Pareciera que solo durmió un rato, pero ahí se encontraba alguien, un amigo que no había visto en tanto tiempo y que no recordaba.
-.tanto tiempo, Akihiko —menciono el azabache volteando su cabeza hasta donde se encontraba el escritor.
-.Masamune, en verdad me siento tan mal por lo que te e hecho.
-.no te preocupes, algún día tendrías que lastimar a alguien con tu forma de conducir, pero mas que eso, ¿Por qué o que estabas distraído?
-.ya sabes, tener a alguien al lado tuyo que amas tan desesperadamente y no lo convences de hacer “eso” cuando llegáramos a mi casa a veces es complicado.
Pensó un poco las cosas; ahora sus recuerdos que le daban, nunca había sentido algo así por alguien, solamente se acordaba de ese momento de pasión que vivió con el extraño chico de cabellos castaños que apenas decía haber conocido.
-.suerte la que tienes, yo no tengo a nadie que del cual sienta algo que queme hasta el alma como lo describes tu.
-.sería mejor utilizar el término “que no recuerde haber amado”.
Le dejo esa incógnita mientras se retiraba de la habitación y ahí estaba su amante, junto con el otro joven de cabellos castaños, descansando en sus piernas.
********FLASHBACK********
Volviendo a levantarse y vestirse, el joven Onodera se dirigió a la sala de espera donde lo esperaban y para también encontrar palabras de cómo poderse explicar lo de antes de que todo sucediera.
-.*levantándose de su asiento* —que bueno que ya estés bien, Ritsu.
-.*acercándose* —no se preocupe, solo fue por falta de sueño. *sentándose*
-.*nervioso* —lo… siento Onodera-san, yo fui el que le dijo eso, lo siento.
-.*tranquilo* —ya no es para preocuparte, ya te dije en un pasado que está bien Misaki, te puedo llamar así, ¿verdad?
El asintió con su cabeza con una sonrisa ya feliz.
-.y tú me puedes llamar como tu quieras.
-. ¿Por tu nombre no importa?
-.por supuesto que no.
De pronto salió el doctor desde la habitación del azabache.
-.doctor Kinomoto, ¿Cómo esta?
-.primero que nada tengo que saber cómo está el señor Onodera, pero veo que esta como nuevo no debo de preocuparme. *sonriente*
-. *algo sonrojado* —gracias por la pregunta ya que yo me encuentro excelente, lo único que me faltaba era reposar.
-.me alegra saber eso, pero ahora viene la parte del otro paciente.
Todos callaron por unos breves minutos hasta que el especialista tomo una bocanada de aire y empezó a hablar.
-.el paciente se a recuperado bastante bien de todas sus fracturas, solo que necesitara otros meses en cama para que las heridas sanen al 100%.
-. ¿Eso es todo?
-.pero lo que lamento decirles es el hecho de que el señor sufrió un fuerte golpe de cabeza al contacto con el suelo, y eso hizo que perdiera parte de su memoria a largo plazo, esto puede causarle problemas al recordar cosas de su pasado o memorizar cosas que sucedan después de esta.
Un balde de agua fría se sintió haber caído en el fino cuerpo del uke, nunca, pero nunca pensó que llegaría el momento en que su acosador que del cual ya había admitido su amor, se olvidara de el; lamentablemente su teoría era cierta.
-.pero tampoco tienen que forzarlo a recordar las cosas olvidadas.
Unas gruesas gotas caían en los ojos el editor que sin pensarlo se oculto en el rostro de el que ya era su amigo que hasta no pudieron sostenerse más y se sentaron que hasta la chica fue hasta donde se encontraban para que lo consolara.
-.*llorando* —esto… no puede estar sucediendo.
-.*agarrándole su hombro* —debo decirle que no debe forzarse mucho en su mente, le causaría mucho sueño, fatiga y hasta desmayos; por favor procure no estar así, además tiene pocas probabilidades de que no recuerde nada. Tenga la esperanza de que lo recordara.
-.De acuerdo.
Luego de ratos de llorar se quedo durmiendo en las piernas de su amigo como si nada.
********FIN DEL FLASHBACK********
Despertado y descansado, el castaño se dirigió al cuarto de enfrente para visitar a su amor sin memoria; al entrar, los dos se quedaron mirando, frente a frente, cada uno con un dolor indescriptible; era un dolor tan profundo que hasta hizo que el ambiente se pusiera tenso con la idea de ellos dos solos y cada uno que tenía que decirle al otro una cruel realidad que atormenta su destino.