Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pacto con el diablo por himurita

[Reviews - 307]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Hola!!!!!!!!

Mil gracias a ustedes querido lectores y a quienes dejan su valioso comentario:

YUKESKIREN

angela kurosaki

HEIDI

RukixGazettE

AGUILA FANEL

pervertida yaoista

MikoYumi

shizuka lee

DINGO CHAN

narutogirl

Pink_Spider1998

kazumi_queen_vampire

K-rol

Kendra duvoa

Zacaleonesa

annelys

uzi_pks

eminahinata

zero

dangeroOuz

Disculpen si me faltó alguien, pero juro que psi es así para el próximo capítulo le hago mención especial n_n


Espero que el capítulo no este confuso porque todos los personajes quisieron narrar en él, jaja, el nombre de quien narra se especifica en cada ocasión.

 

Capítulo VII

Confusión

 

……………………………………….Kaname………………………………….

 

Llevo por dentro tantos momentos
caricias que he guardado entre el tiempo
Una palabra cubre mi espacio
Me arranca de un tirón las emociones.

 

No puedo evitar sentirme culpable y a la vez tan dichoso, sensaciones contradictorias, lo sé, pero es que mi alegría se debe a que anoche Zero me besó, lo hizo por voluntad propia, no tuve que forzarlo, ni siquiera pedir ese beso y más aún que la deliciosa danza en la que se unían nuestros cuerpos también la aceptó, creí que moriría de felicidad, fue como si él me hubiera dicho que me quería…

 

Y la culpa…la culpa se debe a que en cuanto aquel mágico contacto terminó su rostro mostraba un profundo arrepentimiento, y aunque fue sólo un momento ya que cayó rendido por el cansancio, hoy no se ha movido de la cama, se ha recargado contra la pared y envuelto en las sábanas para quedarse ahí como un niño asustado.

 

Sé que su actitud es culpa mía, pero es que simplemente no puedo evitar desearlo tanto como lo deseo, que más quisiera yo que borrarlo de mis pensamientos, dejar de torturarnos de esta manera poco sana, pero no puedo, él es todo lo que quiero y necesito.

 



Me quedo sin hablar en esta soledad
desesperado estoy queriéndote atrapar


 

He intentado acercarme, pero él rehuye a mi contacto, qué más podría esperar si lo he violado dos veces. Sería muy fácil obligarlo a salir de ese estado, pero no quiero forzarlo más, al menos no por ahora, reconozco que anoche me excedí bastante, mi juicio se nubló en cuanto lo tuve en mis brazos y ya no pude controlarme.

 

-Zero…-vuelvo a llamarle con la esperanza de que si quiera me mire, pero eso no ocurre, parece perdido en sus pensamientos.

 

-Zero!-alzo un poco el tono de mi voz para que pueda escucharme, y lo logro, él me mira con temor y puedo sentir claramente como un temblor recorre todo su cuerpo.

 

No era mi intención asustarlo, pero esta situación comienza a desesperarme, y él simplemente no dice nada, ni una sola palabra, me regala ese frío y horrible silencio que me hiere más que cualquier palabra de desprecio que pueda decirme.

 

 


Inalcanzable
Perdido en otros brazos
por tu silencio
Me siento preso


 

-Así que no piensas hablarme, si te empeñas en ser obstinado no ganarás nada-me siento a su lado intentando no perturbarlo, al menos ya está más tranquilo.

 

No sé si lo que lo tiene así fue lo que le hice ayer, o su culpa por haberlo aceptado y permitido, me da rabia que él sólo esté pensando en esa niña cuando ella no se merece ni el más mínimo pensamiento de mi ángel, tendré que demostrarle como es ella realmente.

 

-Zero-pongo mi mano sobre la suya y él  me mira sorprendido, como si hubiera recordado algo-lo que pasó ayer fue porque yo así lo quise, estabas bajo mi control, yo te obligué-no puedo evitar acariciar su rostro y acercarme para darle un pequeño beso en la mejilla.

 

Cierra sus ojos al sentir el contacto, es como si estuviera cediendo ante mí, casi como si me aceptara, como si aceptara estos sentimientos que tengo guardados en mi corazón.

 

Lo abrazo, y por increíble que parezca él se refugia en mi pecho, puedo sentir su desnudez contra mi cuerpo e incluso puedo sentir su respirar y el latir de su corazón, si esto no es el cielo, qué lo es? Acaricio su cabello y bajo lentamente por su espalda, es un momento tan perfecto, tan mágico, sólo hasta que siento sus lágrimas mojar mis ropas, sólo ahí vuelvo a la realidad…

 

-¿Por qué me haces esto?-susurra con pesar-¿Por qué juegas así conmigo? ¿Por qué me haces sufrir de esta manera?-las lágrimas se intensifican en sus hermosos ojos y se aferra a mí con fuerza

 


Cuanto quisiera
Decir lo siento
Gritarle a mi razón
Que no te tengo

 

Inalcanzable
Capaz de hacerme daño
Por ser tu dueño
Muero por dentro

 

----------------------------------Zero--------------------------------------

 

 

Aun no puedo creer lo que hice ayer, cada vez que me acuerdo siento un vació en mi estómago, obviamente Kaname me obligó, me violó, pero al final yo… Yo… lo acepté, acepté sus actos pecaminosos dejándome llevar por el placer y la lujuria, incluso lo besé! Que peor traición que esa podría haberle hecho a Yuuki, soy una basura, siento asco de mí mismo.

 

Y lo peor de todo es que no puedo odiar a Kaname, no puedo, él es…él es…ni si quiera sé lo que es, me usa como un juguete y a pesar de eso siento la necesidad de abrazarlo, abrazarlo tal y como estoy haciendo ahora.



Una voz por dentro
me dice "ten cuidado",
este chico es peligroso
cuando está a tu lado

Puede que buscar consuelo en los brazos de quien me ha causado tanto daño sea ilógico, pero a pesar de todo el dolor que me ha provocado también estuvo para mí en momentos sumamente difíciles, tal vez aún lo considero mi amigo, pero a un amigo no se le besa, no se le deja que te haga el amor a su antojo.

 

Y a pesar de todo hay veces en las que su contacto me llena de calidez y tranquilidad, como cuando su mano acarició mi rostro, fue casi como si pudiera sentir la mano de Yuuki en aquel trágico momento, sólo ella lograba hacerme sentir así y ahora… por qué siento esto con Kaname? Me siento como un asqueroso traidor, pero por ahora no quiero pensar, sólo quiero darle un poco de tranquilidad y descanso a mi corazón

 

 

No se si es tu sonrisa,
no se si es tu mirada,
o lo que tu me haces
cuando las luces se apagan.

 

 

 

-¿Por qué me haces esto?-susurro con pesar-¿Por qué juegas así conmigo? ¿Por qué me haces sufrir de esta manera?-las lágrimas se intensifican en mis ojos y me aferro a él con más fuerza.

 

Corresponde mi abrazo, cómo si intentara darme consuelo, acaricia mi espalda y seca mis lágrimas con delicadeza, jamás habría querido mostrar esta debilidad ante él, pero simplemente no puedo contener las lágrimas, no puedo ni quiero soltarlo, y mucho menos que él me suelte, deseo permanecer así unos momentos más.

 

-No estoy jugando contigo Zero, quiero ser la persona más importante para ti, el que ocupe tus pensamientos, el único en tu corazón-parecen tan sinceras sus palabras, que incluso podría creerlas, mi corazón quiere  que sean ciertas y a la vez quiere que no lo sean… ¿por qué estoy pensando en esto? Lo único que debería interesarme es Yuuki y sin embargo Kaname provoca tantas cosas en mí que ya ni sé que es lo que siento…

 

-¿Por qué no pudiste ser simplemente mi amigo?-me separo un poco para mirarlo a los ojos, ya no me importa que los míos estén cubiertos de lágrimas-¿qué hay de la persona que conocí hace tiempo? La que me daba su apoyo incondicionalmente, la que me ayudaba a sobrellevar mi dolor y que…-sus dedos sobre mis labios me hacen callar, me dedica una mirada triste y que hasta se podría interpretar como arrepentimiento.

 

-Zero, esa persona que conociste es la misma que tienes frente a ti ahora-me toma por el mentón con delicadeza, su mirada escarlata se clava en la mía y yo no me muevo ni un centímetro, tan sólo más lágrimas ruedan por mi rostro-es sólo que yo quiero ser más que tu amigo, simplemente no pude soportar el hecho de que jamás serías mío, de que estuvieras con ella…-deposita un pequeño beso en mi mejilla y ahora sigue por mis labios.

 

-Ella es yuuki, la persona a la que tanto amé y tú me arrebataste!-grito furioso, y es que de tan sólo recordar que él se atrevió lastimarla por un mero capricho me hace hervir la sangre.

 

-Lo sé, después de todo soy luzbel, el mal encarnado no?-me toma por las muñecas y me recuesta en la cama con un poco de brusquedad-tomo lo que quiero a cualquier precio, y tú eres lo que quiero Kiryu Zero-se apodera de mis labios en un beso un tanto violento, que poco a poco se vuelve más suave, una vez que se separa limpia mis lagrimas y se deja caer sobre mi, abrazándome con fuerza y escondiendo su rostro entre mi cuello.

 

-Ya no juegues así conmigo-no siento deseos de hablar más, cierro mis ojos y dejo que mis preocupaciones desaparezcan por un momento…



Para de jugar con mi corazón,
porque yo ya no quiero sufrir.


………………………………………….….Gabriel………………………………………………….

Que repulsivo resulta todo esto, parecen dos enamorados después de una pelea, es tan irritante verlo en brazos de otro, luzbel, el ángel más hermoso de todos, el que brilla con más intensidad, en los simples brazos de un mortal, que estupidez…

 

No puedo negar que ese chiquillo es lindo y tiene carácter, alguien digno de admirar al estarse resistiendo al mismo lucifer, pero un asqueroso humano a fin de cuentas, ¿por qué Kaname está obsesionado con él? ¿Qué tiene él que un ángel como yo no pueda darle?

 

Creo que de nada  me sirve preguntármelo, es mejor actuar, ayudar a ese chiquillo para que esté con su amada Yuuki y pueda dejar en paz a Kaname…

 

Me acercó con sigilo para que Kaname no note mi presencia, aunque creo un ligero brillo para que Zero pueda verme, sus ojos violetas me siguen hasta el mueble que está a un lado de la cama, en el cual dejo una nota que él toma inmediatamente.

 

Parece que Kaname esta tan sumido en sus pensamientos y en su dolor que ni siquiera se dio cuenta de nada. Ya no tengo más que hacer aquí y no quiero seguir viendo como la persona que amo se pierde por ese niño.

 

………………………………………………….Autor………………………………………………...

Zero tomó la nota y comenzó a leerla de inmediato, quedando un poco confundido, sobre lo que aquella nota quería decirle.

 

-Atlantis center-repitió en voz alta sin darse cuenta, obviamente Kaname se separó un poco para poder mirarlo a la cara y saber de qué se trataba.

 

Zero se le quedó mirando como si no entendiera por qué la cara de interrogación del de cabello negro.

 

-¿Qué quieres decir con Atlantis Center?-interrogó al ver que el peliblanco ni siquiera se había dado cuenta de que lo había dicho en voz alta.

 

-¿Eh?! Que... “soy un estúpido, cómo pude decirlo en voz alta” que quiero ir ahí-terminó por decir, algo nervioso-necesito salir aunque sea un poco, me siento encerrado.

 

-Bien, si eso es lo que quieres, por mí está bien-luego de besar al peliblanco se incorporó y le ofreció la mano a Zero para que se levantara, pero este se levantó sin tomarla. Por su puesto, después de haberse envuelto en una de las sábanas, pues aún se encontraba desnudo.

 

-Saldremos en cuanto estés listo-se perdió entre las habitaciones del lugar, dejando solo al peliblanco que no dudo en darse un baño y ponerse ropa limpia, esmerándose cuidadosamente en su atuendo, pues seguro algo importante pasaría.

 

Unas horas después ambos estaban frente al Atlantic center, un majestuoso acuario, lugar digno de admirarse por su tamaño descomunal y su gran variedad de peces.

 

Ya dentro del acuario, Zero miraba maravillado el espectáculo de peces frente a sus ojos, particularmente había llamado su atención un hermoso pez de color violeta con destellos plateados, un pez bastante pequeño pero por lo que se veía bastante osado y audaz.

 

-Ese pequeño pececito se parece a alguien que conozco-aseguró Kaname con una sonrisa, al ver como el pez violeta escapaba de un pez de mayor tamaño.

 

Zero enrojeció levemente y giró su cabeza hacia otro lado para no ver la sonrisa burlona de Kaname. Fue justo en ese momento cuando el peliblanco divisó a una joven a lo lejos, una que le resultaba familiar y verdaderamente hermosa…

 

La joven llevaba un vestido y blanco y sombrero del mismo color, su cabello corto y castaño, casi podía jurar que era ella, no, más bien estaba seguro de que era ella, no podía ser nadie más que ella. Después de todo, era la razón por la que estaba ahí, seguro era obra de Gabriel.

 

Ignorando cualquier palabra de Kaname fue tras la chica, buscándola entre la multitud de gente que ahí había. Eso le llevó un buen rato, hasta que finalmente dio con ella.

 

Yuuki lo miró extrañada, por qué ese chico que tan sólo había visto un par de veces la estaba buscando con desesperación, para ella tan sólo era un desconocido.

 

-Hola-saludó el peliblanco luego de recuperar el aliento, brindándole su sonrisa más cálida.

 

-Hola ¿quién eres?-le dirigió una mirada de pies a cabeza, aceptando que era un chico muy guapo, pero que le transmitía un extraño sentimiento.

 

-¿Ya no me recuerdas? Nos conocimos la otra tarde, soy Zero-se acercó un poco más a la desconfiada chica y tomó su mano como saludo.

 

-Ah es cierto, gusto en saludarte Zero ¿podrías soltar mi mano?-el peliblanco la soltó de inmediato, un poco nervioso y a la vez triste, era como si para ella no existiera y eso dolía, dolía mucho.

 

-¿Puedo acompañarte?-dijo cuando Yuuki pretendía marcharse

 

Ella pareció meditarlo un poco, pero más que meditar si debía acompañarla, parecía que buscaba un pretexto para decirle que no podía hacerlo. Y es que la presencia del chico la desconcertaba un poco, tenía la sensación de que le debía algo, pero no tenía idea de que podría ser, ¿qué podría deberle a alguien que ni siquiera conoce?

 

-Será un placer acompañar a tan hermosa dama-intervino Kaname, que recién había logrado encontrar a Zero.

 

Yuuki se puso roja de tan sólo escuchar la voz del pelinegro, mirándolo con vergüenza. Zero no podía creer la reacción de la chica y mucho menos cuando esta se acercó a Kaname para saludarle, pero no cualquier saludo, fue un beso en la mejilla.

 

Kaname sonrió galantemente y se presentó con ella, ante la atónita mirada del peliblanco. Le resultaba sumamente divertido ver la expresión que Zero tenía en ese momento, y es que era todo un poema, ya que iba desde el odio y la furia, pasando por los celos y la decepción, hasta llegar a la tristeza.

 

De ahí los tres recorrieron el acuario, era una situación bastante extraña, Zero buscaba entablar conversación con Yuuki, mientras Kaname hacía uso de su galantería para seducirla, y es que es lo que se había propuesto, si lograba que Yuuki cayera rendida a sus pies le haría ver a Zero que ella no era lo que él creía.

 

-Y qué clase de relación tienen ustedes dos? Son parientes?-preguntó Yuuki para saber más sobre sus nuevos acompañantes.

 

-Somos amantes-contestó Kaname con una amplia sonrisa, dejando a los otros dos de piedra, Zero se había quedado congelado y sumamente rojo sin poder articular una sola palabra, mientras que Yuuki abrió sus ojos a más no poder.

 

El peliblanco no podía dejar las cosas así, no se iba a quedar de brazos cruzados mientras Kaname decía semejantes barbaridades, así que abrió la boca para defenderse pero el pelinegro se le adelantó.

 

-Era una broma-dijo como si nada, logrando que Yuuki y Zero recuperaran su color habitual, ya que se habían quedado blancos como papel (bueno, Zero más rojo que blanco,  jiji).

 

-Jaja, por un momento lo creía Kaname sama-reía la chica mientras se sujetaba del brazo del pelinegro.

 

-Zero y yo somos muy buenos amigos-miró al mencionado, que aún seguía furioso, lo que más deseaba en ese momento era robarle un beso, pues su expresión de enfado era tan adorable que a penas si podía resistirse.

 

-Si me disculpan voy a ir al baño-se dio la vuelta sumamente molesto, no podía creer que Yuuki se portara de aquella forma, y que Kaname le estuviera coqueteando tan descaradamente a la mujer que tanto amaba…

 

Un momento, ¿la amaba? Si él la amaba, pero entonces por qué tenía ese sentimiento de enfado y rencor hacia ella? Tal vez era porque yuuki estaba respondiendo a las tretas de Kaname, cómo era posible que  actuara de esa manera con Kaname y a él lo despreciara como si de una basura se tratara.

 

-Por qué Yuuki…-susurró apoyándose contra el lava manos, conteniendo las lágrimas que se agolpaban en sus ojos.

 

-Porque ella no te ama-contestó una voz fría desde la entrada del baño.

 

Zero giró inmediatamente, encontrándose con Kaname, quien cerraba con seguro la puerta.

 

-Cállate! Tú que sabes-esta vez las lágrimas brotaron abiertamente de sus ojos.

 

-Ella sólo te causará daño-se acercó hasta el peliblanco e intentó limpiar esas lágrimas que marcaban el rostro de su ángel pero Zero lo apartó de inmediato.

 

-No más del que tú ya me has causado!-gritó furioso intentando apartarse, pero fue tomado de las muñecas y puesto contra la pared en un parpadeo.

 

-Escucha bien esto Zero, ella no te ama, ni aunque tuviera su memoria no te amaría, lo de ustedes sólo era pasajero-le dolía ver al ser que tanto quería sufriendo de esa forma, pero debía entenderlo de una buena vez, esa chiquilla no se merecía ni una mirada de aquellos hermosos ojos violetas-por qué no puedes ver a quien de verdad te ama?-le susurró al oído, dejando totalmente sorprendido a Zero.

 

Aprovechando su desconcierto, le robó un beso, profundizándolo cada vez más. Zero intentó apartarse, pero sólo lograba que el beso se volviera más pasional…

Notas finales: No me maten, el tiempo no me da para más y son las dos de la mañana quiero ir a dormir!!!


Sayonara!!!!!!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).