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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

de nuevo io, ay dios si vieran la cantidad d cosas q he hecho @_@ por eso no habia podido actualizar, pero ahorita me iego la inspiracion. la hora? 2:58 am, la cancion, calm envy.....espero q les guste, la vdd ame el lemon XD

-¿Qué dijiste? – no, no podía ser posible. Estaba mintiendo, sí, otra mentira ¿si fuera cierto que hacia ahí? Tora lo soltó y le dio la espalda. Nadie se movía.

 

-escuchaste bien – le dijo el guitarrista de Alice Nine aun dándole la espalda – estaba drogado…- tragó saliva y miró a Ruki, después a Saga quien asintió para alentarlo a continuar. No habían hablado del incidente desde aquel día – en ese estado se me hizo muy fácil ir a buscarlo, sino hubiera sido por Ruki, quien sabe que hubiera pasado – se volteó hacia Aoi quien parecía haber perdido los colores – él llegó y me quitó de encima – suspiró.

 

Aoi no sabía como reaccionar, si aquello era cierto significaba que había cometido el error mas grande de su vida, pero ¿Cómo es que no se había dado cuenta? ¿Cómo había sacado conclusiones tan rápido?

 

-lo que no entiendo es ¿Por qué le creíste a Megumi? – dijo seriamente Ruki mirándolo con decepción.

 

Miedo.

 

No respondió. Su mente daba vueltas, hasta que reaccionó al ultimo comentario – Megumi – pronunció en un suspiro – ella me dijo lo que había visto, ¿Por qué no habría de creerle? No tiene motivos para mentir – entonces pensó el conversación que tuvieron antes de llegar al hospital, la mujer había soltado un comentario para nada apropiado.

 

-Megumi es una loca – dijo Shou sin pensar – estaba chantajeando a Tora para que alejara a Uruha de ti – explicó con coraje.

 

Reita se acercó – hay que dejar de hablar de esto – cortó de inmediato.

 

Aoi lo miró desafiante - ¿Por qué? – él y el bajista se miraron durante largo tiempo, parecía que en cualquier momento se iba a aventar a darse de golpes.

 

-¿para qué? ¿Para qué quieres saber? Has vivido muy bien sin saber la verdad, ¿para que quitar eso? Además al parecer no importa lo que uno te diga sino lo que esa mujer tenga que decir – espetó.

 

-Uruha nunca trató de hablar conmigo…-.

 

Reita luchaba por no perder la paciencia – tu no lo dejaste, solo sacaste tus conclusiones y te largaste con la tipa esa, lo único que le quedó fue quedarse callado. Además tu debiste de confiar en él – apretó los puños.

 

-¡¡ustedes pudieron decírmelo!! – debatió. Sentía una terrible opresión en el pecho, la persona que mas amaba no lo había engañado, al contrario, sentía toda la culpa alojarse en su estomago, una gran carga pesada en la espalda. Nada era como él creía, le había fallado a Uruha. Le había prometido estar ahí y él había salido corriendo. Y se sintió tan vacío, tan estupido y patético. Ninguna excusa seria suficiente para remediar el hecho de que no confió en Uruha.

 

Ruki se acercó – Shima, nos hizo prometer que no te lo diríamos – le dijo en voz muy baja

 

Aoi miró a todos los presentes, la mirada  tanto de los integrantes de Alice Nine como de sus compañeros de banda le confirmaban la ultima afirmación ¿Por qué Uruha había hecho eso? Decepción. Ni siquiera él podía saber porque había actuado de esa forma, tal vez porque en el fondo siempre tuvo miedo que su relación con el castaño fracasara, que su orgullo saliera herido. Al final optó por creer lo que sería más fácil de sobrellevar, optó por creer que Uruha lo había engañado para no lidiar con sus sentimientos, aquellos sentimientos que parecían estar fuera de control y que al final todo resultara ser un desastre.

 

Lo echaste a perder.

 

Además de todo, había sido los suficientemente estupido para caer en la trampa de Megumi. Acabó siendo un vil engaño, y él le dio todas las armas para ganar, ahora estaba atado ¿Qué iba hacer? ¿Cómo hablar con Uruha? ¿Cómo ponerle remedio a todo lo que había pasado?

 

-Tengo que hablar con él – fue todo lo que alcanzó a decir.

 

-no – cortó Reita tajantemente – ya estoy harto. Durante año vi como ustedes dos disfrutaban de fingir que no sentían nada el uno por el otro, vi llorar infinidad de veces a Shima por tu culpa. Y hasta en algún momento llegué a simpatizar contigo por la actitud que a veces Uruha toma. Yo sé que el no es ni santo, ni es perfecto, pero es mi mejor amigo y ya no voy a dejar que le hagas mas daño – tal vez Reita nunca había hablado tan serio frente a los demás – tienes tu vida hecha Aoi, no sé si por error, por amor, por lo que haya sido. Créeme que lo siento por ti, esa tipa no es mas que una loca, y ojala nos hubiéramos dado cuenta antes, así no estaríamos en la situación que estamos. Pero ahora ella espera un hijo tuyo y te vas a casar ¿no? Entonces deja a Shima en paz, deja que te pueda superar, y podamos seguir con la banda– sus ojos no se separaban de la mirada del pelinegro.

 

Aoi no dijo nada mas, se dio media vuelta y salió del hospital.

 

-x-

 

Dormía placidamente, no tenía ninguna preocupación. Es mas, parecía que las cosas iban a ser mucho mejores, pronto se casaría y tendría un bebé. La verdad la idea del bebé no la entusiasmaba mucho, al contrario, pero había resultado la mejor manera de ganarse a Aoi. Claro que el bebé era suyo, por eso se había alegrado tanto al descubrir que estaba embarazada, ahora si no había nada que le pudiera salir mal.

 

Se acomodó mejor, pero el ruido de la puerta azotarse la terminó por despertar, se sentó en la cama de inmediato al sentir que Aoi entraba a la habitación. El pelinegro tenía el semblante serio, tal vez hasta enojado. Sea lo que sea que haya pasado en el hospital, debía ser bueno, si regresaba en ese estado, seguramente se había vuelto a pelear con Uruha.

 

-¿Cómo te fue? – preguntó inocentemente.

 

Aoi no respondió, la seguía mirando con una expresión indescifrable para ella.

 

-¿Me amas? – preguntó serio.

 

Megumi alzó una ceja y sonrió levemente – por supuesto, ¿Por qué preguntas eso? – respondió nerviosa, no era la clase de pregunta que se esperaba ¿lo amaba? No lo llamaría de esa forma, era más bien, conveniencia.

 

-¿me amas tanto para chantajear a tu primo? – soltó un poco menos que enojado, no quería perder la paciencia y gritar.

 

Sintió como el alma se le caía a los pies, ¿Cómo sabía eso? Creía estar segura que Tora no lo diría, al menos no a Aoi. Menos después de lo que le había hecho a Uruha, creía tener asegurado el engaño.

 

-no tengo idea de que me hablas – fingió. Por supuesto que no aceptaría nada, no era tonta. Ya había podido manipular una vez al guitarrista, lo podría hacer de nuevo.

 

Aoi suspiró - ¿segura que no sabes de lo que habló? – actuó como si le fuera a creer a ella.

 

Megumi asintió – no sé que te dijo Tora, pero no deberías de creerle, ¿sabes? Se está drogando, quien sabe de que sería capaz en ese estado – explicó como si fuera la cosa mas normal del mundo.

 

-así que Tora es capaz de hacer cualquier cosa estando drogado – repitió. La mujer asintió – y ni siquiera notaría que lo esta haciendo – frunció el seño.

 

-si, así son esas personas – dijo ella con asco.

 

Aoi ladeó la cabeza – entonces si Tora estuviera drogado, sería capaz de entrar al cuarto de Shima e intentar violarlo – lo dijo con odio, odio puro en la voz. Silencio como respuesta – pero no creo que tu estuvieras drogada para malinterpretarlo – la miró desafiante, mientras la otra parecía que se iba a desmayar de la impresión – mucho menos para dejar que le hicieran daño, pasar, verlo y aun así decir que era concensuado ¿Qué carajos tienes en la cabeza? – seguía sin gritar, pero su tono de voz era atemorizante.

 

Megumi se levantó de la cama y caminó hacia a Aoi – tu no entiendes, lo hice por tu bien – no podía seguir fingiendo, era obvio que el guitarrista lo sabía – tarde o temprano Uruha te hubiera dejado – trató de justificarse.

 

-¡le estaban haciendo daño! Y yo fui lo bastante estupido para creerte, te quiero fuera de aquí – dijo con paciencia señalando la puerta – mañana iremos a que te hagan una prueba de ADN y si ese niño si es mío no le faltara su padre. Pero no estaré cerca de ti, eres una enferma, no te atrevas a volver a acercarte ni a mi, ni a Uruha – lo dijo con desprecio.

 

-x-

 

- Nao, deberías irte a descansar –Ruki estaba parado frente al baterista, quien se encontraba sentado en una de las sillas de la sala de espera. Shou, Hiroto, Tora y Saga ya se había ido, Kai había ido a conseguir café y Reita estaba en la habitación de Uruha, donde había estado desde que les permitieron pasar a verlo.

 

Nao alzó la vista, el vocalista tenía los ojos hinchados, había llorado en algunas ocasiones durante la noche, también lucía unas ojeras muy marcadas. Era obvio que estaba agotado.

 

-me iré si tu te vas conmigo – dijo.

 

Sin querer Ruki se sonrojó – no puedo, Shima…- tartamudeó

 

-Shima tiene a Reita que lo cuide, tienes que descansar, así podrás regresar con más ánimos y relevar a Reita. Ahora no hay nada mas que puedas hacer – trató de convencerlo.

 

Ruki se mordió el labio, de cierta forma el baterista tenía razón, se sentía exhausto, habían pasado muchas cosas, mas de las que podía soportar. Terminó por asentir y en menos de diez minutos se despidió de Reita y Kai.

 

Se encontraba en el asiento de pasajeros del auto de Nao, puesto que él no llevaba el suyo, había llegado con Kai. No decían nada, pero no era incomodo, al contrario, Ruki se sentía extrañamente tranquilo a lado de Nao, el baterista irradiaba calma.

 

En menos de quince minutos llegaron al departamento del mas bajo, ya había amanecido.

 

-¿quieres desayunar? Digo no sé tu pero yo muero de hambre – le preguntó Ruki a Nao cuando por fin estuvieron afuera del departamento. Quería estar cerca de él, sentirse tranquilo, protegido como extrañamente se sentía si Nao estaba cerca, comprendido de cierta forma.

 

Nao asintió con una sonrisa.

 

Entraron al departamento, Ruki de inmediato se dirigió hacia la cocina, mientras Nao se quedó atrás observando sus alrededores. De inmediato se notaba que era el departamento del vocalista, porque si bien había llegado a estar en el departamento que compartía con Shou, este parecía haber sido decorado propiamente por Ruki.

 

- me gusta la decoración – le dijo finalmente entrando a la cocina.

 

Ruki sacaba varias cosas del refrigerador – gracias, a mi también – explicó ahora sacando un sartén.

 

Nao sonrió – se nota que es totalmente tu estilo – se sentó en la pequeña mesa que había ahí.

 

El vocalista se giró a verlo y si hacer nada mas se sentó en la otra silla frente a su acompañante - ¿Quién eres tú y que quieres Naoyuki Murai? – dijo en tono serio. La pregunta descolocó por completo a Nao, no entendía a que se refería – traté de decorar el departamento al estilo de Kai, de hecho todo el mundo piensa que fue él quien escogió todo. Y tu vienes y me dices que es mi estilo – alzó una ceja.

 

Nao sonrió ligeramente – los colores, te gustan los colores brillantes ¿no? Aquí no hay cosas opacas, Kai es sencillo, le gustan las cosas que lucen bonitas y bien las unas con las otras. Tu eres mas complicado, todas las cosas están acomodadas en un perfecto orden, hay una armonía entre los muebles casi imperceptible, la cual no sé si es por decoración o porque todas las cosas deban de converger en total paz. Así es como tu eres – explicó como si fuera lo mas normal del mundo, pero se sorprendió al ver a Ruki parado frente a él. Nao se levantó estaba a punto de preguntar si pasaba algo malo, pero la pregunta quedó solo en sus pensamientos al sentir como los labios del vocalista chocaban contra los suyos.

 

Al principio no reaccionó pero después de unos segundos fue fácil responder aquel beso, le gustaban los labios de Ruki, se sentían suaves y deliciosos. No tardaron mucho en extender el beso, en abrir la boca para darle paso a sus leguas hambrientas el uno por el otro. ¿Qué hora era? ¿Qué día era? ¿Cómo se llamaba? No podían recordar nada, pero no importaba.

 

Se separaron al fin, Ruki respiraba agitadamente y Nao lo miraba con una expresión indescifrable – creo que se me quitaron las ganas de desayunar – dijo el baterista.

 

Fue el turno de Ruki de sonreír - ¿quieres ver la decoración de mi habitación? – preguntó con las manos en la cintura.

 

Lo recostó suavemente sobre la cama, sin un instante separarse del beso, metió su mano debajo de la camisa, ocasionando suspiros dentro del beso. Terminó por separarse y quitar la estorbosa prenda, besó su cuello mientras acariciaba su pecho, con el dedo índice rodeaba sus pezones hasta endurecerlos. Los besos bajaron, se detuvieron en su estomago y volvieron a subir a sus labios.

 

Sus manos por su parte acariciaban sus piernas, apretaban con fuerza el trasero del otro, quería conocerlo todo, quería grabarlo en su memoria para siempre. Sintió su erección molestarle debajo del pantalón y al parecer no fue el único en notarlo. Sonrieron y sintió como le quitaba el pantalón. Cambiaron de posición, ahora él estaba arriba, deshaciendo el cierre y sacando el pantalón con todo y boxer.

 

Se volvieron a besar y durante ese beso sintió la mano del otro posarse sobre su miembro, acariciándolo de una forma experta. No pudo evitar gemir ante el contacto, lo cual ocasionó una sonrisa de su acompañante. Su mano subía y bajaba, su dedo índice acariciaba la punta, mandando descargas placer en todo su cuerpo.

 

Con un beso desesperado volvieron a cambiar de posición, ninguno de los dos aguantaba mas. Le quitó el pantalón y el boxer a quien permanecía vestido, admiró la vista, le encantaba, oficialmente le encantaba y quería gritarlo a todo el mundo. Sabía que era correspondido, que después de terminar, las cosas se darían solas, ya no haría falta mas preámbulo.

 

Un poco de lubricante sobre sus dedos, ya era hora, ya no aguantaban. Colocó su dedo índice sobre la entrada de su amante, mientras escuchaba sus jadeos y ligeros suspiros, la música más bella que jamás había escuchado. Entró haciendo pequeños círculos, tratando que el otro se acostumbrara rápido, el segundo y el tercero. Mientras lo preparaba encontró un punto que ocasionó un grito cargado de placer, siguió masajeando ese punto con el dedo, hasta que decidió que era suficiente. Los sacó y se colocó él entre sus piernas.

 

Con la aceptación de su amante, entró de una sola. Los dos gimieron ante el lento vaivén, no querían apresurarse, querían disfrutarse lo mas posible. Se besaron cada que su respiración y su posición lo permitía. Fue hasta el final cuando el ritmo aceleró, cuando sintió uñas encajándose en sus brazos, señal de que el otro estaba cerca, él mismo se sentía cerca. Más fuerte y mas rápido. Hasta que sintió la esencia de su amante en su estomago, suficiente para llegar él también.

 

Cayó agotado sobre el otro, quien lo recibió en un abrazo, no había salido de él. Sus respiraciones se tranquilizaron y saliendo de aquel cuerpo que en ese momento ya adoraba, se recostó a su lado. Con un beso los dos se rindieron ante el sueño y el cansancio.

 

-x-

 

Un elefante, si, sentía que un elefante le había pasado encima. Tenía dolor en todo el cuerpo, no podía abrir los ojos, por mas que lo intentó no lo logró. No sintió miedo, al contrario, pensó que tal vez ya había muerto, no era nada de cómo había imaginado que sería.

 

-ya despierta – escuchó la voz de Reita. No solo eso, sintió como si le acariciaran el cabello – por favor Shima, despierta – volvió a escuchar, la voz del bajista sonaba quebrada, como si hubiera estado llorando.

 

Quiso despertar, para tranquilizar a su amigo pero una vez mas no lo logró, se estaba desesperando ¿Qué pasaba? Tampoco se podía mover. Y recordó, recordó a Aoi, recordó al bebé y a Megumi. Recordó el primer bar, el segundo, haber llegado a la compañía, de ahí todo estaba en blanco. No había recuerdos, no sabía que había pasado, donde estaba o cuanto tiempo había transcurrido.

 

- Akira – escuchó la voz de Kai – deberías ir a descansar, has estado viniendo diario durante tres días, Shima aun no da señales de despertar – le dijo.

 

Sintió movimiento – pero si llegara a despertar, quiero estar presente – volvieron a acariciar su cabello.

 

-no va a servir de nada si despierta y tu estas así. Necesita que estés en todos tus sentidos cuando despierte – insistió Kai.

 

Un sonido raro, no lo identificaba, escuchó de nuevo la puerta y un suspiro.

 

-despierta pronto Shima – esa había sido la voz de Kai – nos haces falta. Si supieras que Aoi ya sabe la verdad ¿despertarías? Supongo que no – sintió como Kai tomaba su mano – él te ama, lo sé. Es que a veces es un idiota, creo que tu mas que nadie sabe sus miedos ¿puede ser una excusa?  No creo, pero a diferencia de mi, Aoi ha tratado de pelear por ti, ha venido a verte pero Reita no lo deja entrar. Me pregunto si quieres hablar con él, si estas dispuesto a escucharlo. Corrió a Megumi de su departamento ¿sabes? A pesar de que las pruebas de ADN dijeron que si era él el padre, se rehúsa a casarse, no lo hará. Quiere estar contigo. Despierta. – terminó en otro suspiró.

 

Uruha le apretó la mano.

 

-x-

 

-no me interesa, yo voy a hacer un escándalo -.

 

-¿solo se quedará callada si se cumplen sus condiciones? ¿Ni siquiera aceptaría dinero? -.

 

-no y no creo que sea muy bueno para la banda que uno de sus integrantes haya abandonado a una indefensa mujer después de saber que estaba embarazada – sonrió –no querrá saber la clase de cosas que uno puede inventar para perjudicar algo – dijo inocentemente – y créame, no me quedaré callada. Ya tengo un contacto en la prensa, que esta ansioso por saber que es lo que tengo que decir del guitarrista de Gazette – terminó.

 

- no es necesario, Aoi se casará, quiera o no…

 

 

 

 

 

Notas finales:

muahahaha y cada vez nos acercamos mas al final D:

kien creen q haia sido el seme en el naoxruki??? XD

mugre megumi ¬¬

por cierto me di cuenta q no respondi sus reviews del capi 21 y pido perdon, no me habia dado cuenta D: y pido perdon U_U trató de responderlos pero luego no tengo tiempo, pero les aseguro q los leo todos y cada uno ;)

creen q uru despierte ya? reita se ira d viaje? como reaccionara aoi?' waaa esta bn fuerte

me dejan un review? si?


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