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AMORTENIA por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, ahora si que si el final, ^O^, perdón por la demora, pero bueno, lean y espero que les guste ^^
Capítulo XXIV “Ángel”


Eres como la sangre que corre en mis venas, eres el veneno que me consume por dentro…


Había llegado el día. Era el momento propicio para dar a luz. Fueron 7 largos meses de espera.


Intentaba controlar su respiración. Su presión sanguínea estaba por las nubes y el dolor no cesaba.


Pasaron unos largos 15 minutos. Las contracciones lo enloquecían. Poco a poco, fue perdiendo el sentido.


Sumiéndose en la oscuridad.


-¡Despierta!- aquella voz, era apenas un eco que se oía demasiado lejos.


-Puja- otra voz que sólo podía oír como un eco molesto.


-¿Qué otra opción tenemos’- pregunta Dumbledore preocupado.


-Se está desangrando rápidamente- dice Madame Pompfrey- si lo llevamos a San Mungo, morirá.


¿Moriré?... mi bebé morirá… aquella imagen mental de la casa en la pradera, donde él me espera junto con mi pequeño Ángel, desaparecerá…


Todo es más fácil de esta forma. Aquí no hay dolor, ni soledad. Ni siquiera debo luchar en contra de quien marcó mi destino.


Todo está tan quieto. Hay tanta paz.


-¡Despierta!, ¡regresa!- seguían llamándome, desesperados.


Apareció tu figura. Eras tú, tal cual te recuerdo.


Seguía en silencio. Tus ojos no se apartaban de mi rostro.


Bajé la vista y no pude evitar sonrojarme.


Seguías en silencio. Tus ojos no se apartaban de mi rostro.


-¿Qué haces aquí?- pregunto con cierto temblor en la voz.


Tú seguías de pie. Como un bloque de hielo. Con tus ojos puestos en mí. Sabía que debía volver. Sé que allá habrá dolor y soledad.


-Ven- dijiste y te convertiste en humo.


-¡NO!- exclamó, el suelo desaparece, y caigo por un acantalido.


Abro mis ojos. Todas las miradas se posaron sobre mí.


Angustia. Lágrimas. Alivio. Suspiros.


-Puja muchacho- decía Madame Pompfrey a quien se le notaba su cansancio.


-Vamos Harry- decía entre sollozos Hermione, quien le mantenía sujeto de la mano.


Harry obedeció- reunió fuerzas y pujó.


-Vamos, todavía falta- decía la enfermera- respira y puja con todas tus fuerzas.


Harry respiró profundo y pujó, apretando fuertemente la mandíbula.


-Se ve la cabecita, vamos, una más- le animaba.


-Vamos Harry- decía Hermione, emocionada.


Sabía que si sobreviviría, sería de milagro. Harry se estaba desangrando y no podían detener la hemorragia.


Harry pujó con todas sus fuerzas y el bebé nació. Su llanto reinaba.


El moreno sonrió cansado.


-Es hermoso Harry- dice la castaña, quien lo tomó en brazos y lo mece.


-Ángel, ese es su nombre- decía el ojiverde, mientras intentaba ver con claridad.


-¿Dónde está Malfoy?- pregunta Hermione, quien hace rato no veía a la serpiente.


Madame Pompfrey le indicó con el dedo. Se había desmayado de la impresión.


Al pequeño Ángel le revisaron sus pulmones y sus signos vitales. Cortaron su cordón umbilical y le pusieron pañales y una manta para cubrirlo.


Mientras todos estaban felices por el nacimiento del pequeño Ángel, nadie se dio cuenta que Harry había perdido el sentido… y el pulso.


No puedo morir…


Entonces sigue luchando…


Estoy cansado… no puedo abrir mis ojos…


-¡Vive!- una exclamación tan ensordecedora. Un grito desesperado.


Harry abrió los ojos. Al principio se posaron en el techo.


Miró a ambos lados y pestañeó.


El olor a medicamentos, pociones y alcohol impregnó su nariz. El llanto de un bebé captó su atención.


Había una cuna a su lado derecho. Se sentó en la cama y estiró su brazo. El bebé se calmó en cuestión de segundos. Se acercó más a la cuna y tomó al bebé en brazos.


Quedó maravillado con la criatura. Era tan frágil. Su piel tan blanca y apenas se le notaban las cejas.


La criatura abrió los ojos. Eran gris claro. Tal vez con el tiempo iban a adoptar su color natural.


Harry sentía que su corazón era como una mantequilla al sol. Se derretía por la dulzura que transmitía su pequeño hijo.


Lo meció en sus brazos y el pequeño bostezó. Su pequeña boca parecía una o minúscula.


-Duerme mi pequeño Ángel- decía en voz baja y depositó un casto beso sobre su frentecita.


-¡Harry!- exclama Hermione emocionada.


Había pasado una semana desde el nacimiento del bebé.


Para Harry apenas fueron segundos que permaneció en ese letargo.


-Herm, lo siento- dice y su pecho se apretó.


-Pensé que habías muerto…- se acerca y le abraza muy fuerte.


-Cuidado con Ángel- dice el moreno preocupado por la criatura.


-Lo siento- responde la castaña apenada.


Ángel vuelve a llorar con fuerza.


-Creo que tiene hambre- dice la gry sonriendo.


-Pero no tengo ningún biberón aquí- dice trastornado el ojiverde.


-Iré a buscarlo- Hermione sale echa una bala hacia la oficina de la enfermera.


-Ya no llores mi pequeño Ángel- decía Harry intentando en vano cesar el llanto de su bebé.


-El llanto de ese crío se oye desde el pasillo- dice Draco, molesto por el ruido.


-Guarda silencio- dice el moreno irritado.


-Hazlo callar entonces- dice el rubio colocándose unos tapones en los oídos.


-Eres un cretino que no sirve para nada- sigue furioso quien seguía intentando callar al bebé.


-¡Aquí está el biberón!- aparece la castaña corriendo.


Entrega el biberón a Harry y éste se lo pasa al Ángel, quien bebe como si no hubiese un mañana. Hasta que se atragantó.


Lo puso sobre su pecho y golpeó suavemente su espaldita. Unos minutos más tarde el bebé dormía plácidamente.


Harry se lo entregó a Hermione, quien lo depositó en su cuna, tapado con una frazada, hecha por Molly Weasley.


-Ahora que el crío se calló, explícame unas cuantas cosas- dice el sly y se cruza de brazos. Su mirada penetrante- ¿qué pasó entre mi padrino y tú?


Harry quedó helado y Hermione con trauma. Así que salió corriendo sin terminar de oír la historia.


-Eso no te incumbe- su iluminado rostro se ensombreció al instante.


-¿Qué te hizo?- seguía con su pregunta punzante. Directo en la herida.


-Nada que no me hayas hecho tú- responde y le mira.


Cada vez que recordaba aquella soledad que vivió, le helaba el cuerpo. Cada vez que recordaba aquel sometimiento… aquel hombre que decía amarle, que le esclavizó y lo ató en todos los sentidos.


Draco fue quien quedó helado. Ese chico era puro hielo. Sus ojos transmitían dolor y soledad.


-¿Por qué me haces esto?- pregunta el moreno después de unos minutos- cada día intento olvidar todo lo que ha pasado este año y tú, sólo le echas más sal a la herida.


Draco se quedó pensativo… y respondió.


-Porque ya no eres mío…


Harry ya no podía estar más destrozado. Era lo último que deseaba oír. De ese hombre que sólo le ha hecho sufrir. Ese hombre que es frío al principio y fuego después.


Ese hombre que es veneno en su cuerpo y la cura a su mal. Ese hombre que le hizo perder la razón y el corazón…


-Entonces… vete de aquí, ¿a quién estás buscando?...


-Busco a quien dijo que me amaba por haber bebido una poción… busco a quien se metió en mi cuarto por meses y me fastidió la vida… busco a quien estuvo ciego y fui a recoger al pasillo… busco a quien tomé su cuerpo y alma y los mancille… busco a quien humillé tanto y que todavía me ama… busco a quien regalé a mi padrino y no me importó su destino… busco a quien me destruyó la vida… con su muerte… y que ahora, me la ha devuelto… busco a quien me dio ese crío que no para de llorar porque te extraña… busco a quien pensé que volvería a perder por una estupidez…


Harry sólo comenzó a llorar como un niño pequeño y tomó el rostro de Draco y lo besó. Con fuerza, con amor, con pasión, con ternura…


-No tienes que seguir buscando… porque lo has encontrado- dice al separarse.


-Eso creo- responde el rubio, volviendo a besar a su amante.


Eres como la sangre que corre por mis venas… eres el veneno que me consume por dentro. Eres mi mal y mi cura… eres… un prisionero de una locura momentánea.


FIN.
Notas finales: cuídense, muchas gracias por darme la oportunidad xD, kisses, bye bye

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