La caminata a la casa de la ahora no tan pequeña Himeko se hizo casi una eternidad, entre el silencio incomodo que se presentaba entre ellos, Naruto había dejado a sus amigos en la torre del Kazekage aunque en realidad quería platicar mas con ellos pero al parecer su padre le había pedido que los acompañaba.
Naruto mirabas las calles repletas de personas y sonreía con nostalgia, quería volverá Konoha a su ciudad natal y pensar que todo era realmente un sueño, en que nada de que lo le sucedía era verdad, pero sabía que no podía pasar…
Pasaron un par de casa mas hasta que se detuviera en una pequeña residencia de al parecer 2 pisos de altura, se veía muy pequeña por fuera pero las apariencias engañaban.
_ Esta es mi casa, sean bienvenidos_ decía mientras abría la puerta y un gran recibidor aparecía frente a los ojos de los presentes, todo era de manera rustica, pero lo primero que se ve es un largo corredor que al parecer atravesaba la sala, la cocina y el comedor, y va directo a lo que parecía el gran jardín.
Se adentraron el residencia y caminaron por aquel corredor, hasta que salieron en dirección al jardín; no era muy grande pero era muy bonito, las flores eran de color de rosa y amarillas.
_ Es hermoso_ decía el rubio mientras admiraba todo.
_ Muchas gracias Naru_ dijo Himeko.
Caminaron hasta una pequeña mesa de piedra que se encontraba en medio delo jardín.
_ Le pediré a mi hija que les prepare algo de té_ dijo mientras volvía a entrar en la casa y se perdía.
_ Es una sorpresa todo esto y más que tenga una hija_ dijo Madara a Kakashi.
_ Lo se, pero debe ser una hija muy afortunada ella es una persona al igual que las demás que es muy especial_ decía el peli plateado.
Naruto miraba aun el gran jardín, y al final de todas esas flores rojas y amarillas pudo observar una rosa de color carmín la cual al parecer estaba entrelazada con un aun pequeño girasol.
_ Qué hermoso_ susurro.
_ ¿Qué es lo que ves Naruto?_ pregunto Madara.
_ Es que hay un girasol que esta enlazado con una rosa carmín._ dijo Naruto.
Madara sonrió y ya no respondió nada.
Después de un rato al fin volvió a salir Hime con una charola que tenía un juego de té y atrás de ella una joven parecida a ella, su cabello mas café claro llegaba a ser rubio, con unos lindos ojos color oro y en la apariencia era igual a su madre.
_ Mire, les presento a mi hija, su nombre es Miyu_ decía mientras que la joven se posaba a un lado de su madre he hizo una reverencia (Bien, aquí apareceré nada más y nada menos que tu ShadowSeraphin, tú serás mi hija XD, después pondré a las demás locas que la acompañan) .
_ Es un placer conocerlos_ decía la rubia mientras sonreía.
_ Mucho gusto, mi nombre es Kakashi Hatake_ decía el peliplata mientras ponía un ojito feliz y saludaba con la mano.
_ Un gusto, Mi nombre es Madara Uchiha_ decía el pelinegro mientras hacia un movimiento con su cabeza.
_ Un placer conocerte, mi nombre es Naruto Uzumaki…_ entendió en ese momento que ese no era su nombre realmente así que avergonzado corrigió_ digo, Naruto…Uchiha_ decía rojo pero con una gran sonrisa, la cual le encantaba a todos.
Madara sonrió, al igual que los dos adultos, la joven simplemente se sonrojó por su mirada.
_ Bien, ahora que les presenté a mi hija, les contaré lo que quieran saber_ dijo mientras se sentaba en otro asiento junto con su hija.
_ Etto… Himeko-san_ decía Naruto con algo de temor.
_ si ¿Naruto-Kun?_ pregunto la castaña.
_ ¿Le puedo preguntar algo?_
_Por supuesto, pregunta lo que quieras_ contestó con una sonrisa.
_ ¿Me… podrías decir como fue la boda de mi padre?_ pregunto rojo, Madara casi se ahogaba con su té cuando oyó la pregunta.
_ He… por supuesto, fue la mejor boda a la que he ido… te contaré primero lo primero…después de la despedida de solteros que le organizamos…_ comenzó a relatar con una gran sonrisa divertida.
Todos se miraron con un gran signo de interrogación… ¿Qué era lo que había pasado anoche?
Madara comenzó a despertar y miraba a todos, después simplemente fijó su mirada en su prometido y vio la cara de desconcierto que tenia.
_ ¿Me puedes desatar?_ pregunto, el rubio rápidamente lo hizo, pero aun se preguntaba que rayos había pasado esa maldita noche.
_Etto, Madara ¿Qué es este lugar, y porque estas así y lo principal ¡porque demonios tengo esto puesto!?_ pregunto y grito al mismo tiempo que se tapaba con primero que encontraba.
_ No querrás saber todo lo que paso_ decía mientras se ponía de pie y se estiraba, después simplemente se dispuso a buscar la ropa de su rubio.
_ Que dolor_ decían unas personas morenas que salían de una puerta.
_ Juro que nunca más volveré a beber_ decía Mikoto mientras era ayudada por su esposo.
_ Opino lo mismo_ decía su esposo_ aunque creo que valió la pena_ decía al recordaba haber despertado desnudo a lado de su esposa.
_ Silencio pervertido_ dijo su esposa.
_ ¡Me duele todo!_ gritaba Himeko, al igual que su hermana Nami.
_ Esto es molesto_ decía Akane.
Todas las demás locas también se quejaban de todo lo que les dolía, pero bien que lo habían disfrutado XD.
_ No entiendo como los adultos pueden beber tanto_ decía le pequeño Kakashi.
_ Mi esposa me va a matar_ decía Inoichi
La mía También_ decía Choza.
Todos comenzaban a levantarse y se miraban aun con cara de ¿Qué paso?...
_ ¿Alguien quiere saber qué pasó en la noche?_ pregunto Jiraya.
_ La verdad es que si, pero también no quiero saber que hice como borracho _decía el rubio.
_ Pues no hay de otra, se los enseñare, grabe todo porque… bueno la razón no importa_ decía el pervertido con risa mientras todos lo miraban con cara de querer matarlo.
Todos se levantaron y se fueron, claro que Madara había encontrado la ropa normal de su esposo y se la dio, rápidamente se la puso como si su vida dependiera de ello y partieron en dirección a la casa del Sannin pervertido.
El camino fue lento, ya que toda la resaca que los atacaba había hecho que medio mundo se pusiera de mal humor.
Cuando el maestro les enseño el video unos se quedaron con cara de WTF!, y el pobre de Minato había caído desmayado por todo lo que veía, Madara tuvo que sostenerlo porque parecía que se le saldría el alma.
Las locas pidieron una copia cada una y Madara les mando una mirada asesina…Los demás estaban con cara de que al igual que el rubio se les saldría el alma si sus esposas se enteraban de todo lo que había ocurrido realmente.
Mikoto y Fugaku nada más se sonrojaron y sonrieron cara de perver, que buena suerte que su pequeño Itachi no estuviera ahí para ver todo eso.
Después de muchos desmayados y unos cuantos golpes por parte de Madara a las jóvenes amigas de su rubio, al fin decidieron irse a su casa, unos con cara de temor por le regaño que les esperaba por parte de sus esposas, lo bueno es que podrían aguantar más ya que se habían tomado un té para su dolor de cabeza XD.
Ahora solo se encontraba Minato y Madara caminando en dirección a su casa, los otros dos Uchihas habían decidido darles un tiempo juntos…
El rubio estaba rojo y no se atrevía a ver al Uchiha a la cara, no después de ver todo lo que había echo la noche anterior.
_ ¿Seguirás evitándome hasta la boda?_ pregunto el mayor serio.
_ Etto… no, claro que no_ decía rojo.
_ ¿Entonces porque estas de esa manera?_ pregunto el moreno aunque ya sabía la respuesta quiera oírla de los labios del otro.
_ Porque…porque me da pena_ dijo lo último en un susurro.
El moreno lo jalo, lo tomo por las caderas y le planto un beso de sorpresa, el cual no tarde en corresponder, fue lento y con mucho cariño.
_ Que no te de pena, después de todo vas a estar toda la eternidad conmigo y te volveré mas perver_ decía con una sonrisa mientras que el otro nada mas ponía mala cala cara con un sonrojo; Madara comenzó a reir y lo abrazo mientras seguían caminando.
_ Hoy en la noche al fin estaremos juntos, y nadie del consejo o las personas de esta aldea podrán evitarlo_ decía Madara mientras más lo abrazaba posesivamente.
_ Lo se, será mejor que nos apresuremos, no quiero llegar mar arreglado a mi propia boda_ contestaba con una sonrisa el rubio mientras caminaban más rápido.
Cuando al fin llegaron a su casa en el barrio Uchiha lo primero que hizo Minato fue darse un baño, se sentía pegajoso por el chocolate que se había puesto XD.
Madara comenzó a sacar sus ropas, ya que nada más se bañaría y se iría al otro apartamento del rubio ya que como diría la tradición uno no puede ver a la novia (pero en esta ocasión es el novio XD) antes de la boda o es de mala suerte.
Cuando al fin el rubio terminó solo se puso una bata de color blanco y espero a que su querido saliera del baño.
_ Ya es momento de que me valla_ dijo el moreno mientras salía del cuarto de baño.
_ Cuídate_ dijo el rubio mientras que se alzaba un poco y le daba un beso.
_ Te veo en el altar_ dijo Madara mientras tomaba todo y salía por la puerta.
_ Yo seré el de blanco_ terminó de decir y después se quedo solo, suspiro, estaba nervioso, no esperaba que un mes pasara tan rápido… estaba muy feliz; estaba a punto de volver a su habitación cuando sonó el timbre._ Ya voy_ dijo, abrió la puerta y como si se tratara de una estampido las locas de sus amigas estaron.
_ ¡Minato-kun!_ gritaban al ver como lo habían derribado.
_ Hola_ dijo mientras se ponía de pie.
_ ¿Estás listo?_ preguntó Kushina.
_La verdad es que no, estoy muy nervioso_ respondió con una sonrisa.
_ No tienes de que preocuparte, estar nervioso es algo normal cuando te vas a casar_ decía con un sonrisa Mitsuko.
_Eso es cierto_ secundo Takara.
_Pero, no es momento de eso, tenemos que prepararte para la noche_ sonrió Emi.
_ Manos a la obra_ dijo Akane.
_ ¡SI!_ Gritaron…
_ ¿Qué te sucede?_ pregunto Naruto al ver como Himeko había comenzado a llorar.
_ No es nada, es solo que recordar a veces puede ser doloroso_ decía mientras sentía como su hija la abrazaba, Naruto miró también a su padre, tenía su rostro levantado y la vista perdida en el cielo, su maestro estaba igual tenia la mirada perdida en algún punto del jardín.
El rubio se sintió mal, había hecho que todos recordaran algo doloroso de su vida, rápidamente se disculpo_ Perdóneme por haber hecho que recordara algo muy doloroso_ su mirada se había tornado triste.
_ No te preocupes, estoy bien , además prometí que te contaría_ decía.
_Pero si le es doloroso recordar para mí no hay ningún problema en que se detenga._ decía el rubio decidió.
_ Yo creo que Minato hubiera querido que te contaran todo, así que lo haré, además son muy bonitos recuerdos los que tengo y quiero compartir contigo_ decía mientras volvía a retomar la historia y el pequeño rubio se quedaba callado…