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The vampire ball por AoiReitakun

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Notas del capitulo:

Actualización!!

uy... ha llegado un momento que muchos esperábamos (no, no es lemon aun xD) y espero que les agrade...

esta vez no puse ninguna carita de msn, espero que eso les agrade tambien a muchos ^^

ya no os entretengo mas! seguid con la historia:

CAPITULO 7: Mi naturaleza

Reaccioné rápido, levantándome y saliendo de allí para irme a mi cuarto. Si me encontraba con Uruha en ese estado, probablemente no existiría autocontrol suficiente en mi ser como para no morderle.

Me encerré en mi cuarto con la respiración agitada a causa de la sed, apoyándome contra la puerta con los párpados cerrados, mientras esperaba escuchar sus pasos dentro de su habitación. Al oír la puerta y unos zapatos resonando en el cuarto de al lado, no dude en abrir mi puerta y dirigirme a la cocina.

 

Bajé las escaleras sigilosamente. La mansión estaba oscura y silenciosa (bueno, todo lo silenciosa que puede estar una casa con una batería y un bajo tocando en armonía). Empezaba a notar el dolor en las encías por el crecimiento de los colmillos. Necesitaba ya la sangre.

Miré hacia atrás por si el humano me seguía, pero no había nadie. Estaba entrando a la cocina cuando choqué con él. Pero qué demonios? No estaba en su habitación???

_Aoi…. Me has asustado – me sonrió quitando el gesto de susto que le había causado. – qué te ocurre? Tienes mala cara….

_Uruha qué haces aquí? Vuelve a tu habitación. – soné más brusco de lo que pretendía, pero no podía perder el tiempo, necesitaba llegar al sótano, y con él por aquí no podría hacerlo.

_Pues nada… solo me he tomado un zumo después de hablar con Kai y Reita… oye estás bien? – mostró verdadera cara de preocupación al verme cerrar los ojos por otra punzada que había atravesado mi pecho y garganta. Alargó la mano para tocarme el rostro, pero yo la aparté de manera brusca.

_No me pasa nada, vete a tu cuarto de una vez!! – si no se iba pronto, le acabaría dañando, es que no podía darse cuenta del peligro que corría?

_Muy bien. Ya me marcho. – con un semblante triste y enojado, se marchó dando un portazo.

Di un suspiro de alivio, pues aunque se había enfadado conmigo, eso era algo que tenía remedio, pero si hubiera permanecido un poco más junto a mí, dios sabe qué le habría hecho… Bajé corriendo al sótano. Por fin bebería lo que mi cuerpo me estaba exigiendo. Cuando llegué frente a la nevera, abrí la puerta de un tirón, estaba demasiado hambriento, y a cada minuto que pasaba lo estaba más. Y por eso mis ojos no se creían lo que vi dentro del frigo. Estaba completa y absolutamente vacio. Ni una sola gota de sangre.

Palpé con la mano las estanterías con esperanzas de encontrar una bolsa invisible, pero no había nada.

_No, no, no, no, NO!! Es imposible… - me decía a mí mismo con desesperación. Otra punzada me cruzó el pecho, y ahora la garganta me quemaba. Me caí al suelo de rodillas mientras respiraba agitada y entrecortadamente. – Mi-e-erda-a…. – ya no me salía ni siquiera la voz. Como era posible que no quedaran bolsas? No lo sabía. El día que las bajé debía haber unas 10, y no bebíamos tanto, así que mínimo debería haber 7, ¿Cómo era posible que no hubiera ni una? Debía ser una broma del destino.

Me dispuse a subir, ayudándome de las paredes y barandillas, chocando de vez en cuando con algún mueble. Me había decidido irme a buscar alguna presa fuera bajo el cielo nocturno, así que me dirigía a la puerta principal. Pero cuando estaba en el salón mi vista se nubló momentáneamente, provocando que me diera un golpe con la esquina de un mueble justo en la herida, y para mejorar la situación, esta se me abrió haciendo que otra vez más sangre saliera de mí interior.  Si realmente hay un dios, estaba claro que se había propuesto esa noche llevarme a mi perdición.

Me caí al suelo del dolor que provocaba la pérdida del líquido rojo. Fijé mi vista en el techo, de donde provenían sonidos como pasos, la batería, y risas. Dejé la mente en blanco para tranquilizarme. Cualquiera en mi situación habría pedido ayuda, tan solo gritando un poco ellos me oirían. Pero mi orgullo me lo impedía. Pensé en Uruha: su cara, con sus facciones, su voz tranquilizadora, su cabello castaño, su piel suave, su cuello…..

_Mpfh!! – me agarré la garganta tras el gemido, y tosí por la nausea provocada por el hambre que había en mi interior. Si no bebía ya perdería el control, y quien sabe que pasaría entonces. Estaba claro que no podía beber ni de Kai (no se dejaría), ni de Reita (por lo que pasó la ultima vez) ni tampoco de Ruki (Reita me mataría seguramente si lo hacía) así que solo me quedaba la opción de cazar, pero en estas condiciones no podría hacerlo.

Bajé una mano temblorosa hasta la herida, y por debajo de la camiseta empapé mis dedos con mi sangre. Poco a poco llevé los dedos hasta mis labios, y los chupé, logrando un poco de calma, aunque no me duraría demasiado. Era como darle a un hambriento en el desierto una piruleta, solo obtendría la tranquilidad de llevarse algo a la boca, pero su hambre seguiría igual.

De repente se oían pasos bajando por la escalera, y eso me alarmó. En caso de que fuera uno de los vampiros pasaría un bochornoso encuentro si me veían en ese estado. Y si era el humano pues….. Simplemente no podía verme así.

_Vaya vaya…  nuestro guitarrista está tomándose un descanso? – era Reita, que al verme en ese estado no pudo, como no, hacer otra cosa que reírse de mí. – no te han dicho que tienes que seguir trabajando con el humanito?? – joder, que ganas me daban de darle un puñetazo. Pero aparte de que no podía casi moverme, tampoco me convenía, pues ahora mismo era la única ayuda que podía obtener.

_Ya vale de tonterías Reita…. Dónde están las bolsas?? – yo le hablaba tumbado desde el suelo, así que él se posicionó en cuclillas frente a mí para verme más de cerca.

_Las bolsas… bueno pues si ya no quedan será que se han gastado, digo yo. – me sonrió haciéndose el simpático, pero yo no le veía ni pizca de gracia a la cosa. – verás había 9 creo, Ruki se tomó dos, y Kai una…. Yo me bebí 4…

_cuatroo?!?!? Se puede saber qué demonios te pasa?? – le dije abriendo los ojos de par en par por la sorpresa. Cuatro en tan poco tiempo era demasiado.

_Bueno, esque ya sabes que con el estrés me entra hambre. – y me puso morritos. Desde luego no tenía remedio…

_Un momento, si había 9 y 7 os las habéis tomado, qué ha pasado con las otras dos?

_Creo que Kai se las llevó a algún sitio… - hizo ademán de irse, pero le retuve agarrándole con fuerza del brazo.

_A donde? – me sonrió de medio lado, sin intención de responderme. – Donde coño están las bolsas Reita?!?! – le grité a la desesperada.

_Ya Aoi… relájate, además no estás en situación de exigirme nada. – alargó su mano hasta mi herida, y untó su dedo índice en la sangre, para llevárselo a los labios. Esa sangre que a él le alimentaba a mí no me servía…. Y verle disfrutar solo me estaba provocando más dolor en la garganta, si eso era posible claro. – Pues… para ser tan viejo tu sangre está deliciosa. – Me echó una sonrisa burlona y se fue hacia las escaleras de nuevo.

_Mal nacido….. – cuando desapareció por fin de mi vista, que se fue riéndose de mí, a trancas y barrancas, apoyándome en el mueble contra el cual me había golpeado, me conseguí levantar. Arrastrándome por las paredes, llegué a la escalera, y poco a poco, conseguí llegar a mi cuarto. La puerta de al lado estaba cerrada a cal y canto, y se escuchaba que del interior provenía el sonido de las cuerdas de una guitarra.

En cuanto entré a mi habitación me tiré sobre la cama. Necesitaba ya alimentarme de algo, seguir engañando a mis ansias con mi propia sangre no iba a surgir efecto para siempre, y además ahora ya estaba notando como el hambre me estaba empezando a dominar de nuevo. Me tumbé boca abajo y agarré con fuerza la almohada contra mi cara. No… otra vez el insoportable ardor volvía. Y para colmo golpearon a mi puerta.

_Aoi, me da igual que me hayas hablado mal antes, quiero saber qué te pasa, y me vas a dejar entrar a tu habitación. –no hice ningún sonido, con la esperanza de que se marchara. Estuve suplicando internamente para que se fuera, pero hoy todo me salía al revés. –No hagas como que no estás, te he oído cuando has cerrado la puerta. Ábreme.

_Uruha vete, ahora preferiría no ver a nadie… - “y menos a ti” pensé en mi fuero interno.

_Si no me das tu consentimiento entraré a la fuerza.

_Por favor vete!!! Hazlo, te lo suplico…. – dije en un susurro lo último. Un dolor más grande que todos los anteriores me recorrió el pecho, y esta vez el resto del cuerpo.”Ahh!!” me agarré a las sábanas, y escuché cómo la puerta se abría. “nonono… mierda” pensé mientras le escuchaba acercarse.

_Aoi, que te pasa? Dime que te ocurre!! – se me acercó, y debió ver la sangra que manchaba mi camiseta, porque se le oyó  exclamar de preocupación. Ya estaba a mi lado tocándome la zona, pero yo tenía la cara enterrada en la almohada, pues mis colmillos habían salido, y mis ojos ahora mismo se debían de mostrar rojos (asi se nos pone a los vampiros cuando cazamos).- dios, que te ha pasado en la herida otra vez…?

_Vete! –grité contra la sabana, y apartando su mano de un manotazo de la zona afectada. Pero él no parecía de acuerdo. 

_Deja de intentar hacerte el fuerte, y déjame ayudarte. No ves que ayudarte de cualquier forma es lo único que deseo?

_La única forma de ayudarme ahora mismo, es yéndote. – su aroma me empezaba a llegar hasta el cerebro. Ya no resistiría mucho más…..

_Ya vale!!! – su tono de voz me sobresaltó un poco. Estaba realmente exigente con el tema, mostrando un tono autoritario que nunca antes le había oído. – Mírame a los ojos, dime que te ocurre y qué necesitas, y te ayudaré.

¿Me atrevería a mirarle?¿ A enseñarle mis ojos carmesís? ¿A decirle que lo que realmente necesitaba, solo me lo podía dar él? ¿Y a morderle la suave y tersa piel del cuello?

Poco a poco, me separé de la mullida almohada, cerrando los ojos para que no me viera todavía tal y como era. Me senté y noté como se arrodillaba frente a mí en el suelo, quedando un poco más debajo de mi altura.

_Si te pido ayuda con esto…. Yo me odiaré eternamente, y lo que es peor: tú me odiarás también. – noté las yemas de sus manos recorriendo mis facciones, pero yo solo podía concentrarme en el aroma que venía de sus venas. Por eso odiaba mi naturaleza…. Reducía a la persona más importante para mí a un simple bocado.

_Yo…. No te puedo odiar, Aoi. Me enamoraste desde que te vi, y los momentos que he pasado contigo, aunque sean pocos, han sido perfectos. Y eso, nada ni nadie lo puede cambiar. – abrí ligeramente los ojos, pero no del todo, mirando a través de las pestañas su cercanía. – Te necesito a mi lado, y si no puedo ayudarte en nada, te siento lejos. No quiero eso. Quiero que me digas qué pasa, y que los dos encontremos una solución.

_Uruha… yo… - miré hacia otro lado, pero él con su mano me obligó a mirarle.

_Dime, Aoi. Dímelo…

_Yo no soy….humano. –Supongo que eso debió de ser para él como un cubo de agua fría, y eso junto mi mirada roja tuvo que afectarle, a la fuerza tuvo que afectarle, peo no mostró esos sentimientos. Me miró a los ojos, y tragó saliva. Pasó suavemente un dedo por la zona de las pestañas de abajo, para apreciar mejor el color de mi mirada.

Cuando terminó con ellos, instintivamente bajó a mis labios. Me miró con duda, como preguntándome si estaba bien encaminado en sus suposiciones. Yo asentí, y dejé entreverse un poco mis colmillos blancos. Él como un niño curioso, los rozó con el dedo índice. Y después sacó la mano, para hacer algo que me sigue sorprendiendo ahora.

Me besó. Fue un gesto tan dulce por su parte… fue una manera de decirme que me aceptaba tal y como era. Lo abracé con fuerza mientras le besaba, y lo tumbé debajo de mí en la cama. Cuando empecé a darle besos en el cuello me susurró al oído:

_Si lo que necesitas es beber… te ofrezco mi sangre con mucha satisfacción, cariño. – me aparté para mirarlo. Me estaba sonriendo, y no había miedo en su mirada, solo amor. Beber su sangre significaba varias cosas.

Primero, que por fin iba a probar la sangre que había sido creada para mí, y que me volvió loco desde el primer momento en que la olí. Segundo, que sería una especie de acercamiento sexual, pues él sentiría placer, de eso me iba a asegurar yo. Tercero, sus sentimiento fluirían a mí, pues no había razón alguna para ocultarlos. Cuarto, tenía que parar a tiempo, o si no, perdería la razón de mi existencia.

Me acerqué a sus labios de nuevo, para seguir un trayecto de besos y lamidas hasta su cuello, provocándole algún que otro suspiro y escalofrío. Cuando llegué a la zona idónea para morder le susurré: estás seguro de esto?

Por su parte, solo hubo un leve asentimiento con la cabeza, y después la inclinación de esta para dejarme más espacio y mejor vista de la zona. Le di un beso rozando los labios contra su fina  y pálida piel, y después mordí de la manera más suave y rápida posible, para causarle el menor daño.

Abrió los ojos un poco al principio por la punzada causada por los colmillos, pero pronto se relajó y empezó a disfrutar de la sensación. Me agarraba del cabello presionándome contra su hermoso cuello, y yo disfrutaba de la sangre más deliciosa que mi boca había probado jamás.

Y como lo había previsto, infinidad de sentimientos me llegaron. En todos ellos estaba yo, y eran felicidad, vergüenza, cariño, amor, pasión…. Muchísimos, demasiados como para contarlos todos. Nunca antes me había sentido tan querido por alguien. Shima era mi adoración…

Permanecimos así unos minutos, pues yo absorbía muy lentamente para que el momento durara lo máximo posible. Y cuando vi que ya era suficiente, tanto para mí como para él, saqué mis colmillos con asombrosa facilidad, y lamí los agujeros que habían perforado su piel, por donde se colaba un poco de sangre, que fue parado con mi saliva.

Estuve unos segundos lamiendo y besando esa zona, para asegurarme de que no sangrara más, y para marcar, como había hecho con nuestro primer beso, que Uruha me pertenecía solamente a mí.

Notas finales:

bueno... y bien? les ha gustado? eso espero....

si teneis quejas, creeis que debo mejorar en algo, me quereis agradecer, o decirme lo que sea, escribidme un review porfis!! ^^ de verdad que se agradecen mucho!

y bueno, tambien debo decir gracias a todas las personas que aunque no me escriban, me leen todas las semanas.

saludos! esperad continuación ;)


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