CAPÍTULO 1
—Si, Pepper, si lo tengo todo bajo control, ¿Podrías dejar de regañarme por teléfono y disfrutar tus vacaciones?— Tony Stark caminaba por los pasillos de uno de sus lujosos laboratorios, mientras era regañado por su siempre inteligente secretaria — ¿Qué…? ¿Las cosas con él?... Bien supongo— suspiró apoyándose en una pared— Si, aja… adiós—colgó— parece que hablara con mi suegra— vociferó caminando— ¿Ya consideraste lo que él siente?, solo te importas tú— arremedaba la voz de Pepper mientras se dirigía a supervisar el trabajo del Dr. Banner— No deberías ser tan egoísta, el sexo no lo es todo, bla, bla, bla— Llegó hasta las puertas del espacio donde Bruce trabajaba pero un par de hombres en bata le impidieron entrar. – Con su permiso— dijo viéndolos extrañado para intentar pasar entre ellos, pero estos no se lo permitieron.
—Lo sentimos señor, pero el Dr. Banner dio indicaciones estrictas de que nadie entrara durante su trabajo— habló uno.
—Bueno pues yo no soy precisamente nadie, soy Anthony Stark así que…—intentó pasar de nuevo pero los hombres se volvieron a interponer.
—Disculpe señor, pero es por su bien, el Doctor…
—Banner trabaja para mí, al igual que ustedes, así que o me dejan pasar por las buenas o…— los hombres se miraron entre ellos y sin poder hacer nada ante el rostro de Stark se apartaron.
—Gracias— ajustó el cuello de su traje de gala y entro al lugar, cerrando la puerta tras de sí, entrando a la zona de pruebas— ¡Banner!, Se nos hace tarde para la cena nuestros fans nos esperan, no nos podemos escapar de…— su frase no pudo ser terminada ya que una luz que despedían un par de rayos laser se expandió por el lugar así como una fuerza que lo hizo estrellarse contra una pared.
Y tan rápido como paso la luz volvió a la normalidad.
—¡Tony!, ¡Tony!— Repetía varias veces Bruce mientras le daba pequeños golpecitos en la mejilla.
—¿Qué demonios fue eso?— preguntó abriendo los ojos intentando pararse.
—Con cuidado— decía el doctor intentando ayudarle. —Estaba haciendo una nueva prueba intentando desarrollar una serie de investigaciones para mutar células madres haciéndolas más fértiles para aumentar su producción— explicaba mientras llevaba al multimillonario a tomar asiento en una pequeña camilla. — Será mejor que te hagamos una serie de estudios pare ver si…
—No.— negó Tony dando una honda respiración— Solo ve a cambiarte, tenemos la cena con el presidente y el agradecimiento.
—Pero… Tony, entiende necesitamos ver si tu cuerpo sufrió alteraciones por los rayos y…
—Me siento bien Doctor— dijo el millonario poniéndose en pie y dándole una palmadita en el hombro – será mejor que te cambies.
—Pero...
—Mírame— exclamó el dueño de la armadura de hierro extendiendo las manos y dando una encantadora vuelta— estoy bien, hermoso y sexy como siempre, ahora muévete.
Después de un par de discusiones más en las que Bruce se dio cuenta de que no podría convencer a Stark de quedarse a una revisión, se fue a vestir con la condición de que el otro el día de mañana le permitiera realizar algunos estudios.
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La alfombra roja de una importante cena de gala en la que se felicitaría a los salvadores de la tierra y de la que por supuesto Tony había sido el encargado de convencer a los otros “Vengadores” de asistir se llevaba a cabo en el centro de la capital del país.
Tony, después de su primera entrada espectacular ahora caminaba en compañía de Banner saludando cual estrella de cine, mandando besos a sus admiradores.
—¿Siempre eres así?— preguntó el hombre verde, moviendo la cabeza.
—Bueno a diferencia de ustedes yo siempre he sido un icono sexual— rio acercándose a ser entrevistado por una sexy periodista.
En medio de la entrevista y entre pequeños coqueteos el multimillonario se distrajo un poco, al ver al querido y nacionalmente venerado Capitán América. Allí estaba con un formal uniforme y su cara de ingenuo bobo mientras una reportera de chismes no le dejaba de acariciar mientras le entrevistaba. Stark entornó los ojos ante el cuadro pero manteniendo su imagen perfecta como siempre decidió no darle importancia al asunto y siguió con el recorrido.
Ya dentro del elegante centro de reuniones “Iron man”, se encontraba rodeado de bellas mujeres que le coqueteaban de la forma más descarada posible mientras este les seguía el juego a todas y cada una de ellas.
—Es un verdadero idiota— murmuró Natasha desde la barra dándole un trago a su bebida.
—¿De quién hablas?— cuestionó Clint que se encontraba a su lado y pudo escuchar el comentario de la pelirroja.
—De Tony… el no… será mejor que haga algo— dijo poniéndose en pie, arreglando su seductor y entallado vestido negro.
—¿A dónde vas? — preguntó Barton viéndola avanzar.
—A ayudar a un buen amigo— le respondió la chica caminando decidida a donde se encontraba el súper héroe millonario.— Hola Tony— saludó con voz aterciopelada pasando entre todas las mujeres de alrededor enredando sus manos en el cuello del castaño.—Necesitamos hablar a solas— le dijo al oído pero de manera que fuera audible para todas las mujeres de su alrededor, al tiempo que las miraba con un “Lárguense de aquí” implícito.
—Si me disculpan señoritas— dijo el hombre. Y cuando por fin todas las chicas se hubieron marchado Natasha le soltó mirándole de manera acusadora.
—¿Y ahora que hice?— cuestionó confundido ante la mirada de la espía.
—Nada, simplemente ser el playboy de siempre.
—¿Y eso que tiene de malo?— le preguntó un poco confundido el súper héroe.
—Es increíble que no te des cuenta de lo que haces, además si sigues conformándote con esos premios baratos, — dijo señalando con la cabeza a las chicas que los observaban atentos— Perderás el premio mayor y el que de verdad te importa— dijo mirando a las espaldas del multimillonario.
Stark siguió la mirada de la agente, observando a Steve reír animadamente con una chica que no dejaba de acariciarle los hombros y susurrarle cosas al oído. Cosa que no le agrado para nada. Aun así sin demostrarlo se volvió hacia la pelirroja.
—No sé que creas, pero a mí eso no me tiene por que importar— dijo con una sonrisa confiada.
—Tienes razón no tienes ni el más mínimo derecho de que te moleste o importe… pero lo hace… solo quería mostrártelo…— dijo acercándose de nuevo hasta él para hablarle al oído— con lo ingenuo que es nuestro Capitán, no creo que tardes mucho de cambiar de su amante ocasional a… su padrino de bodas— río la llamada viuda negra dejando a un Tony pensativo, para alejarse de la misma manera en que había llegado volviendo al lado de Clint.
—¿Qué tanto hacías allá?— le preguntó el arquero.
—Espera y te explico… cinco, cuatro— empezó a contar divertida— tres, dos… — entonces vio al multimillonario darse media vuelta y avanzar a donde Roger se encontraba— uno— finalizó con una sonrisa de satisfacción en los labios.
—Te das cuenta que aunque este Hulk en el equipo, de todos eres la más aterradora— Le dijo, riendo, mientras le daba un trago a su bebida.
Anthony Stark llegó hasta donde el súper soldado que ahora se encontraba rodeado de otras dos chicas que le coqueteaban abiertamente, dio un hondo respiro tranquilizando los celos que luchaban por escapársele y se acercó a su “presa”.
—Si me disculpan señoritas, tengo algo que hablar con el Capitán Rogers.
—Señor Stark, no entiendo que…— comenzó el rubio girando su cabeza un poco sorprendido ante la intrusión del castaño.
—Es algo de vital importancia Capitán— dijo deslizando una mano sigilosamente por su trasero para darle un pellizco, que le hizo dar un respingo.
—Discúlpenme— se dio media vuelta mirando a Stark confuso, quien lo arrastró hasta un pasillo del impresionante centro donde no había gente. — ¿Qué pasa Tony?
El castaño sin responderle le tomó con ambas manos del rostro para besarle de forma demandante. Besó que el otro no tardo en corresponderle jalándole de la cintura pegándolo así. Separándose solo un para llenar sus pulmones.
—¿Ahora?— cuestionó el rubio mirándole atento a los ojos.
—No, que va, te arrastre aquí para mostrarte la linda arquitectura— comentó en su típico tono sarcástico.
—Bueno ya casi es hora de la entrega de la placa y yo creí que tú, tus fans…
—Que se jodan mis fans y el reconocimiento— le respondió Stark.
A lo que el chico de franjas y estrellas lo empujó dentro de la primera puerta que encontró abierta, la cual resultó ser un armario lleno de manteles, telas, mesas desarmadas y armadas, y precisamente en una de estas últimas cayó el moreno.
El capitán apenas entró se aseguró de que la puerta estuviera cerrada, se abalanzó sobre Stark tomando sus labios con hambre, mordiéndolos en el proceso mientras este se encargaba de deshacerse del molesto uniforme militar. Steve lo imitaba quitando de manera apresurada el elegante traje, acariciando con posesividad la masculina cintura del moreno a la vez este le rodeaba las caderas con las piernas. Frotando sus sexos ya duros por encima de los pantalones que aun conservaban.
Rogers deslizó sus labios por el cuello del moreno saboreando su piel embriagado por el olor de la delicada fragancia del otro mezclado con su aroma viril al que se había hecho adicto en esos pocos meses de “relación” si es que se le puede llamar tal, a tener sexo como animales en celo en cualquier lugar que se prestara para ello.
Dio una mordida fuerte, chupando después delicadamente en el lugar sacando un ronco gemido por parte de Stark, dejándole a la vez una profunda marca de la que aquel luego se quejaría. Volvió a su boca besándole de manera lenta y sensual que los llevó al límite a ambos, que comenzaron a desabrochar el cinturón, y la bragueta del contrario.
Cuando ambos lograron su cometido en un rápido y salvaje movimiento, el Capitán colocó a Stark contra la mesa, bajándole los pantalones, una de las cosas que a Tony le volvían loco del niño de América, era la forma en como dejaban de ser un “boyscout” durante sus encuentros y se transformaba en un demandante y agresivo amante.
Lo empezó a preparar lubricando un par de dedos con su misma saliva, adentrándolos, moviéndolos, dilatándolo lo más rápido posible, hasta asegurarse por las exclamaciones de placer su amante que estaba listo.
El súper soldado comenzó a frotar su erección contra la entrada del moreno, sacando pequeñas exclamaciones de protesta por parte de este.
—¿Anciano lo vas a hacer o no?— preguntó Tony entre pequeños jadeos pero con su tono de burla impreso, ganándose una mordida en la parte baja de su cuello.
Rogers comenzó a internarse de manera lenta en él, consiente, de que al playboy esto le desesperaba.
—Viejo, sigue así y…— comenzó el multimillonario callándose al instante al sentir como el miembro del otro le abandonaba y entraba luego de una sola y firme estocada.
—¿Así? — le preguntó con una clara sonrisa en su rostro el Capitán al oído. Al tiempo que empezaba a dar certeras estocadas dentro del castaño. Comenzando un vaivén que fue incrementado poco a poco el ritmo hasta convertirse en movimientos frenéticos por parte de los dos hombres, Stark apretaba el mantel de la mesa entre sus puños gimiendo roncamente más aun cuando una de las manos de Steve se colocó entre sus piernas empezando a masturbarle de forma ruda al ritmo de las embestidas. Logrando que terminara, llegando al orgasmo con el apellido del Capitán muriendo en sus labios. A lo cual el de súper héroe de traje azul no tardó mucho en seguirle descargándose dentro de él para caer totalmente exhausto sobre su espalda.
—Pesas…— se quejó el súper héroe de armadura roja. A lo que Steve se puso de pie, comenzando a vestirse e instantes después Tony comenzó a hacer lo mismo.
—Te notabas más ansioso de lo común— comentó el rubio abrochándose su camisa blanca.
—Imaginas cosas Capi— le respondió terminando de subirse los pantalones.
—No lo creo… te ves alterado por algo, ¿Natasha?— Iron man se quedó estático unos momentos para luego continuar vistiéndose.
—No sé de que hablas.
—Te vi hablando con ella antes de que vinieras conmigo.
—¿Ahora me vigilas?— cuestionó volteándose a verlo.
—No— negó enseguida— solo…
—Creí que con esas lindas chicas acosándote no te acordarías de mí— agregó terminándose de vestir— Y no puedo juzgarte eran bastante lindas.
—¿Estas celoso?— preguntó el Capitán de repente.
—Esos años de Capipaleta si te dañaron el cerebro— rio Stark— Nos vemos Capi— dijo pasando a su lado dándole una palmadita en el hombro.— Tengo que ir a ducharme por qué de nuevo alguien no respeto mi regla de terminar afuera— dijo abriendo la puerta y saliendo lugar.
El rubio terminó de vestirse, quizás Stark tenía razón y su cerebro aún seguía congelado, para Tony el solo era sexo, nada más, ¿Cómo iba a esperar que estuviera celoso? Tu solo celas a las personas que quieres… y él lo sabía porque la única que persona que le hacía arder de celos era el grandioso Iron Man.
Mientras estos pensamientos inundaban la cabeza del súper soldado Tony caminaba hacia su auto, pensando en qué demonios le estaba pasando con respecto a ese rubio, ¿será que se estaba enamorando de….? No, se negó a si mismo eso no podría ser verdad al tiempo que abordaba el auto.
—Tengo que decirle Jarvis que me recuerde cuidar más mi salud, creo que me estoy enfermando a mí mismo— habló en voz alta mientras pisaba el acelerador de su increíble auto.