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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

hola!! feliz año nuevo!! estem...bueno tengo un proposito especial con este capi asi q les pido por favor q dejen review para saber su opinion, en este mas q en otros se los pido T_T

me dolió como no tienen una idea escribir este capi y aun asi creo q le faltó algo no se, ideas mias. y si debo confesar llore horrores, pero bueno aki esta espero q les guste

Kai y Miyavi

 

-ya vámonos – dijo Reita haciendo berrinche – ya ensayamos como mil horas – se quitó el bajo sin esperar respuesta de sus compañeros – quiero ver a mi novio – admitió sonrojándose un poco.

 

-ay si mi novio – se burló Ruki en tono meloso.

 

Kai negó con la cabeza y los dos guitarristas solo atinaron a reír.

 

-mira enano, que ustedes sean una bola de amargados no significa que yo también lo sea – se defendió el bajista.

 

El comentario hizo que el vocalista pusiera cara de ofendido - ¡yo! No soy un amargado, si soy soltero es porque así me gusta – le enseñó la lengua como niño chiquito. Y era verdad, Ruki huía del compromiso, amaba demasiado su libertad, aunque cuando se comprometía lo hacia en serio.

 

-ok, perdón, en mi banda hay tres amargados y un playboy – anunció Reita girando los ojos – sale pues, cuídense los quiero, adiooooooooooooos – hizo la seña de amor y paz y salió de la sala de ensayos antes que Kai dijera algo.

 

Se había levantado sin duda con el pie izquierdo ese día, que Reita hubiera salido corriendo del ensayo no lo hacia muy feliz. Se sentía un poco presionado últimamente, se acercaba una gira realmente importante para la banda y como lider quería dejar la mejor de las impresiones. Le gustaba ser el lider, pero las responsabilidades eran muchas, era difícil permanecer cuerdo las veinticuatro horas, a veces tenia arranques de ira, que al parecer a los demás ya se les hacían perfectamente normales y sin embargo salían huyendo cada vez que él perdía la paciencia.

 

-playboy me gusta como suena eso – dijo Ruki con suficiencia y una sonrisa.

 

Aoi alzó una ceja, dejó la guitarra en su base y se dirigió a Uruha –bueno al parecer el ensayo terminó ¿quieres ir a cenar? – sonrió.

 

Kai sintió aun mas enojo – y ¿Quién dijo que se había acabado? – Preguntó molesto – que Reita sea un irresponsable no significa que tengamos que seguir su ejemplo – ignoró olímpicamente la expresión de sus compañeros.

 

-no podemos ensayar sin Reita, acéptalo – dijo Ruki con voz seria. Se tomaba la banda muy en serio, pero también merecían un descanso de vez en cuando. El baterista y el vocalista se miraron durante minutos sin decir nada, como si estuvieran discutiendo con la mente o algo parecido.

 

Uruha se acercó discretamente al otro guitarrista durante esos momentos – quiero una hamburguesa y si no salimos ahorita, no será nunca – le dijo al oído. Acción que hizo temblar al otro pero lo supo ocultar de manera formidable.

 

Salieron sin hacer ruido, al salir la puerta se azotó por lo que los dos salieron corriendo antes de que Kai saliera en su encuentro. Simplemente les parecía tan divertido hacer ese tipo de cosas, que salieron riendo sin parar de la compañía.

 

Kai tuvo que suspirar varias veces al notar que los otros dos se habían ido, no era la primera vez que lo hacían y seguramente no la ultima – y estos dos que se creen – pronunció refiriéndose a los guitarristas.

 

Ruki sonrió mientras comenzaba a recoger sus cosas – déjalos, les encanta estar juntos, mínimo que lo disfruten un poco – guardó sus cuadernos en una pequeña mochila.

 

-¿crees que algún día se declaren? – preguntó un poco mas tranquilo, solo un poco.

 

El vocalista se colocó su bufanda alrededor del cuello – lo dudo, los dos están bien dañados, aunque tal vez algún día se embriaguen y terminen acostándose. Yo quiero ver eso, bueno las reacciones – se corrigió al ver la expresión del baterista – en fin, ya vámonos – lo invitó haciendo señas para que salieran.

 

La puerta se abrió de repente y un pelinegro con una gran sonrisa entró – ¡¡¡RUKI!!! – gritó efusivamente corriendo a abrazarlo y cuando lo hizo cargo al pequeño estrujándolo aun mas.

 

-ahhh Miyavi, no respiro – el otro pataleaba para que lo soltaran.

 

Por su parte Kai giró los ojos, lo único que le faltaba, que el solista viniera a molestarlos; por alguna razón no soportaba a aquel hombre, simplemente no podia hacer que le agradara. No entendía la razón, pero así era, nunca en su vida le iba agradar Miyavi, no importa cuanto se esforzara por hacerlo.

 

-hola Kai – saludó el solista cuando por fin soltó al pequeño. El baterista le gustaba, mucho; pero por mas que intentaba el otro parecía odiarlo. Sin embargo era necio, lograría que Kai lo mirara y saliera con él, de eso estaba seguro, no se daría por vencido. Se giró hacia Ruki al solo obtener un saludo con la cabeza por parte del lider de la banda - ¿vamos a tomar? – Preguntó entusiasmado – acaban de abrir un bar por aquí cerca y…-.

 

-¿Qué demonios pasa contigo? – Kai reventó en ese momento. No era la primera vez que le solista llegaba y sacaba a Ruki de los ensayos para irse a tomar, lo cual resultaba en que el vocalista bebía de mas y era él quien tenia que ir a recogerlo. A la mañana siguiente Ruki ni se aparecía y todo el ensayo se veía arruinado, por culpa de Miyavi. No, ese día era diferente, su día había sido del asco y no permitiría que lo siguiera siendo y menos por culpa del loco parado frente a él – Ruki no va a ir a ningún lado, porque siempre que sale contigo termina súper mal y al día siguiente no viene a ensayar ¿Por qué no vas y te dedicas a enviciar a alguien mas? – se levantó y trató de sacar a Miyavi de la sala, pero Ruki se lo evitó.

 

-Kai tranquilo – le dijo sorprendido, sabía perfectamente que el baterista no era fan de Miyavi pero ahora estaba exagerando – estas de malas ya entendimos pero tranquilo, ¿Por qué no vienes y tomas con nosotros? – le sugirió tratando de alivianar el ambiente que se había formado.

-JA, no gracias, mas vale solo que mal acompañado. Te quiero aquí mañana Matsumoto, sino me voy contra ti – le advirtió a Miyavi, agarró sus cosas y salió disparado de la sala.

 

Miyavi lo siguió con la mirada soltando un largo suspiró – es un histérico ¿verdad? – dijo sonriendo de lado. Salieron en dirección al estacionamiento.

 

-déjalo, solo esta un poco estresado. Aunque ni quien lo aguante – se rió – es bien raro, Aoi dice que sufre de trastornos de personalidad – rió con más fuerza.

 

-no digas esas cosas – lo regañó dándole un ligero empujón – solo le falta sonreír mas, eso es todo – suspiró.

 

Ruki abrió la boca de asombro – te odia y tu lo amas – se burló dando saltitos.

 

Miyavi puso la mano sobre la cabeza de Ruki y lo guió hacia su auto sin decir nada.

 

-x-

 

Estaba recostado sobre el sillón de la sala de ensayos. Estaba solo, si, solo. Y la verdad es que no era ninguna sorpresa, otra vez quien sabe donde se habían metido todos, llevaban casi una hora de retraso. Lo mas seguro es que Reita estaba con Nao, se habrían desvelado haciendo cosas y ahorita seguían mas que dormidos. Mientras que los otros tres, no seria sorprendente que estuvieran con resaca cada uno en sus respectivos departamentos; lo peor no era que se embriagaran o que no llegaran, pero mínimo deberían tener la delicadeza de avisar que no iban a llegar, así no se hubiera levantado temprano.

 

Que molesto.

 

El largo pasillo de la compañía, a veces tener la sala de ensayos mas grande de todo el edificio tenia sus desventajas, tenia que caminar mucho. Era un poco flojo ¿y que? Nadie pensaría eso con la cantidad de energía que solía tener…bueno, la mayoría del tiempo. Le gustaba estar feliz, odiaba amargarse la existencia, no encontraba el chiste a estar triste, simplemente huía de ese tipo de sentimientos.

 

Suspiró al pasar frente a la puerta de la sala de gazette, intuía que el baterista estaba ahí adentro, pero tampoco iba a entrar ¿para qué? Ya bastante hacia con meterse una vez por semana con algún pretexto tonto solo para verlo, se vería muy obvio si entraba ahorita ¿no?

 

La curiosidad pudo mas y abrió la puerta con cuidado.

 

-vaya hasta que se dignan a aparecer – dijo Kai sin levantarse. Tenía la cara cubierta con su brazo.

 

-hola Kai – dijo ¿tímidamente? ¿Desde cuando era así? Al parecer lo que pensara el baterista de él si le importaba y mucho. No quería darle otro motivo para gritarle o sacarlo de la sala, no al menos hasta que hubiera hablado con él.

 

Kai reconoció la voz de inmediato y frunció el seño. Se levantó con pesar, genial, de nuevo tendría que soportar a quien no soportaba – hola – saludó con cara de disgusto, la cual trató de ocultar sin éxito.

 

Miyavi notó al instante la molestia del otro pero decidió hacer algo al respecto, se acercó tímidamente – oye Kai ¿te puedo hacer una pregunta? – preguntó observando como el baterista se sacudía la ropa sin mirarlo.

 

-claro lo que quieras – lo miró y sonrió levemente, después de todo no quería ser descortés.

 

-¿te he ofendido de alguna manera o te he hecho algo? – preguntó nervioso. No recordaba haber hecho nada que pudiera hacer que Kai no lo soportara, así que mejor era preguntar y pedir perdón al respecto.

 

Kai suspiró acercándose a Miyavi - ¿nunca has conocido a alguien que te caiga mal y no sabes porque? – contestó el lider en tono sincero.

 

El solista se sorprendió y asintió una vez. ¿Cómo pelear contra eso? Hay sentimientos que no puedes controlar ¿cierto?

 

-perdón, en serio, nunca he querido ser grosero o algo así. Tampoco es como que hayas hecho algo, simplemente tu sangre y la mía no son compatibles – se alzó de hombros, trató de decir algo mas pero unos labios sobre los suyos se lo impidieron. Miyavi lo había besado y sin saber por qué, él estaba correspondiendo - ¿Por qué hiciste eso? – preguntó en un suspiro cuando se separaron. No estaba molesto, estaba sorprendido. Sorprendido era la palabra adecuada.

 

-para que me odies por algo – lo dijo serio, pero por dentro estallaba de felicidad. Siempre había querido probar esos labios y ahora lo había logrado, aun si las condiciones no habían sido las mas optimas. Mínimo no se iba a ir con las manos vacías.

 

Se preparó para un golpe, un reclamo o aunque fuera un grito; sin embargo lo único que recibió fue una carcajada por parte de Kai – estas bien loco ¿sabias? – le dijo mientras el solista lo veía confundido.

 

Por alguna razón no estaba molesto, al contrario, no había podido evitar sonreír. Tal vez era porque el solista besaba increíblemente bien, cerró los ojos reprimiéndose por el pensamiento. Aunque volvió a sonreír sin proponérselo.

 

-ahí esta – dijo Miyavi provocando que abriera los ojos bruscamente – ¿te han dicho lo bonita que es tu sonrisa? En serio, creo que iluminas toda la habitación – tenia que decírselo, ya que el baterista parecía odiarlo sin ningún motivo, al menos se descargaría, diría todo aquello que sentía y no volvería a buscarlo – deberías de sonreír siempre – sugirió.

 

Y de nuevo sin quererlo Kai sonrió ¿Qué tenia este hombre que  lo había hecho sonreír sin ningún esfuerzo? Últimamente sonreír no estaba en sus actividades, se sentía tan presionado que ni siquiera se divertía o algo parecido, solo estaba el estrés y nada mas. ¿Por qué de repente se sentía tan relajado?

 

-Ruki me dijo que estabas muy presionado – dijo Miyavi, como si hubiera adivinado lo que estaba pensando – sé que suena difícil, pero no te presiones, sonríe y las cosas solitas se dan – que extraño consejo para dar, pero era así como el solista vivía su vida. Le molestaba la presión, le molestaba presionarse por cosas que según él no valían la pena, ni siquiera lo hacia por cosas que valieran la pena. Simplemente era una emoción que no estaba en él.

 

-mas fácil decir que hacer – contestó Kai – mas con los compañeros de banda que tengo – negó con la cabeza y con las manos en la cintura.

 

-son excelentes músicos – aseguró Miyavi – hacen música extraordinaria, eso es porque les gusta hacerlo. Si lo empiezan a ver como obligación, la magia se irá. Créeme – miró al baterista a los ojos, que inmensas ganas tenia de besarlo de nuevo y ¿Por qué no? Al fin y al cabo el otro ya lo odiaba. Y lo hizo, lo besó de nuevo y para su sorpresa no solo fue correspondido; Kai rodeó su cuello con su brazos uniéndose a él. Se separaron por la necesidad de aire – creo que debo irme – señaló la puerta. Caminó hacia ella con un cierto mareo, cómo un beso podía dejarte esa sensación tan…

 

- maravillosa – dijo Kai cuando la puerta se cerró detrás de Miyavi.

 

-x-

 

Tres semanas y dos días desde que había recibido el mejor beso de su vida. Si, después de mucho ya lo había aceptado, fue el mejor beso que había recibido, tampoco es que hubiera besado a tantos, pero tampoco a tan pocos; bueno eso no es importante. Lo que importaba era que Miyavi no se había vuelto a aparecer por ahí, tampoco era que quisiera verlo, no era eso, era solo que……suspiró. Suspiró como por cuarta vez en media hora ¿media hora? ¿En verdad se podía suspirar tanto?

 

-Kai – llamó Uruha por cuarta vez agitando su mano frente al baterista que parecía estar en otro mundo.

 

- esta enfermo o algo así – dijo Reita  mirando a su lider como si fuera una especie en peligro de extinción

 

-tal vez por fin su cerebro explotó – sugirió Aoi.

 

Kai despertó de su trance al escuchar al guitarrista – mi cerebro no ha explotado – contestó molesto, se admiró de ver a sus compañeros. Todos lo veían con cara de asombro o incluso hasta de preocupación. – bueno, bueno ya. Mejor aquí la dejamos – guardó las baquetas y se levantó. Nadie mas se movió – ahora ¿Qué? – preguntó aun mas molesto al ver que los demás lo veían como si se hubiera vuelto loco.

 

-tu estas dando por terminado un ensayo – dijo Uruha parpadeando muchas veces – generalmente te tenemos que estar rogando para que no dejes ir. Ok ¿Quién eres y tu y que hiciste con Kai? – preguntó serio.

 

-no digas tonterías. Siempre se están quejando, hoy quiero ahorrarme el tener que escucharlos – se excusó.

 

Sin decir más prepararon sus cosas y salieron de la sala muy animados, todos excepto Aoi y Kai.

 

-suéltalo – dijo el guitarrista acorralando a Kai en el sillón.

 

Kai de inmediato se puso nervioso, sabía que Aoi no lo iba a dejar así como así - ¿Qué? – se hizo el desentendido.

 

-conmigo eso no funciona, así que me dices o te lo saco a golpes – advirtió tronándose los dedos.

 

El baterista negó con la cabeza – tu siempre tan tierno y delicado al decir las cosas – sonrió sonrojándose un poco – esta bien te voy a contar, pero si le dices a alguien te mato – se sentó en el sillón haciéndole una seña para que él también lo hiciera.

 

Aoi se hizo el ofendido - ¿a quien le voy a contar? – preguntó sentándose junto a su amigo.

 

- a ver, siempre le cuentas todo a Ruki, quien le cuenta a Uruha quien le cuenta a Reita, francamente ustedes son una bola de viejas chismosas – se burló pero se calló cuando recibió un pequeño golpe por parte de Aoi – esta bien te digo – tomó aire – creo, solo creo que me gusta alguien – lo dijo rápido. No estaba seguro pero algo le decía que era cierto.

 

El pelinegro no dijo nada al principio solo miró a Kai con la boca abierta – eso es nuevo – logró decir – y ¿se puede saber quien es? – sus ojos brillaron, bueno si era un poco chismoso, pero solo un poco.

 

-si, pero si te burlas no solo voy a matarte, tu guitarra pagara las consecuencias – lo dijo tan serio que Aoi de verdad pensó que cumpliría la amenaza, así que solo se limitó a asentir – Miyavi – se mordió el labio inferior tan pronto lo dijo.

 

- no es cierto – dijo sin poder creerlo – no es cierto, tu odias a ese tipo. Es mas, no lo soportas, siempre te estas quejando de él, que si como habla, como canta, que si es muy hiperactivo, que si bebe mucho. Tú odias cada aspecto de ese hombre-.

 

De repente se sintió un poco molesto, era cierto lo que decía su compañero, pero desde aquel beso no dejaba de pensar en el solista y no de una manera muy sana – si bueno, no es como si yo me lo hubiera propuesto – se calló al ver que Aoi reía sin parar - ¿Qué es tan gracioso? – se estaba molestando aun mas.

 

Aoi se recargó en el sillón – no cabe duda de que del odio al amor hay un paso – sonrió satisfecho.

 

-deja de decir tus frases domingueras y mejor dime que hacer – no era que fuera a hacer algo, pero tal vez sería bueno escuchar lo que Aoi tenia que decir al respecto, la segunda opinión.

-¿Qué mas vas a hacer? Dile – propuso como si fuera la cosa mas normal del mundo – Miyavi esta loco por ti, todos sabemos eso – saco un cigarro y lo prendió.

 

-aja, como si fuera lo mas fácil del mundo – se sonrojó ante el pensamiento, apenas hace un mes él juraba que odiaba al solista y ahorita aquí estaba, contemplando la idea de decirle que le gustaba. Eso no era posible, las cosas y los sentimientos no cambian tanto.

 

-lo es – aseguró Aoi dándole una bocanada a su cigarro.

 

-bueno entonces yo le digo a Miyavi y tu le dices a Uruha que lo amas – la sugerencia hizo que Aoi se atragantara con el humo del cigarro, lo que hizo que Kai riera sin parar – mas fácil decir que hacer ¿no? – se rió aun mas cuando Aoi le dedicó una mirada asesina.

 

- no es lo mismo – aseguró el guitarrista – Uruha no siente nada por mi, y yo te estoy diciendo que Miyavi esta loco por ti – se seguía negando a sus sentimientos por el castaño y lo seguiría haciendo. No le veía el caso, sin embargo no dejaría que su amigo se amargara la existencia y mas si sabía que podía llegar a tener algo bien con el solista.

 

Kai se levantó – yo ya no te voy a decir nada, pero yo sé que sabes que Uruha siente algo mas que amistad por ti. En cuanto a lo de Miyavi, lo pensaré – y hablaba en serio, no le gustaba quedarse con ese tipo de dudas.

 

Salió de la sala y sin querer chocó con alguien que para su sorpresa resultó ser Miyavi, que coincidencia. Se sonrojó de inmediato, que sensación tan extraña, se sentía como niña de secundaria y no sabía si era molesto o agradable.

 

Sin embargo Miyavi solo le pidió disculpas y siguió su camino, como si nada, ni un saludo. Se quedó mirando como el solista se perdía de vista en el pasillo, no entendía, ¿Cómo era posible que primero lo besara y de repente hiciera como si nada? Ah no, las cosas no se quedan así. Caminó con paso decidido hacia la sala de ensayos del pelinegro, abrió la puerta como si fuera la suya y encontró al solista con la guitarra en la mano y una expresión sorprendida.

 

-Kai…- dijo sin comprender que hacia el baterista ahí.

 

-¿Cómo primero me besas y ahorita en el pasillo ni un saludo me das? – le reclamó, estaba molesto. Lo único que le faltaba, que para Miyavi solo haya sido un beso cualquiera, cuando para él había sido todo lo contrario.

 

Miyavi sonrió de lado, lo menos que esperaba era una reacción así del baterista; ya se habia resignado a no hablarle –te dije que el beso era para que me odiaras – le dijo tranquilo.

 

Kai por su parte se sonrojó aun mas – pues no – se acercó a la sala un poco confundido – en realidad causó el efecto contrario – sintió la cara tan caliente que no podía creer que hubiera dicho eso, pero tenia que decirlo.

 

El solista sonrió ampliamente - ¿ya no me odias? – preguntó fascinado al ver la cara del lider de gazette parecía estar teniendo una lucha interna.

 

Kai se limitó a negar con la cabeza ¿Qué demonios estaba pasando? Realmente no había planeado llegar y decir eso, todo iba rápido, rápido.

 

-vamos a cenar – no fue una pregunta.

 

El baterista alzó la vista y asintió como tonto. ¿Así nada más? ¿Así comienzan las grandes historias de amor?

 

-x-

 

Nervioso, impaciente, ansioso. Por fin hoy llegaban de la dichosa gira. Quería ver a Kai, abrazarlo, besarlo y escuchar su voz. Oficialmente se habían hecho pareja justo antes de que gazette se fuera de gira, después de solo tres salidas. Al baterista si que le gustaba ir al grano.

 

Sonó el timbre, Miyavi se levantó de su sillón tan rápido que casi se cae al tropezar con la mesa de centro. Abrió con la respiración entre cortada por correr, sonrió de inmediato al comprobar que era Kai quien estaba parado frente a él.

 

-¿me extrañaste? – preguntó el baterista con una sonrisa. Por alguna extraña y si debía decirlo, enferma razón. Durante toda la gira estuvo pensando en el solista, no podía esperar a verlo, lo cual le resultaba irónico. Después de haber salido con él solo tres veces, se sentía completamente encantado por Miyavi, no sabía si estaba enamorado, pero le gustaba  y mucho, le gustaba estar con él. Las cosas eran tan naturales entre ellos dos, que hasta era difícil pensar que en algún momento no lo pudo ni ver en pintura.

 

Miyavi asintió enérgicamente, acercó a Kai hacia él rodeándolo por la cintura, sin permiso y sin decir nada le plantó un beso desesperado. Realmente había sido bastante tiempo sin verlo. Kai le devolvió el beso sin protestar, estuvieron bastante rato besándose hasta que Kai se separó – Miya cierra la puerta – dijo sonriendo. Ninguno de los dos se había percatado hasta ese momento que la puerta del departamento estaba abierta.

 

-lo siento – se rió por su torpeza – es que de verdad te extrañe mucho – se sonrojó al decirlo, que tonto se sentía pero era la verdad - ¿Cómo te sientes? ¿Cansado? – preguntó mientras Kai se sentaba en el sillón de la pequeña sala.

 

-estoy bien, pensé que iba a sentirme agotado pero no – confesó.

 

-es por mi – presumió Miyavi con cara de satisfacción – ese efecto causo – se sentó junto a Kai.

 

El baterista alzó una ceja y soltó una carcajada, le encantaba que Miyavi lo hiciera reír, con él era tan fácil estar feliz – tengo hambre – dijo una vez que lo pensó, no había comido nada desde que habían llegado a Tokio y de eso ya tenia varias horas.

 

A Miyavi se le iluminaron los ojos – hagamos un día de campo – dijo emocionado levantándose y dirigiéndose a la cocina.

 

Kai se levantó de inmediato para seguirlo, se detuvo a la entrada - ¿estas consciente que es de noche, verdad? –.

 

-bueno, hagamos una noche de campo – resolvió el solista sacando comida del refrigerador.

 

El baterista ni siquiera intentó debatir, decidió simplemente dejarse llevar por las ideas del solista, que si sonaban extrañas al final resultaban geniales.

 

En menos de una hora ya estaban en un enorme jardín que era parte del edificio donde vivía el solista. Estaban  en una manta bastante grande, ya habían terminado de comer y estaban acostados mirando las pocas estrellas que se veían en el cielo.

 

- gracias por la comida – dijo tímidamente Kai sin mirar a su novio.

 

-gracias por venir a verme aun si acabas de llegar – sonrió Miyavi girándose hacia el baterista, el otro hizo lo mismo. Aprovechó para acariciar la mejilla del menor – aun no puedo creer que esto este pasando – confesó con una enorme sonrisa.

 

Kai se acercó aun mas y besó levemente los labios de Miyavi – yo tampoco, fui la burla durante la gira. Nadie puede creer que seamos de novios después de…- se sonrojó al recordar todas aquellas veces en que había sido grosero con el solista, pero de nuevo un beso de Miyavi fue su tranquilizante.

 

Se miraron sin decir nada, se volvieron a besar, pero esta vez fue diferente, el beso se volvió mas intenso, una necesidad desesperada por permanecer unidos de esa forma. Kai se separó respirando con dificultad – crees que este bien, digo llevamos muy poco saliendo y casi todo el tiempo yo estuve de gira – anunció un poco inseguro.

 

-no voy a hacer nada que tu no quieras – lo tranquilizó acariciándole el cabello.

 

Kai asintió y sin pensarlo dos veces se lanzó a los brazos de Miyavi besándolo con una intensidad excesiva. Miyavi se dejó hacer y se limitó a acariciar la espalda del baterista mientras este le besaba el cuello.

 

Se hartó de no hacer nada y cambió la posición colocándose sobre Kai,  sintió como el baterista le desabrochaba los pantalones y sonrió – Kai…sonará estupido pero eres….- se sonrojó ¿Cómo iba a preguntar semejante cosa?

 

-no soy virgen – dijo Kai riendo – y soy pasivo – rió aun mas, no se imaginó teniendo esa conversación.

 

Miyavi sonrió y besó a Kai, le quitó la camisa y agradeció que no hiciera frío, pues hacerlo al aire libre no era su idea, solo había sucedido. Delineó el pecho de Kai con un dedo, pasando por su ombligo y al llegar a su cintura hizo presión en el hueso de su cadera. Le sacó el pantalón sin cuidado, la verdad la temperatura del momento le estaba ganando.

Se quitó la ropa para quedar en iguales condiciones que Kai, lo volvió a besar, bajando por su cuello y su pecho. Escuchando los gemidos del baterista como si fueran música, mordió delicadamente uno de sus pezones, provocando que Kai arqueara la espalda.

 

-miya – se mordió el labio inferior al sentir los labios de Miyavi sobre su miembro. El solista no dijo nada, se limitó a disfrutar de lo que estaba haciendo, llevándose totalmente el miembro del otro a la boca, succionándolo con suma lentitud.

 

Kai sintió como el calor subía por su cuerpo, a medida que comenzaba  crecer en la boca de Miyavi. Por su parte el solista estaba fascinado ante el sabor del baterista, no quería despegarse pero sabía que lo que seguía seria mejor. Se levantó recargándose con los brazos y colocándose en medio de las piernas de Kai, ver la cara del baterista solo logró que su excitación acrecentara.

 

El baterista sonrió ante lo que se avecinaba – hazlo – alentó al solista con una voz que salió mas sensual de lo que quería.

 

-tengo que prepararte – dijo Miyavi, pero se quedó inmóvil al ver la negativa por parte de Kai.

 

Rodeó el cuello de Miyavi con sus brazos y se acercó a su oído – te quiero así, hazlo así – de nuevo esa voz sensual que ni él mismo comprendía de donde salía. El solista colocó la punta de su miembro en la entrada de Kai, aun un poco inseguro, sin embargo lo metió de una sola al ver la cara de seguridad que tenia su novio – ahhh- gimió de dolor y placer, enterrando las uñas en la espalda de Miyavi.

 

El solista esperó a que Kai se acostumbrara, lo cual no tardó en suceder. El vaivén comenzó lento y tortuoso, pues no quería lastimar al baterista, sin embargo fue el mismo Kai quien comenzó a moverse frenéticamente. Cruzó sus piernas alrededor de la cintura de Miyavi e hizo la penetración aun mas profunda.

 

-Kai – dijo al sentir como su pareja se estrechaba aun mas – no voy a aguantar mucho, eres endemoniadamente estrecho – respiraba de forma agitada.

 

-y quien dijo que yo podía soportar – cerró los ojos con fuerza y supo que estaba perdido cuando la mano de Miyavi lo empezó a masturbar – miya, no puedo – soltó un largo gemido y terminó en la mano del solista. No pasaron ni diez segundos cuando Miyavi sintió su orgasmo y terminó dentro de Kai.

 

-x-

 

Un mes, seis meses, un año, un año y medio, dos años. ¿Tanto había pasado? ¿Tanto tiempo llevaban ya? Que rápido, el tiempo si que pasaba volando cuando estaba con él, incluso desde hacia algunos meses vivían juntos. Simplemente era mágico, no había otra forma de explicarlo, nunca en su vida se había imaginado que se podía llevar tan bien con una sola persona, en todos los niveles posibles. Nunca en su vida imaginó poder amar de la manera en que amaba al solista.

 

Terminaron el ensayo sin mayor contratiempo, estaban arreglando sus cosas para salir cuando el solista entró a la sala saltando – Amor – llamó con entusiasmo y abrazándolo como si la vida dependiera de ello.

 

Aun después de tanto tiempo Kai seguía sonrojándose y sonriendo como tonto ante las muestras de afecto de su novio – Miya necesito respirar – dijo dándole palmaditas en la espalda.

 

Miyavi se separó no sin antes darle un beso – te invito a cenar, tengo unas ganas incontrolables de comida italiana – dijo poniendo una mirada de asombro si alguna razón.

 

Kai asintió feliz y salieron juntos – oye, pero, tengo ganas de caminar – dijo Kai haciendo puchero.

 

-tengo hambre Kai, en serio, podemos ir en carro y cuando lleguemos a casa salimos a caminar – sugirió el solista.

 

-no, vamos caminando al restaurante y regresamos caminando aquí, anda, no esta tan lejos y si no estas tan cansado cuando lleguemos podemos – sonrió picadamente.

 

-nunca gano contigo Yutaka – negó con la cabeza sonriendo.

 

Se tomaron de la mano y caminaron por la calle, a pesar de que estaba vacía no era un lugar peligroso, caminaban por ahí todo el tiempo. Iban hablando de cosas banales, como les había ido en el día, la nueva canción que Miyavi estaba componiendo, lo que harían al llegar a casa, lo que harían mañana; cosas que en ese momento no resultaban importantes del todo.

 

Pasaron por un callejón por el que pasaban en muchas ocasiones, nada fuera de lo común, hasta que de la nada dos muchachos se acercaron a ellos. No debían tener mas de dieciocho años, se notaba a leguas que estaban nerviosos, sentimiento que le transmitieron a Kai de inmediato, pues se sintió inseguro a medida que los dos se iban acercando.

 

Miyavi notó esto de inmediato y se colocó frente a Kai - ¿los podemos ayudar en algo? – dijo serio.

 

Uno de los dos se aproximó y sacó un arma, le apuntó directo al solista. Kai sintió que el mundo se caía, el muchacho temblaba de los nervios, parecía que era la primera vez que hacia eso.

 

-cálmate – le dijo Miyavi alzando las manos - ¿quieres nuestro dinero? Puedes tenerlo, nadie tiene porque salir herido – hizo el ademán de sacar su cartera, pero el muchacho gritó algo, que hasta la fecha Kai no logra recordar – no te puedo dar mi dinero sino me dejas sacarlo – le dijo haciendo una seña para que se calmara y con la otra manos sacó la cartera y se la aventó al muchacho.

 

-también la de él – señaló a Kai con la pistola. Estaba temblando involuntariamente.

 

Miyavi asintió y le sacó la cartera a Kai dirigiéndole una mirada para que se quedara quieto. Le aventó la cartera, el muchacho la levantó y volvió a apuntarle a Miyavi  con el arma en el pecho, hizo señas para dejarlos ir; sin embargo el ruido de una sirena alertó a los asaltantes, el chico del arma al sentirse nervioso disparó el arma.

 

En ese momento toda la escena pareció ir en cámara lenta para Kai, vio como los chicos salían huyendo y aun así alcanzó a sostener a Miyavi antes de que cayera debido al impacto de la bala sobre su pecho. Cayeron los dos al piso de aquel solitario callejón.

 

-Miya…- le llamó con los inundados de lágrimas, lo zarandeó un poco.

 

-Kai – abrió los ojos un poco y sonrió – Kai, te amo – con esfuerzo le acarició la mejilla, estaba recargado en las piernas de su novio.

 

El baterista sintió como la sangre del solista le manchaba la mejilla pero no le hizo caso – no lo digas como si nunca mas lo fueras a decir – se acomodó un poco y sacó su celular – deja que le hable a la ambulancia y tú te vas a poner bien – aseguró, tratando de tener fe en sus propias palabras.

 

Miyavi volvió a sonreír – no Kai, los dos sabemos que eso no va a pasar. Mira cuanto estoy sangrando y ni siquiera me duele – puso las manos sobre su pecho. Kai miró fijamente, estaban los dos llenos de sangre, pero no importaba, lo único que importaba era que él estuviera bien. Él iba a estar bien, tenía que estarlo.

 

-Takamasa Ishihara, deja de decir estupideces. Tú vas a estar bien – trató de no llorar, pero le fue imposible en el momento en que Miyavi comenzó a toser violentamente.

 

-Yutaka escúchame muy bien – tenia que decirlo antes de que fuera muy tarde – te amo, eres mi mundo entero, creo que lo fuiste desde el primer momento en que te vi sonreír. Tienes que seguir adelante, ¿ok?….-.

 

-deja de decir eso – lo interrumpió  llorando – vas a estar bien, deja de decir eso – le reclamó.

 

Miyavi negó con la cabeza – déjame terminar. Jamás pierdas esa linda sonrisa, es lo que mas amo de ti, no te presiones de mas y cuando yo ya no este dedícate a ser feliz – era el final, y no se arrepentía. Había vivido como había querido, había hecho lo que mas disfrutaba y estaba con la persona que mas amaba, no tenia nada para temerle a la muerte. Solo se sentía triste, pues sentía que aun era demasiado pronto, quería disfrutar un poco mas de la compañía de Kai, quería estar con él aunque fuera un poco mas. Que injusto parecía el destino de repente. Comenzó a ver nublado, no faltaba mucho – Kai, Yutaka, te amo, no olvides eso, no me olvides porque en cualquier lugar en el que me encuentre yo estaré pensando en ti. Volveremos a estar juntos algún día, en otra vida, te lo aseguro – se abrazó al baterista – te amo, piensa en mi porque yo regresare a ti y jamás me iré. No cambies jamás, mantén todos nuestros recuerdos intactos y cuando creas que ya no puedes mas, piensa en ellos y yo estaré a tu lado aunque no me puedas ver – tosió – no llores, promete que estarás bien, Kai, promételo – trató de levantarse pero las fuerzas ya lo habían abandonado. Quería llorar, pero no lo hizo, tenia que ser fuerte para Kai, quería demostrarle que todo iba a estar bien a pesar de que tenia miedo.

 

Kai asintió sin poder controlar las lagrimas que salían de sus ojos – no me dejes Miya, no puedo vivir sin ti – dijo entrecortadamente.

 

- si, si puedes, tu eres el mas fuerte de los dos – no le dijo que ya no lo podía ver, su vista se había ido por completo – Kai bésame – fue lo único que pudo decir, ya no podía respirar y hablar le hacia la tarea mas difícil.

 

Kai se agachó y rozó sus labios con los de Miyavi, trató de profundizar el beso, pero este no fue correspondido. Se separó y vio a su novio con los ojos cerrados, no emitía ningún sonido, ni siquiera el de la respiración. Se había ido, Miyavi se había ido y aun así, se veía tan hermoso, con aquella sonrisa juguetona adornando sus labios. Sonrió y lo volvió a besar.

 

-te amo…

 

* * *

Notas finales:

ahi esta, iba a poner una escena del presente pero preferi dejarlo asi, algo personal supongo. este es el ultimo capi de recuerdos, de ahora en adelane las cosas se ana complikar d una forma extraordinaria, pero ahora sé que comprenderan las acciones futuras de los personajes, ay creo q ia me laargue, en serio espero q dejen review T_T feliz año!!


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