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"Dulce Locura" por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, espero les guste este capi, con una pequeña reseña del pasado halloween, jejeje, ^O^
Capítulo 6 “En el ocaso…”


-Cuando sea un problema, tendremos que eliminarlo…- dice Kaname, desviando su mirada de Harry hacia a Zero.

-Parece que he ganado nuevos enemigos…- pensó el ojiverde, mirando hacia el edificio de la clase diurna.

Padre, madre, creo que no he entrando mas que en otro problema. Sólo que éste no tiene solución… tendré que ocultarme como si fuese un criminal. Jamás pensé que terminaría convertido en un ser sobrenatural.

Tampoco pensé en que esto sería tan difícil… así es… porque no es lo que yo deseaba… no fui yo quien lo eligió. Pero cuántos más les habrá sucedido esto…

Aunque no pueda regresar junto a mis amigos, aunque ya no pueda verles más, es lo mejor...

No podría tolerar la mirada de Ron sobre mí. Además, Hermione, con lo perceptiva que es no va a pasar por alto este cambio... ¡hasta mi cabello está un poco más largo!...

¿Hacia dónde se fue, toda mi calidez?,
Tal vez mañana regresará,
Si estuviera mi corazón latiendo con tanta fuerza,
Tal vez podría pensar, que todavía estoy vivo...

Ahora sólo veo por un prisma,
Y mis ojos se encienden al sentirle cerca,
La sangre me hierve y la garganta se seca,
Me provoca con su olor,
Me aleja con su indiferencia,
Me aterra matarle...

Porque aún así deseo encontrar el amor,
Una forma que sea única para nosotros,
Y que sólo la noche, nos cubra con su manto de nubes,
Cayendo sobre nosotros y olvidándose de retirarse...

Draco salió de su habitación compartida. Tenía que regresar a Hogwarts cuanto antes... y no iba a pedir un traslado, iba a exigir que se le enviase de vuelta.

El Director Cross Heien estaba cocinando pescado dentro de su oficina, junto con Yuki.

-Que bueno está quedando esto- decía moviendo un abanico para que el fuego no se apagase.

-Director... podría cocinarlo en la cocina, ¿no le parece?- decía Yuki antes de que fuesen interrumpidos por Draco.

El huésped entró abriendo la puerta de golpe, de par en par. Por casi un segundo, salvó su cuello de ser rebanado por la katana del director, quien después le sonrió ante tal incidente.

-Esas no son maneras de entrar a una oficina privada- dice el director, con una actitud más seria- ¿por qué no cocinas con nosotros?- dice cambiando de actitud en un segundo y sonriendo- estamos asando pescado.

-No... gracias- dice el ojigris fastidiado- quiero volver a Hogwarts, hoy mismo.

-Imposible- dice el mayor, muy serio.

-¿Por qué?- pregunta el rubio, manteniendo la poca calma y compostura que tenía.

-Porque están aquí bajo nuestra protección, además de ayudarnos con la crisis de los vampiros.

-Me interesa un soberano cuerno la crisis de esos fenómenos... sólo quiero volver a Hogwarts.

-Llamas fenómenos a personas que ni siquiera conoces...- toma su katana- eso me molesta- desenfunda su katana- incluso cuando permitiste que a tu protegido lo convirtiesen también- apunta hacia el cuello- aunque tu sangre corra por las venas de él- son ciertamente despreciables, los hombres como tú- hace un tajo con la punta de la katana- aún así, no podrás irte de aquí- sacude la sangre de su katana y la pone en su funda- ahora vete, antes que cambie de opinión.

Draco salió de la oficina. Aunque mantenía su varita en la mano, apenas sintió aquel brillo de muerte en los ojos del director, no pudo reaccionar y lanzarle un maleficio.

Ese hombre era demasiado fuerte. Podría matarle. Y sencillamente no quería morir todavía.

Hizo acopio de todo su autocontrol y lo lanzó por la ventana. Con un pañuelo se limpió el corte de su cuello.

Hogwarts...

La situación en el colegio iba de lo más normal. Tanto que pensaron, el peligro se acerca muy lento, pero algún día atacará.

Mientras comían en el Gran Comedor, en la sección de gryffindor, estaban aburridos...

Y como se acercaba la celebración de Halloween, una celebración muggle, para el director, Albus Dumbledore, fue la mejor ocasión para divertirse.

-Atención alumnos- dice el anciano a toda la asamblea- se acerca el 31 de octubre y los muggles tienen una celebración que se llama “Halloween”... se disfrazan y piden dulces en las casas de los vecinos.

-¿Qué te parece la idea?- pregunta Ron, luego de terminar de comer un pastel.

-Quisiera saber cómo está Harry- responde Hermione, preocupada.

-Si estuviese aquí, querría que nos divirtiéramos un poco- dice el pelirrojo para subir el ánimo.

-¿De qué te vas a disfrazar?- pregunta la castaña, sonriendo.

-Hay que buscar algo en el baúl- responde Ginny, participando de la conversación.

-Esperemos que Harry disfrute su celebración de Halloween.

-Eso espero también- dice Hermione, quien siente la mano de Ron sobre la suya- todo va a estar bien.

-Diviértanse esta noche y coman muchos dulces- termina de decir Dumbledore y vuelve a su lugar en la mesa de los profesores.

Lo que respecta al mundo donde están aquellos estudiantes enemigos, las cosas no iban nada de bien.

Pero, para los vampiros, esta era su noche y no la iban a desperdiciar en discusiones y problemas de aquellos niños.

Así que Zero sólo se entregaba a las caricias y besos de Kaname, lo cual, era más adicto que a la sangre de los humanos.

-Dilo... Zero- decía el castaño, mientras le incitaba entre cada embestida.

El peliplateado, muerde su labio inferior, tratando de reprimir aquellos gemidos que insistían en salir de su garganta.

-¿Todavía tienes el valor para no rendirte?- pregunta Kaname, mientras le roba un beso apasionado, hasta hacerle sangrar sus labios. Con su dedo, le limpia aquel líquido metálico y lo lame.

-Te dije que jamás me rendiría- dice el cazador, alzando un poco la cadera y sus uñas se enterraron en los hombros del castaño.

-Se que lo harás- dice y le embiste muy profundo, haciendo que Zero se le olvidase hasta el nombre de tanto placer que le provocaba...

-Sólo hazlo... lléname de ti, en esta noche... donde los vampiros renacen...

-Como quieras...- responde el sangre pura, obedeciendo.

Harry, desde que había escuchado aquella declaración... “cuando sea un problema, lo eliminamos”... le dejó pensando la mayor parte del día.

Apenas me salga de las normas, me matarán.

Si no era Voldemort, alguien más habría acabado conmigo...

Como quisiera que esta noche, terminara de otra forma...

-¿Cómo voy a volver a esa habitación?... me provoca su olor, su presencia... me hace desearlo y enloquezco... como una dulce locura vampírica... la obsesión, el frenesí que su esencia...- murmura, mientras veía la luna llena que brillaba con toda su fuerza.

Draco había llegado hasta la azotea y le observaba.

Harry había cambiado por completo. No sólo físicamente.

Ahora resultaba ser más atractivo que nunca. Era algo más allá de la simple apariencia.

Aquel aire de melancolía había crecido. Era como si pudiese sentir en el aire, su dolor, su frustración...

-Potter, he pedido el traslado a Hogwarts- dice el rubio, sacando de sus pensamientos al moreno.

-¿Qué te han dicho?- pregunta Harry, mirándole.

-No puedo regresar- dice cortante.

Para el ojiverde, no sabía si eso era un alivio o era su culpa. Sin embargo, sólo pudo sonreir y mostrar sus colmillos, tan relucientes y peligrosos.

-Hoy llegó esto para ti- le deja una caja de cartón en el suelo- es de la comadreja y la sangre sucia- termina de decir y podía sentir el enfado por parte del pelinegro.

-No los llames de esa forma- decía el ojiverde, sintiendo cómo la ira iba invadiendo su cuerpo, y sus ojos, iban tomando un color rojo claro.

-Sólo abre el maldito paquete, cara-rajada- decía el ojigris, quien aún así, le seguía provocando.

-Aléjate Malfoy- dice el gry, acercándose y tomando la caja de cartón como si fuese lo más liviano del mundo.

Para Draco era frustrante. Le había tomado más tiempo llevar la bendita caja por tantas escaleras y él, la toma como si fuese una pluma en el suelo.

-¿Para qué son estos disfraces?- pregunta el moreno, sacando una capa negra y una máscara que tenía la mitad del rostro.

-Me impresiona lo lejos que estás del mundo en el que vives cara-rajada...- ríe irónico- esta noche es Halloween.

-Esa es una tradición muggle, ¿por qué lo sabes tú?

-Que no me agraden los no mágicos, no significa que no sepa nada de sus costumbres.

-También hay uno para ti- le entrega un paquete que venía envuelto en papel café.

Draco lo recibe desconfiado. Había un antifaz, un sombrero de copa y una capa roja.

La nota decía algo así: “luego me cuentas todos los detalles de tu nueva relación de san Potter”, B.Z.

Por supuesto que lo último que escucharía ese Blaise sería sobre Potter.

Apenas le dejaría rogar por su inútil existencia en este mundo.

-Celebremos nuestro propio Halloween- propone Harry, colocándose la capa negra y la máscara.

-Te pareces al Fantasma de la ”pera- comenta Draco, cuando vio a Harry con su disfraz.

-El tuyo no es tan peculiar- comenta el moreno, hiriendo el orgullo Malfoy.

-Sólo cierra la boca- sisea el ojigris, terminando de colocarse su disfraz.

-Malfoy... ¿sigo siendo el mismo, verdad?...

-¿Por qué preguntas eso?

-Que desee tanto tu sangre, así como respirar, no es lo más común del mundo.

-No te dejaré beber mi sangre...

-Entonces, sólo hay algo que puedes darme- se acerca y la capa ondea con el viento.

-¿Qué es lo que quieres?- da un paso hacia atrás, pero queda paralizado por algo externo, aunque no había nada físico.

-Si no me das tu sangre... entonces quiero esto- se acerca y le besa, tratando de no dejarse llevar por su instinto vampírico, sino, por uno, netamente humano.

El beso fue por un largo tiempo... donde su principal recuerdo fue aquel sueño.

Apenas dejó libre el cuerpo del rubio, de su poder psíquico, le abrazó y hundió su rostro en ese ser que desprendía aquel olor que lo llevaba a la más alta locura...

Continuará...
Notas finales: definitivamente hay muchas formas de celebrar halloween, ya lo saben kaname y zero, jejeje, besos y abrazos, giovanetta ^O^

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