Capitulo XI: Víctima insustituible.
Intercambio.
Los pasos de los otros cazadores, interrumpieron la violación en proceso, pues Chia tenía a Vyaron contra la pared con los pantalones hasta los muslos. Lo miro con esos ojos verdes carentes de brillo y susurro una maldición a esos cazadores, la guerra entre las especies acababa de comenzar de nuevo, era el fin de la paz.
-Encuéntrenlos…-Se escuchó, ya sabían que asesinaron a alguna tropa de cazadores.
-Hay que irse cariño…-Murmuro, subiéndolo a sus hombros como si fuera un saco de verduras, ahora ningún lugar era seguro.
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-¿Cuándo regresara mi papá?-Pregunto el menor que se encontraba aferrado al rubio.
-Pronto…-Respondió con preocupación en la voz la morena.
-¿Qué tan pronto?-Insistió.
-¿Seguirás preguntado si te digo que en tres o dos horas?-Interrumpió nervioso el castaño.
El menor solo meneo la cabeza de un lado a otro enredando los brazos en el cuello de su nueva niñera, Nicolás, dejo que el rubio lo arrullara para dormir, estaba intranquilo, algo en el ambiente era muy nocivo, como si la maldad estuviera presente…la guerra, trae la pestilencia del odio en el viento.
Vialer vigilaba en todo momento al menor, y hasta que este estuvo dormido hablo:
-¿Lo sienten?-La morena agacho la cabeza poniendo la mano en su boca para reprimir un sollozo.
-Eso depende de que es en si lo que debemos sentir…-Respondió confundido Nicolás.
-Algo malo.-Agrego escuetamente el castaño, que en ese momento estaba frente a una mesa con tres estuches largos que acaricio con paciencia-…Valery…-La llamo con un cierto desespero en la voz…-¿Desde cuándo no usamos la triada?
Ella volteo con violencia caminando hacia su hermano.
-¿Es eso?
-Al parecer…
-Siento como si el mundo se viniera abajo y nadie se da cuenta…-Los interrumpió el rubio.- ¿Qué significa?
-Que la paz, se acabó…-Respondió con una sonrisa demente, el castaño.
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El cuerpo de Vyaron cayó pesadamente sobre el piso de madera roída, del cual solo se limitó a levantarse soportando el dolor que surgió debido al impacto que sufrió esa parte de su cuerpo. Sacudió el polvo de su abrigo marrón dañado por la batalla revisando con celo el entorno.
-¿Dónde estamos?
-En un lugar seguro…-Murmuro el pelirrojo sentado sobre la cama de estructura metálica súper antigua mirándose a través de un espejo de cuerpo entero de cubierta dañada por el tiempo.-…Chai… ¿No quieres comer?-Pregunto en un tono vago e infantil.
-No soy tu hermano.-Respondió creyendo que era el a quien le hablaba.
-Chai…-Volvió a llamar.-…encontré eso que tanto te gusto en el tribunal…ya vi a tu bebe, es muy lindo…me recuerda cuando tú y yo éramos solo niños…-Un silencio incomodo se formó, la tensión era tal que el aire se hacía irrespirable.-…y él me ha salvado, lucho por mi…y yo…mate a los que se atrevieron a tocarle…
Un nuevo silencio, Vyaron simplemente se acercó al pelirrojo temiéndose el que hubiera perdido la cordura a causa de la conmoción. Miro el espejo donde el pelirrojo tenía los ojos clavados, esa forma de mirar el espejo lo asusto, lo hacía con una devoción enfermiza y absurda, como si el que se reflejaba allí no fuera el, sino, su hermano.
-¿En serio?... ¿Puedo?...-Sonrió abiertamente mostrando sus afilados colmillos de un blanco hermoso.
Chia hablaba con su hermano, con Chai, pero en realidad hablaba consigo mismo.
-¿Qué te dijo?-Si quería sacarlo de allí, tendría que seguirle el juego.
-Que…que…que, me puedo quedar contigo…-Giro el cuerpo para quedar de frente con un asustado vampiro que temblaba de miedo y de frio.-…me ordeno ser bueno, ser…bueno…muy bueno…y…y yo lo prometí…tengo que cuidarte…seré bueno…
Mientras hablaba se acercaba mucho más, el mullido colchón se hundía con su peso y los viejos resortes rechinaban adoloridos por la presión, se detuvo antes que sus frentes se tocaran.
-¿Quieres quedarte?...-Pregunto acercándole la mano a esa tersa mejilla.-…prometí ser bueno…te lo prometo a ti…y a él…-Como un niño buscando que se le cumpla un capricho hablaba ladeando la cabeza señalando el espejo donde se reflejaban.
-¿Qué pasara si no quiero?-Esa mano se colaba debajo de su cabello, los dedos largos hacían círculos alborotando las hebras negras y marrones.
-Te obligare a querer.
-Dijiste que serias bueno y que me protegerías.-Intento hacerlo entrar en razón.
-Pero para protegerte tienes que estar a mi lado…-Tomo la temblorosa mano de su acompañante y la puso en su pecho, justo en el corazón.-…no puedo seguir sin ti, sin él es imposible, sin ti es la muerte…quédate…-Murmuro rozando los labios en el lóbulo del oído del moreno de mechones marrones.
Vyaron solo se dejó hacer, dejo que el peso del pelirrojo lo recostara en la cama, el chirriar de los fieros fue delirante, hasta ellos suplicaban por la pasión para que se desbordara, dejo que esas manos frías y carentes de cuidado dejaran sin botones la camisa, sintió como el resto del cuerpo de su nuevo viejo amante se colocaba sobre el suyo, esos labios completamente dementes y carnosos dejaban marcas en su cuello y rostro…esas manos traviesas pretendían a dejarlo indefenso ante la libidinosa mirada del otro.
Los pantalones y la ropa interior no fueron nada cuando las manos de Chia los lanzaron lejos, lo suficiente como para que en un arrebato de moral, Vyaron quisiera detenerle.
De nuevo esa noche regreso vívidamente a su cabeza, esas manos frías se volvieron cálidas, esos labios toscos se convirtieron en esos suaves y pacientes que tantas noches le habían robado.
No se limitó a gemir, sentía cada caricia como la última y eso lo obligaba a aferrarse a esa espalda de mármol firme y hermosa.
-Vyaron….Vyaron…Vyaron…-Repetía una y otra vez, mientras sus dedos previamente lubricados con la saliva del chico de abajo entraban con cuidado, con un cuidado increíble a pesar de ser Chia el que lo preparaba, ya que él esperaba ser penetrado con rudeza a la vez que sus muñeca se desangraban por sogas ásperas y duras, pero nada de eso había sucedido, todo transcurría en cuidados y mimos…
-Chia…-Suspiro, era hora de volver al cielo.
El pelirrojo tomo su miembro y lo condujo a la entrada del otro, que solo tenía el rostro ladeado mirando el espejo que reproducía a la perfección su entrega. Sintió un leve dolor invadirle esa zona, sabía que eso no era nada a comparación de lo que sentiría después, se tranquilizó y respiro hondo.
Un movimiento algo necesitado hiso que ese pedazo de carne tan apetitoso entrara solo la mitad.
Lanzo un gemido rudo, salido de lo más hondo de su garganta, un sonido tan sensual como violento, ambos eran hombres, ¿Y eso qué?, eso no era un impedimento, solo era una pequeña diferencia e igualada que hacía más intenso el encuentro. La violencia del amor.
Chia tomo de la cintura a su amante y movió la cadera de una forma deliciosa, haciendo que su miembro entrara completamente. Estuvieron así como por 1 hora, la extensión del pelirrojo salía y volvía a entrar solo que con más fuerza.
La destartalada cama lloraba debido a eso movimientos tan candentes, la vieja habitación se derretía con el espectáculo que mostraban, hasta que la cama no puedo más y termino cediendo en ese hermoso acto de entrega, el golpe que recibieron fue peor para Vyaron que sintió como el miembro de Chia se adentraba mucho más llevándolo al éxtasis, y al hacerlo esas suaves paredes se contrajeron obligando al pelirrojo a llegar también, después de tal entrega, ambos se miraron, pero Chia no pudo sostener por mucho la mirada y se desmayó susurrando un último:
-Te queremos…
Vyaron lo abrazo, ya que el pelirrojo aun no salía de él, acunándolo como si lo hiciera con Seikou, beso sus rojos cabellos sonriendo por ser la victima insustituible del crimen del amor.
Victima insustituible: Es aquella persona que se escoge previamente y no puede dejar de ser el blanco de algún delito o agravio.