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Lágrimas de acero por Drakarfox

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Notas del capitulo:

Se que me tarde mucho en subir el capí, pero es que he estado ocupada con otro fic que para variar tampoco he actualizado, en fin pues espero les agrade, casi termina el fic así que tendré que apresurarme, prometo subir la conti lo más pronto posible.

8. Llagas abiertas.

 

Roy se acercó más a su pequeño, tomando la mano lastimada. -no es muy profunda, pero hay que limpiarla, vamos Ed- decía mientras tomaba al menor de la mano y se dirigía al baño, mas no se percato de que Ed aun llevaba el cuchillo. Al llegar comenzó a buscar un algodón y alcohol.

-Ed...- Roy comenzó a abrir los ojos a más no poder cuando cayó en cuenta de que el rubio llevaba el cuchillo. -¿por qué lo trajiste?-

-yo...-Ed tenía la mirada perdida, contestaba solo por inercia- no lo se- no sabía que decía, lentamente fue abriendo su mano, dejando así que el cuchillo cayera en el piso del baño.

Roy se agacho a recoger el “arma” del menor. Realmente desconocía la reacción que había tenido el cuerpo del chico ante la cortada, pero bien se dice, más vale prevenir que lamentar.

-Ven Ed... Vamos a la habitación- Tomo al chico del brazo y llevando en la otra mano el algodón y el alcohol lo llevo al cuarto.

-Haber, extiende tu mano- El pelinegro comenzó a limpiar la pequeña herida, colocando en ella una bandita. -¿Te encuentras bien?- Ed aún se encontraba perdido mentalmente.

-s...si- ¿qué le pasaba?, ni él podría explicarlo, había tantas sensaciones dentro de su cuerpo, tantas voces dentro de su mente. Sus manos estaban totalmente sueltas pero sentía como si estuviesen atadas a lo que en ese momento vivía. ¿Así era realmente? ¿Un demente amante del dolor?

 

Roy no decía nada, no sabía que decir, no sabia que era lo que Ed sentía o que pensaba en ese momento. Solamente se limito a abrazarlo, esperando a que con eso lograra calmarlo.

-iré con Maes... ¿Bajas o te quedas aquí?- Roy aun abrazaba al rubio mientras esperaba la respuesta del menor.

-creo que...prefiero quedarme aquí-

-bien, cuando te sientas mejor baja ¿si?- le dio un casto beso en los labios, para después dirigirse a la puerta de la habitación.

El rubio se quedo solo, tumbándose en la cama boca arriba, en ese momento pudo percatarse mejor de la ansiedad que en esos momentos su cuerpo experimentaba.

Necesitaba sentir de nuevo el frío de un metal recorriendo su cuerpo, lentamente comenzaba a perder el control, necesitaba sentirlo, su cuerpo le exigía y le pedía por más.

Comenzó a levantarse y a caminar por toda la habitación sin rumbo fijo, se dirigió a la ventana, al closet, al baño pero parecía que no encontraba lo que buscaba.

Finalmente fue al buró de noche, a lado de la cama, buscando no sabía bien que, pero sabía que encontraría fuese lo que fuese dentro.

-¿Qué se supone que busco?, ¿Qué me hace falta?- Abriendo el cajón, comenzó a revolver entre todo lo que había. -¿qué necesito tan desesperadamente?

“sabes lo que necesitas, no ocultes la necesidad”.

-se lo que busco, se lo que necesito.

No, la locura aun no alcanzaba a Ed pero algo en su mente comenzaba a controlarlo, a pedirle, a ordenarle que buscara aquello que les hacia falta a ambos, a su cuerpo y a su mente. -aquí esta.

Sus ojos adquirieron un brillo que hace tiempo no adoptaban, una navaja, pequeña color grisáceo se encontraba entre las manos del rubio. Quería abrirla, sacar la parte mas filosa de la misma, pero la desesperación comenzó a apoderarse de él y con ella, su cordura se izo presente.

“pero no quiero caer en lo mismo”.

-no...Quiero, pero... me hace falta.

“realmente ¿lo necesito?”

-posiblemente no lo necesite... pero ¿por qué no puedo detenerme entonces?

-¿por qué razón?

“tu voluntad... la has perdido y solo reaccionas a tus impulsos”

-¿qué debería de hacer?

La manga de su brazo izquierdo se encontraba remangada y el filo de la navaja se encontraba en posición de una vieja herida.

La presión comenzaba a aumentar, la ansiedad se encontraba ya en la mayor parte de su ser. Solo tenia que mover el brazo, la muñeca, la mano. Solo necesitaba eso para poder sentir de nuevo ese placer que tanto adoraba, ese placer que era su amo, por que esa era la relación. Amo y esclavo.

Alejo la navaja de su brazo para dirigirse a la puerta de la habitación, poniendo así el seguro de la misma. Si iba a actuar como un demente masoquista no quería que Roy se enterase tan pronto.

“¿pero y si ya lo sabe?”.

¿Qué pasaría si Roy ya sabía que era masoquista, que el placer que sentía con el al momento de estar en la cama no era suficiente para satisfacerlo?

-¿Qué es lo más sensato por hacer?- Sus dudas fueron cortadas al sentir el pequeño pico y filo del metal, comenzó a adentrarse lentamente en su piel.

-¡¡¡ahh!!!- el dolor era insoportable, pero quería sentir más.

 

El movimiento del metal dentro de su piel fue mayor al comenzar a marcar un pequeño camino recto. La sangre caía por el brazo, manchando su pantalón y parte del suelo.

-.......- Era tanto lo que sentía que no lograba articular palabra alguna.

 

-¿hermano?- Al había ido a ver como se encontraba Ed a pesar de que Roy le había dicho que no.

-¿estas bien? ¿Por qué pusiste seguro a la puerta?

-A...¿Al?

-si hermano, vamos abre la puerta.

-e...en un momento.

¿Por qué tenía que aparecer Al en un momento así?, su cuerpo no se movía, sus extremidades se habían tensado.

 

Coloco su manga de nuevo como debía de ir, se dirigió al baño a tomar un pedazo de papel y limpiar la sangre que había caído en su pantalón, sin percatarse de que también había una poca en el piso.

-¿qué sucede Al?- Decía Ed mientras abría la puerta.

-lo mismo pregunto hermano- Al siguió al rubio mayor hasta la cama, donde ambos se sentaron en el borde.

-te pusiste muy raro, como si tu mente se hubiera bloqueado por un momento, dime ¿estas bien?

-si, no te preocupes.

-no me pidas eso, eres mi hermano, es normal que me preocupe.

Al tomo la mano izquierda para ver el dedo de Ed, más este no lo dejo.

-¿qué pasa?- El menor no pudo hacer más que sorprenderse a la reacción de su hermano.

-n-no...Nada- Tomo su mano izquierda con la derecha para evitar otro intento de su hermano, y también para tratar de limpiar la sangre con su manga, pues esta aun seguía corriendo libremente fuera de la piel.

-vamos hermano déjame ver tu herida.

-¿para que Al?, ya esta bien, mira tengo una bandita.- Ed le enseñaba con su dedo la bandita que tenía.

-si ya vi, pero quiero ver que tan profunda es.

-no hay necesidad Al.

El rubio menor se asombraba cada vez más por lo que hacía su hermano, de pequeños cuando Ed se llegaba a cortar, dejaba que su hermano lo curase. Pero ahora había sido Roy.

Odiaba admitirlo pero se encontraba celoso, celoso porque ya no era él quien cuidaba a su hermano, no, para Al, Roy le había robado la atención y cariño de su hermano.

-bueno hermano, bajemos ¿te parece?

-si, primero deja que pase al baño, ya te alcanzo ¿si?- Ed sintió alivio al ver que su hermano ya no seguiría con el tema. Se levanto y se dirigió al baño a tratar de parar la sangre que rogaba su hermano no hubiera visto.

Al momento de que Ed entro al baño, Al se dirigió a la puerta, cayendo en cuenta de las pequeñas gotas que había a un lado de la puerta.

Se inclino para poder divisar mejor si era lo que pensaba.

-¿sangre?- ¿Acaso su hermano había tenido una cortada muy profunda o que pasaba?, ¿qué era lo que su hermano ocultaba tanto a él como a los demás?

 

Cuando escucho como se abría la puerta del baño, se paró de inmediato y se quedo a un lado de la puerta.

-vamos Al te dije que te alcanzaba.

-si hermano, pero no tiene nada de malo en que te espere ¿o si?

-he no creo.

Ed salió del baño con otro suéter, la razón por la cual se había cambiado no la comento, simplemente se dirigió a la puerta para bajar a la sala.

-¿vamos?

-si- No diría nada, ni preguntaría nada, si su hermano no había comentado sobre eso, es por que posiblemente no era momento.

Ambos rubios bajaron a la sala a encontrarse con Maes y Roy quienes al verlos pararon de golpe la conversación.

-¿eh...pasa algo?- Ed se sorprendió por la reacción de ambos pelinegros.

-no nada ...solo cosas del trabajo.

-mmm... Ed ¿por qué te cambiaste?- Maes se percato de que el chico no llevaba el mismo suéter que hace solo unos pocos minutos.

-ah... bueno pues, se mancho un poco el suéter anterior.

-pero en todo caso solo hubieran sido unas pequeñas gotas ¿no?

-eh si, pero... bueno me siento más cómodo con este.

Roy y Maes temieron lo peor, ¿solo habían sido unas pocas gotas?, querían creer que si.

-¿te harás cargo de esto?- susurraba a Roy mientras los rubios estaban ocupados platicando.

-si no te preocupes

-bien yo me voy, tengo cosas pendientes aún, ¿Al vienes conmigo?

-yo, no se quisiera quedarme un poco más

-oh vamos Al, recuerda que 3 son multitud, vamos- Maes tomo del brazo al rubio menor para así sacarlo de la casa, dejando solos a Roy y Ed.

Roy se levanto y salió de la sala.

-¿a dónde vas?

-a la habitación, quiero hablar contigo.

-d-de... ¿de qué?

-solo ven.

Ambos subieron a la habitación, Ed estaba totalmente nervioso al ver tan serio a Roy.

-¿q-que sucede?

-Dime ¿tu cortada fue muy profunda?

-¿qué?, vamos tu la viste, no fue tan profunda

-si pero quiero verla con mas atención-

Roy se dirigió a la cama donde el chico estaba sentado, mientras tomaba su mano, poniendo así al rubio más nervioso de lo que ya estaba.

-n-no, estoy bien, no es necesario- Retirando su mano más Roy no dejo que la quitara.

-¿acaso ocultas algo Ed?- Roy mostraba una sonrisa mientras sostenía aún la mano del menor, más al presionar un poco más la muñeca sin lastimar a su niño claro sintió algo extraño.

-pero que...- Su intención era arremangar la manga del suéter de Ed, pero el menor se lo impidió.

-¿no solo ibas a ver mi herida del dedo?- Alejando su brazo de la mano del mayor.

-¿qué ocultas?

-nada.

Roy siguió insistiendo tomando la muñeca de Ed y poder subir un poco la manga.

Por más que intento evitarlo no lo lograba, Roy le superaba en fuerza y término cediendo, al percatarse de que Roy podía ver una parte de la venda que tenía en su muñeca.

-¿Qué te paso?- su asombro era mucho al ver la venda en la muñeca y parte del antebrazo de Ed.

-nada...solo.

-Ed... Dime- El ambiente se puso totalmente tenso entre ambos chicos, ¿qué le iba a preguntar Roy? O en otra situación ¿qué iba a contestar él?

-¿has vuelto a cortarte?

“¿has vuelto?”. ¿Qué contestaría?,¿cómo reaccionaría Roy al saber que era así?


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