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Cuando el amor vuelve a tocar el corazón por lady_chibineko

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Notas del capitulo: Segunda parte del chap 13 ^^
Título: Cuando el amor vuelve a tocar el corazón

Autor: chibineko

NOTA:
Todos los personajes de este fanfic pertenecientes a la serie de Rurouni Kenshin son propiedad exclusiva de su autor Nobuhiro Watsuki.

Advertencia: Este es un fanfic del tipo yaoi, lo que quiere decir relaciones chico-chico; si no es de agrado este tipo de lectura, por favor no sigan.

Capítulo XIII: Conociéndo a la familia II: Tiempos de paz, tiempos de amor

Kamatari miró una vez más alrededor, de verdad que no sabía bien que ponerse. Hacía poco se había despertado, y sí que había dormido hasta tarde (a su parecer eran las 9 de la mañana por lo menos, y él estaba acostumbrado a levantarse por lo general antes del amanecer... aunque no podía decirse que en las últimas dos semanas haya estado levantándose muy temprano); y es que el día anterior había sido por demás exhaustivo. Por fin Kamatari terminó de coger el primer par de pantalones y la primera camisa que sacase de su equipaje, así como el primer suéter; y decidió que no estaba de humor para ser demasiado quisquilloso. Miró entonces a la cama en donde había dormido la noche anterior, y por tercera vez en esa mañana todos los recuerdos de la tarde anterior volvieron a asaltarlo nuevamente.

***** Flash Back día anterior*****

Kamatari se encuentra sentado en un borde de la cama, aún medio shockeado; y eso si, bastante molesto, debido a los últimos acontecimientos. Es más, lleva ya media hora viendo a cierto rubio haciéndole pucheritos mientras susurra con desconsuelo una y otra vez...

- "Por favooorrr... dime que no estás molesto conmigo..."- mientras lo mira con ojitos de cachorro desvalido.

Kamatari por fin suspira, de verdad que no puede resistirse a hablarle, pero eso no quiere decir que no esté molesto.

- "Por lo menos pudiste haberme dicho algo."- la voz de Kamatari suena un poco más cortante lo que él hubiese deseado.

Ante aquello el rubio está a punto de romper a llorar. De verdad que él no quería que su caramelito se molestara, pero no tenía ningún otro plan para atraparlo de manera definitiva por el resto de sus vidas que se pudiese armar a tan corto plazo -__- ... ¿era acaso malo desear tener a su tesoro de oriente a su lado para siempre?. Steven decidió jugarse su última carta, aquella a la que Kamatari nunca decía que no; y entonces ante el asombro de Kamatari, se acuclilló y puso su cabeza en el regazo de su amado mientras lo abrazaba fuerte pero tiernamente.

- "¡Te amo!... perdóname, pero es que acaso..."- y ante una posibilidad que Steven no había previsto y que sin embargo acababa de asaltar su mente, el rubio preguntó aterrado en un susurro- "¿No quieres ser mi esposo?."

Un sonrojado Kamatari miró aquellos ojitos anegados de lágrimas y una vez más no pudo llenarse de otra cosa que no fuese ternura ante aquella actitud infantil y por demás dulce. El oriental sonrió...

- "Claro que quiero."- dijo Kamatari en un susurro, y entonces apretó fuerte con la otra mano el anillo dorado que le fue colocado durante aquella inusual proposición- "¡Es lo que más deseo!... pero me hubiese gustado que me dijeras antes a mi que junto con todo el mundo; se supone que es primero una decisión privada de pareja y luego un anuncio... o por lo menos eso creo yo."

Steven ya no replicó nada, sabía que su Kamy tenía razón, pero él había tenido sus motivos; y el principal radicaba en el hecho de que su chico no hubiese consentido siquiera pisar la hacienda Wildfire de haberlo sabido, aunque el saber que si se quería 'casar' con él lo convertía de todas maneras en el hombre más feliz sobre la tierra. El silencio se hizo incómodo finalmente y Steven decidió cortar el tema de una buena vez... o por lo menos cambiarlo a su favor. Su actitud cambió en un 100% al presentar de pronto una sonrisa juguetona y tirarse encima de su amado de modo que toda charla anterior quedó en el olvido.

- "¿Ya tiene sueñito mi caramelito?."- preguntó juguetón Steven, a lo que de pronto Kamatari volvió a arrugar el ceño y Steven presintió que aquello no iba por buen camino, sobretodo cuando el oriental lo sacó de encima de una manera... un tanto brusca.

- "¡Steven Wildfire!."- el tono de voz de Kamatari denotaba algo más que advertencia- "PRIMERO: no me importa si dormimos en la misma habitación e incluso en la misma cama, nada de 'caramelito' mientras estemos bajo el techo de TU familia; creí que aquello ya había quedado muy claro incluso antes de subirnos al tren. SEGUNDO: (n.d.a.: ¿No es encantador como Kamatari recalca cada punto?) Aún no creas que te vas a librar de lo que hiciste en la mesa de ese comedor... ¡Era el momento de TU HERMANO!, acababan de anunciar su boda por Kami-sama; ¿no crees que le debes una disculpa?."

Y Steven se movió incómodo en su sitio sobre la cama, ¿por qué tenía que pedirle perdón a Nick?, aquello era injusto, de seguro que a nadie a excepción de su Kamy precioso le había importado aquello... pero bueno.

- "Esta bien..."- Steven habló a regañadientes, no le gustaba ni lo 'SEGUNDO', ni mucho menos lo 'PRIMERO' ¬_¬xx.

- "Y TERCERO..."

- *Oh, Dios!, ¿es que había más?.*

- "Espero que no te andes escapando de cumplirle a tus hermanas con lo que les prometiste hoy después de..."- y ahora Kamatari nuevamente se sonroja todo de pies a cabeza al recordar la proposición matrimonial que le acababan de hacer pocas horas antes, y Steven sonríe con satisfacción para si mismo- "... bueno, tienes que cumplir con lo que les prometiste."- concluye Kamatari bastante turbado.

Steven entonces hace un puchero recordando lo que pasó luego de 'aquello'... no era justo. El rubio recuerda perfectamente como luego de aquel ENOOOOORRRRME abrazo en grupo que le dieron a su Koi (y al cual arrastraron de paso a Matt y Kate), de pronto sus hermanas comenzaron a planear emocionadas las siguientes dos semanas completas; y de pronto un par de horas después mostraban emocionadas papeles llenos de horarios y cosas que hacer: Ir a visitar el teatro, los mejores restaurantes del lugar, la ópera, ir a los pueblos vecinos a visitar amistades, pasar horas de horas en las caballerizas, jugar con los pequeños... ¡Incluso había horas para contar las historias de sus vidas!... lo último que Steven quería hacer era pasar todo ese tiempo compartiendo a su Kamy con su familia... un poquito estaba bien, ¡Pero sus hermanas habían planeado días de 25 horas para los próximos 15 días!... y de seguro lo que quedaba a las justas y les iba a servir para recuperarse, ¡y él se lo quería pasar bien con su Kamy!.

- "¿Y bien?."

Steven nuevamente aceptó a regañadientes, pero no se pensaba quedar así del todo, y se acercó un poquito y otro poquito más, hasta quedar bien juntito a su angelito. Otro poquito más y...

- "¡Steven!."

Y Steven terminó tirado al otro lado de la cama y de cabeza mientras miraba al revés a un arrebolado Kamatari. El rubio suspiró... bien, tenía otras tácticas. Más en ese momento de pronto la puerta se abrió de improviso, y las dos alegres criadas que habían servido la mesa para el almuerzo, ahora entraban igual de sonrientes mientras miraban a la pareja con lucesitas en los ojos.

- "La señora Maxine nos envía por su ropa del viaje."- dio por explicación una de ellas ante la cara de interrogante de Kamatari, mientras que la otra comenzaba a desvestir al mencionado, ante el horror del mismo.

- "¡Yo puedo solo!."- casi grito el chico oriental cuando ya estaban dejándolo prácticamente en ropa interior, y entonces las dos sonrieron de nuevo.

- "Entonces vendremos más tarde por sus ropas."

- "Las dejan a un costado de la puerta si gustan para no molestarlos."- dijo la otra de manera pícara y se retiraron igual de felices mientras se escuchaba que decían poco antes de salir que había agua caliente para el baño esperándolos, que solo tenían que pedir que se las llevaran.

- "¡Entonces tomaremos un buen baño ahora!."- dijo emocionado Steven mientras miraba a su amor con ojitos llenos de estrellitas. Nada mejor que un baño juntos para quitarle a su bebé esas ideas tan puritanas de la mente.

Solo pasaron unos minutos antes de que le llevaran agua caliente y fría y pusieran los enormes baldes al costado de la elegante gran tina que se encontraba en una esquina de la enorme habitación. Steven sonrió con malicia y buscó como loco su equipaje para finalmente sacar su pijama... para disimular obviamente.

- "Bueeeenooo... ¡Hora del baño!."- dijo Steven con una vocesita cantarina mientras se preparaba para el delicioso 'baño' que tenía en mente. Por poco y muere con todo y momento de tragedia al notar que Kamatari ya se había desvestido y metido en la tina, la cual ya tenía agua adentro; y encima se estaba enjabonando más que rápido.

Kamatari por su parte decidió que no daría pie a ningún comportamiento que pudiera considerarse como irrespetuoso de su parte, así que en un abrir y cerrar de ojos preparó el agua, se metió, enjabonó y salió de la tina, se secó, cambió las vendas él mismo y puso su pijama siquiera antes de que Steven pudiese estar a su lado para quejarse.

- "No te preocupes, si quieres puedo ir a traer más agua para que te bañes... solo un momento y..."

- "Así esta bien..."- Steven miró a su Kamy con un gran puchero y terminando de desnudarse (para gran turbación de Kamatari, quien aunque respetuoso no es santo) se metió al agua aún bastante tibia y se hundió un rato... ¡No había sido nada justo! (los pensamientos de Steven casi y se podían escuchar con el reventar de las pequeñas burbujitas de agua que sus pucheritos ocasionaban). ¿Cómo se suponía iba a seducir a su Kamy si este no se dejaba?,¬_¬ pues bien; era hora de cambiar la estrategia. Aún tenía una cama y toda una noche para intentarlo... y es que, ¿ya nada podía ir peor, cierto?

Para cuando Steven terminó de darse el baño de tina, secarse y ponerse la pijama, Kamatari ya se había metido a la cama y podía notar que ya se estaba quedando dormido. Steven decidió no dejar las cosas así, si perdía la batalla aquella noche, quien sabía con que nuevas excusas le iba a salir durante el resto de la estadía. El rubio se decidió a atacar.

- "Kamy... mi beso de las buenas noches."- dijo meloso Steven mientras se metía a la cama y comenzaba a recorrer con besitos el rostro de su amado, quien somnoliento suspiró y por un momento hundió el rostro en la curva del cuello del rubio (para delicia de este); aunque de pronto saltó alejándose del mismo como si le hubiesen picado con una aguja o algo.

- "Bu- buenas noches."- dijo de manera entrecortada y bastante turbada Kamatari... ¿que era lo que casi hacía?... era difícil resistirse a esas caricias sin duda, pero su autocontrol era superior a eso (n.d.a: =¬.¬= si claro, como no...). Y arrimándose hacia el lado contrario al de Steven en aquella enoooorme cama para dos en la que el rubio había dormido durante toda su vida (el imaginarse eso tampoco ayuda mucho), Kamatari se dispuso a intentar dormir.

- *¡Bien!... si no era con un poco de seducción y romance, ¡Tendría que tomar a su caramelito de una manera más directa!.*

Y justo cuando Kamatari estaba a punto de gritar por la intromisión de cierta conocida manito en su entrepierna, un ruido se dejó oír en la puerta. Y quejándose por la nueva interrupción, Steven se dirigió con la ropa sucia en manos hacia la puerta, ¡vaya momento el que deciden volver por la bendita ropa del viaje!.

Y grande fue la sorpresa del rubio cuando en lugar de las dos alegres criadas, ve entrar a la habitación a un enorme can negro con una gatita atigrada en el hocico; y en verdad tuvo que quejarse al ver a los mismos can y gatita acurrucarse justo al lado del ser que ocupaba todos y cada uno de sus sueños.

- "¡Baron!"- se quejó Steven con desconsuelo, y recordó entonces que su querido amigo siempre dormía a su lado cuando él estaba en casa... y obviamente nadie le había dicho al perro que aquella visita era la excepción- "¡Oye!, ¿qué es eso de estar robándole su lugar a tu mejor amigo en la cama?, ¡Junto a mi Kamy duermo YO!."- pero las quejas de Steven no parecían importarle mucho al enorme gran danés, quien ya se había acurrucado al lado de Kamatari, dentro de cuyo pijama por su parte se había acomodado cierta pequeña felina.

Steven suspiró, ¿qué otra cosa podía pasar ahora que le terminase de arruinar la noche?. Y antes de que siquiera pudiese terminar de pensar en aquello, otros tres enormes perros, los tres machos de mayor jerarquía en la jauría luego de Baron (e hijos del mismo) entraron a toda carrera y se subieron también a la cama y se depositaron a los pies del lecho.

Steven estuvo a punto de llorar... ¡Ahora no podría tener nada esa noche con su Kamy!... bien, por fin el rubio se había rendido, y a paso derrotado y sin siquiera preocuparse por terminar de cerrar la puerta (ya de que servía) se metió a la cama (la cual a pesar de tantos ocupantes aún tenía sitio para que su dueño durmiese confortable) y se decidió a dormir.

Pronto sonoros ronquidos, más ruidosos aún que los de costumbre (según cierto oriental) se dejaron oír... ¿cómo era posible que Steven se hubiese dormido tan rápido?. Kamatari por su parte había perdido todo el sueño, temblaba de pies a cabeza debido a la presencia de aquellos enormes animales... ¡Tenía miedo!, y ni una miserable sílaba de auxilio lograba salir de sus labios, por lo menos no durante los primeros minutos; y cuando por fin logró decir el nombre del rubio en un susurro, se dejó 'oír' claramente que el rubio ya no le haría caso debido a que estaba dormido. Kamatari pudo ver tres pares de ojos mirándolo en la oscuridad desde la parte más terminal de la cama, Kamatari tragó... ni siquiera se atrevía a moverse; y tratando de ya no mirar aquellos brillantes pares de ojos, y suplicando por no hacer movimiento alguno que hiciese que las fauces que exhalaban aquel aliento en su cuello se posaran en el mismo, Kamatari cerró los ojos y trató de calmarse y lograr aunque fuese dormir un poco.

Mientras tanto, en las afueras de la habitación; una silueta se distinguía en la reinante oscuridad.

- *Increíble; justo aquel que quería me cayera más que mal termina siendo la única persona que piensa que tal vez lo que sucedió podría haberme afectado... Y la verdad no me molestaría para nada que el pequeño Steven me pidiese una disculpa alguna vez.*- estos eran los pensamientos finales de Nicholas, quien se había acercado al cuarto de su hermano hacía ya más de una hora para hablar seriamente de lo que había sucedido aquella tarde; y sin embargo decidió no interrumpir al escuchar aquella discusión tan interesante entre su pequeño hermano y su supuesto futuro 'cuñado', como había sido anunciado- *Y además no solo parece bastante respetuoso, sino que hasta puede poner a Steven en su sitio... ¡Rayos!. ¿Qué rayos le paso a mi hermanito en el último medio año?; ¡¿De que me perdí?!.*- se preguntó a si mismo el actual cabeza de la familia Wildfire mientras se encaminaba a su habitación, tal vez después de todo aquella situación si merecía ser tomada en cuenta.

***** Fin del Flash Back*****

Y ahora Kamatari suspiraba una vez más... no solo había despertado tarde, sino que había despertado sin Steven y sin aquellos enormes perros que habían dormido a sus pies (aunque la verdad que de lo último no se quejaba mucho), aunque Baron aún continuaba profundamente dormido en su cama, en realidad y contra cualquier expectativa de parte del oriental, despertar calientito y abrazado al enorme perro no había sido tan desagradable, en especial en aquella mañana de invierno.

Kamatari medio sonrió y observó de paso a la pequeña Princess, quien peleaba a muerte con un hilo de lana que salía de la abrigadora colcha que lo había tapado la noche anterior... y volvió a suspirar. No tenía ningún abrigo que ponerse, al parecer aquellas alegres señoritas habían vuelto durante la noche y se habían llevado TODA la ropa traída por los dos viajeros el día anterior, lo cual incluía el único sobretodo que se había traído, y tenía frío u__u. Finalmente Kamatari comenzó a revisar por muebles de Steven y terminó encontrando un mullido saco azul oscuro y se lo puso, sintiéndose así más confortable. ¡De verdad y hacía frío!. Se sentó en la cama y decidió que buscaría a Steven para pedirle permiso de usarlo hasta que su propio saco estuviese seco, pues de seguro y lo habían lavado; de lo contrario tomaría su sobretodo y lo usaría como estuviese... cuando se trataba del invierno en aquel país, Kamatari había aprendido que era mejor prevenir que lamentar.

De pronto algo húmedo se posó en su cuello, y al voltear un poco sintió una enorme lengua recorrerle toda la cara (para completo terror de Kamatari, quien ya se sentía la cena del perro); más pronto el enorme perro olfateaba a la pequeña gatita y unos segundos después, Baron salía de la habitación con Princess en el hocico. Kamatari observó un rato la puerta... algo le decía que tardaría bastante en comprender aquella casa... si es que se daba la oportunidad claro estaba.

Kamatari se paró y se dirigió hacia la sala con la esperanza de encontrar allí a Steven, y para suerte suya así fue; y Kamatari tuvo que sonreír. Allí estaba su rubio, jugando con sus pequeños sobrinos en el sofá mientras les hacía cosquillitas y los llenaba de besitos. ¡Kamisama!, Steven se veía realmente tierno con los niños en brazos... ¿fue cierto lo que le dijo Steven una vez sobre no necesitar experimentar la paternidad si estaban ambos juntos?, Kamatari se mordió el labio y suspiró, y caminó hasta que ser notado por los demás era irremediable.

- "Buen día."- saludó calmado Kamatari mientras notaba que no solo Steven y los niños estaban allí, sino que también las dos hermanas mayores más jóvenes de Steven.

- "¡Cuñadito!."- Charly se arrojó prácticamente a los brazos de Kamatari, mientras lo abrazaba con mucha emoción, y luego Cherry se unió al abrazo.

- "¡Ey!."- Steven se quejó y cargando a los dos pequeños fue a reclamar también su abrazo de buenos días.

Luego de que Kamatari terminase abrazado y besado en demasía, y de paso terminar (para completo desconcierto de Kamatari) con la pequeña Dianna en brazos; el oriental fue guiado hacia el sofá en donde fue atrapado entre Steven y Charly.

- "¡¿Qué tal dormiste en tu primera noche aquí?!."- preguntó emocionada Charly mientras lo miraba con ojitos expectantes.

- "Bien... gracias."- contestó un poco distraído Kamatari ahora más concentrado en no dejar caer a la nenita al suelo, puesto que como no estaba muy acostumbrado a tener niños en los brazos se sentía algo nervioso, y el carácter movido y juguetón de la pequeña no ayudaba.

- "¡Que bueno!. Estábamos rogando por que estuvieses bien, sobretodo desde que Stevy nos contó hace un rato que eres algo friolento, ya nos preguntábamos si no habías sentido frío por la noche."- Charly expuso su preocupación ante todos.

Y fue ante aquellas frases que Kamatari recordó lo que le quería preguntar a Steven.

- "Steven... ¿te molesta si uso este saco?, lo encontré en uno de tus cajones... el mío se lo llevaron y no tenía otro."

Y Steven abrió los ojos con asombro ante la pregunta.

- "¿Que no sabes que lo mío es tuyo?. ¡Por supuesto que puedes!, eso no se pregunta."- dijo Steven de manera un tanto seria, puesto que no podía creer que su Kamy aún no entendiera aquello.

Kamatari se sonrojó y asintió ante la respuesta. Y Steven sonrió con travesura y sentándose más próximo a su ahora 'prometido' le pasó un brazo por encima de los hombros y le plantó un beso en las sienes. Esto hizo que los pequeños que estaban sentados en las piernas de ambos comenzaran a lanzarle besitos a Kamatari... ¡Ellos también querían jugar a los besitos!, y ante aquello todos los adultos (a excepción de Kamatari, quien se sentía un tanto torpe y avergonzado ante la situación por demás desconocida para él) se rieran con ganas.

Entonces unos pasos firmes se sintieron de pronto, y un poco después otro personaje rubio entró a la sala. Nicholas ingresó al recinto con aire ocupado (para variar) y dirigió por todo saludo hacia los presentes un gruñido, mientras revisaba unos papeles concernientes a los pedidos de algodón que tenían para la próxima cosecha; y hubiese seguido de largo de no ser por un murmullito que oyó, alguien murmurando su nombre... una de las vocesitas a las que nunca dejaba de hacer caso.

- "Tillo Ik... Beshooooo..."- la pequeña Dianna extendía sus bracitos hacia su apurado tío, quien paró en seco y giró sobre su sitio; y pudo notar entonces a la pequeña sentada en las piernas de la 'pareja' de su hermano, así como al pequeño Jeffrey sentado en las piernas del antes nombrado, y quien lo veía con un dedito en la boca y con aquella expresión dulce que siempre tenía el pequeño. Nicholas suspiró y se acercó a aquellos por quienes tenía tanta debilidad. Finalmente se quedó parado frente a aquellos cuatro.

Kamatari tragó y miró a la pequeña revolverse entre su abrazo mientras extendía cada vez más los bracitos hacia el hombre más grande. Finalmente Kamatari alzó un poco a la pequeña y Nicholas la alzó en brazos y le dio un beso, y se sentó en un sillón al costado del sofá donde se encontraban sentados su hermana, su hermano y el chico oriental. Nicholas suspiró y besó a la nena en la mejilla.

- "Nunca ha podido pasarse de largo cuando Di le pide un beso."- explicó Charly a Kamatari lo que era obvio, y el oriental siguió mirando anonadado a un Nicholas muy diferente al que había conocido hasta aquel momento... ahora se veía más como Steven estando cerca de la pequeña. Cierto rubio celoso bufó un poquito ante el mirar continuo de su pareja hacia su hermano.

Kamatari, sonrojado, dejó de mirar al otro Wildfire, y entonces un ruido lo hizo sentirse aún más avergonzado. Su estómago gruñó en protesta... ¡Aún no había desayunado!. Todos los presentes allí lo miraron, las dos hermanas, los niños y Steven divertidos; Nicholas de ninguna manera en particular, más se limitó a decir quedamente.

- "Deberían de ser más atentos con los invitados..."- y se decidió a levantarse y dejar a la pequeña en el regazo de su madre. Luego se dirigió hasta donde estaba su hermano menor e inclinándose le dio un cálido besito al pequeño que aún lo miraba de aquella manera tan tierna; y finalmente reanudó su camino.

Entonces Charly lo detuvo con una pregunta.

- "Luego de que nuestro nuevo cuñadito desayune vamos a salir... ¿quieres venir?."

Nicholas suspiró y sin voltear respondió.

- "Tengo demasiado trabajo... estoy tratando de dejar cosas adelantadas desde ya para no atrasarme cuando..."- Nicholas de pronto no pudo continuar, le era ya un poco incómodo decirlo frente a sus hermanas, mucho más decirlo frente Steven y más ante alguien a quien no conocía.

- "¿Te vayas de Luna de Miel con Eliane?."- Cherry dijo inquisitiva terminando así la frase de su hermano mayor.

Nicholas suspiró.

- "Si.... así es..."- dijo antes de reanudar su paso, más entonces Charly volvió a hacerlo parar ante la siguiente frase.

- "Entonces tendremos que ir solo nosotras, los niños, los invitados y nuestros 'futuros cuñaditos'... y Steven por supuesto... hmmm... y Tony... necesitamos hombres que carguen los paquetes."

- "¡SIIII!!!!... ¡¡¡¡COMPRAAASSS!!!!."- Cherry ahora celebraba feliz saltando sobre su sitio en uno de los sillones, y ante el espectáculo los gemelitos la imitaron felices saltando así sobre sus sitios en las piernas de los adultos que los llevaban.

Entonces dos chicos tuvieron terribles presentimientos respecto a lo que acababa de ser dicho, cada quien por su parte.

- *'Futuros... cuñados'... ¿en plural?*- se preguntó terriblemente consternado Nicholas a si mismo mientras giraba sobre su propio sitio para ver a los ojos a una burlona Charlotte.

Por su parte Steven casi salta sobre su sitio mientras preguntaba asustado.

- "¡¿Paquetes?!.... ¿que tiene que ver cargar paquetes con ir a pasear por la hacienda????."

- "Es que no vamos a ir a pasear ya... ¡Steven, tú mismo escuchaste a Honjo cuando dijo que no tenía un abrigo!... es obvio que el pobre esta sin ropa decente... ¡Hoy cambiamos los planes y nos vamos todos a comprar ropa para nuestro cuñadito!!!!."

- "NO!... no es necesario, yo si tengo..."- pero las protestas de Kamatari fueron acalladas por un dedito de Charly que estaba a su costado.

- "Ya esta decidido."

Y Kamatari ya no pudo decir más ante la mirada decidida de la hermana de Steven. Más no así el alborotado rubio, quien continuó con la protesta.

- "Ya dijo que no es necesario... ¡Y yo tampoco quiero ir de compras con ustedes!. ¡Es un infierno!"

- "A ti no te gusta ir de compras con nadie Stevy, tu siempre te andas quejando por ir a las tiendas a comprar desde que eras un bebé. Pero es TU chico por el que vamos de compras, así que vas o vas... pero vas."- Cherry dijo con un tonito bastante burlón.

Y Kamatari tuvo que parpadear ante aquella afirmación, hasta donde él recordaba Steven no había tenido ningún problema en ir a comprar ropa con él, así como con Josh y el pequeño Ryan; todo lo contrario, Steven había sido el de la idea... y además al parecer concurría de manera regular otros lugares parecidos mientras estaba por allá en la universidad. Entonces, ¿de donde salía esa idea de que a Steven no le gustaba ir a comprar ropa y otros accesorios?, esa era una preguntita curiosa que Kamatari iba a tener a bien hacerle a Steven cuando estuviesen solos; no quería hacer comentarios inoportunos ni fuera de lugar.

Por su parte Nicholas seguía mirando a Charly en silencio, tratando de entender lo que ya había entendido pero deseaba que no fuese cierto, y entonces muy despacio dijo...

- "Eliane... por si acaso ella no..."

- "Eli esta ahora con Kate y Nana arriba. Vino hace como una hora, pero le dijimos que estabas trabajando taaaaaannn duro que no quiso ya molestarte; y como no queríamos que desperdiciara el viaje le dijimos que se quedara con nosotras toooodo el día. ¡De seguro y le encantará ir de compras con nosotros!."- Cherry celebró feliz una vez más la buena idea de su hermana mayor de ir de compras. Nicholas palideció... Eliane con ese grupo de... de... hermanas alocadas que tenía ¬_¬

Pronto la cabeza de la familia Wildfire terminaba de dar media vuelta y se devolvía al sillón donde se había sentado anteriormente con la pequeña Dianna.

- "Pensándolo mejor... iré."- sentenció Nicholas sin decir nada más y volvió a hundirse en el manojo de papeles que tenía en las manos. ¡No!, no dejaría a su pequeña e indefensa Eliane en manos de... de... sus hermanas ¬_¬ Incluso y hasta estaba compadeciendo a su hermanito tanto como se compadecía a si mismo y a Anthony; ese iba a ser un día muuuuuuyyy laaaarrrgo. Nicholas suspiró.

Por su parte Kamatari se había quedado mudo, puesto que no tenía ya ningún argumento a su favor, aunque seguía tratando de pensar en uno... hasta que su estómago habló por él; y entre las risas de las chicas, y la carita de resignación de Steven; Kamatari fue guiado al comedor donde le esperaba un suculento desayuno de media mañana.

**********


Luego de haber terminado 'todos' de desayunar, de que Charlotte le cambiase la ropita y pañales a los niños, y de cargar cada quien con una buena suma de dinero; todos se encontraban camino a la cuidad por el mismo camino nevado por el cual el día anterior habían llegado los visitantes a la hacienda Wildfire, distribuidos en tres coches de caballos que iban uno detrás del otro. Y dentro de cada coche se encontraban todos en pareja, lo que hacía las conversaciones un tanto más sostenibles para los chicos, a quienes en general aquel cambio de planes de último minuto no emocionaba tanto como a las chicas (a excepción del padre de Steven, quien se había unido junto con la señora Wildfire al día de comprar de manera muy emocionada y por cuenta propia).

En uno de los coche iba Kamatari con Steven, junto a Matt y Kate, y (para gran sorpresa de los presentes, aunque en realidad quedaron así porque Steven había planeado desde el día anterior como repartirse para tratar de quedarse solo con Matt y Kate al costado, pero no contaba con la compañía de otra pareja) Eliane y Nicholas. Kamatari observó a Eliane, con quien había sido presentado tan solo momentos antes de partir; era una jovencita a la vista delicada y un tanto introvertida, casi no había hablado en el trayecto ya recorrido en realidad. De enormes ojos pardos y cabellos negros que contrastaban notablemente con la piel blanca casi pálida de su rostro de niña. De tan solo verla daba en realidad ganas de protegerla; y Kamatari no pudo el resistir compararla en cierta medida con su pequeño amigo Ryan... pero había algo más aparte de todo aquello que le recordaba al pequeño, una cierta lucesita en los ojos de aquella casi mujercita de apenas 20 años de edad recién cumplidos(9 años exactos menos que Nicholas, aunque Nicholas lucía bastante joven para su edad... al igual que todo el resto de la familia Wildfire n_n). Si, había un cierto espíritu medio alocado en aquella jovencita que Kamatari podía casi ver tratando de aflorar al exterior... con razón y las hermanas de Steven estaban tan encantadas con ella, Kamatari pensó; después de todo, un poco de tiempo junto a ellas y sería toda una Wildfire. Y ante aquellos pensamientos Kamatari sonrió para si mismo, con razón y el hermano de Steven se rehusaba a dejar a la joven a solas con su futura familia.

- "¿En que piensas?,"- los casi susurros de Steven en su oído sacaron a Kamatari de sus pensamientos de manera inusitada.

- "Mmm... nada."- mintió Kamatari mientras notaba de pronto la mirada de Nicholas encima suyo. ¿Se habría dado cuenta de la mirada de Kamatari sobre su prometida?, de ser así el oriental esperaba que no se enojase ni se lo tomase a mal, de ser así se disculparía de inmediato... ¡DISCULPARSE!; era cierto, debía de recordarle a Steven que debía disculparse con su hermano por lo de la noche anterior, ya tendría tiempo luego de bajarse del coche.

De pronto un susurrito surcó el interior del coche llegando hasta los oídos del oriental.

- "Señor Kamatari..."- Eliane casi exhaló las palabras.

Kamatari puso lo que él mismo consideraba su rostro más amable (para no espantar a la chica según él) y le puso atención a Eliane.

- "¿Si?."

- "¿Es... bonito... allá?."

- "¿Dónde... Japón o en la Universidad?."

- "Mmmm... Japón..."

- "Si, muy bonito; casi todos los lugares que conozco están llenos de extensos bosques llenos de plantas y animales muy hermosos."- la voz de Kamatari denotaba algo de ensoñación y nostalgia, la verdad que hacia mucho que nadie le preguntaba por su país natal y el pensar en éste le trajo recuerdos.

- "Algún día iremos los dos juntos y me enseñarás los mejores lugares."- Steven abrazó a su pareja y besó sus cabellos. En verdad pensaba en cumplir aquella promesa que había hecho ya hace un tiempo a su amor.

- "Eso suena... muy bonito."- susurró una vez más la joven con las mejillas arreboladas y encogiéndose un poco sobre su sitio.

- "¡Si quieres te llevamos con nosotros Eli!."- exclamó Steven alegre ante la perspectiva de llevar a su futura única cuñada- "Después de todo pensamos llevar a muchos amigos... a Kate y a Matt; y también a otros dos amigos que tal vez puedan viajar con nosotros en unos años..."- señaló el rubio mirando a sus dos amigos, los cuales sonrieron ante la perspectiva de viaje.

- "No irá a menos que sea yo quien la lleve."- de pronto Nicholas cortó la animada invitación de su hermano menor, ante lo cual la prometida del mismo se hundió de nuevo sobre su sitio, puesto que ante la invitación al parecer se había entusiasmado un poco más de lo usual en ella. Nicholas lo notó, y dejó escapar un suspiró interiormente- "Así que planearemos más o menos para cuando podríamos viajar por aquellos lugares."- aumentó el mayor de los presentes a lo antes dicho, ante lo cual la joven miró a su futuro esposo con una sonrisita tímida en los labios y un rubor casi infantil en sus mejillas, y agradeció al mismo en un susurro más que apagado, que sin embargo hizo que el corazón de Nicholas latiese a más de mil por hora... aunque claro que aquello no dejaría que nadie lo notase. Nicholas volteó su vista hacia la ventanilla y observó el manto blanco extenderse por todo el paisaje.

El viaje continuó desde aquel punto sin ninguna novedad en aquel coche, mientras que en los otros se desarrollaban las charlas comunes que se podrían dar de parte del resto de la familia. Los minutos pasaron y con estos el camino, y pronto pudo divisarse el pueblo ya no tan lejano; pronto llegarían a su destino.

Una vez en este, tanto Kamatari como la pareja invitada tuvo que detenerse para admirar la belleza del lugar, el cual paso para ellos inadvertido el día anterior debido a la... rapidez, con que fue efectuado el viaje de ida.

- "¡No te preocupes que visitaremos todos los lugares de interés antes de que siquiera estén pensando en hacer las maletas para regresar!."- la voz de Charly se oyó emocionada al notar las reacciones de los invitados; y los aludidos tuvieron que agradecer entre encantados y un poco abochornados.

- "Pero primero... ¡A COMPRAR!!!!."- la voz de las más joven de las hermanas Wildfire se elevó sobre el resto y pronto también el del resto de las hermanas, quienes emocionadas ya incluso habían armado una lista de los lugares a los que irían y en orden en el cual irían (aunque solo eran tres tiendas, pero igual =n.n=). Pronto los chicos y demás fueron arrastrados a la primera tienda.

- "Primero a la tienda de ropa casual y elegante para caballeros... allí podremos encontrar un cómodo sobretodo para nuestro cuñadito."- Max expuso su parecer y las demás asintieron.

- "Entonces a la tienda de ropa para caballeros será... me pregunto si habrán nuevos modelos de ropa allí o serán los mismos del año pasado... mmm..."- Cherry parecía muy interesada en este aspecto y no había tenido tiempo de ir a visitar las tiendas a plenitud desde que llegase, solo una visita rápida por un asunto que pensaba concluir ese mismo día.

- "Pues la última vez que llevé a Tony a comprarse un traje decente habían modelos nuevos... claro que eso fue hace ya mas de tres meses."- dijo Max pensativa, a lo que Tony sonrió y asintió.

- "Pues los nuevos modelos que han salido en Europa no son tan diferentes de los viejos. Pero igual le compre un par de trajes a tu padre en algún lugar, y yo misma me compre uno o dos vestidos. Cuando regresemos a casa puedes sacarlos de nuestros baúles si quieres hijita."

- "¡Gracias mamita!. Ah!, miren ya llegamos!."

Y finalmente todos entraron en grupo a la tienda, y fueron inmediatamente atendidos por el mismo dueño, quien conocía muy bien a la familia.

- "Señor Robert, señora mía... bienvenidos, hacia tanto tiempo que no los veíamos por aquí... y vinieron con toda la familia, que sorpresa tan agradable."

- "Sr. Hall, es un placer volver a verlo nuevamente... venimos a ver un sobretodo para este agradable jovencito."- el señor Wildfire introdujo a Kamatari con el dueño de la elegante tienda- "Y tal vez alguna prenda para mis hijos, creo que el pequeño Stevy puede necesitar algo de ropa para este nuevo año de estudios."

- "Por supuesto, por aquí por favor."- y todos siguieron al sr. Hall quien luego designó a uno de sus empleados para que atendiera el negocio mientras que él mismo se ocupaba de los clientes- "Entonces... ¿qué tipo de sobretodo esta buscando?, podría recomendarle un color beige oscuro que puede servir para cualquier ocasión, además este modelo tiene acolchado interno y esta cubierto por una delicada y cálida tela de algodón que lo mantendrá cómodo, ¿que dice?."

Kamatari estaba un poco mareado, el solo buscaba un sobretodo cualquiera, barato de ser posible; pero era obvio que su 'familia política' no era de hacer las cosas fáciles... con razón y Steven le había salido así u_uV , pero bueno, no podía quejarse así de Steven si todo de él le gustaba *-_-* . Mejor simplemente aceptar lo primero y así acababa de una vez con aquello... luego se limitaría a seguir al resto y ayudar a cargar paquetes como varón que era... además él mismo sabia que podía cargar más que los demás, así agradecería por el regalo que le hacían.

- "Si, ese esta bonito, y parece cómodo... ese esta bien."- Kamatari dijo con una sonrisita tímida y algo apenado.

- "Ah, no!. Primero debemos asegurarnos de que te queda bien y luego lo llevamos, sino te probaremos todos los abrigos de esta tienda hasta encontrar el adecuado."- dijo Cherry muy seria, algo raro en ella.

- "Mi hermanita se toma muy en serio esto de la moda."- susurró Steven a Kamatari luego de aquel comentario, a Kamatari solo le salió una gotita y sonrió... ay, Kami-sama...

Por suerte para el oriental, el abrigo pasó el examen de la menor de las hermanas Wildfire, y fue cargado a la cuenta de la familia. Pronto Steven se estaba probando un montón de modelos de ropa tanto para verano como para invierno para el año que comenzaba, para gran disconformidad de rubio, pues todo se hacía bajo el escrutinio de Cherry, lo cual hacia sufrir un infierno a Steven, y ya se veía en el rostro de Nicholas la preparación para un infierno parecido. Ahora Kamatari entendía porque a Steven no le gustaba andar de compras con su familia.

- "¡Pero a mi no me gusta esta camisa!."

- "¡Va con tus ojos así que no te quejes!."

- "¡Es horrible!."

- "¡Que la usas y ya!... a ver cuñadito, a ti si te gusta... ¿verdad?."

- "¡No metas a mi Kamy en esto!, eso es bajo... grrrr..."

- "¡Es que tu no tienes el mas mínimo sentido de la moda!, hombre tenías que ser.... grrrrr...."

- "Esto da para largo."- murmuró Tony con una sonrisa, a lo que Nicholas asintió.

- "A mis pequeños hermanos les encanta hacer este tipo de espectáculos, y hacerlos duraderos además..."- Nicholas suspiró en derrota.

- "¡Nick!... ¡Ven a ver este lindo modelo que te encontreeee!!!!."- Cherry agitó un traje sastre de tela liviana color marrón.

Nicholas volvió a suspirar.

- "Espera aquí Eliane... ya voy Cherry, no grites que estamos en la misma habitación."

- ¡Pruébatelo... vamos!."- Cherry empujó a Nick a vestidores hasta que este desapareció tras la puerta de los mismos.

Steven llegó casi corriendo a refugiarse tras de Kamatari y Anthony, quienes se encontraban sentados mirando el espectáculo.

- "Al fin me dejó en paz. Creí que no sobreviviría"- Steven se quejó mientras abrazaba a su chico oriental como si estuviese regresando de una guerra tras muchos meses, y luego se dirigió hacia su hermano político- "No es justo Tony, a ti no te hacen pasar por esto."- y Steven hizo un puchero. Mientras Kamatari sentía que su rostro iba a arder de lo rojo que estaba por la vergüenza... ¿que estaría pensando Anthony del modo como Steven lo abrazaba así en frente de todos?.

- "Ah!, es porque a mi me escoge la ropa mi Maxine; y soy lo suficientemente afortunado de que ella tenga el mismo gusto que yo para mi ropa."- Tony sonrió hasta iluminar el lugar con su sonrisa.

- "Querrás decir que dices que si a lo que Max traiga para no pasar por las horribles pruebas de ropa de Cherry."

- "Si es así como lo quieres ver..."- Tony volvió a sonreír y miró entonces a su esposa llegar con algunos sacos, pantalones y camisas cargados por un ayudante del lugar.

- "A ver, mira si te queda bien algo de esto; sino me dices y voy a ver por alguna otra cosa."

Tony miró las prendas y asintió.

- "Creo que están perfectas querida, pero si quieres me las voy a probar para estar seguros."

- "Eres un ángel..."- Max sonrió y se permitió sentarse por fin con ayuda de su esposo quien luego fue a otro de los vestidores.

Steven hizo otro puchero... no era justo, él también quería que Max le escogiese la ropa para que Cherry lo dejase en paz, pero eso era demasiado pedir... bueno, para otra vez sería, por ahora ya estaba refugiado en los asientos y solo iban a ser pocos minutos más los que iban a pasar allí y luego irían a la tienda de ropa para damas y por último la tienda de ropa para niños para comprar ropa para los gemelitos y para el futuro bebé.

Tony volvió pronto dándole la ropa al encargado que había ayudado a Maxine.

- "Esta perfecta, me llevo todo. Gracias. La ropa me va muy bien Maxine, pero creo que no deberías esforzarte tanto por mi, no debes de hacer tanto ejercicio en tu estado, mi amor"

- "Mmmm... todo por mi adorado príncipe. ¿Verdad que es un sol mi esposo, Stevy?."

- "Si... un sol muy afortunado."- murmuró el rubio con algo de resignación en su tono.

- "Bueno, creo que ya terminamos aquí... paguemos la cuenta y vayamos a la tienda para damas."- sentenció Nicholas una vez que se decidió por dos de los casi diez trajes que Cherry le había hecho probarse... sin lugar a reclamo para gran desencanto de la joven.

- "Si hijo, tu madre y yo también terminamos ya de escoger algo de ropa para mi... creo que ya nos podemos ir."

- "Lo mismo por aquí, también le hemos escogido un par de cositas a Matt entre Kate, los niños y yo."- señaló Charlotte, quien junto a los mencionados se había estado divirtiendo mucho al ver ropa para Matt, y es que ellos se fueron por su propio costado.

Y así todos se dispusieron a pagar para partir de una vez por todas, cuando la arrebolada voz de Cherry los paró a todos en sus sitios.

- "¡No!. ¡Aún no hemos terminado aquí!, aún falta lo más importante."

- "Ya nos probamos toneladas de ropa, ya escogimos lo que necesitábamos... ¿qué más nos puede faltar Cher?."- preguntó Steven a su hermana un tanto preocupado.

- "¡Falta que desfilen con los modelos de ropa para caballeros que yo misma confeccioné y traje hasta aquí para ver como les quedaban!... ya le pedí la pasarela al señor Hall... no me pueden decir que no..."- terminó de decir casi en un gimoteo la menor de las hermanas Wildfire mientras miraba a los aludidos con ojitos de cachorro que no ha comido en una semana.

De pronto un terrible escalofrío recorrió a todos los varones presentes en aquel lugar... ¿pasarela?... ¿desfile?... Ah, no!.

- "Por favooooorrrr...."- suplicó la joven una vez más antes de que alguno abriese la boca en protesta... más aún así.

- "No."- fue la respuesta seca de Nicholas.

- "¡NO!, ni loco."- dijo alborotado Steven.

Matt y Kamatari no respondieron nada, no sentían que un tajante 'no' fuese educado para con una de sus anfitriones.

- "¡POR FAVOOOORRRR!!!!... además luego viene el desfile de chicas en la tienda de damas, ya pedí el permiso... snif..."

- "Bueno, tal vez... supongo..."- Tony se ofreció al ver la carita de expectación de su esposa.

- "Y tu padre también estará encantado querida."- dijo la señora Wildfire con gran seguridad, y luego añadió, para completo terror de los demás caballeros en la habitación- "Y tus hermanos también estarán encantados... ¿verdad que si mis pequeños Nicky y Stevy?, yo se que ustedes serán buenos hermanos y modelaran los trajes de su hermanita menor."

- "¡Pero mamita!."- Steven ya se le estaba echando a llorar a su madre ante tal decisión.

- "Madre... no creo que..."- Nicholas también trató de defenderse.

Pero ya todo era inútil, simplemente la decisión ya había sido tomada, y todos fueron conducidos a la habitación donde modelos de la misma tienda modelaban la ropa de colección a muchos de los mejores clientes del lugar (incluyendo a la familia Wildfire, por supuesto). Y como era de suponerse, los dos chicos que eran invitados fueron incluidos en el desfile.

Y así, unos minutos después Cherry ya había acomodado a todas las damas en los asientos del público, y había llevado a los muchachos y a su padre al camerino de modelos y había repartido dos modelos para cada uno, uno elegante y uno casual. La joven diseñadora se veía muy emocionada ante aquello.

- "¿En que momento cargaste todos estos modelos para traerlos?."- preguntó Nicholas a su hermana ante la duda que tenía.

- "Apenas Charly dijo que nos íbamos de compras, le dije a Sam que si me podía hacer el favor de cargar los baúles que tenía en mi cuarto en una de las carrozas, y lo hizo más que rápido."- dijo la joven muy emocionada.

Todos suspiraron una vez más ante la alegría de la joven, y era que tenía cada idea...

- "Bueno, bueno; ya basta de tanta charla y prepárense para salir de una vez.. ¡Cinco minutos para salir!, y recuerden hacer todo lo que les dije y salir en el orden que les indiqué, OK?... bien, todo listo. ¡Suerte chicos!, nos vemos afuera!."

Otro suspiro se dejó oír, y los muchachos terminaron de darse los últimos preparativos. Pronto la voz de la Cherry estaba anunciando el primero de sus diseños, el cual era un cómodo traje sastre gris claro, ideal para hombres de negocios que trabajasen en estudios y/o oficinas.

El primero en salir fue Nicholas, quien muy a desgano avanzó hasta el final de la pasarela y se volteó con la misma para volver; pero fue detenido por murmullos enojados de la presentadora.

- "¡Haz como te dije!."- Cherry dijo con enojo, y entonces para aumentar la actitud colaboradora de su hermano agrego- "Mira que Eliane te está mirando muy atentamente."

Y Nicholas dio un vistazo rápido y su corazón comenzó a latir a mil por hora una vez más al notar a su prometida mirándolo muy atenta con aquellas encantadoras mejillas arrevoladas. ¿Cómo le hacia para mantener el autocontrol en situaciones como aquella?, ni el mismo Nicholas lo sabia bien, pero como siempre el sentimiento explotó por dentro, y haciendo un par de reverencias al público y demorando un poco más sus pasos terminó de salir entre el aplauso eufórico de su madre y sus hermanas... y el evidente sonrojo de su querida Eliane... aquello después de todo tenía sus recompensas, ayudar a su pequeña calabacita (como a veces llamaba a su inquieta hermana menor) no estaba siendo tan terrible.

El siguiente en salir fue salir fue Anthony, luciendo como pocas veces un traje ideal para ser usado en eventos sociales. Maxine no dudó en pararse y decir que compraba el traje con todo y el modelo incluido entre las risas generales, ante lo cual Tony le guiñó uno ojo provocativo a su esposa y murmuró algo de quedar luego en un precio razonable. Max sonrió encantada ante la actitud de su esposo, era maravilloso saber que a pesar de todos los cambios físicos que ella había experimentado por el embarazo, su esposo seguía estando tan enamorado e interesado en ella como siempre.

Luego salió Steven con un traje casual, y a pesar de sus protestas iniciales hizo de las suyas al moverse provocativamente por toda la pasarela haciendo muecas y gracias, lo cual arrancó risas del público e incluso de la presentadora, quien nunca podía enojarse demasiado por las ocurrencias de su hermanito.

Luego Matt salió luciendo un pantalón casual y una camisa holgada bastante cómoda, botas y una pañoleta, ideal para trabajo de campo durante los meses de calor. Y Kate aplaudió con gran entusiasmo esta salida, Matt sonrió algo abochornado pero muy feliz.

En siguiente lugar, Kamatari salió un tanto avergonzado, luciendo un elegante traje de etiqueta color negro. Trataba de no equivocarse en los movimientos que le había indicado Cherry, y tal como se lo habían indicado, se paró al llegar al final de la pasarela por un momento y dio vuelta sobre su propio sitio; más antes de que pudiese darse vuelta para volver, sintió una presencia a sus espaldas, y un segundo después un enorme anuncio de Vendido se lucia sobre su pecho, junto a un Steven que reía de manera muy ruidosa detrás suyo. Ante esto Kamatari encaró algo molesto a Steven el cual finalmente se corrió hasta los bastidores, seguido muy de cerca por su Koi, quien se encontraba por demás avergonzado, en especial cuando la risa de los espectadores llegaba hasta los mismos bastidores bastante audiblemente.

Finalmente el señor Wildfire salió luciendo un traje muy elegante, y al pasar por donde las damas un pañuelo se dejó caer al suelo, lo que hizo que el señor Wildfire se agachase y recogiese el pañuelo de su esposa, la cual lo miró de manera un tanto atrevida y con un guiño travieso, haciendo que el señor sonriese con júbilo al ver el interés de su esposa por él.

Después de eso el mismo orden se volvió a repetir, con similares sucesos en algunos casos; con situaciones un tanto más alocadas que las anteriores en otros, como por ejemplo que la segunda vez Steven no esperó poner ningún cartel a su koi, sino que sigilosamente llegó hasta donde este estaba modelando y lo cargo alegando que ya había hecho tratos de compra con la diseñadora. Obviamente Kamatari protestó en vano, pero igual Steven se gano algunos golpecitos bien merecidos que tenía... pero en realidad Kamatari no se había enojado tanto por la broma, en realidad le había encantado la idea de 'ser comprado' por su Steven... ya le daría el producto de la venta cuando volviesen a casa.

Finalmente, luego de que Cherry lograse llegar con el dueño de la tienda a un contrato para poder vender sus modelos de ropa por comisión (que era uno de los objetivos de haber llevado toda aquella ropa a la cuidad), el grupo salió de la tienda de caballeros y se dirigió a la tienda de damas.

Allí las situaciones fueron similares, solo que ahora las atacadas por el sentido de la moda de Cherry eran Charly, Kate y Eliane, quienes eran sutilmente ayudadas por Matt y vigiladas por Nick, quien no deseaba que le metiesen quien sabía que ideas en la cabeza a su prometida; mientras que entre Tony, Steven y Kamatari ayudaban a Maxine a elegir uno que otro vestido holgado para usar después de dar a luz; puesto que ella misma había sido testigo de cuanto había demorado Charly en recuperar la línea, y no podía seguir usando tampoco ropa de maternidad luego de dar a luz.

La señora Wildfire más que elegir algún vestido para ella, estaba muy entretenida observando a sus hijos tratar de deliberar sobre todo aquello, al igual que el señor Wildfire. La verdad que estaban pasando un día muy entretenido.

Las horas pasaron y finalmente Cherry se decidió a que era suficiente, todos los vestidos estaban aprobados por ella. Así que era hora del desfile de modelaje de trajes para damas, siendo la única a salvo de aquello Maxine.

Cherry las puso a todas en círculo, les dio el orden de salida, las instrucciones y un vestido a cada una de ellas. Era de más decir que las chicas estaban emocionadas, algo nerviosas y muy felices por la idea de probarse lindos vestidos.

Los muchachos esperaban entre impacientes y aburridos, aquel día de compras se había hecho eterno y ya no veían la hora de regresar a casa.

- "Ejem..."- de pronto Cherry saco la cabecita por entre la cortina y sonrió- "Y ahora a continuación pasaremos a iniciar con el desfile programado... esperamos que lo disfruten."

Y a continuación el señor Wildfire, Tony, Matt y Steven aplaudieron a rabiar; mientras que tanto Kamatari como Nicholas se limitaron a aplaudir de manera más discreta, y los pequeños bebés de Charly reían con placer sobre las piernas de sus tíos.

Y entonces salió con un hermoso vestido color carmesí y listones negros, la señora Wildfire, al cual le hacía juego un sombrero negro de ala ancha adornado con plumas de un rojo carmesí muy similar al de la tela del vestido. Se veía deslumbrante no solo por lo hermosa que se veía, sino por la luminosa sonrisa que adornaba su rostro. El señor Wildfire miró a su esposa extasiado, y no dudó en lanzar un pequeño besito volado (para alegría de la mayoría y algo de incomodidad de su hijo mayor).

- "Te ves como una reina querida."

- "Muchas gracias querido... tu sabes que siempre trato de verme bien para ti."

Y ambos suspiraron a la vez en sublime adoración del otro... ¡que envidia tener una relación como aquella durante toda una vida!, de verdad y debía de ser muy hermoso. La señora dio una vuelta y se despidió con gracia antes de abandonar la pasarela.

A continuación salió una alegre Cherry, quien lucia un fresco y primaveral vestido color crema con listones del mismo color y un encantador sombrero de paja tejida adornado con flores secas. Al igual que Steven lo hizo en su momento, Cherry se lució en la pasarela haciendo mil y un gestos y gracias. Nuevamente los aplausos se dieron con gran emoción, y Cherry salió de la pasarela con una enorme sonrisa iluminando su rostro.

Luego salió Charly, y junto a ella salió Kate; ambas lucían vestidos gemelos, con colores combinados en blanco y negro; en donde uno estaba a rayas verticales y el otro con bobos negros sobre fondo blanco respectivamente. Ambos bastante veraniegos, de tela ligera, mangas cortas abombadas y elegantes guantes que cubrían los brazos casi por completo, la primera con guantes negros, la segunda con guantes blancos. Ambas con adorables sombreritos de tela al estilo de los pioneros. De más esta decir que Matt se sonrojó hasta la punta de los cabellos al ver a su novia tan hermosa y frente a sus ojos, y aspiró profundo; tal vez era precipitado, pero había tomado una decisión muy importante. Solo esperaba que su adorada Katty no dijera que no.

Por último estaba Eliane, y según Cherry ella era la estrella de la pasarela en este desfile. Nicholas miraba con ansias reprimidas la pasarela, mientras que el resto de los varones comentaban en voz bajita lo lindas que se veían las chicas y como de seguro Eliane también se vería muy hermosa.

Entonces ella salió por fin, y las respiraciones se detuvieron al ver a aquella joven dama de mejillas arrevoladas caminar lentamente por la pasarela frente a ellos. Llevaba puesto un hermoso vestido digno de una fiesta en los lujosos salones de palacios europeos. Llevaba puesto un vestido de seda rosa pálido, con bordes en hilo plateado. Tenía un gran escote cubierto apenas por un translucido tul y adornado por un delicado collar de perlas blancas; las manos cubiertas por delicados guantes rosa y un pequeño bolsito del mismo color en estas. El cabello arreglado en un moño alto, adornado por una preciosa tiara plateada.

Se veía como una visión angelical, y el más impactado sin duda era Nicholas, quien no podía creer que todos contemplaran aquella belleza que era solo para él... ¡Y todo era culpa de Cherry!... grrr... no iba a dejar por ningún motivo que nadie más la viese tan hermosa nunca jamás... bueno tal vez de nuevo la familia, ¡Pero nadie más, alguien podía robársela!... y él se moriría si eso sucediese, no podía por ningún motivo perder a su adorada Eliane.

Eliane caminó lentamente a través de la pasarela hasta llegar al final del camino, y allí se detuvo un momento dio una vuelta sobre su propio sitio y volvió a mirar al público, buscando a una persona entre los presentes, y cuando sus ojos chocaron con los de Nicholas una sonrisa salió tímidamente de sus labios, puesto que a pesar de aquel rostro inexpresivo las emociones de aquel hombre se reflejaban en sus ojos de manera tan luminosa como mil hogueras ardiendo juntas. Luego de eso se retiró de la misma manera lenta y pausada, y al desaparecer tras la cortina un sin fin de aplausos estalló entre el público.

Tal y como sucediese en la tienda del señor Hall, Cherry obtuvo el ansiado contrato en la boutique de la señora Trancel; dejando a la joven infinitamente feliz con aquel resultado.

El camino de vuelta a la mansión fue más silencioso que la ida, muchos se encontraban cansados e incluso tanto los gemelitos como Eliane, Maxine y el mismo Kamatari habían llegado a dormirse con el calmado movimiento de los coches.

Primero pasaron por la casa de la familia de Eliane, en donde Nick se encargo de llevar a la dormida joven hasta el interior de la casa junto con las compras de esta, y casi de inmediato salió despidiéndose con cortesía de la madre de ésta... al parecer el padre de Eliane se había encargado de llevar a su hija. Pronto el camino de regreso a la hacienda se reanudó.

Al llegar a la hacienda Wildfire se formaron grupos para encargarse de los dormidos, Tony cargó a Max y se ayudó un poco de sus suegros para llevar las cosas de su querida esposa. Charly y Cherry llevaron despacio a los bebés a su habitación; mientras que Steven se encargó de llevar a su querido Kamatari a su camita, donde se quedó mirándolo como embobado durante un buen rato hasta que se decidió cambiarlo con mucho cuidado, pero aún así el joven japonés se despertó.

- "Hola cariño, siento haberte despertado."- Steven acarició con delicadeza el cabello de su amado.

Kamatari se desperezó un rato mientras enfocaba su vista en el rubio, puesto que era de noche ya y el cuarto estaba a oscuras.

- "¿Que pasó?."- preguntó el chico mientras se incorporaba en la cama y estiraba una mano en busca de la lámpara de aceite que tenía en la mesa de noche.

- "Te quedaste dormido en el coche."- Steven explicó mientras tomaba la lámpara por Kamatari y la encendía.

Kamatari asintió y empezó a levantarse. Steven sonrió y fue a pedir agua para un baño antes de dormir.

- "¿Quieres que te traiga la cena aquí."

Kamatari asintió mientras se restregaba los ojos. Pasó un rato antes de que Steven volviese con un par de platos de comida y un par de tazas de té en una bandeja. Ambos cenaron despacio y en silencio, disfrutando de la compañía mutua y cuando les trajeron el agua para el baño ambos habían terminado tan solo momentos antes.

- "Bueno chiquito, hora de cambiarte las vendas."- dijo con travesura el rubio mientras sacaba vendas limpias y algo de la pomada que el doctor Kasaki le había dicho aplicase al hombro del muchacho dos veces a la semana.

- "¿Otra vez me vas a poner eso?."- peguntó Kamatari con disgusto, puesto que aquello no solo tenía un olor espantoso, sino que ardía durante horas.

- "Te hace mucho bien, no te quejes; además yo también soporto el mismo olor y no me quejo."

- "A ti no te arde."- murmuró enojado Kamatari mientras se metía desnudo a la bañera.

Steven hizo un gesto gracioso y rodó los ojitos hacia arriba con travesura; se acercó a la tina y comenzó a enjabonar la espalda de su muchacho de oriente. Kamatari suspiró ante la sensación de relajo y Steven le plantó un besito en el hombro sano.

- "Esta noche también vamos a tener compañía en la cama; a mis perritos les gusta estar conmigo mientras estoy por aquí. Espero que no te moleste mucho, creo que anoche me olvide preguntar sobre tu opinión al respecto."- Steven dijo de manera casual, y Kamatari pareció pensarlo un momento.

- "No, no hay problema."- dijo el joven al final aguantándose las ganas de decir lo contrario, y es que él no era nadie para hacer que su pareja cambiase sus costumbres.

El baño terminó demasiado pronto para el gusto de ambos, pero el agua se podía enfriar y Steven también tenía que asearse (como que el rubio ya había entendido la parte de 'todo por separado' durante su estadía en la casa de su familia =¬.¬=).

Por su parte, Nicholas caminaba por los pasillos de la mansión, quería hablar seriamente con su hermanito de algunas cosas, pero debido a todo lo ocurrido ese día no había tenido la oportunidad. Estaba bastante cerca cuando un penetrante y bastante desagradable olor fue captado por su nariz... y por lo fuerte que se estaba volviendo al parecer provenía de la habitación de Steven.

- "¡Ay!... más despacio que me arde."- la voz lastimera de la pareja de su hermano llegó a sus oídos, una ceja suya se enarcó al ver la puerta entreabierta, entonces no podía ser aquello que pensaba... ¿o sí?.

- "Lo siento bebé, seré más cuidadoso la próxima... pero tal vez si te relajas un poco..."- la voz de Steven y más precisamente sus palabras hicieron que un tic nervioso apareciese en uno de los ojos de la cabeza de la familia Wildfire... ese Steven... ¡¿Cómo se le ocurría?!

Nicholas se armó de valor para entrar en la habitación de su hermanito y probablemente ver algo que no hubiese deseado ver, y finalmente abrió la puerta de la habitación.

- "¡Steven...!"- comenzó el mayor de los hermanos, y el resto de las palabras que iba a decir murieron en sus labios.

De pronto dos confundidas miradas se encontraban sobre él, mientras que el observado a su vez miraba una enorme cicatriz en el hombro del chico oriental... una cicatriz demasiado perfecta, era notorio que se había hecho con una hoja afilada... tal vez el de una espada.

- "¿Si Nick?."- Steven preguntó al ver que la frase de su hermano no se completaba.

- "Mmm... no, mmmm... ¿Quieren que llame a un doctor para que vea esa herida?."- preguntó atontado Nicholas.

- "No, no te preocupes hermano. Ya vimos a nuestro doctor y fue justo él quien nos recomendó esta pomada. Tenemos todo bajo control."

Nicholas miró a su hermano, y luego el frasco que tenía en la mano. No recordaba que su médico de cabecera remendase nada parecido... ni que pusiese la prescripción en kanjis japoneses.

- "¿El doctor Sander te dio eso?."- preguntó incrédulo Nicholas.

Steven hizo un gesto y sonrió.

- "No... quise decir que el médico de Kamy nos recomendó esto, el doctor Kasaki es un excelente médico, y la medicina esta funcionando muy bien."

- "Mmm..."- Nicholas examinó un poco mejor la herido acercándose un poco más, lo cual puso algo nerviosa a la pareja- "Parece una herida profunda, ¿cómo se la hizo Kamatari?."

- "Aaaahhh... pues... en una caída... me resbalé en el hielo."

- "¡Si!, debiste de haberlo visto hermano; fue una caída espantosa. Me asuste mucho y lo lleve de inmediato donde el doctor Kasaki, que de suerte estábamos cerca del barrio japonés."

Nicholas miró a su hermano y suspiró internamente, la verdad que no le creía gran cosa de lo que le acababan de decir, pero decidió seguirles la corriente; aunque de todas maneras pensaba averiguar algo de lo que había pasado en realidad. Por alguna razón sentía que le estaban ocultando algo importante.

- "¿Y a que se debe tu visita por aquí Nick?."- preguntó Steven lo más casualmente que pudo mientras terminaba de acomodar la venda en el hombro de su Kamatari y le ponía la parte superior del pijama y una chompa encima.

- "Nada importante, venía a hablar de un par de cosas contigo, pero las dejamos para después."

- "¿Cosas?... ¿qué cosas?."- preguntó el chico con genuina curiosidad.

- "Cosas de la hacienda Steven, es hora de que te preocupes un poco por tu propio legado."- Nicholas dijo algo molesto ante la falta de interés de su hermano por su futura herencia, aunque debía de admitir que aquello era tan solo algo que había dicho por salir del paso- "Bueno, tengan buenas noches ustedes dos; y me aseguraré de que nadie haga algo que pueda afectar la condición de su hombro Kamatari."

Nicholas dio media vuelta y salió de la habitación, asegurándose de cerrar la puerta detrás suyo, y con una gran cantidad de interrogantes que estaba seguro iba a resolver tarde o temprano

**********


El día había amanecido nublado, el paisaje cubierto de aquel blanco apacible; Kamatari observaba con la mirada perdida por la ventana mientras se perdía en el abrazo de Steven.

- "¿Listo para un nuevo día en la hacienda?."- preguntó divertido Steven mientras se levantaba de su lugar y jalaba con pereza a Kamatari en el proceso.

- "Hmmm.... si."- respondió Kamatari con tanta pereza como su pareja mientras era arrastrado en el proceso muy a gusto suyo.

- "Bueno, entonces hora de salir del cuarto... lo cual no quiere decir que es algo que quiera en realidad, pero bueno; conociendo a mis hermanas son capaces de sacarnos de aquí si no salimos."- dijo con humor el chico rubio mientras salía del cuarto junto a Kamatari con un brazo protector en su hombro.

Al bajar ambos chicos sin embargo, se dieron con la sorpresa de que el ambiente estaba demasiado tranquilo para ser ya casi media mañana. Incluso luego de un rápido desayuno, ni un alma había pasado por allí.

- "¿Que habrá pasado?."- Steven veía el ambiente con desconfianza hasta que recordó aquello- "¡Rayos!, casi olvido que hoy se van papá y mamá de nuevo de viaje!."

Kamatari parpadeó, era cierto... y él también lo había olvidado completamente.

- "Entonces será mejor ir a ayudar, puesto que de seguro todos están ayudando a tus padres con su equipaje ahora, Steven."

- "Mmmmm... si, tienes razón Kamy, vamos."- y dicho aquello, ambos jóvenes fueron a la habitación principal de la casa, que era la de los señores Wildfire; y efectivamente encontraron a todos los habitantes de la casa, e incluso a Matt y Kate, ayudando a empacar una y otra cosa.

- "Llegan tarde."- dijo con voz inalterablemente calmada Nicholas, mientras transportaba otro maletín lleno a una esquina de la gran habitación que de por si ya estaba prácticamente repleta.

- "Lo sentimos onii-san."- dijo Steven en deformet y con un puchero, tras lo cual se recobró rápidamente y pronto arrastraba a su koi hacia aquella multitud preguntando qué podían hacer ellos dos.

La respuesta les llegó rápido cuando pronto un par de lindos nenes fueron puestos en sus brazos.

- "Por llegar tarde les toca hacer de niñeros."- Charlotte guiñó un ojo con travesura mientras terminaba de dejar a la pequeña Dianna en brazos de Kamatari.

Steven sonrió y se encogió de hombros mientras iba trotando con el pequeño Jeffrey sujeto por un brazo y con la mano libre arrastraba a Kamatari quien sujetaba fuertemente a la pequeña y revoltosa niña. Steven condujo a Kamatari al cuarto contiguo que era de paso el de Charly y donde estaban todos los juguetes y enseres varios de sus pequeños sobrinos.

- "Bueno, supongo que nos quedaremos aquí durante el resto de la mañana... ¿verdad pequeñito?."- Steven aniñó la voz mientras preguntaba al pequeño que sonrió con timidez y le dio un besito en la mejilla a su tío como respuesta.

Kamatari se sintió entonces por completo torpe y algo asustado al darse cuenta de que iba a quedarse con aquella pequeña a su cuidado por más que tan solo unos minutos; y aquello era algo por completo desconocido para él... ¿y si salía algo mal?... ¿y si la pequeña se le caía y se lastimaba?... ¿y si...?, su mente estaba llena de preguntas y temores; y en medio de aquellos pensamientos sintió de pronto un tirón y vio a la pequeña rebuscar de pronto dentro del grueso saco que lo cubría.

- "No amor, tío Kamy no tiene dulces en el abrigo."- la voz consoladora de Steven hizo que la pequeña parase su búsqueda y lo mirase divertida.

Steven entonces dejó al pequeño Jeffrey en las piernas de Kamatari y tomó a Dianna y la lanzó al aire y la atrapó casi de inmediato. La nena estaba por demás encantada. Kamatari seguía sintiéndose torpe y entonces enfocó su vista en el pequeño que quietecito lo miraba sentado en su regazo.

- "Hola."- dijo el oriental con una sonrisa acariciando la fino cabello del pequeño, quien sonrió tímidamente aún con su dedito en la boquita.

- "¿Tillo?."- el nene preguntó curioso y a Kamatari le hirvió la sangre en las venas por la emoción.

- "¡Si!."- Steven llego de improviso y besó efusivo la mejilla del pequeño mientras volvía a cambiar de niños con un aún casi inmóvil Kamatari- "¡El es tu tío, precioso!."- dijo Steven con emoción mientras volvía a girar con el pequeño en brazos.

Por fin Kamatari decidió salir de su inmovilidad y se paró cargando en brazos a la inquieta pequeña en el proceso.

- "Tranquila bebé."- casi suplicó Kamatari mientras se balanceaba con la nena, Steven volvió a llegar entonces en auxilio de su pareja con aquella sonrisa fulminante en los labios.

- "Creo que mejor te hacer cargo de Jeff cariño, con Di no puedes aún."

- "No."- susurró Kamatari mientras el rubio volvía a cambiar de niños con su pareja.

Al paso de algunos minutos, Kamatari tomó algo de confianza y se sentó en el suelo para jugar un rato con el pequeño. El nene señaló varios juguetes que Kamatari le fue pasando, aunque la mayor parte del tiempo jugaba con un pequeño caballito de madera con rueditas que al parecer habían pintado a mano, seguramente por la madre de los gemelos. El nene sonreía y en más de una ocasión el caballito terminó dándole un besito a Kamatari, ante lo cual el muchacho sentía aquella extraña sensación cálida recorrerlo. El tiempo se amenizó, y mientras Kamatari y el pequeño jugaban tranquilos en un rincón, Steven y Di surcaban la habitación entre 30 y 40 veces por minuto, corriendo de un lado al otro y gritando y riendo a todo pulmón.

Kamatari entonces no pudo evitar pensar si alguna vez Steven se arrepentiría de la decisión que había tomado... se lo veía tan animado y tan... tan... paternal, si esa era la palabra, a Steven se lo veía paternal. Y es que Kamatari era conciente de que a su lado Steven jamás podría ser padre.

El chico suspiró entonces, y su ánimo de pronto cayó profundamente; tanto que incluso el pequeño dejó su juguete de lado y se acercó a Kamatari abrazándolo y perdiéndose en su regazo; lo cual hizo que Kamatari respingara en un principio sorprendido y luego abrazara al pequeño enternecido.

- "¿Pasa algo malo?."- Steven se acercó a los dos que estaban abrazados, y Kamatari lo miró algo extrañado.

- "No, porque habría de pasar algo malo."

- "Porque Jeffrey no hace eso a menos que sienta a alguien triste... hace eso desde que tenía 6 meses, aunque antes pedía que lo carguen estirando las manitas."- Steven miró a Kamatari con desconfianza ante la precaria afirmación dada momentos antes.

Kamatari entonces bajó la vista con el rostro sonrojado y besó al pequeño en la cabecita.

- "¿Has... pensado bien... en todo lo que te perderás estando conmigo?."- preguntó por fin Kamatari con cuidado.

- "¿A que te refieres cariño?."- Steven se sentó en el suelo con la pequeña entre su piernas, la cual cogió el caballito que antes había tenido su hermanito y comenzó a hacerlo andar por sobre las piernas de su tío."

- "A que yo no puedo darte hijos Steven."- Kamatari miró entonces de frente a Steven con aire afligido.

Y Steven miró a Kamatari un momento a los ojos como tratando de procesar las palabras dichas por éste, y luego de un increíblemente incómodo silencio, sonoras carcajadas hicieron eco de pared a pared.

- "¡Steven!, no te rías; esto es algo serio."

- "¡Ay mi Dios!, si tan solo llegaba a saber antes lo que pasaba por esa cabecita tuya. ¿Que te hace pensar que necesito niños para ser feliz?."

Kamatari miró confundido a su pareja.

- "Pero te llevas tan bien con los pequeños, se te ve tan feliz. Tal vez no ahora... pero luego."

- "Crees que no lo he pensado cariño; no necesito más niños... ¡Estoy lleno de ellos!. Tengo a los gemelos, y pronto tendré otro sobrino o sobrina por parte de Max... y Nick, bueno, con lo tranquilito que es de seguro termina más lleno de niños que un conejo, porque los más tranquilos son los peores, recuerda lo que te digo de aquí a unos años, porque va a necesitar manos extras para cuidar a todos los niños que le va a hacer a la pobre Eli."- Steven dijo con picardía y Kamatari tuvo que sonrojarse ante aquellas palabras.

- "Steven... no digas eso delante de los niños."- Kamatari dijo con algo de vergüenza y Steven sonrió complacido.

- "Serás un tío excelente ya vas a ver, pero no necesito niños... no quiero compartirte con nadie más... creo que soy un niño mimado que no quiere compartir sus juguetes después de todo, los defectos de ser el hijo menor de una familia grande; así que ya no te preocupes por cosas que no tienen ni pies ni cabeza que ya tienes demasiado trabajo con solo pensar en cuidarme a mi."- y el rubio beso en los labios de manera fugaz a un cada vez más sonrojado Kamatari.

Entonces Steven miró al pequeño Jeffrey que no soltaba de su abrazo a Kamatari, y acercó su cabeza hasta tocar con sus dorados cabellos el pecho de su pareja.

- "Se durmió."- anunció Steven y Kamatari entonces con cuidado levantó al pequeño y lo colocó en su cunita- "Será mejor que te quedes a su lado y trata de que no le caiga ningún juguete encima... porque a Di aún le falta mucho para quedarse dormida."- anunció entonces el rubio mientras atrapaba a la pequeña que se le había escapado de entre las manos y ahora correteaba por todos lados alzando y tirando todo lo que encontraba a su paso.

Kamatari sonrió y asintió; y mientras miraba al pequeño una ola de tranquilidad lo invadió. De pronto sentía que todo estaba bien.

Las horas pasaron con calma y alboroto a la vez junto a los pequeños, y pronto llegó el momento de despedirse de los señores Wildfire. Tanto Kamatari como Matt y Kate se sintieron un tanto apenados por haber pasado tan poco tiempo en compañía de los agradables padres de Steven, pero éstos no se sentían tristes puesto que casi podían asegurar que iban a volver a verse en más de una ocasión.

Acompañaron a los señores Wildfire hasta la estación y los despidieron de manera calurosa para luego volver a la hacienda.

Luego de eso los días pasaron tranquilos, o por lo menos tan tranquilos como podrían pasarse en la hacienda junto a las hermanas de Steven y aquella agenda inmensa, siguiendo el cronograma hecho por ellas. A Nicholas en cambio no se lo veía mucho aunque todo el mundo estaba conciente de que se la pasaba metido en su estudio trabajando, excepto durante las comidas a las cuales asistía de manera religiosa a la hora exacta, al parecer todo un hombre de costumbres bastante arraigadas.

Una tarde por fin Steven logro arrastrar a Kamatari a un costadito para luego huir como alma que lleva el diablo con Kamatari detrás suyo. Por fin había logrado conseguir un momento de tranquilidad con su koi y tomados de la mano salieron a caminar por los nevados alrededores de la casa seguidos de cerca de los tres hijos mayores de Baron, lo cuales ya habían tomado mucho cariño a Kamatari.

- "Esto es hermoso."- murmuró Kamatari luego de un rato mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Steven.

El chico rubio suspiró una afirmación y miró soñador el paisaje, cuando de pronto notó por donde estaban yendo, y una sonrisita medio diabólica surco su rostro... ¡Genial!, era hora de darle un tour a su Kamy por 'aquel lugar' y de ser posible con todas las atracciones del mismo.

- "Vamos por aquí."- dijo de pronto Steven con vocesita mimada a Kamatari cambiando de pronto el curso de su paseo de manera brusca.

- "¿Adonde?."- Kamatari preguntó curioso más no obtuvo respuesta, solo un beso en la nuca. Un pequeño signo de interrogación comenzó a revolotear en su mente.

Pronto el chico oriental pudo ver a lo lejos una estructura de madera cuyo techo estaba por completo cubierto de nieve, y luego de unos minutos pudo notar que se trataba de un granero.

- "¿Y eso?."

- "Ah!, es un lugar muy importante en la historia de mi familia, y como mi prometido es importante que tu lo conozcas."- Steven tomo por un momento un aire de seriedad.

Kamatari estaba cada vez más confundido, y al llegar y entrar al granero su confusión fue en aumento, puesto que no parecía nada más que un simple granero. Pronto un ruido a espaldas de Kamatari hizo que el chico se voltease, y pudo ver que Steven había cerrado las puertas y la oscuridad se disipó gracias a una pequeña lámpara de aceite que el rubio prendió con prontitud.

- "Steven... ¿de que se trata todo esto?, ¿Por qué me has traído aquí?."- Kamatari ya estaba oliendo algo raro en el proceder de su pareja, y aquella sonrisa vulpina en los de pronto demasiado sexys labios de su Steven no ayudaba demasiado.

- "Ah!, es que verás amor... estás en el granero mágico de la familia Wildfire, donde todos y cada uno de los integrantes de las últimas 4 generaciones de la familia han sido... hmm... concebidos, incluyendo por supuesto a mis lindos sobrinitos y seguramente al que esta por llegar... y he decidido probar si eso también funciona con nosotros... Amor."- Steven se acercó entonces de manera peligrosa a Kamatari, quien entre la sorpresa, el repentino acaloramiento y su instinto de supervivencia medio adormecido no estaba seguro de como proceder- "Y es que estuve pensando en lo que hablamos el otro día, y pues tal vez no sea yo el que quiera niños en esta relación, sino tú.. y quien soy yo para no cumplir incluso tus caprichos más ocultos."- el rubio habló lentamente mientras acorralaba cada vez más a Kamatari, quien finalmente chocó de espaldas contra la pared.

- "S-Steven... ¡No podemos!... es la casa de tu familia... Yo... yo... ¡Steven para!."- Kamatari estaba casi aterrorizado por no tener a donde ir, pero también por completo excitado puesto que si bien era cierto que Steven se había portado muy bien y la mente de ambos había estado muy ocupada con todo lo que habían estado haciendo últimamente, llevaban ya una semana de abstinencia y estar en aquella situación no ayudaba mucho.

- "Pero es casi una tradición aquí... además... mírame a los ojos y dime realmente que no quieres... y yo no haré nada que tu no quieras que yo haga."- Steven dijo aquello de la manera más calmada que pudo, pero la verdad que él también estaba por perder los papeles.

- "Yo... yo..."- por más que lo intentaba, las palabras no salían de los labios de Kamatari, y pronto una mano de Steven se estaba colando por entre su ropa.

Y cuando Steven aprisionó sus labios entre los suyos propios el chico supo que estaba perdido.

- "¡Steven Wildfire!, ¡Que demonios crees que estás haciendo!."- de pronto una voz bastante molesta hizo que la pareja se separase de tal manera que Steven tuvo que hacer malabares para que su koi no se cayese al suelo o que no se le cayesen los pantalones... ninguna de las dos cosas.

Nicholas entró furioso al interior del granero y miró con más que desaprobación a su hermano menor y al pobre chico oriental.

- "Yo... yo..."- Kamatari estaba mudo, y no le salía ni siquiera la disculpa que no sabía como dar.

- "¡Nick!."- se quejó en cambio Steven bastante molesto.

- "¡Nicholas!."- otra voz, una voz femenina y conocida también llamó de pronto la atención al mayor de los varones Wildfire. Maxine apareció por atrás bastante molesta, pero con la cabeza de la familia.

Nicholas solo giró sobre sus pasos y salió hecho una tromba del granero, Kamatari seguía sin entender nada, se sentía ofuscado y avergonzado y solo atinaba a esconderse detrás de Steven, quien por fin había terminado de acomodarse la ropa de nuevo.

- "Lo siento Stevy, pero Nick esta algo sensible con respecto a este lugar."

- "Si."- de pronto Cherry y Charly entraron luego de la salida de su hermano mayor, siendo Charly la que hablase- "Después de que él y Eli..."

- "¡Lo hicieron!."- de un momento a otro todo el enojo de Steven había sido reemplazado por una gran curiosidad y sorpresa.

- "No exactamente."- Charly y Cherry rieron un poco ante el tono humorístico de su hermana- "Pero digamos que Nicholas se desbocó un poco y le dio un gran y profundo beso a Eliane... tanto así que cuando Nicholas salió a toda velocidad al darse cuenta de lo que 'casi' hace, la pobre Eli creía que ya estaba embarazada. Fue muy entretenido explicarle como se hacen los bebés en realidad, debiste haber visto su cara; no puedo creer que la niña sea tan inocente aún."

- "Entonces no hicieron nada."- Steven preguntaba ya sentado sobre un montón de paja con Kamatari sentado a su costado, el cual estaba con el rostro mirando al suelo y las mejillas aún sonrojadas.

- "No, tu sabes que a Eli le ha gustado siempre venir aquí, y Nicholas siempre la acompañó y nunca sucedió nada interesante... por lo menos hasta hace unas cuantas semanas; pero aunque no lo quiera reconocer, Nick tiene sangre Wildfire por las venas y en algún momento tenía que salirle a flote. Creo que este lugar ya no tendrá el mismo significado de antes para ninguno de esos dos, y Nick va a estar algo sensible durante algún tiempo más. Tal vez en la próxima visita de ustedes dos para la hacienda tengan más suerte."- dijo la hermana mayor de Steven con aire de complicidad ante lo cual Steven sonrió con gusto y Kamatari se encogió más aún en su sitio.

- "Espero disculpes la interrupción, cuñadito; creo que fue nuestra culpa al final porque cuando notamos que se habían ido los buscamos y cuando los vimos entrar aquí... pues creo que Nick notó para donde iban nuestras miradas"- Charly se acercó a la pareja y abrazó cariñosa a un Kamatari que solo deseaba desaparecer a aquellas alturas de la situación.

El resto solo rió con ganas y Steven besó la cabeza de su abochornado koi para luego abrazarlo y acostarse en la paja llevándolo con él en el proceso.

- "Pues si no nos dejan hacer nada divertido, por lo menos merecemos un par de horas de descanso luego de lo ocurrido, así que si nos disculpan mi Kamy y yo nos quedamos un ratito a dormir por aquí; y el que quiera puede acompañarnos."- terminó de señalar Steven mientras cerraba los ojos.

- "¡Espérame que traigo a los niños."- Charly salió disparada y Cherry se acomodó a un costado de su hermano.

Max se disculpó pues tenía otras cosas que hacer y se marchó; el resto de la tarde cuatro adultos y dos niños se la pasaron durmiendo placidamente sobre la paja de aquel cálido y mágico lugar.

**********


Un par de días más pasaron sin novedad. El hombro de Kamatari ya casi estaba curado y ya no era necesaria la venda. Era sorprendente el ritmo de curación de Kamatari y para ser sinceros Steven estaba muy feliz con eso; incluso había obtenido un 'inocente' baño juntos, donde por lo menos había podido abrazar a su Kamy y besar sus lindos labios mientras sentía aquel húmedo pero cálido cuerpo encima suyo.

Aparte de eso, Steven, Matt y Kamatari habían aumentado a su cronograma de actividades el ayudar a Tony con las labores de la casa; lo cual hacía muy feliz a Matt puesto que en más de un aspecto le recordaba mucho a lo que hacía en su hogar, donde estaba acostumbrado a los quehaceres diarios como recoger y cortar leña, arar campos, ordeñar a las vacas, recoger los huevos del gallinero y otras similares.

Justo esa mañana Tony le había pedido a Steven que lo ayudase con la leña y los otros dos se incluyeron gustosos en la tarea; y puesto que la tarea del día incluía cortar junto con otra media docena de personas suficiente leña para todo un mes para la hacienda completa, la tarea era grande.

Las horas pasaron y la conversación entre caballeros se hacia cada vez más amena, los chicos estaban por demás divertidos cuando finalmente llegó Nicholas por el lugar para anunciar que era hora del almuerzo, algo de lo cual parecía haberse olvidado aquel grupo por completo.

- "Mi Dios, el tiempo pasa demasiado rápido cuando uno se divierte."- Tony se disculpó con una sonrisa consoladora en los labios- "Danos unos minutos más y vamos directo al comedor luego de asearnos un poco, Nicholas."

- "Conociéndolos se olvidan hasta de que vine dentro de unos minutos, mejor los espero."- anunció Nicholas y se sentó sobre un cajón de madera que cercano.

- "Te vas a ensuciar el traje, hermano."- sentenció Steven.

- "Nada demasiado raro teniendo en cuenta que vivo en una hacienda donde hay gente que trabaja con ahínco; ¿no te parece?. Es casi imposible llegar al final del día con el traje por completo limpio, Steven; así que no moriré por un par de manchas por aquí o por allá. Ahora apúrense que no pueden hacer esperar a las damas todo el día."

- "¡Si!."- respondió Steven y pronto los cuatro que eran esperados apuraron el ritmo.

Entonces Nicholas notó algo raro en la pareja de su hermano. La facilidad con la que manejaba el hacha a pesar de saber por experiencia propia que esta era una herramienta bastante pesada; y los cortes perfectos que efectuaba de un solo golpe partiendo en mitades perfectamente iguales los maderos. La mirada suspicaz de Nicholas se posó sobre Kamatari y por su mente pasó la idea de que era un hecho de que había algo que su hermano le estaba ocultando. Pero el problema radicaba en que Steven y él no tenían una comunicación demasiado abierta; era cierto que en gran parte se debía a su propia actitud y aunque no lo pareciese, más de una vez había tratado de trabajar en aquel punto sin éxito... tal vez si pasaban algo de tiempo juntos.

- "¡Listo, terminamos!."- Matt anunció feliz secándose el sudor de la frente.

- "Vamos a asearnos y luego a comer algo delicioso, creo que nos lo merecemos."- Anthony señaló feliz y todos se pusieron en marcha.

- "Steven, un momento."

- "¿Si onii-san?."- Steven se mostró extrañado ante el hecho de que su hermano mayor quisiese hablar con él.

- "Más tarde tengo un negocio que atender en la cuidad y necesitaré ayuda, ¿me harías el favor de acompañarme?."

- "Hmm... niiiiii-saaaannnnnnn."- Steven dijo en tono de queja- "Pero ya quedé más tarde con mi Kamy para llevarlo a pasear a la cuidad los dos solitos."

A Nicholas le salió una gran gota y algo incómodo se las arregló para decir de manera rápida.

- "Entonces tráelo también, me ayudas y luego se quedan los dos por su cuenta. En realidad también estaba pensando desde hace unos días invitar a Eliane a dar un paseo..."- repuso el mayor algo incómodo y sonrojado- "Tal vez si tu... prometido se queda con Eliane mientras tu me acompañas... ejem..."

- "¡¿Una cita doble?!."- preguntó Steven casi con la quijada en el suelo ante la sorpresa de que su hermano fuese el que propusiese algo como aquello.

- "¿Me acompañarás o no?... solo te lo pido de favor porque como heredero de la dinastía Wildfire deberías de interesarte más en los negocios de la familia; pero si no quieres no te obligo, puedo pedirle el favor a Anthony."

- "No, no hay problema onii-san."- Steven replicó con una sonrisa, la verdad aquello lo había sorprendido pero debía de admitir que le encantaba ver a los negociantes que trataban con su hermano mayor por completo intimidados por su porte y su habilidad en los negocios. En realidad admiraba mucho a su hermano gruñón.

- "Bien, entonces te quiero listo dentro de dos horas como máximo."

- "¡Si señor!."- Steven imitó una pose militar en broma y Nicholas se adelanto meneando la cabeza en una negativa. Su hermano nunca iba a madurar.

Mientras tanto Steven fue a decirle a Kamatari que sus planes habían variado un poquito al final.

Luego, esa tarde los tres pasaron por Eliane, conociendo a los padres de ésta, quienes se sorprendieron un poco al saber de la relación entre Steven y Kamatari, pero no demasiado puesto que Eliane ya les había dicho algo al respecto; y pronto se encaminaron a la cuidad. Una vez allí Nicholas señaló a Steven el lugar donde debían dirigirse, dejando a Kamatari y Eliane en un lugar donde se suponía debían de esperar a aquellos dos.

Eliane y Kamatari observaron a los dos hermanos irse en dirección a el almacén de aquel vendedor de algodón con el que Nicholas tenía que hacer negocios apenas saliese la siguiente cosecha de algodón para el próximo verano. ¡Vaya y que Nicholas era bastante ordenado para hacer negocios!.

Finalmente los dos hermanos Wildfire se perdieron de vista, y Kamatari dirigió su mirada hacia Eliane.

- "Espero que no se aburra conmigo Eliane-dono, así que si usted quiere podemos conversar de lo que usted desee."

Eliane sonrió tímidamente, como Kamatari ya había notado que la jovencita siempre lo hacia; y la vio negar con delicadeza.

- "No se preocupe, en realidad soy yo la que por lo general no es buena compañía señor Kamatari... proponga usted el tema, solo espero poder conversar de algo interesante con usted sin aburrirlo."

Kamatari sonrió ante la dulzura de aquella jovencita; bueno, tal vez un tema que no la abrumase demasiado.

- "No sé realmente de que hablar; lo único que tengo en mente ahora es la agradable impresión que me lleve de sus padres; se nota que son personas muy gentiles y que además la quieren mucho."

- "Si... son los mejores papás del mundo..."- Eliane se sonrojó un poco al decir aquello, luego algo vino a su mente, una pregunta simple- "¿Y sus padres señor Kamatari?, de seguro que lo extrañan mucho... ¿Se mandan cartas entre ustedes?."- la jovencita parecía muy interesada en conocer la respuesta.

- "Yo... no tengo ya a mis padres."- mintió Kamatari puesto que no consideraba apropiado el dar a conocer ese tipo de detalles a la joven frente a él.

- "Oh!... lo siento, no quería ser impertinente."- la casi niña se mordió el labio inferior con arrepentimiento.

- "No se preocupes Eliane-dono, no hay problema. La verdad es que tuve una familia adoptiva luego que me trató muy bien; pero no, no mando ni recibo ningún tipo de correspondencia... aunque la verdad que me gustaría mucho, me encantaría tener alguien a quien escribirle... ¡Eso es algo que no se me hubiera ocurrido antes, pero suena bien!."

Eliane se sonrojó un poco, y tomó algo de aire antes de decir tímidamente.

- "Yo tampoco... tengo a nadie que me escriba... o a quien escribir... ¿le podría escribir yo a usted señor Kamatari?... y tal vez usted podría también..."- la joven calló entonces, roja como un tomate. Nunca antes había propuesto algo semejante a nadie, mucho menos a un hombre.

- "Me encantaría."- respondió el oriental con tranquilidad y emoción a la vez.

- "¿Conversando con un hombre que no es Nicholas, Eliane?. Eso si que es toda una sorpresa hermana querida."- de pronto una voz con un falso todo de dulzura se dejó oír a espaldas de Eliane.

Kamatari entonces pudo ver a un grupo de cuatro señoritas mirándolos, y se fijó en aquella que le había dirigido la palabra a Eliane momentos antes; y no le gustó para nada. Algo en la mirada de aquella mujer le recordaba demasiado a la desagradable de Eve; Kamatari tuvo que contener las ganas de tomar a Eliane e irse de allí de inmediato.

- "E- Elizabeth... Hola... no sabía que estabas por aquí."

- "Hmm... creí que hoy te ibas a quedar en casa, pero veo que hiciste tus propios planes. ¿Sabe tu prometido de esto?."

Eliane tenía toda la cara roja, se notaba que contenía de muy mala manera las ganas de llorar. Había que hacer algo al respecto.

- "Honjo Kamatari, es un placer señoritas."- Kamatari se presento muy educadamente, haciendo que la tensión del momento disminuyera hasta casi desaparecer.

La dama llamada Elizabeth no contestó más que con un mohín de disgusto, así que tomando aire, Eliane se dignó a hablar.

- "Señor Kamatari, le presento a mi hermana mayor Elizabeth... y mis primas que han venido de visita. Elizabeth, el señor Kamatari es un futuro integrante de la familia Wildfire, como yo."- dijo Eliane a su hermana tratando de no cometer indiscreciones.

- "Vaya!... así que Charly por fin le encontró un papá a sus hijos... bueno, supongo entonces que no iras usted señor a intentar nada contra la futura esposa de su cuñado."

- "Por supuesto que no señorita, yo sería incapaz de hacer nada contra una dama tan delicada como Eliane-dono..."- Kamatari de pronto tomó una actitud seria ante los comentarios ácidos de la hermana de Eliane, y de pronto un irresistible deseo de callarle la boca a aquella señorita surgió en el chico oriental- "Además del hecho de que pronto seremos concuñados, igual sería poco probable que me interesara en su hermana de esa manera, puesto que no es con Charlotte con quien estoy comprometido, sino con Steven; verá usted, a mi no me gustan las mujeres. Y ahora si nos disculpa, Eliane-dono y yo tenemos una conversación que terminar; con su permiso."

Y Kamatari tomó de la mano a una anonadada Eliane y la alejó un poco aprovechando para hacer que la joven pasase su brazo alrededor del brazo de Kamatari; y dejando a una boquiabierta Elizabeth, al igual que el resto de la compañía de esta. Kamatari se sentía muy bien de pronto consigo mismo; si, el antiguo Kamatari salía cada vez más al exterior.

- "Disculpe que se lo diga Eliane-dono..."- susurró Kamatari un tanto acalorado por la situación- "pero su hermana mayor en una señorita un tanto desagradable."

- "Lo... lo siento señor Kamatari."

- "Mmm... no se preocupe Eliane-dono, usted no tiene la culpa de nada, cada quien elige su propio carácter como adulto. No creo que sea culpa de la crianza que les dieron, puesto que usted fue criada por los mismos padres y es usted una de las personas mas agradables que conozco."

Y la muchacha se sonrojó aún mas por aquello que le acababa de ser dicho.

- "Yo..."- Eliane no sabía bien que decir.

- "Hace un poco de frío... ¿me acompañaría con un chocolate caliente en aquel agradable lugar al que nos llevaron el otro día? el Caffe creo que se llama, en realidad no me acuerdo muy bien en donde queda, pero si usted me lleva yo pago los chocolates."- Kamatari sonrió.

- "Si..."- Eliane también sonrió, en verdad se sentía muy a gusto con aquel chico extranjero. Era agradable.

Llegaron al lugar y pidieron un par de enormes tazas de delicioso y humeante chocolate caliente.

- "Hmm... esto esta delicioso en verdad, creo que me he vuelto adicto al chocolate de taza."- dijo Kamatari luego de probar un sorbo y sentir aquella cálida sensación recorrer su cuerpo.

- "Si, a mi también me gusta mucho el chocolate caliente en invierno."- dijo la muchacha con alegría.

- "Pero bueno... entonces de que le gustaría conversar Eliane-dono."

- "Yo... no sé."

Kamatari tomó otro sorbo y miró a la joven, entonces se le ocurrió romper otro tanto el hielo con una pregunta indiscreta... esas eran las mejores n_n

- "Entonces... ¿conoce hace mucho a Nicholas-san?."

Y Eliane se sonrojó hasta la punta de los cabellos.

- "Si se siente incómoda..."- Kamatari comenzó a decir, pero la muchacha lo cortó.

- "Pues verá..."

**********


Steven casi y trotaba de regreso hacia el lugar donde habían dejado a la pequeña Eliane y a su dulcesito de naranjitas chinas... ¡Habían pasado como 15 minutos y ya lo extrañaba muuuchoooooo!!!

- "Steven, modera un poco tu actitud, no se van a ir para ningún lugar sin nosotros."

- "No molestes..."- ¬_¬X -*pesado*.

Nicholas suspiró en derrota, su hermano nunca cambiaría... por lo menos no del todo, aunque debía de admitir que había mejorado mucho su actitud desde que lo vio unos meses atrás.

Por fin llegaron al lugar donde supuestamente eran esperados por sus respectivos compromisos, pero....

- "¡¡¡DONDE ESTA MI KAMY!!!."- ;_; snif... T_T

Nicholas también se preocupó, era la primera vez que Eliane se movía del sitio en donde él la hubiese dejado y eso no podía ser bueno.

- "¡¡¡¡¡Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy...!!!!!!."- >_< Steven prácticamente volaba de un lugar a otro de la calle en deformet mientras repetía desesperado el nombre de su chico oriental.

- "Tenemos que ir a buscarlos canto antes, no creo que estén muy lejos."- Nicholas trataba de tranquilizar sin resultado a su hermano- "Lo más probable es que hayan tenido algún tipo de percance."

- "¡¡¡¡¡Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy Kamy...!!!!!!."- >_< Steven no parecía escuchar lo que su hermano le decía, hasta que por fin una mano lo paró en seco al tomarlo del brazo con fuerza y mantenerlo quieto- "Mi Kamy... T_T sniiiffff..."

- "Ya, ya... vamos a buscarlos y vas a ver que los encontramos ahora mismo."

- "Shi... snif."- y un chibi Steven con orejitas de perrito se pegó al brazo de su hermano mayor.

Nicholas y Steven buscaron en los alrededores sin éxito.

- "Separémonos y nos vemos en donde los dejamos en media hora, tal vez vuelvan ellos allí."- Nicholas dio una solución rápida a la situación para de paso calmar a su hermano (quien a estas alturas ya buscaba arrastrándose por las paredes) y se fue a buscar cada quien por su lado.

Nicholas entonces comenzó a pensar en lugares donde podría haber ido aquel par.

- *Tal vez a alguna de las tiendas a las que fuimos la vez pasada... o a la Gelateria o al Caffe...*- pensó el jefe de familia de los Wildfire- *El Caffe es el lugar más cercano.*

Y con esto en mente el rubio entró a aquel lugar y comenzó a buscar discretamente. No era un lugar muy grande, pero estaba lleno de macetas con plantas altas que daban cierta privacidad a algunas mesas. No, no parecían estar por allí, Nicholas suspiró. Entonces aquella voz que hacía que la sangre estallara en sus venas desfiló por sus oídos.

- "Pues verá, yo conocí a Nicholas cuando era una niña... creo que tenía 6, tal vez 7. Yo siempre jugaba con Steven y Cherry a pesar de que ellos eran mayores que yo, no sé por que pero los otros niños y niñas no jugaban conmigo... creo que porque yo era algo enfermiza y lenta y no era divertido jugar conmigo; pero Steven y Cherry si lo hacían, y también me dejaban jugar con todas las mascotas y los caballos, siempre iba de visita a la hacienda por eso cuando yo era pequeña. Un día Nicholas llegó de visita por vacaciones del colegio donde estudio... él fue a un internado y solo regresaba a casa para las fiestas, así que fue hasta entonces que yo lo conocí. En realidad no recuerdo muy bien como fue, creo que me saludo con un par de toquecitos en la cabeza y creo que sonrió... en realidad no recuerdo mucho..."- Eliane ya no miraba a Kamatari, sino que miraba fijamente a su taza con el rostro adorablemente arrebolado.

Mientras, al otro lado de aquel lugar, justo detrás de la planta que cubría a aquellos que hablaban con tanta confianza; un hombre joven comenzó a recordar aquellas vacaciones hacía ya trece años en las que conoció a aquella pequeñita que de pronto significó tanto en su vida...

*****Flash Back 13 años atrás, hacienda Wildfire*****

Un pequeño nene rubio de unos 11 años corría alegre y por completo cubierto de fango y lodo por todo el enorme jardín de la parte delantera de la casa; mientras que su pequeña hermana mayor jugaba a vestir a una enorme cantidad de muñecas con lindas falditas que ella misma había cosido esa mañana y de paso 'instruía' a su pequeña ayudante, una linda nenita de 7 años de edad.

- "¡Mira Cher!."- gritó de pronto feliz el niño, mientras se acercaba más que entusiasmado con una enorme lagartija verde entre sus manos.

La niña miró a la lagartija pensativa, y pronto también su rostro se iluminó.

- "¡Ya sé Stevy!, ¡le voy a hacer una faldita y de seguro va a ser la lagartijita maaaaaaassss elegante de todo nuestro jardín!."

- "¡Olvídalo!, eso es juego de niñas."- dijo el pequeño sacándole la lengua a su hermana mayor y alejando al pequeño reptil del rango visual de la misma.

- "¡Egoísta!, tú no quieres dejarme jugar con la lagartijita..."- Cherry ya estaba a punto de comenzar a llorar.

- "No... no llores... mira, te dejo jugar con la lagartijita, pero no llores, ¿si?."- Steven entonces volvió a acercar al animalito que se retorcía desesperado entre las pequeñas manos de Steven.

Y estaba la niña a punto de coger al animalito cuando este mordió uno de los deditos de Steven y escapó del agarre del niño.

El pequeño animalito salió disparado y sin dirección, y sin previo aviso se metió por debajo de la falda de la pequeña Eliane, quien estaba sentada sobre una manta en el jardín.

El grito fue sonoro, y se escuchó en todo el lugar; y la nena corrió muy asustada.

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Un caballo pinto galopaba a toda velocidad hacia la hacienda Wildfire, un muchacho de 16 años, su cabello rubio volaba al viento, ropa de viaje ligera y un bolso de cuero a la espalda. Ya estaba a punto de llegar a casa luego de varios meses de no haber visto a su familia... extrañaba a su loca familia, debía de admitirlo... incluso a su pequeño y revoltosamente loco hermanito menor... si, incluso al pequeño Stevy lo extrañaba a mares. ¡No veía la hora de estar junto a todos ellos!... y por supuesto recibir los abrazos del caso, porque él no era de dar abrazos.

De pronto pudo divisarlos, allí estaban los dos menores jugando con, al parecer, una nena más pequeña que ellos, Nicholas sonrió. Más entonces algo pareció andar mal, la niña más pequeña había gritado bastante fuerte y había salido corriendo. Nicholas miró todo en pasiva expectación, hasta el momento en que notó que la niña corría en dirección a un surco hecho por las ruedas de carretas que pasaban por un camino específico. La niña se iba a caer y bastante feo.

- "¡Eli!... ¡espera!..."- Steven corría detrás de la nena tratando de alcanzarla, pero era obvio que no lo iba a lograr.

Nicholas aceleró el paso del corcel, el cual pasó a un galope aún mas veloz; solo esperaba llegar a tiempo.

Tal y como Nicholas pensó, la nena no se dio cuenta y se tropezó en aquel surco, iba a caer. Entonces Nicholas salto del caballo aún al galope, y con un buen movimiento detuvo a la nena en el aire.

- *UF!, otro poco más y hubiese sucedido una tragedia.*- pensó el joven Wildfire mientras sostenía a la nena que estaba aferrada a su cuello en un fuerte abrazo y lloraba amargamente- "Ya... ya todo esta bien."- Nicholas puso a la niña en el suelo y acarició su cabeza gentilmente.

- "¡¡¡ELIIIII!!!!."- Steven llegó corriendo hasta donde estaba la pequeña y su recién llegado hermano mayor- "¡La salvaste Nick!, eres un héroe..."- Steven miró a su hermano mayor con estrellitas en los ojos luego de ver que la pequeña no había recibido ni un rasguño.

- "Hola Steven, ¿como estas?."- el chico mayor también acarició levemente la cabeza de su hermano, y luego alzó en vilo a su pequeña hermana quien se había encaramado encima de este.

Poco después todo el resto de la familia salía a abrazar al joven recién llegado, incluso Anthony, el casi novio de su hermana mayor... ese chico le caía bien y le agradaba la idea de que fuese su futuro cuñado. Maxine ya tenía 17 y estaba en la edad de comprometerse, solo esperaba que la agresiva conducta de su hermana no lo espantara como había espantado ya a un anterior pretendiente quien era por cierto primo del mencionado Anthony.

Nicholas se dio un baño y se cambio de ropa. Luego bajó al comedor a servirse algo, la comida del tren nunca le había caído bien, así que no la comía. Allí, al final de las escaleras, estaba la pequeña Eliane, a quien le habían presentado momentos antes.

- "Hola... te sientes mejor."- preguntó el chico con voz dulce mientras se agachaba hasta quedar a la altura de la pequeña.

La nena asintió con la cabeza y se acercó un poco más a su salvador.

- "Gracias."- murmuró la pequeña en un suspiro y le dio un besito en la mejilla, tras lo cual sonrió y se alejó.

El joven se sintió cálido de pronto, siempre era dulce que un niño te diera las gracias, como cuando sus hermanas menores lo abrazaban o su hermano lo miraba con aquella carita de admiración.

*****Fin del Flash Back*****

Nicholas volvió a la realidad en poco tiempo, pero aquel recuerdo de aquella primera vez que vio a Eliane lo puso algo nervioso de manera involuntaria, no estaba acostumbrado a ponerse así de sentimental en lugares públicos.

Pero se mantuvo en su lugar, puesto que la conversación entre aquellos dos aún continuaba.

- "Ya veo, ustedes dos si que se conocen desde hace mucho tiempo."- Kamatari sonrió con gentileza.

- "Si... y luego de eso lo veía en cada época de fiesta, y a veces creo que lo obligaban sus papás a cuidarnos. Primero se quedaba cuidándonos a Cherry, Steven y a mi... luego solo a Steven y a mi; luego solo a mi porque Steven y Cherry ya eran demasiado mayores para ser cuidados. Creo que eso lo aburría, pero fue un buen niñero."- Eliane sonrió un poco, y entonces se sonrojó ante lo que estaba a punto de revelar, puesto que no se lo había dicho antes a nadie, ni siquiera a su almohada- "Y debo de admitir... que fue allí cuando me enamoré de él... porque yo lo quiero mucho, ¿sabe?. No es solo otro matrimonio arreglado; Nicholas es la única persona que he querido en toda mi vida... creo que si él no me hubiese querido, nunca hubiese aceptado a nadie en mi vida."

Y aquel de quien hablaban se paralizo ante tal afirmación, y más recuerdos asaltaron su mente, llevándolo así a 4 años después de haber conocido a aquella pequeña... él ya cursaba la universidad, siempre le gustó hacer las cosas de manera eficaz y adelantar todo los posible, en especial sus estudios, y estaba por terminar los mismos. El tiempo pasaba rápido y a él le gustaba aprovechar su tiempo lo más que se pudiese; era una persona organizada y muy aplicada en todo lo que hacia, meticulosa al extremo e incapaz de distraerse con nada... excepto...

Excepto al volver a casa, llevaba 6 años haciendo algo que ni él mismo entendía; pero era claro para él mismo que aquella nena le producía un sentimiento de sobreprotección increíble... Mentía a sus amigos al asegurar que tenía cosas importantes que hacer y los dejaba con las invitaciones en la mano, solo por el simple hecho de saber que la pequeña Eliane se quedaba a jugar en casa. Se ofrecía a cuidar de sus hermanos casi a diario solo para que cuando ella viniese pudiese velar por la salud y bienestar de la pequeña. La verdad que esa pequeñita le había producido un enorme sentimiento de cariño, algo extraño en él; y le encantaba sentir aquello... tal vez era porque a esa pequeña si podía cuidarla... y no como a las pequeñas salvajes que tenía en casa y que llamaba hermanas... sus pequeñas Charlotte y Cherry... sus chicas predilectas; pero con la pequeña Eliane era diferente.

*****Flash Back 8 años atrás, hacienda Wildfire*****

- "Bueno hijo, tu mamá y yo regresaremos lo más temprano posible... ¿seguro que no te molesta quedarte cuidando de Eliane?, si quieres se la podemos encargar a tu nanita, de seguro que a ella no le molestará."

- "No te preocupes padre, no tenía nada importante que hacer esta noche de todas formas."- sonrió el joven de manera encantadora, mientras que por su mente pasaban los ruegos de sus amigos para que los acompañase a una competencia de caballos entre dos de los mejores jinetes de su grupo.

- "De acuerdo entonces, mira que Eliane se duerma temprano y no olvides darle algo caliente..."

- "Algo caliente de tomar antes de que se duerma, porque si no tiene pesadillas. Lo sé padre, todo esta cubierto."

Esa noche casi toda la familia estaba fuera. Los señores Wildfire habían aceptado la invitación para cenar de una antigua pareja amiga; Maxine había salido con Anthony a comer a la casa de los padres de éste (las cosas en realidad iban en serio); Charly y Cherry se habían ido a casa de una amiga a dormir, y Steven... bueno, andaba desaparecido desde hacía dos días nada más, y con él no había que preocuparse hasta cumplidos los 5 días de desaparición. Solo la nana y la servidumbre se quedaban en casa esa noche aparte de Nicholas y Eliane... bueno, iba a ser una noche tranquila... para variar un poco la rutina (y para mejor) pensaba el joven.

Y así la noche había llagado, y Nicholas leía un libro a la luz de las lámparas de aceite. Se había pasado toda la tarde mirando a Eliane (de doce años) jugando con sus muñecas, vistiéndolas y hablándoles de cosas de niñas. Ella nunca daba problemas... Nicholas comenzó a sentir algo de sueño.

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El ruido del libro cayéndosele de las manos y chocando contra el suelo lo despertó; y al mirar alrededor pudo notar no solo que se encontraba arropado por una frazada, sino que Eliane no se encontraba en la habitación.

Tratando de quitarse el sueño de encima, Nicholas comenzó a buscar a la pequeña por todas las habitaciones; y comenzó a preocuparse de verdad hasta que llegó a la cocina y la vio frente a la estufa donde miraba atentamente una tetera.

- "¿Qué haces aquí Eliane?."- preguntó Nicholas despacio, más aún así la pequeña respingó al oír la voz- "Lo siento, no quise asustarte."

- "Espero que hierva el agua señor Nicholas."- respondió la niña a la pregunta cuando el aludido se sentó junto a ella.

- "Se lo hubieses pedido a alguna de las chicas que trabajan aquí, para eso están ellas."

La nena lo miró durante un rato, y de pronto aquella mirada penetrante lo hizo sentir extraño, pero no incómodo.

- "Es que estoy practicando."- dijo la nena con naturalidad.

- "¿Practicando?, ¿para qué?."

- "Para ser mamá y esposa."- contestó la pequeña mientras miraba a su muñeca Suzie, a quien abrazaba en aquellos momentos.

Nicholas parpadeó, la verdad nunca había pensado en la pequeña como... madre y esposa... un extraño cosquilleo hizo que su estómago se contrajera involuntariamente.

- "¿Y eso?."- preguntó el joven aún extrañado por los efectos que aquellas palabras le produjeron.

- "Es que mi hermana Elizabeth dice que como no soy bonita, ni tengo salud, ni soy inteligente; solo se fijará alguien en mi si soy buena para cuidar la casa... y que de seguro me casare con Jimmy Lionel porque será el único que se fije en mi"

Nicholas parpadeó; cosas de chicas... peor aún; cosas de hermanas mayores con sus hermanas menores. James Lionel; para tener tan solo 15 ese chico era un problema... se notaba que iba a ser de lo peor al crecer.

- "Pero a mi no me gusta Jimmy, no sería un buen papá para Suzie... así que aprenderé a ser una buena mamá y buena esposa pero no me voy a casar nunca."- la pequeña miraba sonrojada a su muñeca, aquello le había costado decirlo, pero Charly le había dicho que siempre dijese las cosas que pensaba... y era la primera vez que lo ponía en practica.

Nicholas miró divertido a la pequeña; ¡Vaya y se le ocurrían ideas curiosas!... aunque para ser sinceros a él tampoco le gustaba la idea de que James Lionel se acercase a Eliane... ¡En realidad no le gustaba la idea de que ninguno de esos pequeños rapaces de acercase demasiado a la nena!... pero claro que ella aún era muy pequeña para esas cosas (a diferencia de su disparatada hermana Elizabeth, quien ya iba por los 18 años). Por supuesto que eso se debía a que Eliane era como una hermanita menor para él, y él era muy protector con sus hermanas... aunque no tanto como con Eliane, pero en fin.

Nicholas preparó después un buen vaso de leche caliente para la nena y la llevo a dormir, su hora ya se había pasado hacía rato. Esperó afuera de la habitación hasta que una de las criadas terminó de vestirla con sus pijamas y luego entró a arroparla y darle las buenas noches; y como siempre que se quedaba a cuidarla esperó hasta que la nena se durmiese para salir de la habitación.

Nicholas cerró la puerta de la habitación tras de él al salir y se estiró un poco; se sentía tenso. Ni siquiera un buen baño lo ayudó a relajarse, y no pudo concentrarse lo suficiente para leer; algo lo estaba molestando terriblemente, pero no pudo averiguar que. Esa noche tuvo extraños sueños; soñó que James Lionel arrastraba a Eliane y a la pequeña Suzie y que él no podía evitarlo a pesar de todos los esfuerzos que hacía. El despertar fue terrible, y al día siguiente tenía terribles ojeras bajo los ojos.

Los días pasaron pero aún no podía averiguar que era lo que le molestaba... las vacaciones estaban a punto de terminársele y se sentía muy intranquilo de dejar la hacienda por primera vez en muchos años.

Una vez más le tocaba cuidar de la pequeña Eliane, y no había hermanos ni padres alrededor después de las 5 de la tarde, una vez más todos los miembros de la familia tenían sus propios planes.

Nicholas miró a Eliane jugando con sus muñecas, e hizo algo que no había hecho en años. Dejó su libro en la mesita que tenía al costado y se sentó en el suelo junto a Eliane.

- "¿A que juegas?."- preguntó dulcemente Nicholas.

- "Juego con Suzie... yo soy su mamá y le enseño que tiene que ir al colegio... para aprender muchas cosas, como yo cuando voy al colegio."

- "Claro que tu sabes muchas cosas, eres una chica muy inteligente... y bonita también."- agregó el joven recordando las palabras que la misma nena le había dicho noches atrás cuando hablaba de lo que le decía su hermana- "Y... ¿puedo jugar yo también?."

La niña lo miró un rato pensando si había oído bien. Luego se encogió de hombros y asintió con la cabeza en señal de afirmación.

- "¿Y quien puedo ser yo?."- preguntó Nicholas de pronto ligeramente nervioso.

- "El profesor del colegio... o el papá de Suzie... quien quiera ser señor Nicholas."

- "¡Ey!, llevamos mucho de conocernos para que me llames así, soy Nicholas, de acuerdo?. Bueno, creo que seré el papá... siempre le he hecho de tío o profesor con mis hermanas, creo que el cambio será bueno."- Nicholas estaba sonrojado hasta la punta de los cabellos, ni idea de porqué decía aquello... pero ya estaba hecho.

Por su parte la nena no notó el sonrojo de su niñero, estaba demasiado ocupada respirando profundo mientras veía fijamente a su muñeca Suzie. El resto de la tarde fue tranquilo, por lo menos a primera impresión. Porque dentro de cierto muchacho de 21 años, todo un huracán de emociones se revolvían en su interior mientras fungía de 'padre' de la muñeca de Eliane.

Una semana pasó, y el joven se veía cada vez más demacrado, hasta que por fin aceptó para consigo mismo que necesitaba desesperadamente hablar con alguien. Solo faltaban dos días para su partida. El joven tocó la puerta de la habitación de sus padres, sabía que su padre estaba solo en aquello momentos.

- "Padre... ¿tienes un minuto?."

- "Tal vez dos hijo... dile a tu padre que pasa que estas tan desesperado."

- "¿Cómo... cómo sabes que estoy... desesperado?."

- "Eres mi hijo, te conozco más de lo que imaginas... a ver, dime que pasa."

Nicholas tomó aire y decidió decirlo de golpe. El problema no era no saber lo que sentía, el problema era todo lo contrario. El joven se sentó en la cama.

- "Creo... no, estoy enamorado de alguien... padre."

- "OH!, veo que eso ya lo tienes muy en claro. ¿Entonces cual es tu problema hijo?, ¿acaso no te corresponde?... ¿no sabes como decirlo?... ¿tiene ya prometido?... ¿es casada?..."

- "¡No digas eso!."- saltó el joven a lo último, luego se calmó un poco- "Me gusta... me gusta una de las hijas del señor Parker... ¡Pero es que es menor que yo!."

- "Bueno hijo... yo no diría tan menor..."

Nicholas miró extrañado a su padre.

- "Solo tiene tres años menos que tú."- prosiguió el señor. Nicholas suspiró.

- "Hablo de Eliane, padre... ¡Soy un pervertido!."- y Nicholas cayó de cara contra el colchón- "¡Soy un maldito pedófilo!... que voy a hacer."- preguntó aún contra el colchón, la voz ahogada por éste.

Por un momento el señor Wildfire se mantuvo en silencio, luego se hecho a reír.

- "¡Yo no le veo la gracia, padre!."- Nicholas levantó su rostro molesto.

- "¡Vaya que mi hijo tiene visión a futuro!... Eliane va a ser una chica muy bonita, de eso no hay duda. ¡Sabía que eras un Wildfire después de todo!, espera a que tu madre se entere..."

- "¡Padre!, esto es serio..."

- "Hijo, por si no te acuerdas le llevo a tu madre cerca de 13 años de edad; y tu solo le llevas a Eliane 9 años. No es tan grave."

- "Pero tu no te fijaste en mamá cuando ella era solo una niña."- el joven miró hacia otro lado sonrojado.

- "Es cierto, pero Elaine no será una niña para siempre... y creo que es bueno que sepas desde ya a quien quieres. Una cualidad Wildfire es que nos damos cuenta cuando estamos enamorados de verdad... y que luego ya más nunca dejamos a nuestro primer amor... a menos que ese primer amor nos deje a nosotros."- el padre sonrió al hijo- "No te preocupes que yo velaré por Elaine, vete a estudiar tranquilo. En un par de años o algo así veré como arreglar las cosas con sus padres y que todo salga bien."

- "Papá... gracias."- el joven se sintió mejor; si, era cierto... por algún lugar le tenía que salir lo Wildfire. Ahora sentía que podía respirar más tranquilo.

Cuando llegó el momento de partir de nuevo, cierta pequeña vino a despedirlo, y el corazón, el estomago, el bazo, el hígado, los riñones.. bueno, todo le dio un vuelco dentro de su cuerpo; y no pudo resistir tratar de asegurar su futuro. Luego de despedirse de todos, el joven pidió a la niña lo acompañara hasta su montura, y antes de subirse al caballo para partir a la estación del tren, el joven preguntó en broma a la nena.

- "¿Y ya elegiste a alguien para que sea el papá de Suzie?."

La nena negó con la cabeza, Nicholas aspiró profundo y sonrió lo mejor que pudo.

- "¿Puedes considerarme para el puesto?."

La nena se sonrojó hasta la punta de los cabellos, y asintió tímidamente. El chico sonrió de manera divina y besó suavemente su frente y acarició con una mano su cabello.

- "Adiós entonces."

- "Adiós."

Y el joven partió

*****Fin del Flash Back*****

- "Wow, eso es hermoso Elaine-dono. Tiene suerte de que Nicholas también la quiera, porque se nota que la quiere mucho."

- "U... usted cree eso..."

- "Aa, se le nota en los ojos cuando la ve."

- "Vaya... a veces... a veces creo que solo esta conmigo por compromiso, pero luego lo veo y siento que me quiere en verdad."

Eliane no fue la única en sonrojarse ante ese comentario; pero Kamatari solo pudo ver a Eliane sonriendo con felicidad ante el tema tocado por la conversación, la cual prosiguió.

- "Su padre pidió mi mano cuando yo tenía 15. Fue toda una sorpresa para mi familia y para mi, en especial porque yo creía que él me miraba solo como a una niña, y a quien quería era a mi hermana Elizabeth."

- "¿Y eso Eliane-dono?. Si es que se puede saber, claro."

Nicholas también se preguntaba a si mismo porque su pequeña Eliane pensaba así... ¿y por qué el nunca se enteró de todo lo que se estaba enterando hasta ahora?.

- "Porque Elizabeth siempre me dijo que ella sería una de las señoras Wildfire. Le gustaba pensar que sería la envidia de sus amigas por ser la esposa de Nicholas; y le gustaba además hacerme llorar, ella sabía de alguna manera que a mi me gustaba mucho Nicholas... me hizo llorar muchas veces al decirme cosas como que lo besaría hasta desfallecer y eso. Fue horrible en su momento, pero ya no me importa."

Nicholas apretó los puños, ahora entendía muchas cosas que en su momento le parecieron muy extrañas.

*****Flash Back 5 años atrás, casa de la familia Parker*****

- "Bienvenido Robert!, Katherine, tan radiante como siempre. Y el joven Nicholas ya es todo un señor."- saludó el señor Parker a sus invitados- "Fue toda una sorpresa recibir tu pedido para venir hacia aquí el otro día, debe ser un asunto importante. ¡Pasen adelante por favor!."

- "Ah!, Henry; tan atento como siempre, eres un amor."- la señora Wildfire sonrió encantada- "Janeth, querida, tú también te ves tan bien... creo que vas a tener que pasarme tus secretos."- las dos damas comenzaron a hablar de asuntos triviales hasta llegar a la sala.

La conversación se desarrollo en un ambiente cálido, las dos hijas de la familia Parker también estaban presentes; pero por alguna razón Eliane se veía algo triste. El corazón de Nicholas se estaba partiendo en pedacitos, aunque su rostro por completo impasible no lo demostrase.

Por fin el rumbo de la conversación comenzó a tomar un rumbo más serio. Pronto los dos jefes de familia hablaban en un tono más calmado y de temas un tanto delicados.

- "Entonces Robert, dime cual es el motivo de tu visita."

- "Verás Henry; la verdad es que mi Nicholas ya está pronto a una edad propia de comprometerse, y me parece que aquí se encuentra la persona indicada para mi hijo."

- "Vaya!, eso es serio amigo mío... pero nada me haría más feliz, y estoy seguro que a Janeth también la hace feliz esta noticia. ¿Verdad querida?."

La señora Parker estaba al borde del llanto por la emoción, y ambos padres sonreían ante el acuerdo tácito que parecía existir en este asunto.

Nicholas por su parte trataba de mantenerse sereno, lo cual era lo más propio en él; pero estaba sudando a mares y temblaba internamente como lo hacía el flan de durazno de la nana. Se moría de nervios y ni se atrevía a mirar a Eliane, más algo lo impulsó a hacerlo a pesar del miedo que tenía, y toda su vida estuvo a punto de desmoronarse al notar aquel rostro tan amado por el todo sonrojado y aquellos cálidos ojitos vidriosos y a punto de llorar... ¿es que acaso ella no lo quería?... ¿y si solo aceptaba por ser un acuerdo entre ambos padres?. Nicholas tragó con dificultad y haciendo algo que no hacía muy frecuentemente, comenzó a orar en silencio.

Por otro lado, los dos padres se habían retirado a servirse unos tragos en el bar, mientras comentaban lo maravilloso que sería unir sus familias.

- "Bueno, estoy seguro que mi hija Elizabeth será una buena esposa para Nicholas."- dijo por fin el señor Parker con orgullo.

Robert Wildfire suspiró, fue justamente por eso que se las arregló para alejar a su futuro consuegro, para no hacer una escena al decir lo que tenía que decir.

- "En realidad Henry, mi hijo ha pensado en la joven Eliane como futura esposa."

El señor Parker miró a su viajo amigo y parpadeó.

- "¿A Eliane?... pero Elizabeth se le acerca más en edad, y además es la mayor... y aún no tiene compromiso."

- "Lo que sucede mi amigo, es que en mi familia... nos casamos con aquel a quien amamos... no por conveniencia. Claro que eso no quita que además de amor pueda ser un matrimonio muy conveniente."- bromeó el señor Wildfire con su amigo de casi toda la vida, quien luego de un 'Oh!' y una sonrisa, aceptó encantado. No importaba en realidad con cual de sus hijas quisiese casarse el joven, ella iba a ser la futura esposa del futuro jefe de familia de una de las familias de mayor prestigio en la región; con eso era suficiente, mejor aún si existía la posibilidad de que su niña fuese feliz.

- "Entonces brindemos por el amor."- Henry Parker levantó su copa.

- "Que así sea."- Robert Wildfire hizo lo mismo, y el pacto quedó sellado.

Mientras tanto en la sala, las dos señoras conversaban aún de manera animada cuando los dos hombres volvieron a ingresar a la habitación. Para ese momento Nicholas no solo se sentía muy nervioso, sino también algo fastidiado, puesto que la molesta actitud de la hermana de Eliane se había agravado para con él en los últimos minutos, Elizabeth no dejaba de mirarlo de aquella manera tan desconcertante. Además del hecho de que Eliane palidecía más y más a cada momento, Nicholas estaba muy preocupado por ella.

- "Bien..."- comenzó Henry Parker extendiendo una mano hacia Nicholas- "entonces eres bienvenido a la familia Nicholas. Espero que hagas a mi hija Eliane muy feliz, ella es una pequeña joya."

Y ante tales palabras, una explosión de sentimientos se dio entre los presentes. El señor Parker logró mantener a su esposa tranquila con solo una mirada, pero su hija mayor de pronto salió de la habitación como una tromba, se veía bastante furiosa. Mientras tanto la joven Eliane miraba a Nicholas sin poder creerlo aún... y la emoción fue demasiada para ella, quien finalmente cayó desmayada en su asiento en el sofá.

El joven por fin abandonó todo aquel autocontrol y corrió a socorrer a su ahora futura esposa, por suerte la joven recuperó el conocimiento rápidamente.

Nicholas sacó entonces una pequeña cajita, y de ésta sacó un pequeño y bonito anillo de oro con un pequeño y adorable diamante en forma de corazón. Se había tardado casi dos meses en decidir que ningún anillo le recordaba lo suficiente a Eliane como para comprarlo y finalmente mandó a hacer uno que él pensaba era parecido a ella. Frágil y pequeño, pero no por ello menos brillante ni hermoso. El muchacho puso el anillo en el dedo de la joven y besó sus sienes como tantas veces lo había hecho antes. Luego se despidió de los señores Parker de manera en extremo correcta y se alejó hacia el carruaje que los esperaba a él y a sus padres.

Una vez en el coche el señor Wildfire miró a su hijo y sonriendo le dijo.

- "Ya puedes soltarlo hijo, ya nadie más que nosotros te puede ver."

Y Nicholas abrazó a su padre y a su madre como nunca antes lo había hecho, y llorando les dio las gracias una y otra vez hasta que llegaron a casa.

*****Fin del Flash Back*****

Nicholas salió de su ensoñación, y pudo oír que el tema entre esos dos había cambiado.

- "Señor Kamatari... hay algo que quisiera pedirle."

- "Lo que usted quiera Eliane-dono."

La joven se sonrojó furiosamente, y tomo mucho aire, y comenzó.

- "Bueno... sucede que Steven y Cherry, y Tony y Max son los padrinos de Dianna y de Jeffrey; y Nicholas y yo vamos a ser los padrinos del bebé de Max..."

- "¿En serio?, eso no lo sabía. Que hermoso, todo queda en familia."

- "Si... por eso quería pedirle... verá, Charly será la madrina de mi primer bebé, Nicholas y yo hablamos de eso y él quiso que fuera Charly... y yo... ¡Sería usted el padrino de mi primer bebé!."- por fin la joven se atrevió a pedir aquello a Kamatari- "Es que usted... yo ya lo aprecio mucho señor Kamatari, a pesar del poco tiempo que llevamos de conocernos; y me gustaría que si algo me pasase, fuese usted quien cuide de mi bebé."

Poco es decir que Kamatari se emocionó hasta las lágrimas, y aceptó encantado.

- "Pero ¿Nicholas-san?, no se meterá en problemas por eso, ¿verdad?."

- "No se preocupe."- la voz de Eliane sonaba muy confiada, y Nicholas tuvo que suspirar ante aquello, conocía ese tono de voz, no iba a quitarle aquella idea de la cabeza nunca, así que al parecer su 'futuro cuñado' sería el padrino de su primer hijo. Bien, en realidad el chico oriental le empezaba a caer bien, no sería tan malo después de todo... incluso estaba enderezando un poco a Steven... *¡Steven!*.

Nicholas se levantó y salió rápidamente del local.

- *¡MALDICION!*- se había olvidado por completo de su hermano. Nicholas estaba preocupado por lo que pudiese pasar con un Steven desesperado suelto por allí.

Casi corriendo, Nicholas fue hasta el punto de encuentro que había acordado con su hermano, y tal y como lo imaginó encontró al muchacho llorando a mares en un rincón ante la mirada azorada de un improvisado público.

Un muy apenado Nicholas se abrió paso entre la multitud y sacó a rastras a su hermano, quien de ponto comenzó a sollozar pegado a su hombro que se le habría perdido.

- "No se te perdió nada, ya los encontré."- dijo incómodo el mayor de los hermanos, ante lo cual el mas joven cambió por completo su actitud inicial.

Steven comenzó a saltar y jalar a su hermano para que le indicara el camino tal y cual lo haría un niño pequeño. Nicholas suspiró en derrota, con su hermanito no podía.

Por fin ambos hermanos llegaron al lugar, y el mayor de ellos tuvo que contener las ganas de darle un buen golpe en la cabeza al menor para que se comportara; Steven comenzó a correr por todo el lugar apenas y entraron buscando a su perdido Kamy por cada rincón, hasta que lo encontró.

- "Kamyyyyy..."- comenzó a gemir el rubio mientras que miraba al que había ocasionado que casi le diese un ataque cardiaco por su desaparición; tras lo cual se le arrimó y en deformet lo abrazó con fuerza como para nunca dejarlo ir.

Al ver aquello, Nicholas se dijo mentalmente una y mil maldiciones ante la falta de tacto y educación de su hermano en lugares públicos, ¡¿Dónde quedaba el nombre de la familia Wildfire en situaciones como esas?!.

- "¡Steven!, por el amor de Dios, deja de hacer tantas ridiculeces y compórtate de acuerdo a la edad que tienes."- dijo muy serio Nicholas en voz baja y modulada al llegar a la mesa.

- "Mi Kamy..."- fue lo único que respondió Steven con la misma voz llorosa de antes sin importarle nada más.

Kamatari por su parte abrazó a Steven de manera protectora, ya antes había pasado por situaciones parecidas, su rubio estaba en una fase de "Necesito amor, ternura y cariño... soy un bebé desamparado en este mundo..." etc, etc, etc; nada del otro mundo.

- "¿Te gustaría tomar una taza de chocolate caliente Steven?."- preguntó cariñoso el chico oriental.

- "Chocolatito."- murmuró Steven y comenzó a mover la nariz como un conejito mientras olfateaba la taza de chocolate que le acercaba su pareja, para luego comenzar a sorber de manera un tanto escandalosa el liquido, ahora en superdeformet.

Nicholas estaba a punto de terminar de perder la paciencia, más de una mirada se dirigía hacia la escondida mesa y eso lo incomodaba terriblemente.

- "Te he dicho que te comportes Steven."- dijo cada vez más rojo Nicholas, se notaba que ya estaba a punto de perder la paciencia, más el único que no parecía notarlo era el mismo Steven, quien estaba muy ocupado auto mimándose en el regazo de su Kamatari.

Por fin Kamatari lanzó una mirada para pedir ayuda a Eliane, quien pareció entender el mensaje y pensó lo más rápido que pudo para evitar una desgracia.

- "Nicholas, ¿quisieras que te ordene una taza de chocolate también... o café, o té?."

Nicholas miró a la joven y suspiró, por un momento había olvidado con quienes estaba además de su por completo irresponsable hermano menor.

- "Mmm.. un chocolate caliente esta bien."

- "¿Con canela?, el mío tiene canela y esta delicioso."- la joven sonrió tímidamente y el muchacho de pronto se derritió internamente hasta los huesos, costándole entonces demasiado recordar cualquier otra cosa que no se relacionase con su amada Eliane.

- "Si, con canela."

Y el joven hombre pidió dos tazas de chocolate, una para él mismo y otra para su hermano. Luego de eso las cosas parecieron normalizarse un poco, y Nicholas se tranquilizó lo suficiente como para disfrutar del momento.

**********


El día en sí había sido tranquilo en comparación con muchos de los días que habían tenido últimamente; y ahora que había llegado la noche, en lo único que podía pensar el chico oriental era en su cama y el calor que sentiría al ser arropado por las cálidas cobijas.

- "¿Tanto sueño tienes, amor?." Steven preguntó mientras empujaba suavemente con su rostro el hombro de Kamatari.

- "Mmm... no, creo que es más bien algo así como un poquito de flojera lo que tengo ahora, pero no lo puedo evitar. El día fue largo pero tranquilo, ya extrañaba los días así. Además tuve un momento muy agradable junto a Eliane-dono, que además me pidió de favor algo que me hizo muy feliz."- dijo el chico con los ojos cerrados y una sonrisa misteriosa en el rostro.

- "¿Te pidió un favor que te hizo feliz?... ¿De que se trata?."- preguntó el chico rubio con genuina curiosidad.

Kamatari solo sonrió un poquito y con travesura tan solo dijo...

- "HI-MIT-SU."

- "¡Malo!."- y Steven comenzó a hacerle cosquillas a Kamatari y después de un rato ambos terminaron riendo, mientras se abrazaban y entrelazaban en la cama.

- "Aaaaaaaa.... ¿hace cuanto que no nos reíamos así koi?."- preguntó Steven al dejar de reírse por un momento con Kamatari sobre su pecho.

- "Mmm... hace ya un tiempo creo yo."- y el chico se sintió un poco culpable pues en gran parte suya era la responsabilidad de aquello.

- "¿Tienes idea de cuanto te amo Honjo Kamatari?."- preguntó el americano mientras besaba el cabello de su pareja.

- "Espero que tanto como yo a ti."- respondió el chico en un suspiro y se aferró aún más al abrazo de su koi.

Ambos estuvieron así por un rato hasta que de pronto unos conocidos ruidos en la puerta se dejaron oír.

- "¿Que tan tarde es ya?."- preguntó Steven antes de levantarse y abrir la puerta para dejar entrar a los cuatro perros y la gatita.

Kamatari miró el reloj y se dio cuenta que ya casi eran las 9 de la noche, hora en la que se les había hecho costumbre ir a dormir.

- "Creo que podemos obviar el baño por esta noche."- Kamatari hablo lento mientras se paraba y buscaba de frente su pijama en el baúl que se encontraba a los pies de la cama- "Hace un poco de frío y no estoy con ganas de resfriarme de nuevo."

Kamatari y Steven se cambiaron y metieron a la cama, e hicieron un espacio al medio para Baron y para Princess; se acomodaron un poco mejor y sintieron a los tres hijos mayores de Baron acomodarse a sus pies.

Kamatari sonrió y se estiró un poco por sobre el enorme can negro para dar el beso de buenas noches a su rubio adorado, luego abrazó al can como un niño abraza a su peluche favorito y le dio un gran beso de buenas noches también; era imposible no encariñarse con esos enormes canes abrazables y por completo adorables, pensó el chico antes de rendirse al sueño; pero no antes de pensar una vez más en lo afortunado que se sentía de estar justo en el lugar donde se encontraba.

Continua en el capítulo XIII parte III

Notitas de autora.


AAAAAHHHHH!!!!! miau, si... me estoy demorando demasiado lo sé, pero tengan paciencia. A este capítulo solo le falta una parte más, la cual trataré de apurar lo más posible. Por lo pronto espero que les haya gustado =n.n= a ver que opinan de la familia Wildfire ahora... les sigue gustado tal y como me dijeron en varios mails o es demasiado para ustedes?, jejeje.. seguro que hay un poco de todo por allí.

Bueno, no los aburro... un bechito felino y nos vemos pronto en el 13-III

Por cierto: Himitsu = Secreto.

Hasta la próxima

chibineko =n.n= and family

Este capítulo fue terminado el 15 de Mayo del 2003


Steven ecchi =n.n=

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