Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Beso Bajo el Muérdago por Ari_123_love

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia es para cada TaeKey shipper que aun hay en el mundo. Creo que ya no somos muchos, pero igual merecen un regalito <3

Taemin se dejó caer frente la árbol, piernas cruzadas y un sonido ahogado saliendo su boca.

-Uy, amanecimos de mal humor.

Key sin embargo río por lo bajo, sentándose a lado de Taemin y pinchándole la mejilla. Mentiría si dijera que no estuvo esperando toda la mañana a qué Taemin despertara, para así poder sentarse a su lado frente al árbol navideño que habían colocado apenas una semana atrás por falta de tiempo de parte de ambos.

En general, desde que se habían mudado juntos hacia un par de años, nunca habían sido tanto de celebrar cualquier tipo de festividad. Siempre ocupados con sus respectivos trabajos, a veces el departamento simplemente se sentía como el lugar donde pernoctaban antes de continuar con sus respectivos proyectos. Era irónico, que su amistad sobrevivía más por el hecho de que cada lunes y jueves salían a comer juntos, como lo habían hecho desde que ambos estaban en la universidad. Y porque ambos tenían interés en mantener esa tradición, como lo que sea que había entre ellos.

Este año no hubiese sido distinto, si la madre de Taemin no los hubiera visitado semana y media atrás, sólo para asegurarse que ambos chicos seguían con vida como cada mes cualquier miembro de la familia de ambos solía hacer. La señora había mirado con algo de nostalgia el departamento falto de espíritu y adornos, recordando en voz alta lo muy entusiasta que Taemin había sido de pequeño con respecto a la época. Esa tarde, Key había llamado a su madre para recordar sus propias navidades.

Había sido extraño, para ambos, recordar una época en donde todo era tan distinto. Y sin razonarlo mucho, habían buscado coincidir un espacio en sus agendas para ir a comprar un árbol pequeño de navidad, el cual pudieran decorar con la poca ornamenta que todavía podían conseguir en las tiendas. Key definitivamente no había esperado que en el lugar donde vendían los árboles de navidad estaba rebosante de tradiciones que él mismo desconocía. Así que le había tomado más que desprevenido que al pasar bajo un arco Taemin le había detenido y señalado hacia arriba, sonriendo.

-Muérdago, hyung.

Sólo eso había bastado, y Key había perdido el aliento por completo ante la osadía de aquel dulce e inocente beso que Taemin le había regalado.

No era la primera vez que se besaban. Pero definitivamente, Key no contaba con todas esas noches que después de una victoria en su carrera, o la carrera de Taemin, habían abierto botellas de vino, o soju, conversando hasta el amanecer, ebrios de alegría y alcohol, decidiendo cerrar la velada con besos atrevidos. Besos que usualmente serían descartados al día siguiente, por una subyacente amistad de doce años.

Doce años, de los cuales tenían cinco cohabitando, recibiendo un buenos días y buenas noches del contrario a diario. Cinco años, en los cuales Key se había preguntado si lo que les había llevado a vivir juntos era algo más que sólo la necesidad de compartir cuentas para poder mantener un departamento.

Después de todo, cuando eran adolescentes, Taemin siempre había ido detrás de Kibum fielmente. Como un pequeño patito, imitando todo lo que hacía el mayor, riendo y jugando. Kibum sentía que ahora era todo lo contrario, persiguiendo a Taemin en sus alegrías y disgustos. Y no le molestaba, porque le hacía feliz. Su rutina a lado de Taemin le hacía feliz, y ese beso bajo el muérdago le había hecho darse cuenta que no quiera seguir yendo detrás de Taemin, o tenerlo a él persiguiéndole de nuevo. Sino tenerlo a lado, tomados de las manos, con besos serenos y sus almuerzos de siempre.

-Es la época.- Taemin respondió, despertando a Kibum de su discurso interno. -Sé siente, ficticia.- Señaló los regalos acomodados bajo el árbol.

Después de poner el árbol, habían decidido acomodar cada regalo que les había llegado por la época debajo de él, y no abrirlo hasta navidad. Aunque ambos sabían que la mayoría eran galletas o mermelada de la época. Sabían que la madre de Kibum les había regalado suéteres. Lo hacia cada año, y ese era uno de los pocos regalos que realmente agradecían de corazón.

-El árbol es real, no le veo lo ficticio.- Kibum le molestó, sonriendo ante el mal humor de Taemin. -¿Qué te dio esta vez tu jefe?

-Audifonos. Cómo a todos en la oficina.- Exhaló. -A eso me refiero, es ficticio. El interés, al menos por dar algo. Todos compran en mayoreo un tipo de regalo y es lo que van dando a sus conocidos. ¿Dónde quedó el buscar algo específico para esa persona? Saber que le va a gustar, porque es algo que le interesa, y no solo un regalo que seguramente le va a gustar, porque es algo que le gusta a todo mundo.- Se quejó, frunciendo el ceño. -Da igual. Tengo algo para ti, pero primero…

-Taemin, de hecho, quisiera que primero abras el mío.- Kibum le interrumpió, colocando una pequeña caja en su regazo. -Por favor.

-De acuerdo, ¿por qué tan ansioso?- Y entonces rio, olvidándose de su molestia por el día y disfrutando de ver cómo Kibum disimuladamente retorcía sus dedos en un intento de calmar su nerviosismo. -¿Estás bien hyung?

-No, si, digo…Ahora que has hablado, estoy un poco preocupado de que creas que es cursi y obtenido de una libreta de regalos que se pueden hacer en esta época.- Decidió explicar. -Asi que mejor pronto que tarde.

-No te debes preocupar por eso, hyung. Lo que me des, sé que lo hiciste pensando en mí. No creo que me vayas a dar lo mismo que a tus compañeros de trabajo.

-Definitivamente no.- Masculló por lo bajo, antes de concentrarse en la sonrisa de Taemin que se reflejaba en sus ojos. El bastardo disfrutaba de su nerviosismo. -Tonto, te hace feliz verme preocupado.

-A veces, cuando no eres perfecto.- Le molestó. -Veamos que hay aquí entonces.- Terminó con la decidía, abriendo la caja. A primera instancia, le pareció vacía, hasta que notó la pequeña nota al fondo. La tomó, para leer el absurdo En la tapa escrito con la letra pulcra de Kibum. Rodó los ojos, girándose para tomar la tapa que había descartado sin miramientos. Entonces lo notó, el muérdago pegado por dentro de ella, y otra nota.

-Un beso.- Leyó en voz alta. Le tomó un segundo comprenderlo, subiendo el rostro para preguntarle a Kibum de qué se trataba.

Kibum mordió su labio con algo de ansiedad, terminando por tomar su último aliento de valentía.  Le sostuvo por el cuello, sonriéndole brevemente antes de regalarle uno de esos besos que solían compartir a altas horas de la noche. Sólo que está vez la sobriedad esclarecía las cosas.

-Kibum…

-Sólo el primero es regalado, los demás tendrás que trabajar por ellos.- Le advirtió al separarse. Rio satisfecho al ver el obvio rubor en Taemin, y su mirada avergonzada. -Si tan sólo no tuviera debilidad por tu cara ofuscada.

-Eres cruel.- Taemin se cubrió el rostro con las manos. -Deberian ser todos gratis. No puedes regalarme solo uno.

-Si puedo, y lo hice. Lee la caja.- Señaló, riendo con el puchero en Taemin. -Eres lindo cuando te molestas.

-Tú no eres lindo cuando me molestas, hyung.- Chilló. -Supongo que tendré que tendré que llevar conmigo el muérdago a todos lados.- Advirtió, recuperándose del avergonzamiento.

-Eso es trampa Taemin.

-Si, lo es.- Admitió. -Pero vale la pena. Me encantó el regalo.

-Taemin, yo… Quisiera que lo vieras como más que eso…

-Tambien te quiero Kibum.- Le aseguró, su mano sobre la del mayor, en un gesto calmo . -Más que un beso en navidad bajo el muérdago. Más que una simple amistad.

Kibum sabía que ahora él era el ofuscado. Taemin podía ser un malcriado la mayor parte del tiempo, pero cuando se trataba de seriedad, su mirada intensa y sonrisa afable le hacían lucir más que guapo.

-¿Entonces…?

-Entonces, ¿qué tal si terminamos de abrir los regalos?- Taemin indicó, jalando a Kibum hacia su regazo. -Y después, cuando hayas visto tu regalo, todos los besos que me des sean gratis.

-No me tientes, Lee Taemin.- Kibum rio,  besándole de nuevo. -Ese es adelantado. Veamos que me regalaste, y luego lo seguimos discutiendo.

-Por supuesto, hyung.- Rio, soltando un beso en la mejilla de Kibum. -Lo que sea por un beso bajo el muérdago.

Fin

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).