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Pacto con el diablo por himurita

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Notas del capitulo:

Hola!!!


Cómo de costumbre siento la tardanza u.u pero bueno, aquí les dejo el capítulo, ahhh, pero antes:


 


Se ve a Zero y a Kaname vestidos elegantemente con un traje negro y un traje blanco, respectivamente, cada uno sosteniendo una rosa roja.


 


Zero y Kaname: Muchas gracias a nuestras lectoras por seguir este raro fic y dejarnos un comentario-ambos mandan un beso al aire para las lectoras xD


 


K-rol


chicasakura122


yukeskiren


AMATERATSU


lisimmi


zero


Kendra duvoa


sasu chan


Wahrheit


cler_vampire


Anjitzuh


angela kurosaki


michi 


sHiR0


kazumi_queen_vampire

 


Capítulo XII


Maldición


 


Tú Llegaste a mi vida para enseñarme,


tú, supiste encenderme y luego apagarme,


tú, te hiciste indispensable para mi y... y...


 


 


“Después de toda aquella situación en la que ya no sabía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, ni si quiera en mi propio corazón, decidí no hacer absolutamente nada, y aunque hubiera querido hacerlo no podía, todo mi cuerpo pesaba horrores, el simple hecho de mover un dedo era demasiado.”


 


-Gabriel-llamó Kaname en tono serio, presionando sobre los hombros de Zero con fuerza, hasta el punto de hacerlo sangrar.


 


El peliblanco hizo una mueca de dolor ante aquello, apretando los ojos con fuerza, sintiéndose cada vez más cansado. Mientras que una especie de sombra se separaba de su cuerpo, sólo causándole más dolor.


 


La figura de un rubio apareció de entre aquella sombra, quien miraba con resentimiento y cierto odio a Kaname.


 


-Jugar dices? Que a mí me gusta jugar con la gente?-repitió las palabras que antes hubiera dicho Kaname- entonces dime qué es lo que haces con él?-dijo el rubio señalando a Zero, quien por cierto ya estaba tendido sobre la cama, vencido por el dolor y el cansancio, a penas lo suficientemente consiente como para seguir escuchando aquella conversación.


 


-Cállate, no tienes derecho a hablar sobre eso-el pelinegro tomó una bata para cubrirse y caminó bastante enojado hacia Gabriel.


 


-Así es, no tengo derecho a opinar sobre eso, pero tú si tuviste el derecho de arruinarle la vida, de quitarle lo que más quería y de obligarlo a vivir tu infierno…


 


Antes de que pudiera terminar de hablar, Kaname ya lo sujetaba por el cuello de la camisa de manera amenazante. Sin si quiera poder negar lo que era evidente, incluso ahora seguía lastimando a Zero con sus acciones y estaba plenamente consciente de ello.


 


-Ichijou-los ojos de Kaname jamás habían mostrado más ira, y es que a pesar de todo Gabriel era su amigo, el único que tenía y esta traición le dolía, se preguntaba si así era como se había sentido Zero cuando como decía Gabriel “él le arruinó su vida”


 


-Te duele la verdad?-dijo de forma burlona, encarando al pelinegro- pues más te vale aceptarla, además cuanto crees que durará esto, el equilibrio está por romperse y tú mi querido Luzbel estás en desventaja.


 


Dicho eso se apartó de Kaname, apareciendo a lado de Zero, quien abrió sus ojos en señal de sorpresa y temor al ver al rubio acercarse a él.


 


“No sé qué es lo que quiere, pero su rostro sólo me muestra odio, uno que quizá lleva más que años formulándose. Aunque su rostro también muestra tristeza, desesperación”


 


-Gabriel! No te atrevas a…


 


-A qué?! A tocarlo?-jaló a Zero de los cabellos, aprovechándose del estado en el que estaba, por supuesto que Kaname al ver esto de inmediato se abalanzó sobre Gabriel para apartarlo de Zero.


 


Pero el rubio no era tonto e hizo su movimiento a una velocidad impresionante, sin darle tiempo a Kaname de intervenir.


 


-Yo los maldigo! Te maldigo Kiryuu Zero!-presionó con fuerza en el cuello del peliblanco, justo sobre la marca que le hubiera hecho antes Kaname, logrando que esta cambiara de inmediato.


 


La respuesta de Zero fue gritar de dolor, pues el hecho de que aquella marca que era parte de un pacto con el mismo diablo cambiara conllevaba muchas cosas, cosas que pronto descubrirían.


 


De inmediato Kaname empujó al rubio lejos de Zero, y sujetó al peliblanco entre sus brazos, intentando calmarlo y alejar el dolor que lo aquejaba.


 


-Tarde, muy tarde… sólo recuerda esto, si no eres mío no lo serás de nadie…-sentenció Gabriel desapareciendo entre las tinieblas.


 


Y con los ojos cerrados te seguí,


si yo busqué dolor lo conseguí,


no eres la persona que pensé, que creí, que pedí.


 


Kaname pudo escuchar claramente las palabras del rubio, pero poco le importaban, lo único que podía importarle ahora era el estado de Zero, y es que el peliblanco ya ni siquiera estaba consciente.


 


Se apresuró a curar las heridas que él mismo le hubiera provocado, sujetando el débil cuerpo entre sus brazos con la mayor delicadeza posible, parecía que aún inconsciente Zero continuaba sufriendo con aquella marca, además de todo el cansancio que debió haber acumulado su cuerpo por lo sucedido.


 


Lo llevó hasta el cuarto de baño para colocarlo en la tina, que llenó con agua caliente, para proceder a limpiarlo con cuidado, lavando los restos de sangre y cualquier impureza que pudiera manchar el cuerpo que ahora lucía más pálido de lo normal.


 


No pudo evitar sentirse culpable, pero ciertamente aquella culpa ya la sentía desde el inicio de aquel pacto. No es algo coherente hacerle daño a la persona que amas, y sin embargo él había herido a Zero tanto física como emocionalmente.


 


Intentó dejar de lado todos los pensamientos negativos que rondaban por su cabeza en ese momento, y sacó al peliblanco de la tina, envolviéndolo en una toalla y llevándolo a una de las habitaciones para secarlo y vestirlo. Ya lucía un poco más tranquilo, cómo si aquella marca hubiera dejado de doler.


 


-Zero…-pasó su mano por la marca, notando una energía oscura que lo rechazaba, mientras las palabras de Gabriel volvían a su mente, palabras que de seguro les traerían muchos problemas.


 


-Tal vez lo mejor sea que te deje ir, no puedo seguir exponiéndote a todo esto-besó con suavidad sus labios, para en seguida acomodarse a su lado, contemplándolo y vigilando su sueño.


//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


 


-Kain, no me quejo de tu presencia pero qué haces aquí?


 


-Estoy aquí para apresurar las cosas, no debemos seguir retrasando esto-respondió con su acostumbrada calma, mirando al pelinegro mientras permanecía con la espalda apoyada en una columna cercana.


 


-Estoy de acuerdo, pero tampoco es prudente precipitarnos sin un plan bien establecido-dio algunos pasos hasta quedar frente a su aliado.


 


-No será algo precipitado-se escuchó una tercera voz que provocó que Rido fijara su vista en el recién llegado-porque el resto de los guardianes también estamos aquí-dijo haciéndose visible, un hombre alto y cabello oscuro, de porte elegante que usaba una larga gabardina y un parche en su ojo derecho.


 


-Yagari-la voz de Rido sin duda sonaba más sorprendida, no había previsto que los guardianes aparecieran en el mundo humano, ahora todo sería más complicado.


 


Detrás del guardián del sexto círculo, el resto de los guardianes hizo su aparición, Ruka, Rima, Shizuka Hio, Asato Ichijou.


 


Ruka parecía algo molesta con la situación, quizá por ser la única que no estaba del todo de acuerdo con el plan, ella no tenía nada en contra de Kaname, y de hecho lo admiraba, pero dada la situación no tenía más remedio que unirse a los guardianes o de lo contrario estaría del lado en desventaja.


 


A Rima parecía que todo le daba igual, como si de verdad no le importara la rebelión o Luzbel, simplemente era algo que hacer.


 


Asato permanecía tan serio como siempre, él no era de los que hablaran a menos que fuera para decir algo sabio, pues de otra forma no gastaría sus valiosas palabras.


 


Mientras que por el rostro de Shizuka cruzaba una descarada sonrisa que mostraba claramente que se divertía, y cómo no hacerlo si tendría la oportunidad de probar que ellos eran mejor que el propio Luzbel, además de que podría entretenerse con algún humano.


 


-Veo que no pierden el tiempo-suspiró no teniendo más opción que apresurar las cosas-entonces habrá que iniciar mañana por la noche-concluyó Rido caminando hacia cualquier dirección, dándoles a entender que hasta entonces podían hacer lo que quisieran.


 


//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


 


Zero abrió sus ojos débilmente, enfocando el techo del lugar en donde se encontraba, reconociéndolo de inmediato.


Sin muchas ganas, giró un poco su cabeza para mirar a su alrededor, encontrándose con, a su parecer, el culpable de todo. Kaname estaba plácidamente recostado a su lado, aunque ciertamente tenía una expresión serie y hasta podría decirse que de preocupación.


 


De pronto sintió la rabia inundar todos sus sentidos, recordando lo que había sucedido recientemente, había sido usado como una marioneta, Gabriel lo había usado de aquella manera sólo para divertirse y Kaname lo sabía! Lo sabía! Y aún así lo permitió.


 


Haciendo uso de la poca fuerza que le quedaba empujó a Kaname liberándose de sus brazos para poder ponerse de pie. Esta acción hizo que el pelinegro despertara, un tanto alarmado por la expresión que veía en el rostro de Zero.


 


-No deberías moverte, aún necesitas descansar-dijo lo más calmadamente posible, mientras se levantaba y acercaba al peliblanco.


 


Pero Zero no dijo nada, sólo permanecía mirándolo con odio, esa misma mirada que había en sus ojos cuando supo lo de Yuki, una mirada que a pesar del odio que reflejaba, también destilaba tristeza.


 


-Zero…-sólo se detuvo una vez que estuvo a centímetros de él, llevando su mano a acariciar el rostro del peliblanco.


 


-Eres un estúpido!-gritó furioso, apartando la mano ajena de un manotazo-aléjate de mí, no quiero que me toques!-involuntariamente las lágrimas corrían por su rostro, las cuales de inmediato intentó limpiar aunque estas no quisieran detenerse.


 


Mientes, me haces daño y luego te arrepientes


ya no tiene caso que lo intentes


no me quedan ganas de sentir


 


Kaname sintió que aquella imagen le partía el corazón, cómo podía hacerlo sufrir de aquella manera? Porque lo seguía haciendo si él no quería eso, sólo quería estar a su lado y verlo feliz y sin embargo continuaba dañándolo con su egoísmo.


 


-Perdóname, no era mi intención lastimarte-sabiendo de antemano cuál es el carácter del peliblanco, le sujetó por las muñecas, colocándole estas en la espalda para poder abrazarlo e inmovilizarlo al mismo tiempo.


 


-No lo era?! –dijo más coraje, moviéndose todo lo que le era posible, aunque sin lograr soltarse-tú sabías lo que estaba pasando y aún así seguiste! Te importó muy poco saber que él era quien tenía el control de mi cuerpo!


 


No teniendo como negar ese argumento, permaneció en silencio, aplicando un poco más de fuerza sobre el agarra que tenía sobre el peliblanco.


 


-Ya suéltame! No te perdonaré Kuran Kaname! para mí tú ya no existes!-murmuró dolido, pues de que servía ahora toda la confianza que antes hubiera depositado en él?, de que servían los sentimientos que aunque él mismo los negara, ahí estaban? Nada de eso servía, porque Kaname lo había traicionado de nuevo y no estaba dispuesto a darle otra oportunidad.


 


-Quieras aceptarlo o no, esta es tu posición ahora, no puedes romper el pacto.


 


-Cállate! Y suéltame de una vez! Tengo que ir a trabajar!


 


-Date prisa entonces-dijo secamente Kaname, dejándolo libre y caminando hacia la puerta.


 


Llegas cuando estoy a punto de olvidarte


busca tu camino en otra parte


mientras busco el tiempo que perdí


y hoy estoy mejor sin ti.


 


El ambiente jamás había estado más tenso que ahora, Zero no estaba dispuesto  a escuchar, y tampoco es que Kaname se fuera a disculpar más de lo que ya lo había hecho, de alguna forma lo que estaba pasando le había abierto los ojos a la realidad, y sólo estaba seguro de algo, esto no podía continuar…


 


Zero se cambió y arreglo para ir a trabajar, seguido por Kaname, ambos guardando completo silencio durante todo el trayecto de camino al bar.


 


Una vez ahí, el pelinegro simplemente se sentó en la barra a mirar el espectáculo sin realmente mirarlo.


 


La noche transcurrió como cualquier otra, a excepción de la tensión que se sentía entre Zero y Kaname, que no pasaba desapercibida para cualquiera que los mirara. 


 


-Zero chan, puedo saber que le hiciste a Kaname que luce tan deprimido?-preguntó shiki, que en esos momentos servía  una bebida.


 


Pero sólo recibió una mirada de molestia po parte de su compañero, que le decía que si seguía preguntando no saldría bien librado. Así decidió callar.


 


Pero el comentario sirvió para que Zero volteara a ver en dirección a Kaname, comprobando las palabras de shiki, y que en efecto, parecía deprimido y ausente, prácticamente con la mirada pérdida en ningún punto en específico.


 


-Ahhh, diablos! Es él!-gritó Hanabusa corriendo a esconderse detrás de Shiki, aliviando un poco la tensión del ambiente.


 


Zero y shiki voltearon a mirar para ver de quien se trataba, encontrándose con un chico alto y apuesto de cabello rubio (casi naranja) y ojos claros, que miraba a su rubio compañero como si quisiera cómerselo.


 


-Se ve que no pierdes el tiempo Aidou, me voy un día y tú ya tienes un enamorado-bromeó Zero, intentando olvidarse de lo sucedido, no podía estar siempre enojado, al menos no con las personas que no lo merecían.


 


-No es mi enamorado! Sólo es un tipo que está en la barra y ya!-aunque no quisiera admitirlo, miraba a Kain de reojo en repetidas ocasiones, sonrojándose al notar que este se daba cuenta de que lo miraba .


 


-Si claro, por eso gritaste como loco “Es él!”-dijo Shiki haciendo una perfecta imitación de Hanabusa, logrando que su amigo se pusiera más rojo de lo que ya estaba.


 


-Ja! No me importa! Hagamos la segunda parte del show-sin esperar por los demás se subió a la barra para seguir con el show, haciendo que Zero y Shiki le siguieran.


 


Sólo en ese instante que las luces se apagaron Kaname volvió a la realidad, dándose cuenta de la presencia, o más bien las presencias que estaban a su lado, dos energías sumamente poderosas e inquietantes.


 


-Akatsuki… tú también estas aquí-dijo sin siquiera girarse para mirarlo.


 


-No te preocupes, esta noche sólo venimos por diversión-comentó otra voz  desde su lado izquierdo.


 


-Rido…-esta vez si giró el rostro por completo, mirando al mencionado-haz lo que quieras, sólo no toques lo que no te pertenece-le dirigió una mirada de enfado al ver que los ojos de Rido estaban puestos fijamente en Zero, sin apartarse ni un segundo de él.


 


-De igual forma tampoco te pertenece a ti-le dirigió una pequeña sonrisa y continuó mirando, a aquel que él denominaba, “cachorro perdido”.


 


Zero también notó la presencia de Rido, extrañándose un poco de esto, pero luego recordó la plática que habían tenido él y Kaname, él era uno de los guardianes, el más poderoso y si estaba ahí debía ser porque algo malo pasaría…


 


 


Y el tiempo hizo lo suyo y comprendí


las cosas no suceden porque si,


no eres la persona que pensé, que creí, que pedí.


 


Mientes, me haces daño y luego te arrepientes


ya no tiene caso que lo intentes


no me quedan ganas de sentir…

Notas finales:

Pueden patearme si quieren u.u porque no consigo escribir nada decente T_T

wa!!!! perdón!!!!

sayonara!!!!!!!!


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