9.acercamiento a la muerte.
-¿has vuelto?
-si Ed... Dime ¿has vuelto a hacerlo?
-¿por qué no me habías dicho que lo hacia?
En ese momento Roy se dio cuenta de que el menor tenía razón no le había contado nada desde su regreso del hospital, al menos nada que afectará a la memoria del chico. -No evites mi pregunta Ed.
-Tú no evites la mía- Era un juego para dos y Ed lo sabía, por tal no se dejaría vencer, haría que Roy hablara fuese como fuese.
Roy comenzó a quitarle a Ed las vendas solo para quedar totalmente impactado con la gran herida que se encontraba en la muñeca y un poco mas arriba de esta. -por qué...-era mucha la impresión, era tanta que no podía articular palabra.
-no lo se- Retiro su brazo lejos del alcance del pelinegro y se dirigió a la puerta de la habitación.
-¿A donde vas?
-lejos de ti
-¡¿QUÉ DICES?!
-lo que escuchaste
¿Se iba? ¿Por qué razón?, no lo dejaría, en esas condiciones no, ahora que su cuerpo había vuelto a recaer en lo mismo no lo dejaría solo, no esta vez. -no puedes irte- decía el pelinegro mientras abraza al rubio por la espalda.
-por favor Roy, déjame- Solo se alejaría de él, se alejaría de la persona que amaba todo por la simple razón de que no podría controlar su cuerpo estando cerca de él, cerca de Roy.
-no pienso dejarte, no de nuevo.
“otra vez ese de nuevo”.
-Roy... suéltame.
El pelinegro no aceptaba, no quería perderlo, pero como perder algo que no es tuyo, como podría hacerlo, si lo soltaba todo terminaría pero si no lo hacia también eso pasaría.
-no... No quiero que te alejes de mi Ed, no quiero perderte-
-no lo haré Roy, solo déjame-
¿Forcejearía? O ¿esperaría a que Roy lo soltara voluntariamente? “¿qué haré?”.
-¿vas a regresar?- Dudaba si dejarlo ir o no.
-yo...tal vez- Sin mas se soltó del agarre de Roy para huir de la habitación y de ahí salir de la casa corriendo mientras el pelinegro lo perseguía.
-espera Ed.- Era de noche y Roy ya no pudo distinguir hacia donde se había dirigido el chico, no alcanzaba a ver gran parte de lo que había fuera...
-solo me queda esperar- Lentamente cerro al puerta.
-¿Qué es verdad y qué no?- Ed se encontraba en un parque, no muy alejado de su hogar pero tampoco lo bastante cerca.
-¿qué debería hacer?- Roy se encontraba desesperado, no sabia que hacer, no podía quedarse esperando sin hacer nada pero tampoco sabía exactamente hacía donde ir. -¿dónde debería buscar?-
La noche era la única acompañante del pequeño rubio, tal vez la única que le ayudaría a revelar todo su pasado.
“¡NO QUIERO PERDERTE ED!” de nuevo regresaban, poco a poco sus recuerdos volvía a hacerse presentes.
-¿qué diablos?
“-no me perderás-“De nuevo la sala, Roy se encontraba totalmente exaltado.
-lo haré algún día pero no quiero perderte de esta forma
-deja que cometa mis errores Roy- Se encontraba realmente calmado, no gritaba ni se quejaba, solo hablaba tranquilamente con su pareja solo eso.”
-¿qué pasa?- No tenía sus recuerdos claros, pero la cabeza comenzaba a dolerle más y más y pequeñas punzadas comenzaron a adueñarse de su cuerpo.
“-dejo que los cometas pero te tengo que ayudar. “
-no quiero tu ayuda - Su mirada al fin se encontraba con los ojos de Roy, su vista era seria, sin emociones. Algo que sorprendió mucho al pelinegro.
-Elric... aun eres un chico, necesitas ayuda ¡la quieras o no!- La voz de Roy fue autoritaria. Ed no se sorprendió a que lo hubiera llamado por su apellido, solo siguió el contacto con la mirada gélida que ahora tenia el mayor.”
-ayuda... ¿por qué?
Lentamente comenzó a caminar hacia donde... no lo sabía pero se iba alejando cada vez más, sus pies se movían por si solos más su ojos no lograban ver el camino.
-Roy...- Algo dentro suyo comenzó a surgir, recuerdos fugaces de una sola chica, de un frío sobre su piel, de una sensación de placer.
-esta vez no necesito tu ayuda- Todo, absolutamente todo lo había recordado, los incidentes, las cortadas, las peleas. Todo.
-solo necesito de una persona y no eres tú-
Cada vez más se alejaba de su hogar, de su calle, de su nuevo modo de vivir... fue llegando a un lugar bastante alejado, tal vez demasiado para el gusto de cualquiera y que posiblemente causase miedo a cualquier curioso pero para él, era algo muy normal.
-Dante, comenzaremos de nuevo-
-¡No lo se Maes, no sé que lugares puede frecuentar ahora!- Se encontraba alterado, no tenía mucho que el chico se había ido y Roy había salido a buscarlo, pero el problema era que no sabía donde buscar.
-¿pensar?, intento hacerlo sabes- Ya había dado bastantes vueltas alrededor de la casa, más no encontraba nada.
-¿estar con alguien?...¿con quien podría?...- Recordó una lista de nombres bastante pequeña, y solo había contactado con 2 personas de esa pequeña lista.
-te hablare luego Maes- Y así sin más colgó.
“¿podrá ser?” Roy corrió a lo más que sus piernas dieron, quería estar equivocado pero ¿y si no lo estaba?
-no creí que te volvería a ver- Una chica de cabellos lavanda se encontraba sentada en un sillón bastante desgastado.
-no lograste matarme- ¿hacía lo correcto?, poco le importaba, necesitaba de ese placer, era todo lo que sabía, la necesitaba a ella.
-¿y bien?- Sus ojos se posaron en la expresión que tenía el chico... ya no lograba ver el pequeño toque de inocencia dentro de aquel chico de 17 años...
-aun había un pequeño rastro- susurro la chica.
-¿qué dices?
-nada, pero ¿por qué aun sigues en la entrada?
El rubio se adentro cada vez más al lugar hasta quedar frente a frente con Dante.
-bien ¿qué será hoy?
Roy corría aun por las calles, entro en un callejón en especial solo para llegar a un edificio y subir como loco, en busca de alguien.
“vamos... tengo que seguir corriendo”
De repente se detuvo había llegado su destino, pero ¿qué haría? ¿Entraría por la fuerza? O ¿tan solo se limitaría a tocar?
- lo que sea pero debo de actuar y pronto.
-de todo Dante, he estado lejos de todo estoy por un buen tiempo.
-¿crees soportarlo?
-poco me importa si lo soporto o no- Decía el rubio mientras se quitaba el suéter que llevaba en esos momentos.
-¿qué fue lo qué te paso?
-solo... haz lo que te digo- Se dirigió al sillón en el cual la chica se encontraba para sentarse a su lado.
-no Ed esta vez no quiero que sea en el sillón.
-¿qué? ¿Por qué?
-por que si no llegases a resistir todo el placer que estoy a punto de darte, temo que planees huir y sabes que no me gusta dejar un trabajo a medias.
-no planeo huir.
-pero aun así, tengo otra cosa planeada para ti.- Dijo tomando una silla y colocándola en el centro del lugar.
-vamos toma asiento aquí.
Ed con algo de duda se dirigió a la silla para tomar asiento.
-no sé que planees Dante pero creo que no será agradable.
-Lo será Ed, creme que lo será.
Estando ya el Rubio sentado tomo una soga que se encontraba en el sillón que estaba más a su alcance.
Tomo lentamente las manos del chico, solo para colocarlas en la espalda del mismo y amarrarlas para así no dejarle escapatoria.
-¿qué planeas hacer?- A pesar de encontrarse un poco excitado y alterado lo disimulaba bastante bien o eso pretendía hacer.
-ya te dije no me gusta dejar un trabajo a medias- Paso lentamente su dedo por el pecho del chico después de haber ajustado la soga.
-extrañaba tenerte a mi merced Ed.
Tomo una pequeña navaja de la mesa y la coloco cobre el pecho del chico.
-bueno ¿quisieras comenzar?
-de hecho te estas retrasando un poco Dante- Su mirada mostraba cierto desafió algo que no molesto mucho a Dante quien comenzó lentamente a abrir la piel del chico que solo soltaba gritos pequeños de placer.
-Aquí.... es- Decía Roy intentando recuperar un poco el aliento -Espero no haber llegado demasiado tarde- decía mientras entraba al lugar pero ¿realmente había llegado a tiempo?...