CAPITULO III
MI SEGUNDA ARMA: LA INOCENCIA.
El humano es incapaz de lastimar a un ser inocente.
El amor es la representación más pura de los sentimientos humanos, el amor muchas veces nos fortalece, en otra nos entristece.
Su corazón sentía el profundo dolor del desamor, observar como aquella persona que decía amarle ahora estaba abrazado y reconociendo que lo había extrañado.
Su dolor se reflejaba en amargas lágrimas que empañaban su rostro y agobiaban su corazón, ese era el dolor de observar a Yuuri y Wolfram juntos.
Con lágrimas en los ojos Kaede dio dos pasos hacia atrás para retirarse del lugar sin antes ser vista por Cornad, quien la ignoro y observo nuevamente a su rey y hermano.
─ “La felicidad de Wolfram es lo más importante” —Pensó brevemente mientras una sonrisa adornaba sus labios– Aun así ¿Qué le dijo Wolfram anoche?
Wolfram jugaba con sus armas de forma estratégica y directa, se alejó levemente del rey sonriéndole inocentemente.
─ ¿Me acompañas a desayunar? —Preguntó con una tierna sonrisa adornando su rostro y sus ojos levemente cristalizados.
─ Si. —Yuuri quedó maravillado por tan hermosa sonrisa que solo tomo la mano de su prometido y se sentaron al comedor a desayunar olvidándose de su novia.
Mientras la pareja real desayunaba sin importarle nada ni nadie en una de las habitaciones de castillo se encontraba una joven llorando desoladamente.
─ Yuuri… ¡No es justo! —Golpeaba la almohada enojada– ¡Todo es culpa de él! ¡Maldito Consorte! Es…es tan…es tan… ¡Ahh! ¡¿Por qué es tan inocente?! —Enterraba cabeza en la almohada recordando la sonrisa de cierto rubio– No puedo lastimarlo. —Miraba fijamente al techo– Anoche me ayudo, me aconsejo pero…
………
Jamás pudo imaginar que al entrar aquel despacho se encontraría con un joven completamente contrario que su novio le había descrito.
─ ¿En qué te puedo ayudar? —Una sonrisa llena de inocencia y ternura la recibió.
─ ¿Quiero pedirle un consejo? —Pregunta tímidamente ante la sonrisa del rubio.
─ Dime tú problema. —La mira fijamente dispuesto a escucharla.
─ Yo…yo tengo un novio le conocí hace unos meses mientras fue a trabajar a mi pueblos, con el pasar del tiempo nos enamoramos todo iba muy bien entre nosotros hasta que…. —Baja la mirada.
─ ¿Qué paso? —Pregunta Wolfram interesado y a la vez preocupado.
─ Me confeso que estaba comprometido. —Confeso tristemente la realidad.
─ ¿Comprometido?¿Tiene novia?
─ Si, al inicio me negué seguir con él, me juro que no la amaba que todo fue decidido por sus padres que apenas regresaba a su hogar terminaría con ella. —Suspira al decir lo último.
─ ¿Lo hizo? ¿Termino con su novia? —Preguntó seriamente.
─ No excelencia. —Baja la mirada decepcionada por su novio– Llegamos al pueblo hace una semana, todo este tiempo ha estado huyendo para no encontrarse con ella. —Baja la mirada– No sé qué hacer.
─ Enclenque cobarde. —Susurró el rubio para sí mismo–
─ Excelencia ¡¿Qué puedo hacer?! —Pregunta desesperada.
─ Bueno. —Cierra un momento los ojos pensando– (¿Por qué viene a mí? No es justo que juegue de esa forma conmigo) Tú novio la ama. —Comenta sin abrir los ojos– No termina con su prometida bien porque la ama o le tiene lastimas. —Abre los ojos para mirarle– Para mi opinión es más por lo primero.
─ ¡No es cierto! ¡Me ama a mí! —Grita desesperada.
─ Entonces. —La interrumpe– ¿Por qué no ha terminado con su prometida? —Pregunta calmadamente encarando a la roba enclenque.
─ No quiere lastimarla. —Responde levemente– Eso es lo que dice.
─ Lo siento. —Suspira– Odio ser directo, me temo que no te ama como tú a él.
─ Yo… —Sus ojos se llenaba de lágrimas.
─ Lo siento no te quise lastimarla. —La mira preocupado.
─ No Excelencia. —Niega con su cabeza mientras limpia sus lágrimas– Gracias por verme escuchado, tengo mucho que pensar. —Se inclina.
─ Vuelve cuando desees. —Sonríe tiernamente.
─ Hai. —Mira nuevamente a rubio antes de salir– (No eres como Yuuri te ha descrito, eres mucho mejor)
Sin muchos deseos de luchar se retira del despacho dejando a un rubio lleno de emoción por su inteligente estrategia.
……..
Aun con sus ojos cerrados ya sin lágrimas piensa claramente que hacer.
─ Lo siento, pero Yuuri es mío. —Mira seriamente por la ventana– Yo lo amo y luchare por su amor.
Sin lágrimas en sus ojos y más determinada se encamina por los pasillos del palacio hacia el despacho de cierto rubio quien se asombra al verla entrar sin previo aviso.
─ ¿Usted? ¿Cómo entro? Hoy no recibo a nadie. —La mira seriamente ante la presencia.
─ Lamento interrumpirle, lo he decidido. —Su determinación se reflejaba en sus ojos.
─ ¿Eh? ¿Decidido? ¿Qué cosa? —Se hacia el desentendido, aunque en su interior sabía perfectamente a lo que se refería— “¿Decidió? ¿No piensa dejarme en camino libre? Es hora de utilizar mi segunda arma”
─ Si, voy a luchar por mi novio, no le dejare el camino libre a su prometido. —Habla sin pensar claramente lo último.
─ ¿Prometido? —Pregunta algo curioso– “No puedo creerlo se habló de más”. ¿Acaso su novio no tenía una prometida?
─ ¿Eh? —Abre los ojos al darse cuenta de su error– Gracias por escucharme. —Se inclina y se retira rápidamente dejando muy serio a Wofram.
─ ¿Así que piensa luchar? Ya somos dos. —Susurra mientras mira a la puerta– ¿Eh? Yuuri.
Por un momento su mente imagino que no novio iba entrando pero se topa con la sonrisa de su hermano.
─ Wolfram ¿Quieres comer algo? —Entra Conrad con una sonrisa.
─ ¿Conrad? Etto… —Suspira aliviado.
─ ¿Paso algo? La vi salir. —Pregunta directamente–
─ No pasó nada. —Responde serio.
─ ¿Qué te dijo? —Se acerca a su hermanito.
─ Me dijo que va luchar por su novio. —Sonríe calmadamente– Yo no me dejare vencer.
─ Wolfram. —Mira preocupado a su hermano.
─ Shinou me recomendó que luche con mis armas. —Mira a Conrad– Y eso voy hacer. —Sonríe–
─ Tú inocencia e inteligencia. —Sonríe al recordar sus palabras.
─ Si, Vamos a comer algo. —Sonríe amablemente a mi hermano.
─ Hai.
Ambos hermanos abandonaron la habitación mientras en el Templo Shinou, el rubio observaba el horizonte junto a su moreno amigo.
─ ¿Qué paso Shinou? —Pregunta Murata seriamente.
─ Esa chica resulto ser armas tomar. —Comenta divertido– ¿Qué hará ahora mi querido descendiente?
─ Shinou ¿Qué planeas? —Lo mira de reojo.
─ Jugar un rato con Yuuri. —Sonríe al moreno– Tú me vas ayudar.
─ ¡¿Yo?! ¿Qué quieres que haga?
─ Yuuri va sentir lo que se siente que roben lo suyo. —Sonríe divertido ante la mirada asombrada del moreno– Me vas ayudar conquistando a Wolfram.
─ ¡¿Qué?! ¡¿Acaso te volviste loco?! Si tú y yo… —Baja la mirada algo sonrojado.
─ Mí querido sabio. —Lo abraza por la espalda– Solo será un pequeña broma para Yuuri…¿Me ayudas? —Susurra levemente al oído del Murata.
─ Yo…Es… ¡Esta bien! —Se aleja del abrazo– Eres un rey caprichoso. —Se aleja del rubio.
─ Y tú un Sabio consentidor. —Sonreía divertido ante el sonrojo de su moreno “amigo”.
La hora del almuerzo había llegado, Yuuri caminaba por los pasillos buscando a su novia para hablar con ella pero su búsqueda no tenía éxito cosa que le preocupaba.
─ ¡Hey! ¡Shibuya! —El susodicho volteo encontrándose con su moreno amigo.
─ Murata. ¡Bienvenido! —Se acerca a saludar a su amigo– ¿Qué te trae por aquí?
─ Nada, solo vine a saludarte, ¿Ya hablaste con tú consorte? —Pregunta mientras sus lentes se blanquean.
─ Hoy en la mañana nos vimos.
─ ¿Le dijiste? —Pregunta muy serio.
─ No he podido decirle el…
─ ¡Yuuri! —De pronto una melodiosa voz hizo voltear a los morenos encontrándose con una imagen angelical.
─ Wolfram. —Susurro Yuuri al ver como su rubio corría hacía él con una hermosa sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos– ¿Qué paso? —Sonríe al estar su novio frente a él.
─ ¿Estas ocupado? —Pregunta inocentemente–
─ No, estaba saludando a Murata. ¿Por qué?
─ ¿Aceptarías almorzar conmigo? —Pregunta con un leve rubor en sus mejillas.
─ Wolf. —Sonríe ante la tierna imagen que su prometido le mostraba– Acepto, vamos a comer.
─ ¡Hai! —Toma la mano de Yuuri para guiarlo al comedor– Su Santidad venga con nosotros.
─ Gracias por la invitación.
Murata se encaminaba detrás de la pareja real sonriendo ante la increíble forma en la que manipulaba el rubio su segunda arma, su inocencia resplandecía en todo su rostro maravillando a Yuuri en todo momento logrando que se olvide su novia.
─ Siéntense por favor. —Los guía Wolfram con una sonrisa– Sirvan la comida. —Ordena a las empleadas presente.
─ Como pida Majestad. —Se inclinan las cuatro chicas.
─ ¿Greta no vino? —Pregunta Yuuri al no ver a su hija.
─ Lamentamos la demora. —Todos voltean al ver llegar a Greta, Gunter, Conrad, y Gweldal.
─ Bienvenidos. —Sonríe Wolfram a los presentes.
El almuerzo pasó sin novedad alguna, todos sonreían y se divertían, pero ante esta maravillosa reunión Yuuri no dejaba de observar la mirada que Murata le brindaba a su prometido.
─ Esta deliciosa la comida, gracias por la invitación Wolf-chan. —Comento de la nada el gran Sabio dejando sorprendido al rey.
─ No es nada su Santidad. —Sonríe levemente.
─ Wolf-chan ya te había dicho solo llámame Ken. —Responde con una sonrisa.
─ Etto…Claro Ken. —Susurra algo avergonzado ante la repentina propuesta del moreno.
La mirada de Yuuri se endureció ante el comentario de su amigo.
─ Yuuri, ¿Ocurre algo? —Pregunta inocentemente Wolfram a su prometido.
─ No nada. —Mira directamente a Murata quien le sonrío ante aquella mirada.
─ ¡Es verdad! —El rubio se levanta de repente ante la mirada de todos– Voy por el postre.
─ Deja que lo traigan. —Habla Gwlenda.
─ No, voy yo…es que. —Se sonroja levemente– Yo lo hice.
─ ¿Eh? —Todos se asombra ante las palabras del rubio.
─ Ya vuelvo. —Se retira con una sonrisa en sus labios.
Mientras Wolfram se retira Yuuri inmediatamente se acerca a Murata alejándolo de los demás para hablar en secreto.
─ ¿Qué significa eso de “Ken”? —Pregunta seriamente al moreno abrazándolo por el cuello.
─ ¿Por qué te enojas Shibuya? —Blanquea sus lentes– Tú tienes novia, tarde o temprano Wolf-chan lo sabrás y cuando sepa la verdad yo estaré a su lado.
─ ¿Qué? —Lo suelta ante el asombro de sus palabras– Eres un…
─ ¿Un qué? —Lo reta ante su mirada– Mira volvió Wolf-chan. —Se aleja del rey.
─ No lo permitiré. —Susurro seriamente.
La seriedad se mostraba en sus ojos, las palabras del moreno rondaban en su cabeza llevándolo a la imaginación de ver a su prometido junto a su moreno hacia que le hierva la sangre.
─ Yuuri. —El rubio se acerca su prometido– Ven a comer. —Le sonríe tiernamente.
─ ¿Eh? Claro vamos. —Le toma de la mano para volver al comedor.
─ Espero que te guste. —El rubio le entrega un trozo de tarta de durazno.
─ Gracias. —Prueba un poco– Esta delicioso. —Mira a su prometido– Te felicito Wolfram.
─ No es nada Yuuri. —Sonríe con un rubor en sus mejillas.
Sus miradas se cruzaban olvidándose de los presente, sus sonrisas se conectaban mutuamente transportándolos a un lugar lleno de tranquilidad, la misma tranquilidad e inocencia que Wolfram le revelaba con su sonrisa y su mirada.
─ ¡Déjenme entrar!
─ ¿Eh? —Un repentino grito hizo despertar de su ensoñación a la pareja real.
─ ¿Qué fue eso? —Se preguntó a si mismo Wolfram.
─ ¡Quiero entrar! —Un grito enojado y desesperado de una mujer llamo la atención de los presentes.
─ ¿Quién está afuera? —Wolfram se acercaba a la puerta.
─ Espera Wolfram. —Conrad lo detiene– Yo voy, ve con Yuuri. —Le indica antes de retirarse.
─ Está bien. —Se acerca a su prometido– ¿Qué estará pasando? —Le pregunta a su prometido quien se mantenía cerca.
─ No te preocupes. —Le toma la mano– A lo mejor entro alguien al castillo.
─ Tranquilo Wolf-chan. —Murata interviene– Ha de ser alguna loca. —Sonríe– Sir Weller se encargara de todo.
─ Cierto, volvamos a comer. —Sonríe calmadamente.
Los presentes en la mesa miraban seriamente al rey, quien sabía perfectamente quien estaba fuera del comedor su novia, miraba de reojo a su prometido quien ignoraba todo la culpa invadía su ser por ser tan injusto con alguien que no lo merece, un suspiro salió de sus labios el solo imaginarse que estaba pasando fuera de aquella habitación.
En los pasillos la castaña miraba seriamente al hermano del prometido de su novio, sabía perfectamente que nadie en el palacio la quería, cosa que no le importaba.
─ Déjeme pasar, ¿Quiero ver a Yuuri? —Interviene seriamente.
─ Lo siento, su Mejestad no puede atenderla en estos momentos. —Responde calmadamente Conrad.
─ ¡¿Qué?! Ya veo está ocupado con su prometido. —Sonríe cínicamente– Dígale a MI novio que lo espero en el jardín, si no va yo encaro a su prometido. —Se voltea dejando a todos con la palabra en la boca.
─ Esa chica. —Susurra seriamente Conrad, temiendo por su hermanito.
La comida había terminado y todos conversaban animadamente, en ese instante Conrad entra nuevamente al comedor sin decir nada y acercándose a Yuuri.
─ ¿Qué paso? —Susurra Yuuri al estar junto a él.
─ La señorita dijo: Lo espera en el jardín si no va hacia allá le dirá todo a Wolfram. —Susurro muy cerca del oído del moreno– Majestad ella ha estado en el despacho de Wolf antes.
─ ¿Qué? —Susurró asombrado– Entiendo. —Se levanta.
─ ¿Ocurre algo Yuuri? —Pregunta el rubio al ver a su prometido levantarse.
─ Regreso enseguida. —Sonríe calmadamente.
─ Hai.
Wolfram miro fijamente a Yuuri imaginándose que se iba encontrar con ella, todos se retiraron del comedor para volver a sus tareas quedándose solo con “Ken”
─ ¿Qué significo aquello “Ken”? —Pregunta divertido Wolfram.
─ Son ideas de Shinou. —Mira con una sonrisa al rubio– Creo que hizo efecto, Shibuya moría de los celos. —Ríe levemente.
─ Eso pareció, pero ahora se fue tras ella. —Comenta serio.
─ Es momento que utilices nuevamente tus armas.
─ ¿Eh? ¿Qué debo hacer? —Pregunta interesado.
─ Shibuya está en el jardín, muéstrale a tu prometido lo cruel que puede llegar a ser al traicionar a su inocente prometido.
─ Gracias por el consejo. —Sonríe de lado.
Wolfram caminaba tranquilamente hacia su despacho cuando recordó las palabras de Murata.
─ Están en el jardín. —Susurro mirando hacia el mismo– Es hora de enfrentarlos —Tomo aire y se adentró al jardín.
Caminando hacia los rosales se arrodilla para admirar un “Hermoso Wolfram” que nacía junto a “Inocencia de Yuuri” una sonrisa adornaba su rostro al observar tan bella escena de la naturaleza.
─ ¡Yo te amo!
Escucho un grito que provenía detrás de los rosales, sabiendo que podía observar algo que lo lastime se acercó lentamente, sus ojos se abriendo al observar aquella escena que desgarraba su corazón poco a poco. Su prometido besaba aquella mujer.
─ Yuuri. —Susurro dolido mientras sus lágrimas adornaban su rostro y borraban su hermosa sonrisa.
Un gemido de dolor salió de la boca del rubio haciendo voltear al rey quien se encontró con una imagen muy dolorosa, su prometido lloraba por su traición.
─ Wolf yo… —Se aleja de su novia intentando abrazar a su prometido.
─ Tú…tú ¡Eres un enclenque traidor! —Se zafa de su casi agarre y sale corriendo.
─ ¡Wolfram!
El grito preocupado del rey retumbo en todo el jardín, mientras su consorte corría por los pasillos del palacio con su rostro cubierto en lágrimas al descubrir la traición de su prometido.
El hombre solo tiene amor para una sola persona.