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El Príncipe de Hatti... por himeko-san

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

TANTO TIEMPO SIN LEERNOS!

 

aui esta le capitulo final!...muchas gracias a safira Otaku por el reto espero te guste el capitulo final de todo esto! muchas gracias a todos lo que leyeron elfic! jeje aquie este...el capitulo final! disfrutenlo! 

Capitulo 21: Lazos… (FINAL)

 

El filo de las espadas chocaba, ante la luna roja de esa noche azabache, junto con las estrellas ocultas en las nubes grises que amenazaban con llover, el fuerte y desgarrador sonidos de lo truenos, atraviesan las nubes cual cuchillo.

 

Cortes, heridas y sangre salen de sus cuerpos, mas ninguno para, siguen como si la vida dependiera de eso, ninguno sede, ninguno se rinde, pero, en un instante, en un movimiento preciso, la espada del castaño vuela de su mano y cae al suelo.

 

Indefenso ante la espada de yugi, que amenazaba a corta su cuello, el hijo menor del rey miro a su hermano con su mirada roja y fría, fijada en la mirada poseída de su hermano.  

 

Ríndete…-dijo yugi- ya no tiene caso pelear… he ganado…

 

Jeje…-sonríe de medio lado y levanta la mirada- hermano… ¿Qué me ha pasado?...-dijo con el tono habitual de su voz, sorprendiendo al menor, haciendo que este baje la espada.

 

¿Haru?...-pregunta conmocionado

 

Nunca bajes la guardia, hermanito… - dicho esto, toma su espada del suelo, con un corte certero al pecho, la sangre mancho su rostro, mientras el cuerpo ahora inerte del príncipe cae al suelo.

 

Al caer y chocar con el suelo, al sentir la fría tierra debajo de su cabeza, derramo, lentamente una lágrima de su mejilla, estaba vencido.

 

Madre… he fallado…-susurra mientras cierra lentamente sus ojos y un hilo de sangre baja por su labio.

 

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA….-ríe aquel castaño, con una sonrisa de lo0s mas perturbadora y las gotas de sangre en sus mejillas, fijo sus ojos rojos al cuerpo moribundo del príncipe- no te iras solo… tu padre ya esta en camino…

 

*EN UN BARCO*

 

Se levanta de su cama, asustado y agitado, tomo con su mano su pecho, sintiendo como este ardía con gran fuerza, como si su corazón estuviera quemándose a fuego lento.

 

 Sudor frío bajaba por su frente, comenzó a respirar de forma agitada y dificultosa, podía jurar que se estaba quedando sin aire, el faraón sin quererlo, derramo una lágrima de dolor.

 

Así empezó, de una lágrima, le siguieron otras miles y miles, lloraba con amargura y dolor, sin saber el por que, solo lloraba, como si…. Alguien hubiese quitado de tajo, una parte de el.

 

Yugi…-murmura entre un amargo sollozo- yugi…..¡¡¡¡¡¡¡¡¡YUGI!!!!!!!...-grita con mucha amargura sintiendo como su alma cae a pedazos.

 

*EN EL CUARTO DONDE ESTABA EL REY*

 

Hermano…-murmura raia, quien estaba fielmente tomando la mano de su hermana- tantas cosas se te han ocultado…

 

Como aquella visión…-murmura con tremenda tristeza- no debí de ocultarte mi don y menos aquel presagio…-cierra sus ojos y llega su memoria lo que vio aquella vez, antes de que todo comenzara, antes que todo empezara…

 

Las tinieblas cubrieron el cuarto, nada se observaba, nada se distinguía, pero,  poco a poco, una silueta, comenzó a emerger de las tinieblas, una figura que empezó sin forma o cuerpo claro, pero que poco a poco fue cambiando.

 

Mientras mas se acercaba a él, más su estructura se aclaraba, de una forma, que parecía ser más una mancha, paso a ser una sombra, luego paso a ser una figura, hasta que por fin, cambia a ser una persona.

 

Ese ser frente a el, era su sobrino…

 

Pero… algo era distinto en el, sus ojos, era color rojo, no violeta y su mirada era muy seria y algo perturbadora, no aquella llena de inocencia con la cual había nacido, en sus manos sangre ajena caía de ellas…

 

Parecía haber matado a alguien…

 

Debes dejarme ir a Egipto con mis hermanas….-dice su sobrino con tono demoníaco, algo que lo sorprendió de sobre manera- ellas necesitan estar conmigo…

 

  Vuelve abrir sus ojos, dio un suspiro largo, dando seña de estar resignado, era hora de aceptar, que aquella imagen que tenia de su sobrino era una errónea, nada era lo que parecía ser…

 

Pudo escuchar como abrían la puerta del cuarto, rápidamente mueve su cabeza hacia el sonido, no hace falta decir, que quedo blanco, al ver a su sobrino mayor aletargado en la puerta, con su rostro aun bañado con al sangre de su hermano menor, mirando la figura dormida del rey.

 

He venido a terminar lo que empecé…-dice en tono siniestro

 

*en las afuera del castillo*

 

 

Le he fallado a mi madre, a mi padre, a mis hermanas y a todos, no soy un buen heredero no merezco estar en al familia real de Hatti…”

 

Piensa el príncipe que se encontraba en el suelo, golpeado, lastimado y sangrando, la vida se le escapaba de las manos, su alma dejaba su cuerpo, pero, algo lo hizo volver, fue una suave voz femenina, que le susurraba en su oído.

 

Se fuerte hijo, no te rindas ahora…”

 

Madre…-murmura casi sin vida

 

hijo… lucha, vence a salomón, desde aquí, te daré mis fuerzas y  te ayudare a vencer…”

 

El poco a poco, sufriendo un gran dolor, logra levantarse, mira hacia el cielo oscuro, cuya única luz era la de la luna que esa noche en especial tenia un color carmesí, cerro sus ojos y una energía dorada cubre su cuerpo, del suelo se eleva su espada la cual brilla, la luz dorada que emanaba su cuerpo atrapo a la espada y se concentro en un punto, creando una joya color amatista en la punta superior de la espada.

 

Sin saber como, sus heridas dejaron de doler, toma su espada y fija su mirada de sangre en el castillo, con la fuerzas de sus piernas comienza a correr.

 

solo espero llegar a tiempo…”

 

*en el cuarto donde estaba el rey*

 

¡¡¡LARGO DE AQUÍ SALOMON!!...-grita raia, enfurecido tratando de cubrir a su hermano.

 

¡Apártate!- demanda el castaño mientras lo empuja lejos del rey, raia saca su espada y arrebata contra el.

 

No dejare que lo dañes…-dice en forma amenazante- tendrás que pasar por mi cadáver primero…

 

¡Con gusto!…-grita salomón mientras ataca a raia con fuerza, causando un leve corte en su mejilla.

 

Una lucha de espadas comenzó en la pequeña habitación, el consejero, mucho no pudo hacer, el castaño, era muchas más fuerte que el, perdió su espada y cayo al suelo, el castaño coloco el filo de la cuchilla en el cuello de raia.

 

Pequeño estorbo, muere de una vez…-dice mientras levanta su espada dispuesto  a rebanar la cabeza del consejo.

 

Pero dos brazos alrededor de su cuello lo detienen.

 

Aquellos brazos apretaron su cuello hasta cotarle un poco la respiración, esos brazos estaban sujetos a su cuello, sin ganas de soltarlo, el castaño trato de mirar a su atacante por el rabillo del ojo, cual fue su sorpresa, al ver que el príncipe yugi era quien sujetaba su cuello.

 

¡Estas vivo!...-grita el castaño alterado.

 

No moriré, sin antes encerrarte….salomón- dijo con una voz más oscura y siniestra, sus ojos rojos como la sangre. 

 

¡¡SUELTAME!!...-grita el castaño.

 

La luna carmesí de esta noche…-recita mientras una luz lo cubre- la sangre que corre por mis venas, esta sangre que hierve en mi ser, la venganza, la ira y el odio que ha bitan en mi alma… sean el poder que te atrape y te encierre…-la luz comenzó a brillar mas fuertemente.

 

 

¡MALDITO SUELTAME YA!...-grita le castaño con todas sus fuerzas, logrando zafarse de aquel agarre.

 

Pero… ya era tarde…

 

Yugi, con espada en mano, hizo un movimiento rápido cortando un poco la piel de la mejilla del castaño, haciendo que el filo de la espada se pintara con algunas gotas de sangre.

 

El cristal de al espada del príncipe comenzó a brillar y expender un  humo violeta que fue cubriendo al castaño de pies  a cabeza, aquel humo, se metió por su boca, su nariz y oídos.

 

¡MALDITOS SEAS! –grito con voz diabólica- ¡¡¡¡TAN CERCA, TAN CERCA, PERO ESTO NO SE QUEDA AQUÍ, JURO QUE ME VENGARE, YA ME ESCAPE DEL INFIERNO UAN VEZ, LO PUEDO HACER OTRA VEZ!!!!!!!!!

 

Creo… que de este no escaparas… -dice yugi mientras se le acerca lentamente, coloca su mano derecha en su frente y sus ojos rojos brillan- ¡¡¡¡ENCIERRO ETERNO!!!!!!!!

 

Aquel humo que cubre al castaño se mete completamente en el y sale por la boca, pero de un color negro y vuelve al cristal de la espada, yugi quita su mano, el castaño cae de espaldas al suelo, con sus ojos en blanco.

 

Hermano…-murmura con una lágrima cayendo de su mejilla lentamente, cierras sus ojos y cae de espaldas.

 

Raia quien desde el comienzo miraba al escena con asombro, reacciono de su shock, corrió hasta el cuerpo de yugi, lo tomo en brazos y  sostuvo su cabeza.

 

Sobrino, despierta, resiste pro favor, ¡¡¡¡despierta, despierta!!...-suplica su tío desesperado.

   

El menor, va abriendo sus ojos, (ahora violetas), cuando su vista dejo de ser borrosa, miro a su tío a los ojos y le sonrió.

 

¿Tío, estas lastimado?...-pregunta tiernamente.

Debería ser yo el que preguntase eso…-le responde curvando una sonrisa- sobrino… me has salvado y lo que es mas importante has salvado a tu padre…

 

Lo haría otra vez, son mi familia, los quiero mas que a nada…-una tristeza indiscreta se reflejo en sus ojos- aunque…tuve que sacrificar la vida de mi hermano…-derrama una lagrima lentamente por su mejilla.

 

Sobrino…- murmura tristemente.

 

Un gemido de dolor los interrumpen, miran hacia atrás y ven el cuerpo de haru, su pecho se movía de arriba hacia abajo, respirando con cierta dificulta.

 

Hermano…-murmura el tricolor, sus lágrimas comenzaron a caer- ¡¡¡HERMANO!!!....

 

Trato de salir de los brazos de su tío pero esto lo impidió, mirándolo con uan tierna sonrisa, le acaricia los cabellos y lo coloco suavemente en el suelo, se levanto y se acerco a haru, coloco su mano cerca de la yugular de este y sintió los débiles latidos del corazón del castaño.

 

Está vivo…-susurra raia sin poder ocultar su sonrisa.

  

Hermano… oni-san… -murmura entre miles de lágrimas de felicidad, poco a poco cierra sus ojos, estaba agotado, las fuerzas ya no las tenia, sin perder su sonrisa, cayo en su sueño, para por fin descansar un poco.

 

*al día siguiente, en el puerto de Hatti*

 

El barco por fin se detuvo y encalló en el puerto, el primero en bajar fue el faraón atem, quien la noche anterior no logro pegar un ojo por la pura preocupación, pensando que algo le había pasado a su amado niño de ojos violetas.

 

“Mi amor… mi yugi… ojala estés bien…  “=piensa el faraon mientras baja del barco seguido por as hermanos del príncipe, que estaba como el, preocupas y angustiadas.

 

Por medio de un carruaje. Llegaron hasta el castillo, pasando la muralla, las casas y personas, las cuales por cierto, tenía un aire de estar aliviados, como si una gran guerra hubiese venido y que la paz por fin había vuelto después de un largo rato.

 

Por fin, llegaron hasta la entrada, cuando bajaron, fueron recibidos por la cansada sonrisa de raia, quien recibió a sus sobrinas con un abrazo y un beso en la mejilla, mientras que su alteza atem solo hizo una reverencia.

 

Bienvenido su alteza atem…-dice con de forme respetuosa- es un honor tenerlo aquí de invitado…

 

No el honor es mío…-responde de la misma forma-

 

Dígame, ¿Qué lo ha traído hasta Hatti?...-pregunta curioso el consejero.

 

Siendo honesto, ha sido el príncipe yugi…-dijo cabizbajo

Si hemos venido por el…-salta aiko quien se acerco a raia- tío, ¿mi hermano esta aquí? 

 

Me temo que si, esta aquí…- dice el raia con la cabeza baja algo deprimido

 

¿Y COMO ESTA?...-dicen los 4 al unísono

 

O_O… bueno, es una larga historia… les contare en el camino…-les da la espalda y comienza a caminar seguido por ellos.

 

Les explico brevemente lo sucedido, (omitiendo algunas cosas como la carta y sus poderes de clarividencia) les contó sobre salomón y sobre el intento de matar al rey, sobre la batalla del joven príncipe yugi y su hermano haru.

 

No puedo creerlo…-susurra aiko sorprendida- nuestro hermano nos protegió desde siempre…

 

¿Cómo se encuentra?...-pregunta el faraón ya mas que preocupado- dígame… ¿esta herido?….

 

Perdió mucha sangre he decir, pero… se encuentra bien, aunque aun esta inconsciente…-se detiene y mira encima de su hombro- ¿desea verlo su alteza atem?...

 

Yo…-baja su mirada sonrojado.

 

Vaya y véalo…-dice akane- se que usted desea verlo…

 

Nosotras esperaremos aquí…-dice hanako con débil sonroje en las mejillas y una sonrisa tímida.

 

Gracias, muchas gracias…-se inclina ante ellas y mira a Raia- si deseo verlo…

 

La siguiente puerta a la izquierda su majestad….-dice mientras se aparta del camino para que el rey de Egipto pase.

 

A paso lento, camino hasta el lugar señalado, al esta frente la puerta, respiro profundo, mientras sus mejillas se pintaban de rosado, lentamente, jiro la perilla y entro la cuarto y allí lo vio.

 

Acostado en una cama de seda, arropado por una sabana muy fina, con su pecho desnudo y envuelto en un vendaje blanco, manchado de carmesí en la parte del centro, rasguños pequeños en ambos brazos y un pequeño corte que se asomaba en su mejilla.

 

Se acerco a el, con delicadeza, tomo su mano y la beso, acaricio como si fuera un pétalo de rosa su mejilla,”es tan suave que parece seda…” piensa mientras una sonrisa florece en sus labios.

 

Una lágrima nació de su ojos y murió en su labio, saboreando lo amargo de su tristeza, aun si perder su sonrisa, se acerco más al rostro dormido  del joven que s encontraba allí, hasta sentir la respiración del contrarió, estando solo a un milímetro de besarlo susurro cerca de aquellos labios de rosa…

 

Me entrego a ti, soy solamente tuyo… de nadie más… mi piel, mis labios, mis ojos, mi  mirar, mi corazón y mi alma… tienen un solo dueño, un solo amo, tu controla mis latidos y mi respiración… eternamente tuyo… como tu eres mío…. Para siempre… yo te amaré…

 

Tiernamente lo besa, sin medir el tiempo, si importar nada más, solo aquel roce de labios, con el cual confeso su amor eterno, con el cual entrego su alma a la persona que ahora dormía tranquila, sin sospechar que sus labios estaban apresados por el tierno beso de aquel faraón enamorado.

 

Al separarse, la mirada amatista de aquel chico lo tenia reflejado, el príncipe sonreía tranquilo, sin reproche en su rostro y ni enojo, el faraón sorprendido por esta reacción solo guardo silencio, una mano pálida y delicada se poso en su mejilla morena.

 

Su palma era fría, pero a la vez  reconfortante, esa mano tan fría le dad una sensación de seguridad, cerro sus ojos carmesí y se fundió con aquella sensación.

 

Me has entregado tu alma… ahora yo te entrego mi vida entera… cada instante que respiro, cada latido de mi corazón, mi mirada y mi voz, ahora son tuyas, me entregaste tu  ser…  yo te entrego mi esencia… las lágrimas nunca derramadas… las palabras nunca dichas por mi… te entrego mi amor…

 

Estira sus brazos y atrapa el  cuello moreno del faraón, aquellas manos frías ahora se enredan en el pelo tricolor del gobernante.

 

Te amo…-se escucha antes de darle un beso furtivo en sus labios, su boca con sabor a miel, toma posesión de la lengua del faraón, en una danza sin fin, en un apasionado beso, sus pieles ardían con cada caricia, gemidos ahogados en sus gargantas, aire pidió ser presente, se separaron lentamente, unidos por un hilo de saliva.

 

Se mi esposo…- pide el faraón al recuperar el aire, toma con sus brazos la cintura del chico  y la pega a su cuerpo-  se mío, como yo soy tuyo, unamos nuestras almas y seamos uno por la eternidad…

 

La eternidad es larga… - sus manos tomaron el rostro moreno del faraón- es un largo tiempo… pero aun así…quisiera pasarlo a tu lado…. Acepto…

 

Seré tu esposo…

 

El faraón sonrió, se quito un anillo de una de sus manos, era un anillo dorado muy sencillo, pero hermoso, beso la mano pálida del menor y coloco el aniño en su dedo anular.

 

Un beso sello el compromiso, el menor se abrazo con fuerza a el, atem, solo correspondió el abrazo y hunde su cabeza en el hombro del chico.

 

Que ternura…-ambos voltean y ven a las tres chicas y al consejero mirándolos, las chicas sonreían con ternura y raia se había quedado con los ojos bien abiertos.

 

Que bella pareja hacen…-dice hanako apenada.

 

¡Si muy bella!... –ahora fue akane y aiko.

 

(yaoistas… hasta en los fics salen…¬w¬)

 

Jeje…-ríe el menor mientras separa del moreno (quien estaba más rojo que tomate maduro)

 

Mis felicitaciones…-dice aiko sonriente- Les deseo lo mejor

 

G-Gracias… -dice atem apenado.

 

Me alegra verte bien hermano…-dice akane al acercarse

 

Gracias hermanita… -mira a su tío (quien aun tenía los ojos abiertos como platos)- tío… ¿como se esta haru?

 

E-El se encuentra despierto, debe de andar por los pasillos… no se preocupe…-dijo ya< algo salido de su sorpresa.

 

Que alegría… temía lo peor… -sonríe aliviado-¿ y mi padre, ya ha despertado?...

 

Si, ha despertado, pero, se encuentra algo aturdido, pero conociéndolo, estará de pie para el amanecer…-sonríe de medio lado.

 

Que alivio…-suspira aiko- nuestro padre es fuerte para su edad

 

Si, me alegro…-el menor bajo al mirada con una sonrisa entristecida, de un momento a otro ser abraza al brazo de atem  y lo sujeta con fuerza.

 

¿Amor?...-pregunta sorprendido el moreno.

 

Quiero que sea el momento de irme, para poder casarme con usted…-dice sin ni siquiera pensarlo

 

Yugi, amor yo…-se sonroja.

 

Jeje… tranquilo sobrino…-dice divertido Raia- pronto podrás casarte  con su alteza atem, para que puedan disfrutar a su futuro hijo…

 

¿¡HIJO!?...-dicen al unísono los presentes en el cuarto.

 

Mientras el doctor te revisaba sobrino, descubrió que tu embarazo, no te preocupes, la pelea no afecto al feto, tu y el bebe se encuentran de maravilla…-explica tranquilamente- he de suponer… que el padre es el faraón atem, ¿cierto?...

 

El menor se sonrojo un poco, pero luego sonrío de forma tierna y miro al faraón quien estaba más que sorprendido, toma una mano morena de atem y la coloco en su vientre.

 

Felicidades… papá…-dice tiernamente el menor.

 

Mi amor…-lo besa de improviso   

 

¡FELICIDADES! –gritan las tres hermanas felices mientras abrazaban a atem y a su hermano.

 

*3 días más tarde*

 

 

Pronto partiría hacia Egipto, faltaba solo unos cuantos minutos, ya se había despedido de sus hermanas, solo faltaba su hermano, quien estaba frente al ventanal de su cuarto, yugi, toco la puerta suavemente y un “pase” lo dejo entrar.

 

Se acerco a su hermano, le dedico una sonrisa y este le responde el gesto de la misma forma.

 

Nunca terminare, decirte gracias por todo lo que has hecho hermano, te debo mi vida…- dijo el castaño agradecido de corazón.

 

No hay nada que agradecer oni-san…- mira  su hermano con cariño y ternura, se acerca a el y lo abraza- hice lo necesario para proteger a mi hermano…

 

Yugi…-le corresponde el abrazo- te quiero…. Suerte con tu matrimonio…

 

Gracias, oni-san… - susurra en su oído.

 

*en la sala del trono*

 

Raia estaba frente  a su hermano, quien después de reponerse del shock de enterarse que su hijo menor se iba a casar con el faraón atem y que estaba embarazado del mismo, ahora estaba leyendo la carta que su hijo le había dejado.

 

No lo puedo creer, fui tan ciego…- murmura el rey entre molesto y decepcionado- estuve con mi mujer más de 20 años y ahora es que me doy cuenta de cómo es en realidad.

 

Mi señor nadie sospechaba, usted no fue le único engañado…-dijo raia tratando de consolar a su hermano

 

No entiendes…-murmura con una sonrisa triste- ella sufría, pero nunca lo note, en 20 años juntos, nunca pude notarlo…fui tan ciego…

 

Hermano…-coloca una mano en su hombro- ya no podemos devolver el pasado, lo que paso, paso…

 

Pero, no solo fue mi esposa, sino mi hijo, ambos sufrían ese secreto, ambos eran infelices y yo en ignorancia, no quise verlo, no puedo perdonarme a mi mismo…-cierra sus ojos y baja la cabeza- quisiera, ver a mi hijo antes de que parta a Egipto…

 

Esta a punto de irse al puerto, dudo que llegue a tiempo… -le dice el consejero.

 

Entonces debo de apresurarme… -dicho esto sale corriendo hacia la entrada del castillo a todo lo que dan sus piernas, ante la mirada sorprendida de su hermano menor.

 

Corriendo por los largos pasillos, tratando de controlar su respiración, agitado si , pero sin rendirse, dispuesto a llegar a tiempo, en la entrada del castillo, tomado de l mano de su prometido, estaba yugi, frente al carruaje que lo llevaría al puerto y posteriormente, a Egipto.

 

Su futuro cónyuge le dedico una sonrisa y lo ayudo a subir al carruaje, después de escuchar un “adelante” de parte del jinete, el carruaje comenzó a andar, en ese momento, llego el rey, quien solo pudo mirar como el carruaje se alejaba.  

 

Mientras el carruaje se alejaba, el príncipe, sintiendo como algo le decía que viese pro la ventana, hizo caso a su instinto y miro, una sonrisa floreció en sus labios, estiro su mano hacia  a fuera y la mueve en señal de despedida.

 

Adiós padre…- murmura más para sí que para nadie más.

 

Amor, ¿pasa algo?...-pregunta el faraón mirando la extraña acción de su prometido

 

No nada…-guarda su mano-  solo… me despedía…

 

El rey, seguía mirando el carruaje irse, aun después de a ver visto la mano de su hijo salir de el, dándole una despedida, el viento soplo y he hizo volar sus cabellos grisáceos, una pequeña sonrisa nació de su boca y se da la vuelta hacia el interior del castillo.

 

“Solo… espero que estas palabras lleguen a ti, quiero que sepas,  lo que mucho me costo decirte a lo largo de mi vida, me siento realmente feliz de haberte tenido, eres la imagen de tu madre al nacer y aun  más al crecer,  pero sobre todas las cosas, es los ojos amatistas que tienes, eso ojos que cada vez que los veo, siento que tengo enfrente a mi amada esposa.

 

Hijo mío, si mi indiferencia te hizo daño, pido perdón, por mucho tiempo estuve alejado de ti, ese fue mi error, lamento todo lo que has pasado, todo el silencio que haz guardado que te hacia tanto mal como una enfermedad.

 

Te escribo esta carta, para mandarte mis buenos deseos, para así poder aligerar mi alma enferma.

 

 Te deseo lo que lo mejor en tu matrimonio y solo quiero la salud de mi nieto… espero…que sea feliz…

 

Te quiero hijo…”

 

Esta fue la carta que le dedico el rey de Hatti a su hijo menor, justo una semana antes de morir de un paro al corazón, los 5 hijos, lloraron en el funeral de su padre, aun yugi, teniendo 5 meses de gestación, fue a darle el último adiós a su padre.

 

Te quiero… papá…-fue el murmuro mudo de yugi, ante la tumba de aquel viejo y testarudo rey.

 

Fin…    

Notas finales:

GRIACIAS A TODOS POR LEER Y COMENTAR MI FIC HASTA EL FINAL!

saludos a safira otaku muchisimas gracias pro dejarme hacer este fic!...

 

saludos a katsuy-san que me ayudo con este cap....gracias katsuy-san!

 

Y UN ENORME ABRAZOS A MI SEMPAI QUE ESTE MES CUMPLE AÑOS! JEJE TQM SENPAI!!!!!!!!!!!

 

bye-bye!

 


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