CAPITULO 9: Primer ensayo
Después de toda esa escena, estuvimos ensayando con las guitarras intentando enlazar la segunda parte de la canción, que más o menos era parecida a la anterior. Pero esta vez, no hablábamos casi nada: él pendiente de sus pensamientos, y yo intentando descifrar la verdad de todo aquello, pero sin obtener resultado.
Así que cada uno trabajaba más o menos por su cuenta, y no nos mirábamos como habíamos hecho al empezar con la canción…. Esa situación definitivamente no me gustaba.
_Que crees que podríamos hacer para enlazar las dos partes de la canción? – ya no aguantaba más así que decidí hablarle como si nada hubiera pasado. Cuando me miró con esa mirada ausente, realmente me provocó un fuerte dolor en el pecho. Qué demonios le ocurría?
_Perdón, que has dicho? – un tono de voz sin su habitual sentimiento…. Totalmente vacío. Yo no iba a aguantar mucho más asi.
_Decía que….. – Reflexioné un poco, y cambié la frase – tal vez deberíamos poner un solo de guitarra, en el que toquemos tú y yo a la vez. Qué te parece?
_No es mala idea…..
_Vale, pues empecemos a pensar en el solo. – dije sonriéndole.
_Bien….. – y me mostró una pequeña sonrisa, muy débil pero que aprecié mucho. Tal vez necesitaba estar solo, y yo al obligarle a trabajar y encima estar conmigo, tal vez….. le hacía sentir peor. Ante la idea me levanté y me dirigí a la puerta. – a dónde vas?
_No te preocupes, volveré enseguida! Voy a hablar con los chicos sobre la nueva idea, para que aporten algo también. Tú espera aquí, y si quieres vete sacando alguna idea. –Volví a sonreír y cerré la puerta tras de mí. Y me dirigí con paso firme a la habitación de Ruki de donde venían ruido de voces suyas… con Reita.
“Reita ya vale…. Para!” eso fue lo último que se escucho antes de que yo interrumpiera y abriera la puerta sin un aviso previo. Estaba Ruki alejando con una mano todo lo posible al de la venda de su cuerpo, y al verme ambos se pusieron en posición más normal.
_A-aoi!! Qué haces aquí?? – dijo un tanto alarmado Ruki por haber presenciado esa acción tan comprometedora.
_Si Aoi…. Por qué me interrumpes? Estaba a punto de comer. – Dijo Reita cruzando los brazos sobre el pecho.
_Idiota, ya te he dicho que no te iba a dar nada!! – y tras eso le lanzó una almohada a la cabeza. Reita agarrándose donde había recibido el impacto replicó
_Claro que sí me ibas a dar….. Al final siempre te convenzo – y terminó la frase con una sonrisa de autosuficiencia, mientras causaba en el bajito un sonrojo y un fruncimiento de entrecejo muy marcados. Yo por mi parte, observaba la escena con un pequeño tic en el ojo, hasta que ya me harté.
_Dejad vuestras discusiones de parejita para otro momento. – esto hizo sonrojarse aun más si era posible a Ruki, y reírse un poco Reita (como siempre este último burlándose de nuestro chibi). Ruki iba a discutirme esa afirmación pero no le dejé, pues continué hablando:
_Mirad, lo primero que quiero comunicar, es que hemos decidido hacer un solo de guitarra conjunta para enlazar la canción. Qué opináis?
_Jum! Y yo qué?? Yo también quería hacer un solo….. – se empezó a quejar el bajista.
_Bueno, tal vez podamos meter un solo de bajo…..
_Bueno y yo qué? – Apareció el líder por detrás de mí, y se acercó a nosotros – yo no quiero ser el único que no demuestre un poco lo que vale…..
_Bueno!!! Entonces pongamos un solo de cada uno…
_Pero eso va a ser complicado de enlazar! Y no nos queda casi tiempo…. – dijo Ruki un tanto alarmado.
_No te preocupes pequeñín, lo conseguiremos a tiempo. – y sonriéndole muy ampliamente, Reita acarició la cabeza despeinando al más bajito. Kai y yo nos miramos y nos reímos un poco por lo bajo. La situación era tan obvia…. Y ellos no querían admitirlo.
_Bueno, bueno. En ese caso, vamos todos al salón a hacer los solos de cada uno, pues creo que la canción ya se puede dar casi por terminada…. –declaró Kai. Los demás asentimos con la cabeza dispuestos a ir al salón, pero su voz nos paró de nuevo – y…donde está Uruha?
En ese momento todas las miradas se posaron, como es lógico, en mí. Yo les miré a todos, y respondí a esa pregunta no con mucho ánimo.
_Veréis…. Esa es la otra cosa que quería contaros. Él no se encuentra muy bien, así que es preferible que no lo atosiguéis con preguntas de ningún tipo.
Kai levantó un poco la ceja, Ruki mostró gesto de preocupación y Reita me miró como si intentara comunicarse mentalmente conmigo. Salí de la habitación y fui a buscar al humano para bajar junto al resto de los integrantes y tocar lo último que nos quedaba de canción.
_Uruha!! –abrí la puerta de golpe sin llamar antes, y él seguía en la misma postura con la que le había dejado. Casi ni se inmutó por mi entrada, solo me miró en señal de “qué ocurre?” pero intenté ignorar esa actitud tan fría y continué. – vamos! nos están esperando los otros 3 abajo…. Vamos a practicar la canción entera y a poner solos de todos los instrumentos.
Le dije todo con una sonrisa en mis labios y de manera entusiasta, cosa que hizo volver un poco el brillo habitual de sus ojos. Así que ya me sentía un poco mejor.
_Pero…. Yo no tengo guitarra eléctrica…. – lo dijo casi como si se avergonzara de ello, acto que me pareció muy tierno.
_No te preocupes, está todo controlado. Te dejaré una de las mías, y después de que gravemos la canción te compraremos una.
Me sonrió levemente, y asintió con la cabeza mostrando conformidad. Dejó su guitarra acústica a un lado, y se levantó de manera precipitada para acercarse a mí. Al parecer ya había vuelto un poco la actitud del verdadero Shima.
Cuando se colocó a mi lado, le sonreí, y cogí de su muñeca para arrástralo tras de mí hacia la buhardilla. Esta estaba oculta, pues su entrada se camuflaba perfectamente con la pared blanca del pasillo, dando la aparente imagen de que el pasillo terminaba en una sosa pared sin decoración, pero la realidad era que detrás de una puerta oculta se escondía una escalera.
_¿A dónde me llevas? – dijo un tanto desconfiado el humano que era arrastrado por mí.
_Hee… acaso no te fías de mí? – dije con tono burlón. Miré hacia atrás para ver su respuesta, y esta fue un puchero adorable. No pude evitar reírme, sacudí un poco la cabeza y continué hasta el final del pasillo. – bueno, ya hemos llegado.
Levantó una ceja mirando con incredulidad la blancura de la pared, y yo sonriendo, empuje esta superficie lisa hasta conseguir que la puerta se abriera hacia adentro. Manteniendo mi posición a un lado de la puerta, incliné la mano como un mayordomo a una dama.
Me echó una mirada un poco asesina por mi acto, pero pasó a dentro, y sin dudar subió por la escalera de caracol estrecha que se hallaba oculta.
Le seguí de cerca, y una vez arriba del todo, no pude evitar quedarme maravillado con su gesto, que no era otro que de puro asombro y adoración.
_Su-sugoi…. – tenía los ojos brillantes y abiertos como platos. Estos recorrían toda la sala que estaba repleta de instrumentos: guitarras de todo tipo, bajos de todos los colores, unas cuantas baterías y complementos de percusión, incluso había micrófonos. Era nuestro rincón de música secreto.
_ Te gusta? – dije sonriendo de medio lado.
_Bromeas? Por supuesto!! Por Kami…. Esto es perfecto. – amplié más mi sonrisa, y lo arrastré de nuevo, ahora hacia donde estaban las decenas de guitarras que tenía.
_Elige una – dije mirándolas. Para mí todas eran una parte importante de mi vida, pero no me importaba compartirlas con Uruha… no, con él podía compartir todo.
_En serio? – dijo dudando un poco. Al parecer había notado mi mirada protectora sobre ellas.
_Claro, coge la que prefieras…. Menos esta. – me incliné y cogí una negra con formas un poco angulosas.
_Mmmm…. – fue recorriendo con la mirada todas, pero se detuvo en seco sobre una. Esta era morada con negro simulando el dibujo de una cebra pero con rayas mas finitas y leves, y su forma era más ancha y redondeada que la que yo había cogido.
Recordé que cuando compré esa guitarra, fue porque me encapriché por su apariencia externa, pero después al llegar a casa y por fin tocarla, no conseguí sacar un sonido bonito como yo me esperaba. Al parecer esa guitarra no estaba hecha para mis dedos.
_Cógela. – me miró sobresaltado, pues se había quedado ensimismado con el instrumento.
Tímidamente alargó el brazo y cogió su nueva compañera. Al tenerla en las manos pasó las yemas de los dedos sobre su superficie, sacando la sonrisa que yo echaba de menos desde hacía un tiempo. Se la colgó del hombro y tocó una corta melodía para probarla.
No es que la cancioncilla fuera gran cosa, pero realmente sonó preciosa. Lo miré con gran asombro por haber sacado un sonido tan lindo de la guitarra que yo no había vuelto a tocar desde su compra debido a que conmigo no sonaba asi…. Uruha era el guitarrista para quien esa guitarra había sido creada.
_Me encanta – dijo con gran entusiasmo, casi como un niño en navidad.
_Me alegro – le sonreí ampliamente, y le anuncié que debíamos bajar ya. Se descolgó el instrumento de nuevo, y bajamos precipitadamente por la escalera empinada de caracol, y después al salón.
Estaban los otros miembros de la banda terminando de acomodar el salón, apartando los muebles, para que cupiera del todo la batería que habían puesto provisionalmente. Cuando llegamos tuvimos que ayudar conectando los amplificadores, y conectando los instrumentos a estos.
_Bien, creo que ya podemos empezar. –declaró Kai sentándose detrás de su gran batería. Los demás asentimos y nos pusimos en posición. Yo suspiré un poco y miré por última vez al humano, que me miró disimulando el nerviosismo que sentía. Le guié un ojo, y con su sonrojo la canción comenzó a surgir con la voz angelical de Ruki…