CAPITULO 3: De mi propiedad
Mierda. Otra vez esa sensación: El hambre.
Desde que había conocido a Shima, mejor dicho a Uruha, mi sed se había hecho más frecuente e insoportable. Después de la reunión del día anterior, cuando se marchó finalmente de la casa, tuve que volver a beber una bolsa entera, y eso que me había alimentado solo unas horas antes.
Ahora me encontraba caminando por la calle, de día, con Kai a mi lado derecho, mientras nos dirigíamos a una compañía para conseguir una entrevista futura, y así ser contratados. Kai iba pensando en lo que les iba a decir, cosa que yo agradecí, pues así no me prestaba atención, y eso evitaba que me notara tenso al estar con hambre por tener personas a nuestro alrededor, algo que sin duda le iba a alertar de sobremanera.
Yo estaba tan concentrado en mi autocontrol que no me di cuenta de que ya habíamos llegado al edificio. Era un edificio enorme, con una puerta de cristal a la entrada. Nada más entrar estaba la recepción donde pedimos una cita con el jefe de todo aquello, o algún secretario que pudiera atendernos.
La joven nos dijo que deberíamos esperar unos minutos sentados en los sillones de espera que había típicos de cuando vas al médico o dentista. Nosotros no teníamos ningún problema con esperar, estábamos demasiado acostumbrados a esperar en nuestras vidas, y prisa no teníamos, así que decidimos sentarnos.
Pasaron unos 15 minutos (si no eran más), hasta que por fin la muchacha dijo que podíamos empezar con la entrevista, guiándonos así hasta la puerta de un despacho con una placa dorada, grabada con un nombre, colgada en ella.
Estuvieron Kai y el hombre vestido con traje conversando un buen rato, mientras yo solo observaba de manera seria, pero sin prestar atención (de hecho, yo solo había ido porque Kai había insistido en que no quería ir solo, y me tocó a mí el marrón de acompañarlo).
Cuando Kai y el hombre se pusieron de pie para despedirse, los seguí mientras observaba la gran sonrisa de felicidad que llevaba Kai. Eso sin duda era que las cosas habían salido bien.
Ya a la salida empezamos a caminar hacia casa.
_Bueno, y bien?- le dije apremiando. Aunque yo intentaba mostrarme desinteresado con el tema, no podía evitar sentir algo de curiosidad….
_Bueno pues….- me miro serio para volver a sonreír cuando casi chilló: Nos han cogido!!! Dicen que de momento parece que la cosa promete, pero antes de hacerlo oficial, tenemos que llevarles alguna canción grabada para ver que tal somos y eso. Pero lo importante es que ya los tenemos en el bote- dijo guiñándome un ojo.
No pude evitar contagiarme de la felicidad de Kai, y eso hizo incluso olvidarme un poco de la sed que sentía. Ya por fin llegamos a la vivienda, y salieron a recibirnos Reita y Ruki.
_Que tal fue? Que tal fueee?!?!?!?!- decía muy impaciente el bajito rubio.
_Se han tragado que somos buenos??- decía mientras por su parte Reita, mientras Ruki le pegaba una colleja.
_No tenían nada que tragarse, Reita, somos buenos de verdad -le decía como contestación el rubio.
_Sí sí…. Lo que tu digas- dijo con tono no muy convencido el otro rubio.
Por fin Kai les contó lo mismo que me había dicho a mí.
_BIEEEN!!! Ya somos casi una banda de manera oficial!!! -dijo con una gran sonrisa.
_Vaya…sí que se lo han tragado!!! Bueno o eso, o Aoi se lo ha ligado -añadió en tono de burla.
_Maldita iguana…. Te vas a enterar!!!- y empecé a perseguirle mientras este se reía y evitaba muebles como si fueran obstáculos de una carrera de atletismo.
Mientras tanto el chico de la radiante sonrisa hablaba con el otro rubio, mientras nos observaban empezar una de nuestras acostumbradas peleas.
_Me alegra mucho que todo saliera bien-. Dijo Ruki de manera un poco menos entusiasta, pero mostrando una sonrisa de verdadera felicidad.
_Si… en serio, en que líos nos metes pequeñín- le dijo Kai medio riéndose.
_Oyee! -contestó mostrando un puchero bastante adorable- y bueno, para cuando hay que entregar la canción grabada?
-Bueeno… ahí está el pequeño problema. Es para… dentro de 2 días.
_DENTRO DE 2 DÍAS?!?!- dijimos nosotros 3 a la vez, mientras Ruki le miraba con la boca medio abierta, Reita estaba tumbado en el suelo boca abajo (resultado de mi placaje) y yo estaba sentado encima suya y agarrándole del pelo, obligándole así a levantar la cabeza del suelo.
_Pe- pero no nos va a dar tiempo!!! Hay que hacer la melodía, el acompañamiento, la letra, ensayar juntos para que salga bien, TODO!!- dijo con un tono que sonaba a desesperación Ruki.
_Bueno chibi relájate, ya se nos ocurrirá algo.- dijo Reita, que ya liberado del agarre que le había hecho, se encontraba al lado del susodicho.
_Si Ruki-chan, ya haremos algo- dijo sonriendo de manera tranquilizadora Kai.
_Mmm, bueno, voy a quedar con nuestro otro miembro para comunicarle la noticia, sino se hace a la idea de que vamos a tener que apurar, tal vez haga planes o algo.-mientras decía yo eso, se miraron entre ellos con mirada cómplice, pero a mí no se me escapa ni una, sabía que estaban pensando que eso era un pretexto para verle (aunque en el fondo es cierto, no iba a darles el gusto)- y bueno que cojones, porque tiene derecho a enterarse de todo. Así que me voy!
Arreglándome un poco el pelo, y posicionando correctamente mi ropa, que había sido descolocada por la pequeña pelea que había tenido con el de la venda, deje la casa para irme caminando hacia el piso del chico castaño que me volvía loco.
Ya solo con la idea de que iba a verle… se me despertaban todos los sentidos.
Estuve caminando lentamente, con los ojos casi cerrados, mientras imaginaba su rostro. Me dirigía a su casa, que nos había dicho su dirección al aceptar estar en la banda, por si necesitábamos algo.
Y ya cuando había terminado mi retrato mental, había llegado a la puerta de su portal, pues vivía en un bloque de pisos, que parecía un tanto antiguo. Llamé al telefonillo y esperé una respuesta. Y la obtuve después de unos segundos, cosa que ya me hizo ponerme tenso: su voz.
_Si?-se oía su preciosa voz, estropeada ligeramente por ese aparato, cosa que pensé que era imperdonable.
_Hola Uruha… soy Aoi.- después de esto no se escuchó nada más. Esperé unos segundos más, pensando que no me iba a abrir, pero por fin se escuchó el sonido que hacen las puertas al ser abiertas por el timbre.
Con una sonrisa que me salió inconscientemente, subí las escaleras (pues ni siquiera había ascensor), hasta el 2º piso, donde estaba la puerta que pertenecía a la casa donde vivía él. Llamé al timbre brevemente, y la puerta se abrió lentamente con un pequeño crujido, hasta que me mostró por fin su figura completa. Y me di cuenta, de que era mucho más hermoso que el retrato imaginario que yo había hecho con mis recuerdos.
_Vaya!! Me has pillado de sorpresa…. La verdad no me ha dado tiempo casi ni a arreglarme jeje-dijo poniéndose una mano en la nuca mientras sonreía muy tiernamente.
_Lo siento mucho-dije sonriéndole levemente, mientras me fijaba en cómo iba vestido. Llevaba un pijama con una camiseta que le venía muy ancha, y eso provocaba que se le resbalara dejando ver el hombro derecho, mientras que el pantalón era largo, pero le venía bien de tamaño. Sus cabellos estaban aun un poco revueltos, pero eso lo hacía aun más sexy. Al parecer se acababa de levantar.
_Bueno, no pasa nada, entra entra!- y diciendo eso abrió la puerta del todo para que yo entrara. El piso no era muy grande que digamos, de hecho era lo justo y necesario para una persona, pero por lo menos no presentaba el mismo aspecto que el resto del edificio. Mientras que el bloque de pisos se encontraba viejo, con las paredes de la escalera descascarilladas, y la barandilla sin lustre (por no hablar de la puerta de entrada que parecía que se iba a caer en cualquier momento) la casa de Uruha era bonita. Estaba amueblada de manera moderna, con una decoración de muy buen gusto, y la verdad daba sensación casi de casa de revista.
_Vaya!-exclamé- es muy bonita. La decoraste tú?
_En realidad tuve la ayuda de un amigo que es decorador, y la verdad se lo agradezco mucho.
Diciendo esto me hizo señas para que me sentara en el sillón blanco que había en el salón, que se encontraba en la entrada mismo a la derecha, y a la izquierda una pequeña cocina, y todo sin paredes ni puertas.
_Y bueno, a que se debe tu visita?- dijo sentándose a mi lado, pero pude notar, que intentaba guardar cierta distancia al hacerlo.
_Pues tengo nuevas noticias- y le conté sobre la reunión que había tenido hoy con Kai, y el castaño mostraba cara de felicidad por la noticia, y por fin llegue al tema delicado…-el problema está, en la canción que debemos entregar.
_Qué sucede con ella?- Dijo mostrando un poco de preocupación.
_Pues….que debe ser entregada en 2 días.- su reacción fue prácticamente como la nuestra.
_QUÉE?!?!?- dijo mirándome con cara que parecía haber visto un fantasma.- de-dentro de 2 días?!?!? Pero no nos dará tiempo!!!
_Tranquilo…. Ya encontraremos una solución, que no cunda el pánico.- dije sonriendo un poco de medio lado, intentándole transmitir tranquilidad, cosa que más o menos creo que conseguí.
De repente sonó lo que parecía el timbre del microondas. Y disculpándose se levanto y se dirigió hacia la cocina.
_Ya siento que me tome un café ahora, pero es que sino, no me despejo.-yo le observaba desde el sillón sentado, mirando cómo se movía para coger el azucarero de un estante que le venía un poco lejos (cosa que casi hizo que me derritiera por la postura adoptada) y después se movía con gracia para ir hasta un cajón y sacar una cucharilla.- te apetece uno a ti también?
_N-no gracias!! Ya he desayunado- dije despertando de mi ensoñación.
_Muy bien como quieras. - Y diciendo eso se volvió a sentar a mi lado, dejando la taza de café sobre la mesa de cristal que había enfrente de nosotros.- Así que debería pasarme hoy para hablar con la banda y de los planes no? La verdad es que todo está siendo muy repentino…
_Si la verdad es que si….-yo ya no le escuchaba apenas, pues otra cosa llamaba mucho más mi atención. Él se inclinaba hacia adelante, para revolver el azúcar de la taza de café, y con la camiseta cayéndole por el hombro, me dejaba la exquisita visión de su cuello perfecto. Se podía apreciar solo con la vista que su piel era suave, y el aroma que provenía de él es indescriptible para la mente humana. Tal vez solo los drogadictos puedan comprender hasta que punto nos vuelve locos la sangre. Pues bien, esta no era cualquier tipo de sangre, era la suya, la que tenía el aroma mas delicioso que nunca antes mis sentidos habían degustado, y seguramente el sabor la acompañaría.
Poco a poco se volvió a recostar en el respaldo, y yo seguía con la mirada en trayectoria a su cuello.
_Aoi…. Me escuchas?- me dijo sacándome de mi trance. Pero aunque había salido de ese trance, la sed no había desaparecido, ni por asomo. Me acerque muy lentamente a él, y este se quedo mirándome, mientras un leve sonrojo empezaba a asomar en sus mejillas. Acción que provoco mi total desesperación. Yo ya no podía más…. mi garganta ardía como si tuviera fuego dentro, y mi boca solo me transmitía sensación de sed, una sed loca que necesitaba saciarse.
Yo ya había llegado a escasos centímetros de distancia con su rostro, y le miré a los ojos. Eso provocó que una pequeña luz iluminara mi dominada mente. Y asi fue como empecé mi lucha mental y física, para controlarme. Necesitaba acallar mi instinto, y para ello necesitaba saciarme de él, peo no quería hacerle daño…. No iba a hacerle daño.
Y terminé la distancia que nos separaba. Junté nuestros labios, que al instante conectaron como si estuvieran hechos como para que encajaran. Y por fin acalle mis instintos, saciándome de lo que necesitaba, de él, pero de una manera mucho más dulce. Yo le cogí de la cintura obligándole así a acercarse más a mí, y él reaccionando a sus instintos, me agarró de la nuca intensificando el beso, mientras nuestras lenguas exploraban la cavidad del otro, y jugueteaban entre ellas en una danza excitante y perfecta. Mi sed había terminado del todo, y el aire reclamaba atención, así que nos separamos lentamente para respirar, apoyando nuestra frente en la del otro.
Los dos teníamos las respiraciones agitadas, pero las suyas eran más marcadas. Aunque Uruha seguía con los ojos cerrados, intentando recuperar aliento, yo observaba sus facciones, pero ninguno de los dos soltó el agarre que habíamos tenido durante el beso. Nuestro primer beso. Y para finalizar lamí lentamente su labio inferior, que estaba un poco entreabierto, para marcar así, de una manera simbólica para mí que él era mío (pues cuando un vampiro muerde a alguien para beber su sangre, pero es alguien a quien ama y no una presa mas, cierra la herida lamiéndola, diciendo de esa forma que es suyo). Esto hizo que abriera los ojos un poco sobresaltado por mi acto, y poco a poco soltamos nuestro agarre, quedando asi de nuevo separados, pero no tan lejos como habíamos estado en un principio.
_Ya va siendo hora de que me vaya-dije levantándome, mientras él me miraba aun con cara de no saber muy bien cómo reaccionar. Cuando llegue a la puerta que era blanca, y empecé a girar el pomo recordé el principal motivo de mi visita- Ah! Por cierto -dije girándome, mientras el me miraba aun avergonzado- Como vamos a tener que trabajar hasta muy tarde, y levantarnos muy temprano, creemos que es mucho más práctico que te mudes temporalmente a la mansión, así que esta noche cuando vengas a visitarnos, seria recomendables que traigas alguna maleta.- sonriéndole abrí la puerta del todo.- Hasta luego…. Uruha.
Y cerré tras de mi sonriendo con satisfacción por la cara de asombro y medio enojo con la que le había dejado, mientras se me ampliaba la sonrisa al escuchar, gracias a mi oído desarrollado, cómo empezaba a chillar dentro de su casa al creerme ya lejos.
_PERO QUIEN DEMONIOS SE CREE ESE PLAYBOY PARA DARME ORDENEES???