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Lágrimas de acero por Drakarfox

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7 ¿Dónde empieza el sueño y termina la realidad?

-Sé que lo disfrutas- el filo de la navaja se paseaba por distintas partes de su cuerpo. -Lo que no entiendo es…- el frío metal se detuvo en su pecho- ¿cómo puedes seguir vivo?

 

La sangre comenzó a hacerse presente recorriendo gran parte de su abdomen, manchando parte de su camisa y su pantalón.

-A veces solo el placer te hace seguir vivo- cerraba sus ojos, el dolor lo mataba lentamente pero no podía dejar de desear sentirlo.

 

-creí que todo con Roy iba bien- Paso sus labios por la sangre que adornaba el pecho del chico.

-y va bien pero- de nuevo el frío de la navaja se hizo presente.

-¿pero?- La chica saboreaba el sabor de la sangre mientras que con su mano derecha pasaba la navaja por los muslos del chico.

-pero… también necesito de este placer- una nueva cortada comenzaba a formarse en su muslo izquierdo.

 

 

La escena cambio radicalmente ubicándose ahora en la sala en la cual ya había estado varias veces.

-¿Por qué lo haces Ed?- Roy estaba totalmente serio, su flequillo cubría sus ojos.

-Tengo mis razones- el menor dirigió su mirada al techo, no quería ver al pelinegro que estaba frente a él, además de que no esperaba que todo se descubriera tan rápido.

-Quiero comprenderlas Ed- Los nudillos de Roy se volvían blancos por la gran presión que tenía en ellos.

-Aunque quieras no lo lograras.

-¡¡¿Cómo lo sabré si no me dices nada?!!- Roy se levanto de golpe, se sentía molesto, molesto con Ed por no darle explicaciones, molesto con la chica que lastimaba a su pequeño y molesto con él por sentirse con las manos atadas.

Ed bajo la mirada, le asustaba el ver a Roy molesto pero normalmente no lo demostraba, pero esta vez estaba sumamente enfadado.

-¿No vas a decir nada Elric?- Ed al escuchar como se dirigía a él le incomodo, pocas veces se refería a él con su apellido y esas veces no eran nada gratas.

-…No me llames así- en un pequeño susurro el menor se quejo. Se sentía inferior, lo detestaba en parte pero aún no llegaba la peor parte del “regaño”.

-Vaya, ¿el chico se va a poner exigente?- Roy estaba frente a Ed, miraba al chico, por mas que quería verlo a los ojos Ed desviaba la vista.

-Mírame a los ojos Elric- su voz se volvía más y más seria.

-…-nada no tenia ganas de siquiera quejarse o responder, mas que sentirse desganado se sentí un poco asustado.

-Mírame a los ojos- Roy insistía, quería ver esos ojos dorados, saber que al menos aún conservaban parte de su inocencia o en todo caso aun tenia un poco de determinación.

-No lo haré- su voz sonaba bastante baja, no podía enfrentarlo. No se sentía en una muy buena situación como para enfrentar la situación.

-Si tuviste las agallas de hacer lo que has hecho ten las agallas de enfrentar las consecuencias- sentía una gran preocupación, quería ayudar al chico pero él no quería ceder. -Edward quiero ayudarte-quería hacerle ver que aún estaba molesto pero al dirigirse a él por su nombre completo fue como una seña de que se estaba calmando.

-No te pedí ayuda- Ed aun tenía su mirada en el suelo, pero comenzaba a tomar valentía para enfrentar al pelinegro.

-Y yo no te estoy preguntando si la quieres.- Roy se sorprendió por la respuesta del chico pero quisiera o no, iba a recibir ayuda aunque eso significara que terminara odiándolo.

-Preocúpate por tus asuntos Mustang- Ed se levanto quedando de pie frente al pelinegro que le doblaba la altura, pero aun así decidió enfrentarlo.

Si quería que fuera un hombre y enfrentara así las consecuencias de sus actos así lo haría.

 

-Tú eres un asunto muy importante Elric- No se dejaría vencer por un niño.

-Aun así involúcrate en lo que tengas que involucrarte. Este problema es mío y yo decidiré cuando y como resolverlo.- El rubio se sorprendió por sus propias palabras, nunca había dicho tales cosas al pelinegro, ¿era un paso tal vez?, no lo sabía pero no podía echarse para atrás. Lentamente comenzó a dirigirse a la salida de la sala cuando un brazo lo detuvo.

 

-¿Es lo único que tienes que decir?- Roy cubría con su flequillo sus ojos, no miraba a Ed le habían dolido sus palabras pero no iba a darse por vencido.

-Si- se soltó del agarre mientras se dirigía hacia la salida de aquello hogar.

-¿Te vas?

-Si- sin esperar si quiera una aprobación o algo salió del lugar.

-Cuídate- Roy aun seguía parado en la sala, quería ayudar al chico pero solo había logrado una pelea.

 

 

Caminaba sin rumbo fijo, a sus lados nada era perfectamente visible, se veía rodeado de solo oscuridad, intento correr pero siguió manteniendo el mismo ritmo. Sentía como su cuerpo recibía pequeñas corrientes eléctricas. El frío comenzó a apoderarse de él, todo se volvía más y más borroso, quiso gritar pero sus labios no se abrieron.

 

-¿Ed?- se sentía más y más desesperado.

-¿Ed?- cerro sus ojos comenzó a ver una luz, sintió bajo de él acolchonado, pudo ver con claridad, estaba en la cama, en su habitación.

-¿Ed?- Roy estaba sentado a un lado del chico, se había preocupado al sentir que se movía mucho sobre la cama, y lo hizo aun más cuando vio que estaba bañado en sudor.

-¿Estas bien?- El menor dirigió su mirada hacia el pelinegro, tenía los ojos un poco acuosos.

-Si... estoy bien.

-¿Qué te sucedió?

-Nada... solo...- Dirigió su mirada al techo- fue un sueño.

¿Realmente solo había sido un sueño?, o ¿fue un recuerdo?

“Realmente ¿cuando sabes que algo es verdad... o es solo un sueño?”

 

La mañana transcurrió normal, pero Ed aún tenía la inquietud de saber si realmente solo había sido un sueño o algo más.

“¿debería preguntarle?”

 

Roy había aparecido en su “sueño” entonces tal vez si no era solo un sueño, el supiera algo.

 

-Ed has estado algo distraído dime ¿estas bien?-

-Eh.. Si Roy estoy bien-

“preocúpate por tus asuntos Mustang”. Sin saber porque, esa frase llego a su mente. Provocando que se inquietara cada vez más.

-Sabes... tuve un sueño bastante raro.

 

Roy levanto la mirada, dando por entendido que le prestaba atención al chico.

-Y ¿de que trataba?-

 

¿Sería buena idea?, Ed se puso a pensar pero realmente podía retractarse?  Todavía podría tener una escapatoria e inventar algo pero la duda lo mataba.

-Soñé que... tú y yo teníamos una pelea-

-¿Una pelea?- Un nerviosismo poco notable se hizo presente en Roy, algo que Ed no pudo percibir bien.

-Si, me preguntaba si...- Se puso a meditarlo, tenía que decirlo pero ¿como lo haría?

-¿si?

-Si... solo era un sueño o algo más- con una mano en su barbilla, cerró los ojos intentando concentrarse para ver si su mente podía regalarle algo que lo ayudara a identificar si era un sueño o la realidad pasada.

-Posiblemente solo haya sido un sueño- Roy se levanto y se dirigió hacia Ed quien aún tenía los ojos cerrados.

Ed de repente sintió unos labios sobre los suyos obligándolo a abrir los ojos.

-No te preocupes.

Sonrío, Roy tenía razón no había por que preocuparse, decidió darse un baño y subió a su habitación.

 

-Ahh... no creí que lo recordara tan rápido.- Roy se quedo en la sala, sabia que tenia que contarle a Ed todo pero para él aún no era el momento.

 

El agua helada le caía bastante bien en su cuerpo, sabia que en parte ese “sueño” había sido real pues tenia la cicatriz en su pecho pero ya era algo que tenía mucha importancia.

Ed aun seguía pensando que estaba un poco loco, ¿cómo era posible que disfrutara del dolor?, pero esa era la cruda verdad, su cuerpo estaba adornado por varias cicatrices pero decidió olvidarlo, aunque sabia que no iba a poder, esas marcas lo acompañarían un largo tiempo siendo las evidencias de su tonto acto.

 

Mientras Roy pensaba en como hablar con el chico, cada día descubría más y eso podría provocarle una decaída.

El sonido del timbre lo saco de su mundo.

-Ya voy- se levanto del sofá y se dirigió a la puerta.-¿Al?¿Maes?- Roy se sorprendió un poco al ver a su amigo, tenía ya un tiempo que no lo veía a pesar de haber asistido ya a su trabajo, Maes no se encontraba en su oficina por una u otra razón.

-Roy ¿cómo has estado?-maes abrazaba a Roy.

-Bien ¿y tú?

-Bien, de maravilla-

 

El pelinegro después cayo en cuenta de la presencia de Al.

-No creo que vengas solo de visita ¿cierto?-Roy le había tomado un cariño distinto al hermano menor, siempre llegaba en los momentos menos indicados.

-Pero Roy- al mostró una sonrisa un tanto sarcástica-siempre vengo de visita.

-Si lo se.

 

Roy los hizo pasar a la sala.

-Creo que te gusta vivir en el desorden - Maes observaba el desorden que había en la sala.

-Si, un poco pero tenia que arreglar todo esto, me atrase un poco con el trabajo- decía el pelinegro mientras colocaba una mano en su cabeza.

-Bueno eso no es algo nuevo.- Al decía mientras buscaba un lugar libre para sentarse.

-Si bueno.- no quería comenzar una pelea así que decidió dar al chico por su lado al fin los tres lograron hacer un espacio para poder sentarse

-¿Cómo te ha ido todo con Ed?-Maes preguntaba a Roy.

-Bastante bien, de hecho mejor de lo que esperaba.

-¿Qué tanto has dañado a mi hermano?

-No lo he dañado Al.

-A no entonces ¿dónde esta?

-En la ducha.

-¿Y aún dices que no lo has dañado?-

Roy no supo que contestar, técnicamente si había jugado un poco con el rubio, pero gracias al juego había logrado recuperar su voz.

-Bueno no comencemos una pelea- Maes tenia una expresión de risa que desapareció al instante- Roy  ¿con ella como vas?

“¿Con ella?”.

-Mal Maes, aún no conozco nada más.

“Quien es ella y que relación tiene con roy’”.

-Dime necesitas ayuda con ya sabes ¿eso?

-Si lo necesito ya sabré a quien recurrir pero por el momento estoy bien.

-¿A quien te refieres con ella Roy?

-Cosas del trabajo Al- Roy dejo el tema sabia que si Al sacaba sus conclusiones repentinas, estaría perdido.

 

Un rubio bajaba las escaleras, escuchando una “pelea”, entre dos personas de las cuales conocía muy bien su voz. -¿Al? ¿Maes?- El rubio mayor realmente estaba sorprendido de ver a su hermano ahí junto con Maes.

 

-¿Ed?- Al se levanto y abrazo a su hermano, cuando después cayo en cuenta de lo que acababa de pasar. -Tú... desde....cuando...

 

-Al habla claro- Ed reía ante la actitud de su hermano menor.

-Ed, ¿desde cuando puedes hablar?- Maes al ver que Al no lograba articular palabra decidió hablar.

-¿ah?... desde anoche.

 

-¿Por qué no dijiste nada?- Al dirigió una mirada de enojo a Roy, ¿por qué razón no le había dicho que su hermano hablaba?

-Creí que lo mejor era que él se los dijera.

-Al no te enojes con Roy, realmente prefería decírtelo yo. ¿Y de que estaban hablando?

-De nada Ed, solo cosas del trabajo-

 

Ed  se dirigió a la sala sentándose a un lado de su hermano. El rubio pudo ver una hoja en la cual estaba una chica, por alguna razón se le hacia conocida.

-Esta chica...- Roy y Maes observaron a Ed, hasta que cayeron en cuenta de que chica hablaba.

-¿Qué tiene hermano?

-no lo se... es como si la conociera.

Roy se dirigió a Ed e intento tomar la hoja de sus manos.

-Ed, son cosas de mi trabajo, no prestes mucha atención.

Mas Ed seguía observando aquella foto, la conocía, algo en su interior le decía que había tenido algo que ver con ella pero... ¿Qué?

 

“¿cómo puedes seguir vivo?, sé que lo disfrutas...” eran frases vagas, pero podía ver más claro el rostro de quien las decía, sus ojos se abrieron ante lo que había descubierto.

-Ed, vamos suéltala- Su cuerpo quería alterarse, pero intentaba mantener el control, no quería demostrar que varias cosas se le estaban aclarando en ese momento, con tal solo ver esa imagen.

- Si, lo siento he- Mostraba una sonrisa, esperaba que no se hubieran dado cuenta, después hablaría con Roy pero eso sería a solas.

-A todo esto... ¿cómo se llama la chica?- Al, aun tenía curiosidad por esa chica.

-Su nombre es Dante-

“Dante”, Todo estaba claro en su mente sobre el recuerdo anterior, esa chica era Dante, aquella que disfrutaba lastimándolo.... a quien acudía cuando necesitaba desahogarse.

-¿Dante?, nombre raro para una chica ¿no crees Al?- Necesitaba fingir, necesitaba tranquilizarse y tenía que cambiar el tema de alguna forma.

-Si bastante raro-

 

Maes había notado cierto nerviosismo en Ed, pero no sabia si sería buena idea preguntarle estando con Al y Roy presentes.

-Oye Ed- El mencionado dirigió su mirada a Maes. -¿Cómo fue que recuperaste al voz?- Sabia de que forma Roy había logrado que Ed volviera a hablar, pero le agradaba ver al chico sonrojado y a Roy nervioso.

 

Ed y Roy se pusieron nerviosos, ¿qué podrían decir?

-Si hermano ¿cómo fue?

-Ahh... este, bueno pues- ¿qué debía decir, que había sido gracias a la noche de pasión que tuvo con Roy?

“no eso sonaría muy... pervertido”.

Ed miraba a Roy, casi gritándole por que lo ayudara.

-Por un sueño-

-¿Un sueño?- Al no creía lo que escuchaba, había sido todo gracias a ¿un sueño?

 

-Si... estaba soñando pues cosas ya sabes raras y pues comencé a hablar en mi sueño y-

-Y comenzó a hablar dormido- De acuerdo ambos estaban de acuerdo en que había sido una idea tonta, pero tenían que improvisar.

-Ah... ya se iré por algo de comer... en un momento vengo-

-Te acompaño- ambos rubios salieron de la sala, para dirigirse a la cocina.

-¿Un sueño?- Maes dijo en tono burlón a su amigo.

-Si hubiera dicho lo que realmente paso ¿crees que Al lo hubiera aceptado?

-Bueno eso si, pero... no creo que se lo haya creído.

-Yo tampoco pero al menos no dijimos la verdad.

-Aunque hubiera sido divertido- Roy tenía una venita en su cabeza, como era posible que su “amigo” quisiera ponerlo en tal lío.

-¡Auch!- Ambos pelinegros se dirigieron a la cocina al escuchar aquel quejido.

-¿Qué pasó?

-Ed se corto el dedo- Al les dijo a ambos sujetos lo que había pasado, como si no fuera algo de que alarmarse, pero Roy y Maes, comenzaron a mostrarse un poco nerviosos.

 

¿Aquel corte había causado algo en Ed?, ambos esperaban que no.

 

El rubio se perdió en su mundo, se había cortado el dedo y veía la sangre correr pero... le había agradado, quería sentir más. Estaba tentado a tomar el cuchillo y dirigirlo a su brazo, pero lo haría.

“¿es un sueño acaso?”, lo sentía real, pero no imaginaba que se sintiera así, era un placer distinto, algo que quería sentir por más tiempo.

 

“¿cómo sabes cuando es un sueño y cuando es al realidad?”, tomo el cuchillo apretando eL mango lentamente.

“solo hay una forma”... lo levanto, hacía oídos sordos a los llamados detrás de él.

......”con el dolor”......


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