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Gongpo (공포) por Helsic

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Notas del fanfic:

Si no conoces el fandom, puedes dirigirte a:
http://sujusp.shin-makoku.org

LeeTeuk y KangIn pertenecen a Super Junior, un grupo Koreano bastante popular. Todo que leas aquí son imaginaciones mías y cual quier parecido con la realidad es una coincidencia (aunque halla sido a proposito xD)

Notas del capitulo: Tipo: Bishounen AiGénero: Miedo, angst, suspenso, acción, drama.

Fandom: KangTeuk + los demás Super Juniors

Clasificación: PG-13 (No apto para bebes, sensibles, blabla XD)

Comentarios del autor: Como se nota que no pierdo el tiempo xD. Bienvenidas todas y todos a mi nuevo fanfic. He aquí de nuevo aprovechándome de la imagen y vida mi pareja Coreana favorita. Una vez más un fanfic de Super Junior. Pero mientras me dure la afición sabrán de mi! Ò_ó!! en todo caso, antes de comentar quiero contaros varias cosas, la primera Gongpo en Coreano (hangul공포) significa literalmente ‘Miedo’ así que ya os podéis hacer una idea de cómo será el fanfic. La segunda cosa es que esta será la primera vez que incursione en los relatos de terror. Nunca he escrito nada de este género así que esto es como una especie de experimento, en otras palabras un reto, así como lo fue Hyung escrito totalmente en primera persona ^^. Por favor no sean muy duros conmigo ;_; daré mi mejor esfuerzo para que realmente genere la sensación de ‘miedo’ o por lo menos de angustia -_- y no siendo más a lo que vinimos! *saca la tasa de café, la pone al lado del PC, enciende Winamp con el album Pine Tree de KangTa*




Gongpo (공포)


Capítulo 1




Aquella tranquila noche de Otoño estaba extrañamente cálida, de no ser quizás por la coloración marrón de las hojas en la mayoría de los árboles podrías cerrar los ojos e imaginar que el verano no había acabado aún, era una noche normal como la mayoría de las noches en la vida de LeeTeuk quien ahora estaba despidiéndose de su fiel público oyente en la estación de radio de la KBS en donde junto a EunHyuk todas las noches se daban cita para presentar el Kiss the Radio. Aquello se había convertido en una especie de ritual, ya no era un trabajo o una obligación más de la agenda, aquel era un espacio en donde podían ser ellos mismos y en donde podían tener una cercanía más amena con los oyentes que tanto les apoyaban. LeeTeuk amaba el ambiente cálido del estudio, le gustaba presentar el programa y siempre lo hacía con la mejor disposición sin importar lo cansado que pudiera estar después de una apretada agenda. Lo mejor de todo era saber que EunHyuk compartía esa misma idea y juntos habían logrado encontrar un excelente equilibrio y compenetración con el trabajo.

Esa noche LeeTeuk estaba con un excelente buen humor a pesar del cansancio, estiró los brazos enérgicamente cuando terminó la emisión y con un gesto cariñoso le dio las gracias a EunHyuk por su gran trabajo, este último le devolvió la sonrisa y le dio un par de palmaditas en la espalda, luego recogieron sus cosas y salieron al largo pasillo silencioso. Él líder miró su reloj, ya casi era la una de la mañana, pero afortunadamente al día siguiente no tenía ningún compromiso en la mañana, por lo que había quedado con KangIn para ir a beber unas copas.

Generalmente KangIn siempre llegaba tarde a todo, de no ser porque vivían juntos y el manager estaba pendiente de casi todos los aspectos de sus vidas, LeeTeuk sospechaba que KangIn podría llegar tarde inclusive a un performance o a su trabajo como presentador en el Mnet Countdown. Pero misteriosamente cuando llegaron al parqueadero, el auto azul oscuro de KangIn se encontraba aparcado cerca de la salida. EunHyuk no pudo más que sorprenderse cuando lo vio y codeó a LeeTeuk quien se encogió de hombros.

- De vez en cuando los milagros pasan – Comentó LeeTeuk y EunHyuk rió ligeramente entonces el conductor del auto comenzó a pitar estrepitosamente.

- ¡Ya vamos! No tienes porque presumir! – Le gritó EunHyuk, pero sus gritos se vieron ahogados por el pito del auto y es que aquel auto era la nueva ‘novia’ de KangIn, lo había comprado hacía casi un mes y aún parecía un niño pequeño cuando se sentada en las mullidas sillas y acariciaba el manubrio con delicadeza.

Era el primer auto de KangIn, lo había comprado con su sueldo y eso lo hacía sentir orgulloso, LeeTeuk recordó que unas semanas atrás KangIn los había invitado a pasear en él, para aquella ocasión iban con Hangeng, RyeoWook y HeeChul. KangIn los había llevado a dar una vuelta por las afueras de Seúl y accidentalmente Hangeng había dejado caer el café que sostenía en sus manos sobre la cojieria del asiento trasero. LeeTeuk jamás olvidaría la cara de terror del pobre chino cuando la mancha de café se extendió oscura por el asiento al tiempo que HeeChul soltaba un chillido porque parte del café caliente había caído sobre sus manos desnudas, Ryeowook no podía más que reír llevándose una mano para taparse la boca como siempre solía ser y a través del espejo retrovisor, LeeTeuk divisó los ojos de asesino de KangIn, que muy seguramente quería tirar a Hangeng por la ventana, quizás de haber cabido, lo hubiera hecho.


Volviendo a la realidad, LeeTeuk abrió la puerta delantera del auto y se encontró con la sonrisa de KangIn y también con que tenía el equipo de sonido con el volumen bastante alto, estaba sonando la nueva canción de FT Island. KangIn iba vestido con su adorado buzo de rallas blancas y negras, ese que le quedaba tan bien con una camisa negra por debajo y que permitía ver sus bien formados brazos, el abrigo estaba enrollado sobre la guantera.

- ¿Por qué tienes que hacer tanto escándalo? – Se quejó EunHyuk acomodándose en el asiento de atrás, donde la mancha de café hacía un buen tiempo había desaparecido.

- ¡Estaba escuchando el programa! ¿Así agradeces que me tome la molestia de escuchar el Kiss the radio? – Respondió KangIn cerciorándose de que su Hyung cerrara bien la puerta y se pusiera el cinturón de velocidad, antes de comenzar a sacar el auto del estrecho espacio de parqueo.

- Ja, claro, la molestia – Comentó EunHyuk haciendo una mueca – Lo escuchas porque quieres aprender de los maestros, haber si sacas un buen programa en tu radio – KangIn se levantó del asiento y se golpeó con el techo del auto dejando el volante solo unos segundos mientras continuaban en medio del parqueadero del edificio. EunHyuk rió con ganas e inclusive LeeTeuk se atrevió también, finalmente todos terminaron riendo una vez dejaron atrás del edificio.

Él plan para aquella despejada y tranquila noche era compartir unas copas, así de simple. Pero Eunhyuk estuvo quejándose todo el camino y tuvieron que ir primero al apartamento para dejarlo antes de continuar con lo planeado.

- Eun es un flojo – Comentó KangIn una vez se había bajado el menor y recorrían una gran avenida despejada.

- Es que hoy no tuvimos precisamente un día tranquilo – Explicó LeeTeuk tomando el abrigo arrugado en la guantera y comenzando a doblarlo descuidadamente.

- ¡Bah! Todos tuvimos un día ajetreado y mírame aquí conduciendo mi preciosa bebe para ir a tomar unas copas contigo – Renegó el menor, volteando en una esquina y finalmente llegando a un acogedor bar que además de tener una excelente variedad de licores era bastante discreto y relativamente tranquilo.

- Tómalo por el lado amable – Sonrió LeeTeuk – Más para nosotros –

- ¿Por qué no me sorprende escuchar eso? – Rió KangIn mientras bajaban del auto - ¿Crees que conduciría a mi preciosa muñeca ebrio? – Preguntó dándole palmaditas al capo.

- Entremos ya… - LeeTeuk le pasó una mano por la espalda mientras reía.



***


Dos horas después ambos salieron del bar, no estaban ebrios tal y como KangIn había dicho, sólo habían tomado un par de cervezas. En realidad se la habían pasado hablando todo el tiempo, era increíble que existieran tantos temas de conversación estando prácticamente todo el día juntos, pero siempre que estaban solos, los temas afloraban y afloraban de sus bocas como un par de ríos desbocados, esa noche le habían encontrado varias soluciones a un par de problemas del país, LeeTeuk había comentado que últimamente Ryeowook estaba perdiendo sus habilidades en la cocina y KangIn se había quejado del maldito gato de HeeChul que había hecho una de sus gracias justo debajo de su casa un par de días antes cuando de repente había aparecido JayKim con él, diciendo que no podía dejarlo sólo en casa.

- Lo cuidan como a un bebe – Se quejó mientras conducía de regreso al apartamento.

- Es que realmente es el bebe de HeeChul – Explicó LeeTeuk – Cuando tengamos un animalito en casa lo entenderás –

- Estás loco si crees que vamos a tener un ‘animalito’ en nuestro apartamento – Le contestó rápidamente KangIn - ¿Recuerdas el estúpido Conejo que llevó SungMin? – LeeTeuk ahogo una carcajada entre sus manos, por supuesto que lo recordaba.

- Dejó sus ‘bolitas’ por toda la casa – Logró decir entre risas el líder. KangIn lo golpeó con la mano que tenía en la palanca de cambios, le dio una palmada en la espalda.

- No es gracioso Teukie, el maldito conejo se hizo en MI cama y tuve que dormir con ShinDong – Pero LeeTeuk no paraba de reír, por que si el recuerdo del conejo resultaba altamente jocoso, lo de ShinDong lo fue aún más, pues todos sabían que dormir con él era imposible, se movía más que un terremoto y a día siguiente KangIn había amanecido en el suelo con las cobijas enredadas en los pies.

Entonces súbitamente LeeTeuk se quedó callado, KangIn lo miró de reojo sin apartar sus ojos de la carretera, ahora el líder se asomaba por la ventanilla entre abierta y se volvía hacía él.

- ¿Qué pasa? – Preguntó KangIn frente al repentino cambio.

- Esa… esa moto… es la tercera vez que la veo – Dijo con la voz muy seria, KangIn miró a través del espejo retrovisor y efectivamente corroboró lo que decía su Hyung, a varios metros de distancia una moto de un color gris pálido les venia siguiendo el paso con prudencia.

- ¿Crees que nos esté siguiendo? – Preguntó de nuevo aunque la respuesta fuera un poco obvia. LeeTeuk asintió ligeramente con la cabeza y volvió a asomarse por la ventana, la calle estaba desierta ahora, pues eran más de las tres de la mañana así que era muy fácil deducir que en efecto los estaba siguiendo.

- Trata de perderlo en el próximo cruce, luego da la vuelta por la calle 45 y regresemos al apartamento – Sugirió LeeTeuk sin dejar de mirar atrás. Debía aceptar que se sentía un poco nervioso. KangIn asintió y pisó el acelerador con fuerza, rápidamente se alejaron de la moto y la fueron dejando atrás. Tal y como había dicho LeeTeuk, KangIn giró en el cruce y tomó la calle 45, pero había un aviso de ‘construcción’ en toda la esquina, por lo que tuvieron que retroceder y volver a salir a la avenida principal. Avanzaron un par de cuadras más pero ya no vieron ninguna moto siguiéndolos, LeeTeuk suspiró dejándose caer en el asiento.

- Me estoy volviendo paranoico – Comentó medio en burla, estregando las manos contra sus ojos enrojecidos por el sueño. Pero KangIn seguía muy serio, ahora se estaban alejando mucho más del apartamento debido a la calle cerrada, tendrían que ir por lo menos unas 10 cuadras más allá para poder girar en U y regresar.

Entonces todo ocurrió tan rápido, que apenas si tuvieron tiempo de respirar. Inesperadamente la moto y su conductor aparecieron de la nada, en realidad salieron por una de las calles que atravesaba la avenida en uno de los cruces, violando por lo menos tres normas de transito. LeeTeuk dio un respingo en su asiento cuando tuvo al motociclista justo en frente de su ventanilla, llevaba un casco rojo por lo que no podía ver su rostro, pero su cuerpo era menudo y demasiado delgado para ser un hombre de mediana edad. Entonces el extraño se metió una mano dentro de su chaqueta negra y LeeTeuk vio en cámara lenta como sacaba de ahí algo plateado. Sus ojos se abrieron de par en par frente al la idea de que pudiera ser un arma, estaba justo al frente de su nariz, un hormigueó terrible le recorrió el rostro, se giró con sorpresa hacía KangIn que también se había quedado mirando al hombre de la motocicleta.

- ¡KangIn! – Chilló LeeTeuk cuando el rostro de un desprevenido muchacho aparecía frente a ellos en el cruce de un semáforo.

En una milésima de segundo el pie de KangIn se hundió con fuerza en el freno de su adorada bebe y los neumáticos se quejaron con un espantoso ruido como en las películas de acción, el auto dio un extraño giro y quedó totalmente en sentido contrario y demasiado cerca de un andén. Escucharon un terrible estruendo y el desagradable sonido de los huesos al romperse, como cuando dejas caer una sandía al suelo. Durante el giro, LeeTeuk revivió con horror del accidente que meses atrás había padecido con KyuHyun y sus demás compañeros de Super Junior.

- Otra vez el no… por favor – Rogó para si mismo con las manos aferradas al asiento tan fuertemente que le dolieron las articulaciones.

Pero nada les ocurrió, por lo menos no a ellos. Una vez el auto de KangIn dejó de girar, notaron con la respiración agitada que a pocos metros de ellos, el motociclista anónimo había atropellado al pobre incauto que cruzaba ese semáforo aquella noche tranquila de otoño. KangIn abrió la puerta del auto con prontitud y de un saltó salió de allí, LeeTeuk lo imitó y ambos corrieron al lugar del accidente en donde pudieron apreciar los sesos desperdigados del muchacho (que bien podía tener la misma edad de ellos) por la carretera un metro más adelante. La cabeza se le había abierto al dar contra el pavimento una vez el impacto lo había levantado por los aires y ahora un líquido amarilloso y una cosa blanca que LeeTeuk nunca llegó a saber que era se esparcía por el suelo.

El muchacho sin duda había muerto instantáneamente, pero el motociclista de repente había comenzado a moverse espasmódicamente como un gusano en una braza caliente. Con manos temblorosas KangIn sacó su teléfono móvil y marcó torpemente un número de emergencia. En un acto reflejo, LeeTeuk corrió hacía el herido para intentar auxiliarlo, entonces se dio cuenta de que se trataba de una chica, pues el casco se había partido y ahora podía apreciar su larga cabellera negra y sus ojos desorbitados y salidos de sus cuencas. LeeTeuk la tomó entre sus brazos sin saber con que intensión ni que haría después, ¡pero tenía que hacer algo! La chica escupía grandes cantidades de sangre por la boca, sangre que primero fue liquida y posteriormente se convirtió en desagradables coágulos del tamaño de las motas de pelo escupidas por los gatos.

LeeTeuk escuchaba los gritos desesperados de KangIn atrás suyo mientras intentaba llamar a una ambulancia, pero aunque la ambulancia hubiera aparecido mágicamente en ese mismo instante, la chica hubiera muerto de todas formas. Tenía los órganos internos reventados con el impacto y al respirar hacía un desagradable ronquido, pues su traquea se había roto y la sangre llenaba sus pulmones rápidamente. La chica se convulsionó una vez más y abrió demasiado los ojos, miraba a LeeTeuk como si este fuera a darle un descanso o una paz a su lacerante sufrimiento, pero el líder sólo podía contemplarla paralizado por el miedo. Ella abrió la boca para decir algo, pero sus cuerdas vocales no pudieron articular ninguna palabra, de allí solo salió un inhumano sonido gutural que al líder le hizo recordar los terribles cuentos de miedo que sus compañeros le contaban en el colegio, cuando aún era un pequeño niño.

Un último espasmo y el cuerpo de la chica se quedó completamente quieto. Había muerto con los ojos muy abiertos y aún continuaba mirando a LeeTeuk después de haber perdido la vida.

- ¡¡SI MALDITA SEA EN LA CALLE 53!! – Farfulló KangIn totalmente fuera de sus cabales y colgó el móvil. Entonces un aterrador grito desgarrado que salió de la garganta de LeeTeuk le heló la sangre de los pies a la cabeza, corrió hacía su compañero y lo encontró llorando desesperado con las manos el pecho y la cara completamente manchados de sangre. Y los ojos vidriosos de la chica mirándolo fijamente entre sus brazos.

Parecía estar sosteniendo una macabra muñeca de vidrio muy rota, en un acto reflejo LeeTeuk soltó el cadáver como quien se deshace de la basura y el cuerpo rodó por sus piernas y quedó extendido en la carretera, entonces pudieron apreciar que en su mano derecha aún sostenía una cámara digital plateada. KangIn abrazó a LeeTeuk tratando de apartar la mirada de la sangre, los sesos, coágulos y demás cosas que no sabía que eran que aún continuaban a la intemperie, pero aunque cerrara los ojos todas esas cosas seguirían allí lívidas como una fotografía de alta calidad.

A lo lejos se escuchó la sirena moribunda de la ambulancia que lentamente se acercaba, por supuesto ya no había nada que hacer.

 

Continuara



Notas finales: Notas de Helsic: ^________^ hehehe ¿Qué tal?

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