Capitulo IX: Víctima culposa.
Yo me lo busque.
Escuchaba muchas voces resonando por toda la habitación, la voz de un infante fue la que capto su atención, después fue la de un adolescente…por más que quiso no pudo abrir los ojos, ni un solo musculo respondía a sus órdenes.
-¿Despertara en algún momento?-Pregunto una voz ya conocida, era la niña de esa extraña y poderosa familia.
-Claro…no lo golpee tan fuerte.-Respondió la otra.
-Si, como tú lo digas…es que mediste tan bien tu fuerza Vialer…-Agrego la otra, muy deliciosa y delirantemente conocida, con un tono bastante irónico.
-¿Él es hermano de mi padre?-Volvió a interrogar esa vocecita tierna.
-Si cariño-Respondió esa voz conocida, destilando amor paternal.
-¿Así era ese juez?-La voz joven, parecía cantar, era muy melodiosa, pero no más que la de Vyaron.
-¡¿No me digas que te gusto?!-Ese tipo impulsivo, entreabrió los ojos, estaba rodeado de personas desconocidas, aunque reconoció un par de ojitos curiosos, llenos de vida.
¿Y cómo no?
Si eran del verde más hermoso, tal y como lo eran los suyos, extendió la mano, creyendo poder llevarla a ese rostro que era el fiel reflejo de su hermano cuando tenía más o menos 7 u 8 años, entonces lo noto, ese niño lo miraba desde las escaleras de la casa mientras él se encontraba en el sofá del recibidor.
-Vyaron…-Aviso, el castaño.
Ante el llamado, el susodicho volteo, sus ojos entraron en contacto con esos otros tan parecidos a los que hace mucho tiempo le habían robado el corazón, pasaron unos cuantos segundos así, hasta que, el moreno de mechones marrones aparto la mirada de su rostro medio abochornado por esa mirada.
-Allí lo tienes.-Señalo al niño que estaba abrazado a un hermoso rubio de ojos azules.
-Es el…-Murmuro levantándose como pudo.
Sus pasos eran lentos, pero seguros, sabía cuál era su meta, tocar a ese niño era como volver a abrazar a Chai, callo un par de veces, logrando arrastrarse escaleras arriba, al estar enfrente de su sobrino, miro primero al rubio que tenía un rostro de ensueño, algo aniñado para su gusto, pero atractivo al fin, luego miro al niño, su cabello algo rojo, una muestra de quien era su padre.
-Chai…-Murmuró de nuevo, aun no tenía aliento, se sentía cansado, débil, lastimado y ni hablar de ese tremendo dolor en la nuca, en efecto no era su día de suerte.
No fue capaz de abrazarlo ni de siguiera decir un halago, bajo rápido las escaleras queriendo escapar, sí, eso era lo que quería escapar y no volver la vista atrás, olvidar que había tenido un gemelo y que este estaba muerto…era lo mejor.
Esas bellas esmeralda lo detuvieron en seco, se cubrió los ojos, sabía que él, los había visto antes de morir, como pudo aparto a Vyaron de su camino, el cual solo lo vio irse.
-Que fastidio…antes tan valiente y ahora mira que salir corriendo como una niña…-Se lamentó Vialer-…es mejor que vallas detrás del, no sea que se termine suicidando…
Todos los presentes se voltearon a verlo con cara de desapruebo, ese comentario era totalmente inoportuno. El mayor de los tres salió corriendo detrás del chico.
¿Qué más podía pasar ya?
Cruzo la calle lo más rápido que sus piernas podían, sentía un nudo en la garganta y un cosquilleo interminable en los ojos… estaba dolido, y porque no decirlo…enamorado.
Percibió a sus espaldas el poder de ese otro vampiro, su mente estaba en otro lugar, su cuerpo era simplemente un muñeco que cruzo la calle sin tan siquiera observar si venia algún auto.
Fue tarde cuando las luces de un autobús lo cegaron momentáneamente… sintió un par de manos cálidas asirle de la cintura para luego un cuerpo cubrirlo del golpe en la acera.
Estaba a salvo y vivo, con aquel que se había llevado a su hermano al más allá…pero allí estaba, sintiendo el latir pausado de ese ser con el rostro pegado a su pecho y sus brazos rodeándole la espalda con ímpetu como si Vyaron en cualquier momento se esfumaría como lo hiso Chai.
-No…no me…de…dejes…-Suplico antes de caer inconsciente ante la mirada esmeralda.
-¡Rayos!-Maldijo Vyaron, cargo al pelirrojo con cuidado y emprendió la marcha de regreso, aunque su camino se vio abruptamente interrumpido cuando unos hombres con máscaras blancas y cruces en ellas lo atacaron desgarrando la gabardina marrón que usaba. No pensó en soltar al pelirrojo ni un segundo, ya había mandado al infierno a uno de ellos, apenas y la otra parte se mantenía sin el…no sería capaz de matar a ambos hermanos, por mucho daño que le hubieran hecho.
-¿Qué quieren y quiénes son?-Pregunto precavido con la cautela adornando su voz.
-¿Nosotros?...-Pregunto uno de ellos, en un desagradable tono de voz burlón.-Eso es fácil, nosotros somos los que limpiaran la ciudad del mal.
-Cazadores…-Murmuro por lo bajo el moreno de mechones marrón.-No hemos hecho nada malo, no estamos cazando ni nada por el estilo, así que no pueden tocarnos.-Con determinación alzo la voz haciendo que el eco resonara por los altos muros del puente donde estaba.
-¿Entonces no lo sabes?-Pregunto otro jugando con la espada punta de diamante.
-¿Saber qué?
-Que la tregua se acabó y tenemos el permiso para aniquilar a los de tu especial.-El de la espada ataco sin previo aviso a Vyaron que solo pudo girar sobre sus talones, sintió algo caliente en la espalda, pero no se detuvo, volvió a girar pegándose a la pared, eran 5 contra uno y ya estaba herido con una daga enterrada hasta la empuñadura en su espalda.
Dejo a Chia en el suelo y se sacó el arma del cuerpo haciendo una mueca de dolor que transformo sus hermosas facciones en una expresión de furia.
Haciendo uso del arma que había conseguido en su propia piel se defendía como podía, no podía atacar…
¿Y si ellos mentían?... ¿Y si solo eran cazadores furtivos?
Un golpe a su vientre lo dejo desprotegido, una mano se cerró en su nuca acercando el filo a su garganta.
-Hora de morir…
Un gemido de dolor se confundió con un alarido de horror.
Levanto la mirada dándose cuenta de que, el pelirrojo tenía una mirada desquiciada y vacía, sus labios estaban teñidos de rojo carmesí, pues la sangre bañaba su piel algo pálida.
-¿Qué hiciste?-Vyaron no cabía en la sorpresa.
-Proteger…lo que el amo…y lo que el toco…
-¿Qué?
-¡Malditas sanguijuelas!- El grito de furia de uno de los restantes llamo la atención de los dos vampiros, más la del pelirrojo que se lanzó al ataque, recibiendo algunas heridas de consideración, algunos disparos habían desagarrado parte de la piel del abdomen y tenía uno de los hombros dislocados debido a un último disparo que dio justo en el hueso.
-¡Espera! ¡No lo hagas!
Chia se acercó rápidamente a ese hombre por la espalda, sus brazos rodearon su pecho mientras su boca se entretenía lamiendo la piel y susurrando cosas tan pervertidas a su oído, poco después bajo una mano a su entrepierna, los gemidos no tardaron en aparecer pero así como aparecieron así desaparecieron, el pelirrojo había acabado con la vida del cazador tan pronto como se corrió en sus manos.
-Lastima…termino muy rápido…-Miro a Vyaron que aún estaba en el piso-… ¿Por qué no tomas su lugar?
Victima culposa: Es aquella victima que debido a razones ajenas a su voluntad, termina involucrado en un delito o termina siendo una víctima.