Capítulo XII Encantamiento
No podía detenerse. …l era tan perfecto. Un simple mortal, frágil a sus ojos.
Frágil en todos los sentidos.
Hasta que recordó de quién se trataba…
“Demasiado tarde”… aquella voz inconsciente que a veces escuchamos dentro de nuestra cabeza.
Harry se separó rápidamente de Draco. Notó que su cuerpo estaba débil, con el pulso casi apagado.
-¡Malfoy!- exclamó botando sin intención el cuerpo al suelo.
El sonido fue como un eco. Demasiado perceptible para sus agudos sentidos.
-¡Malfoy, responde!- seguía llamándole a ese cuerpo que era idéntico a Draco.
Apenas fue conciente de la daga que le perforó el pulmón izquierdo.
Harry sólo seguía viendo a su Némesis. La sangre comenzó a esparcirse en el suelo.
Los vampiros de la clase nocturna se percataron al instante de ello.
Al igual que Kaname y Zero.
-Ese mago otra vez- dice Zero por lo bajo, muy molesto.
Toma la bloody rose y mira por unos segundos a su amante.
Kaname lo entendió a la perfección… Zero iba a disparar esa arma… esta noche.
Mientras que en una habitación de la torre de la luna, Misao bebía tranquilamente la pastilla de sangre.
-Hice todo lo que me pidió- dice Ichiru haciendo acto de presencia.
-Muy bien- responde con una sonrisa complacida- Lord Voldemort me recompensará muy bien esta vez.
Harry sentía que estaba al fondo del abismo. Sabía que llegado un momento, no podría detenerse hasta acabar con la vida de Draco…
En ese momento, comenzó a recordar tantas cosas.
Situaciones en que ambos se vieron enfrentados…
“Qué no daría en este momento para que todo fuese diferente”…
La herida en el pulmón le estaba restando su capacidad respiratoria. Además, lo más probable es que la daga tenga algún veneno, ya que ardía y quemaba como el demonio.
Con su mano la arrancó y botó aquella daga a unos metros de él.
Aún así él seguía desangrándose.
Pero Harry poco a poco se dio cuenta de la cruda realidad.
Aquel chico, no era Draco Malfoy. Ni por asomo…
Su cabello rubio platino se convirtió en uno castaño oscuro. Sus ojos grises, en pardos. Su tez blanquecina, en trigueña.
-Has cazado a un humano- dice Zero apuntándole con la bloody rose en la sien.
Kaname se percató de la daga en el piso…
-No cabe duda de que sólo eres una bestia que toma forma humana- dice el peliplateado, sorprendido de que el moreno no se defienda ante las acusaciones.
Un disparo seco llegó a sus oídos.
-¿Cómo está el prisionero?- pregunta Misao a Ichiru, quien saca a Draco desde un baúl- quien diría que el gran Draco Malfoy, terminaría de esta forma…
Draco estaba desprovisto de varita. Se le habían quitado cuando lo golpearon en el alboroto del baile.
-Con sólo una poción multijugos… es increíble su efecto en otras personas- deja la copa sobre una mesa y se acerca hasta la ventana- nunca había imaginado que la sangre de Harry Potter fuese tan deliciosa- pone una expresión de tristeza- lástima que él no podrá decírtelo personalmente.
Fue en ese instante en que Draco se vio tan pequeño… tan impotente y inútil.
Ichiru le quitó la cinta adhesiva de la boca y al fin pudo hablar.
-¿Para quién trabajas?- pregunta el rubio.
-¿No te lo imaginas?- le muestra su brazo. Tenía la Marca Tenebrosa.
-Tú no estabas con él- dice recordando claramente a todos los mortífagos.
-Soy una nueva integrante- responde con orgullo-y tú no eres más que un traidor.
¿Qué sería de él?
-No te preocupes Malfoy- dice con toda calma Misao- mañana mismo estarás de regreso en tu bella mansión.
-¿Qué pasará con Potter?
-Potter ya es historia- le acaricia el rostro- tengo que llevar su cabeza a Lord Voldemort.
Un dolor muy agudo se apoderó del pecho del rubio.
Potter estaba muerto. Ya no sería más su presa ni bebería de su sangre.
Todos sus problemas se habían resuelto.
Draco fue nuevamente amordazado y encerrado en el baúl.
-¿Qué sucede Kaname-sama?- pregunta Misao con una amplia sonrisa en su rostro.
-¿Dónde está el otro mago?- pregunta sin rodeos esperando una respuesta.
-No lo se, Kaname-sama- la misma falsa sonrisa- oí un disparo hace un rato… ¿qué ha pasado?
-Un contratiempo, nada más.
Harry había sido encerrado en el mismo lugar donde estuvo Zero cuando iba a caer al nivel e.
Con las manos esposadas y un extraño poder que le mantenía preso.
-Agradece que no te convertí en polvo- dice Zero guardando su Bloody Rose.
-¿Dónde está el otro mago?- vuelve a preguntar Kaname.
Esta vez rompió los vidrios con sus poderes.
-…l es mi nuevo sirviente.
Continuará…
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