muchos viajes en este momento y mi auto no quedo lejos— no quiero arruinarlo, pero ¿no tendrás sesión pronto? ¿Cuántos días vas a estar aquí?


— esa es otra de las cosas de las que quiero hablarte— aquí viene— me negué a trabajar en diciembre— me quedo con las llaves del auto en la mano, mirando a la nada ¿Qué hizo qué?


— creo que escuche mal ¿dijiste que te negaste


— sí, dije que no aceptaría nada cuando llegara diciembre.


— pero…


— les dije que he pasado dos años trabajando en diciembre y necesito pasar tiempo en mi casa, con mi familia. Contigo— la cara se me calienta. Esto es tan dulce de su parte, hace que le quiera más— no quería decirte nada antes porque no estaba seguro de que funcionara.


— ¿funciono?


— me quedare todo diciembre. Llego diciembre— canturrea. Le sonrió.


— llego diciembre— es magnífico. No tenía esperanzas de pasarla juntos de nuevo, y lo acepto. Pero esas palabras me hacen sentir realmente emocionado.


— tengo algunas condiciones, pero no es nada importante ni me hará irme.


— perfecto, lo que sea que haga que te quedes aquí está bien para mí— entro al auto, ya no siento tanto frio. 


— no puedo esperar a mañana. Me encanta diciembre— después de los últimos años, el cambio esta vez en más que bienvenido. No puedo esperar tampoco para averiguar cómo nos las arreglaremos esta vez que diciembre llego.

Notas finales:

Gracias por leer. 


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