Capítulo 9 “Malfoy al desnudo”
-No sigas Potter- Draco le mira con desconfianza y lo aparta con brusquedad de su cuerpo, dejándolo en el frío suelo- no quiero nada de ti, entiendes, vete de mi vida- toma su ropa, se viste y se va del baño de prefectos, dejando atrás a un Harry en estado de shock y temblando de frío.
Así es... no quiero nada de él. Mucho menos que me acaricie o me toque. Simplemente no puedo soportarlo.
¿Qué demonios estaba pensando?, que bastaba con que se desnudara y me sedujera. Falta mucho más para que yo pudiese al menos considerar en poseerlo otra vez.
La primera vez fue porque me desafió. Porque dejé mi orgullo fuera de la habitación. Pero ahora que lo he retomado, no lo voy hacer. No puedo hacerlo.
No quiero volver a sentir cómo se derrite entre mis brazos, como si fuese una mantequilla expuesta al sol, por horas y horas, mientras es acariciada y moldeada para que tenga una figura perfecta. Yo no debo moldearle.
Además, mi padrino tiene razón. Quien se enamora de él, sólo le espera dolor y tormento. Me basta sólo con los que tengo. El llevar la marca tenebrosa en mi brazo y bajo un hechizo de disfraz, nadie ha podido detectarla...
Si consiguiese que me odiara. Que todo retrocediera a unos días. Cuando nos odiábamos. Antes de la amortenia.
Cuando yo le insultaba. Podía decirle “sangre sucia” a su madre y él me golpeaba. Podía decirle “comadreja” a ese ordinario de Weasley y Zabini me golpearía. Pero si lo es, ¿por qué les molesta tanto la verdad?...
Ni en cien años podría considerar en tener algo con él.
Por Dios, somos enemigos naturales. Como vampiro y licántropo, aceite y agua. Algo que junto, no podría mezclarse. Eso es lo que somos. Ingredientes que no podemos estar juntos. Ni tampoco deseo que eso pase.
Los días con Potter fue una completa tortura mental. Era como estar con mi padrino largas horas de oclumancia.
Menos mal que soy bueno en eso. Pero antes que nada, no existe nada. Saber que existe algo tan patético como el amor, eso es para los débiles que necesitan justificarse por cada acción ridícula o extraña que hacen por alguien. Decir que alguien puede amar y ser amado, yo no lo necesito.
Sé que me desean y yo tomo lo que deseo. Y no deseo para nada a santo-de-las-causas-perdidas-Potter. Que se vaya al diablo, que se joda de una buena vez. Que Lord Voldemort me libre de él.
Porque no le necesito para salvarme. Porque si tuviera que entregarlo, lo haría con mucho gusto. Así mi familia retomaría el lugar que le corresponde. Porque antes y después de la amortenia no era nada más que mentiras.
Que yo sea lo más importante para él, ¿para quién no lo sería?... eso ya lo he oído tantas veces que me basta con serlo para mí. No quiero escuchar frases trilladas e inventadas sobre el amor. El sentimiento más absurdo y corrompible del mundo.
Que se joda. Que muera. Me importa un soberano carajo lo que piensen. Que digan que soy cruel, lo soy. Que no lo merezco, también. No he pedido merecerle, en primer lugar.
Que esto termine como ustedes quieren, ya es otra cosa.
Verle sucumbir ante mí, fue anestesiante. Que su cuerpo quedara en el suelo, helándose y humillado, habría pagado por una foto.
Porque la amortenia sólo es una poción efímera y cruel.
Es algo tan inventado y superficial que no me hace falta. Porque si iba a amarme, que fuese real... no quiero oír palabras que sean frases que hilas para seducirme con tu pobre repertorio.
Al menos debo reconocer que besa decente. Por lo menos, el haber practicado con Cho en quinto le sirvió de algo.
Aunque fue tan patético que es mejor dejarlo de esa forma. Entonces... ¿qué me está pasando?
Porque siento que mi mente se va corrompiendo con imágenes insanas y extrañas. Porque no quiero sentir tu olor en mis sábanas. Tampoco quiero olerte en mi piel.
Draco entra a su habitación y cierra con llave. Blaise, estaba preocupado. No le había visto desde anoche y sabía que nada andaba bien.
-¡Abre la puerta!- exclama golpeando.
Pero el príncipe de las serpientes, no decía nada. Sólo se tiró en la cama, oliendo las sábanas. Todavía quedaba rastro de su presencia en ese cuarto.
Que ni siquiera en mi cuarto puedo ser libre de tu hechizo. ¿Qué fue lo que hiciste para dejarme en este estado?... no he bebido nada y creo que te odio más que nunca. Te odio porque al mismo tiempo te deseo.
Quiero destrozarte, si, hacerte pedazos. Partirte en mil pedazos. Desaparecer. Juro que lo haré. Lo haré.
¿Qué estoy pensando?... hace unos momentos pensé eso... no puedo desearle. Sí lo deseo. ¡No lo deseo!... sólo vete y no regreses. Arrancarte de cada fragmento de mi mente.
Eso debo hacer. Ligarme a otro, a cualquier idiota que se rinde a mis encantos...
Y eso fue lo que hice. Me ligué a uno de quinto. Ni siquiera me fijé de que casa era. Sólo por un segundo, pude suprimirte de mi memoria... eso ya es bastante, créeme.
Lo molesto, fue que él pensó que podía quedarse. Es un idiota. Lo eché con ropa y todo afuera. No necesito a nadie que venga a darme calor. Soy yo quien toma el calor de los otros. Es como si necesitase ese calor para sentir que por dentro tengo calidez...
Era un pésimo amante. No sirvió de nada. Prácticamente fue una pérdida de tiempo. Sólo pude olvidar mi situación cuando el idiota creyó que podría doblegarme. Que inocente era... en tres segundos le dejé claro quién mandaba en ese terreno.
Desde que Potter bebió esa maldita poción, mi poca vida se convirtió en un eden infernal. Sí, era un complejo paraíso de los caídos.
Teniendo que cuidarlo por la ceguera que le provoqué, si él se cayó. Yo lo empujé un poco... al menos debería agradecer que lo llevé a la enfermería. Por lo menos, algo de buena gente tengo.
No basta sólo con ser una buena persona. Fui paciente.
Muy paciente. Agotó mi nula paciencia en un segundo. Así es, el mito de que yo era paciente quedó al descubierto.
Hasta un elfo doméstico se atrevió a mirarme con altanería. Si antes era mío. Lo tiene muy mal enseñado.
También me puse a espiarlo en la ducha. Se veía bien en el baño... gracias a los efectos del vapor y lo que el agua le favorece a la apariencia. Lo ataqué.
Le besé como si mi cuerpo entero se estuviese incendiando, como si mi vida iba a ser arrebatada antes de eso y no alcanzara a obtenerlo...
En todo caso, ese Potter no es ningún santo. Al menos debería decirle que no me vuelva a besar sin mi consentimiento. Si será el muy gryffindor… aprovechó de que estaba inconsciente para besarme… él muy inocente se atrevió a profanar mi intimidad…
Por eso… no quiero nada con él. Ni crea que voy a ir a buscarle o decirle algo. De mis labios sólo saldrán palabras hirientes, como siempre ha sido y siempre lo será.
Y ahora, todo ese “amor” que decía y proclamaba a los cuatro vientos debió esfumarse… jamás sintió nada por mí… una poción que te inventa un sentimiento, no es real.
Ni aunque me dijera “te amaba desde antes”… no le creo…
Porque es mejor seguir siendo enemigos naturales… que amantes innegables…
Porque aunque en mi fuero interno me grite “búscalo”… no lo escucharé.
Porque es mejor desgarrarse el alma en dos… porque para alguien que crees que no es capaz de amar a nadie más que a si mismo… no existe aquello que llamamos “amor”…
-Esta es la última vez Draco Malfoy… la última oportunidad que tenías- murmura el moreno, vistiéndose.
Algunas mezquinas lágrimas corrían por sus mejillas. Pero su coraje y orgullo gryffindor, las secaron de su rostro.
-Te destruiré- dice colocándose sus lentes.
Aquella inocencia y fragilidad había quedado atrás… ahora ese rostro, sólo reflejaba frustración y deseos de vengarse de la manera más cruel y dolorosa que existiera…
Continuará…
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español