Capitulo XII: Víctima sustituible.
Inicio de la batalla.
Un pelinaranja fatigado subió a uno de los tantos balcones de una mansión, se tiro al interior dejando que su espalda quedara sobre el mármol del piso, jadeante y exhausto.
-A que fue una noche movida.-Se burló un moreno de mirada verde claro, semidesnudo en la cama abocelada que de seguro era el lecho del pelinaranja, que solo le dedico la mirada más fiera de su repertorio.
Como animal en celo se abalanzo sobre el moreno dispuesto a comérselo enterito, le quitó de encima la sabana de satín blanca y le abrió las piernas con violencia para ubicarse entre ellas, sus labios regaron besos en su cuello y pecho, pero justo cuando iba a bajar más…se detuvo.
-No…no…no lo hare…no…-Jadeo sentándose al lado del joven.
-¿Y porque no? Hoy creí que si me tomarías…-Paseo la mirada por el torso desnudo.-Vaya que te dejaron mal, mira esa erección… ¿Qué dices cariño, te la bajo?
-Si me tocas te saco desnudo.-Amenazo apartando la mano blanca de su pelvis.
-Estaba bien, lo siento, no debí jugar así…aunque hoy si pensé que consumaríamos nuestro “hermoso matrimonio”
-Si…y mañana iré a ver un concierto dado por Barbie…-Se cubrió el rostro soltando cada palabra con cinismo y sarcasmo.
-Si vas yo voy también.-Le siguió el juego.-Ha ver, ¿Qué paso?-Empezó a vestirse sin quitarle la mirada a su esposo.
-Conocí a alguien…y no pude permanecer a su lado mucho tiempo…-Abrazo la almohada más cercana.
-¿Y me lo dices así como así? ¿Qué clase de esposo eres?-Hiso un puchero adorable de niño.- ¿Y era lindo?
-No te imaginas cuanto…-Recordó ese cuerpo desnudo sobre el suyo, ese rostro de ángel inocente.
-¿Y no pasó nada?
-Absolutamente nada…lo prepare, iba a morderlo y me arrepentí…Dios mío, Val, ¿Qué voy a hacer?
-Buscarlo supongo, tal vez si te marchas con el chico, y me dejas…seremos libres y nuestra unión desaparecerá, aunque pierdas el trono.
-No me importa el trono, hace unos días ni siquiera sabía quién era en realidad, y ahora soy un príncipe…ellos no pueden exigirme nada, no son mis padres…bueno, sí lo son.
No pudieron terminar de conversar, ya que una de las sirvientas llamo a la puerta anunciando que la cena estaba lista, ambos se prepararon para bajar, y al hacerlo iban de la mano, siempre como buenos actores, aunque ninguno de los dos quisiera al otro más que como un amigo, en la mesa ya habían 8 personas más, los dos jóvenes ocuparon los asientos libres, esperando que el líder, en este caso un hombre de cabellera celeste iniciara con la cena, al poco tiempo todos se encontraban en silencio comiendo, una niña de no más trece años, miraba a sus hermanos con atención, Mishogu, sonrió un poco para ella y la menor sonrió igual.
-Dell, compórtate en la mesa.-advirtió severa la madre, de una mirada penetrante rosa.
-Si madre.-Respondió mecánicamente regresando la mirada al plato.
Eso al adolescente pelinaranja le disgusto en demasía que de inmediato apretó fuerte los cubiertos doblando algunos, Val solo puso la mano sobra la otra mirando suplicante, alzo la mirada hacia sus otros tres hermanos mayores, Maley se mordía el labio inferior rogando con la mirada no hacer algo estúpido, mientras Mishbal y Mishe solo le lanzaban una silenciosa advertencia de: “Ten cuidado, pequeño”
Relajo la expresión soltando los cubiertos doblados, respiro hondo y siguió comiendo como si nada hubiera pasado, sintió que alguien se preparaba para hablar.
-Hijo…-Llamo la voz varonil de aquel que se hacía llamar su padre, sin esperar que el adolescente respondiera, no era una opción el querer hablar o no.-…he tomado la decisión de que tomaras el mandato mañana.
No tuvo opción, algo en su interior le gritaba por rebelarse, se levantó de golpe agarrado a los manteles y llevándose en el proceso algunos trastos.
-¿Qué?-Pregunto mirando fijo a los adultos sin inmutarse para nada.- ¿Por qué yo?...Maley y Mishbal son mayores incluso Mishe, ellos deberían o uno de ellos debería asumir el poder, no yo.
-Maley, no enviaría a ninguno de los nuestros a una batalla, su instinto maternal es demasiado.-Agrego con poco interés la mujer bebiendo un sorbo de sangre haciendo que la pelirroja escondiera el rostro avergonzada.
-¿Y Mishbal?
-¿Quieres quedarte sin soldados?-El mencionado solo apretó los puños controlando sus deseos sádicos para no matar a nadie.
-Mishe…
-No quiero que mis soldados se vuelvan locos…-El joven de melena naranja oscuro sonrió de lado de forma siniestra-…así que quedas tú, listo como para sacrificar soldados, pero también darás retirada…no serás un loco deprimente…y, no seguirás tu corazón en ningún momento…es más, ni siquiera tienes uno.-Soltó como si nada esas palabras que a cualquiera le hubieran dolido.
-Tienes razón, no tengo corazón…pero extraño a Hiroka y a Marck.-Claro que no sentía, pero ellos sí y esa era una forma sutil de restregarles en la cara que eran malos padres.
La niña, única castaña en la familia bajo la cabeza murmurando un:
-Yo también los extraño.
Val se tensó ante la atmosfera, los reyes estaban furiosos y Mishogu solo contribuía a hacerlos enojar más, tomo la mano del pelinaranja. Los otros dos menores solo se limpiaron las lágrimas que salían de los ojos del otro, los gemelos Mishoku y Misato, también extrañaban a ese par.
-Acepto ser el nuevo rey de los vampiros, ahora, padre…-Pronuncio esa palabra con sarcasmo curvando los labios con cinismo, algo muy característico en el.-… ¿La guerra comenzó y quieres tener al mejor enfrente?
El mayor bebió de su copa incomodo, mientras su esposa, pero no madre de todos esos jóvenes y mucho menos del moreno se sentía desplazada, su hermano mayor sin duda no dejaría que a todos sus retoños los trataran como piezas de ajedrez. Sin duda el jamás dejaría que pasara y que su mayor orgullo fuera el que estuviera al frente de una tropa. Pero ella nada podía hacer más que obedecer, no en vano su queridísimo hermano, la había delegado para esa tarea.
-Sí, te quiero al frente y a Mishbal y a Maley en las tropas principales, tu Mishe te quedas para atender a los heridos…-Dirigió la mirada a los tres menores.-…y ustedes, es mejor que se queden en el refugio, son solo niños.
Un: “Son inútiles para mi ahora”
-Hecho, pero yo haré todo a mi manera.
-Está bien…
Un error de principiante, si ese hombre creía que si usaba una pieza fuerte y la ponía al frente estaría protegido en verdad estaba perdiendo todo, el adolescente que él conocía de prácticamente nada era una caja de pandora, él no era una víctima sustituible y no dejaría que por simples caprichos se perdieran vidas, no, él no era para nada parecido a esos otros seres, para él la venganza era nada, le haría honor a sus padres verdaderos y a ese otro que se encontraba en el exilio. Por Marck, Hiroka y…
Victima sustituible: Aquella persona que se escoge cuando el blanco del ataque principal se ha marchado o se ha puesto a salvo sustituyendo en su plenitud a esa otra víctima.