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Por una competición conocí al amor de mi vida. por BlackHime13

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Notas del capitulo:

Vale... he tenido unos problemas con el primero. Me pone que no se puede leer así que lo subo otra vez. Siento las molestias. ^^

Editado---> 19/02/18

Cap.1-La fiesta en la que te conocí.

 

Era una día tranquilo hasta que...

 

-¡QUE NOOOOOO!- ese grito se oyó por toda la mansión.

 

-¡TE HE DICHO QUE LO HARÁS!- respondió otra persona.

 

Entre grito y grito, la puerta de mi habitación se abrió de golpe, mostrando a las dos personas que discutían.

 

-¡TSU-CHAN! Dile al idiota de Reborn que tu tampoco estás de acuerdo con esto.- me dijo mi hermano acercándose a mí y mostrándome una hoja con algo escrito. En ella se anunciaba una especie de competición en la que los dos ganadores se casarían tanto con Gio-chan como conmigo. Yo no estaba muy de acuerdo con ello pero sabia que discutir con Reborn no llevaba a ninguna parte, así que accedí sin quejarme... bueno si lo hice pero me dí por vencido.

 

-Gio-chan, no seas pesado. Sabes que Reborn hará lo que quiera así que mejor ahorremos tiempo y accedamos sin más.- dije suspirando.

 

-Pero yo no quiero casarme con un desconocido.- volvió a quejarse.

 

-Venga, si Dame-Tsuna ya ha accedido mejor dejalo Giotto.- comentó Reborn. No me ofendí ante sus palabras ya que siempre me llamaba así.

 

-Pero...- intentó quejarse otra vez.

 

-¡Pero nada! Ahora callate y déjame que os lo explique todo.- ordenó Reborn ya en un tono cansado.- Bien, vuestros padres y yo hemos seleccionado a unas cuantas personas que serán vuestros candidatos. Cada uno pasará un par de pruebas y vosotros elegiréis quien de ellos pasará a la siguiente. Cuando solo queden dos viviréis durante una temporada con ellos y al final decidiréis con quién os quedáis. Con esto, Giotto no te puedes quejar de que sean unos desconocidos ya que para eso lo hemos puesto así, para que los conozcáis.- explicó con su sonrisa prepotente. Se notaba que lo habían preparado todo para no oír quejas.

 

-Bueno y si al final no queremos a ninguno ¿que pasa?- preguntó Gio-chan que no se iba a dar por vencido tan fácilmente.

 

-Pues entonces te aguantas y eliges al que mejor te caiga o quien te de la gana, pero no te vas a librar.- respondió con claridad.- Bien Tsuna... ¿tu que opinas?- cuestionó mirándome.

 

-Bueno... se nota que lo habéis montado bien, pero aún así ¿como sabéis que las personas con las que vamos a vivir no son unos degenerados o algo peor?- pregunto mirándole con curiosidad.

 

-Tranquilo. Primero haremos una fiesta en la que asistirán tanto las personas que serán vuestros candidatos como gente normal. Ahí los vigilaremos y si no son como creíamos simplemente las sustituiremos por alguien más. Además, si os interesáis por alguien también podríamos añadirlos.- aclaró como si nada. Lo último hizo que me sonrojara un poco.

 

Ante esas palabras, suspiré.- De acuerdo, pero no te pases y prestale más atención a Lambo.- le dije lo último para picarlo un poco, cosa que funcionó.

 

-Eso a ti no te importa.- reclamó un poco enfadado.- La fiesta es esta noche así que, luego os traeremos la ropa para que os cambiéis.- dicho eso se fue cerrando la puerta tras de sí.

 

Gio-chan y yo nos miramos y suspiramos al mismo tiempo.

 

-Bueno... no nos queda de otra. Si no asistimos haremos enfadar a mamá y no quiero que eso pase.- admito con un poco de miedo al recordar a mi madre enfadada.

 

-Pues yo sigo sin aceptarlo. ¿Por que tengo que vivir con unos desconocidos y encima de eso, luego elegir entre ellos a uno para casarme con él?- refunfuñó con una vena en la frente.

 

-Ya, no discutas y dejémoslo. Mejor disfrutemos del último día de libertad que nos queda.- propuse con una sonrisa.

 

-Si... tienes razón.- respondió sonriéndome de vuelta.

 

En lo que resta de día, jugamos, hicimos el tonto, nos reímos, cantamos al karaoke... en definitiva, nos lo pasamos muy bien, pareciendo niños pequeños. Poco antes de las 20:00h, estábamos en mi habitación preparándonos para la fiesta.

 

-Ne...Tsu-chan. ¿En serio estás de acuerdo con esto?- me preguntó tumbado en mi cama con la cabeza colgando, mirándome al revés.

 

-Te vas a hacer daño... pero realmente yo tampoco tengo ganas de esto.- dije sinceramente- Pero no perdemos nada por asistir a la fiesta. Luego ya veremos como lo hacemos para rechazar lo del matrimonio.- comenté guiñándole un ojo con diversión.

 

-Vaya... cuando hablas así pareces alguien maduro.- se burló riéndose un poco.

 

-Déjame en paz.- reclamo haciendo un pequeño puchero.

 

-Jejejejeje que lindo.- murmura con una sonrisa.

 

-Bueno ya. Vístete de una vez.- le insté a la vez que me giraba intentando que no viera mi sonrojo.

 

-Haiii...- accede levantándose de la cama.

 

A las 20:30h, desde mi ventana pudimos observar muchos carros en la entrada y una gran cantidad de personas dirigiéndose a la puerta. En ese momento, observamos a unos chicos muy lindos que dirigieron su mirada hacia nosotros. Nos sorprendimos un poco y nos sonrojamos, luego oímos unos golpes en la puerta y nos giramos hacia esta. En ese momento nuestra madre se nos abalanzó encima y nos estrujó en un gran abrazo.

 

-Ma-mamá... nos estas ahogando.- advertí notando que me faltaba el aire. Ella nos soltó inmediatamente.

 

-Lo siento Tsu-kun, Gio-kun. Es que os veis tan lindos...- alabó con una gran sonrisa. Ante ese comentario Gio-chan y yo nos miramos, luego la miramos y le sonreímos.

 

-Gracias.- dijimos a la vez.

 

-Bien, ya podéis bajar. Todo el mundo os espera.- nos avisó dirigiéndose a la puerta.

 

-¡Espera! No nos has dicho como son nuestros candidatos.- le comenté ya que no había caído en eso.

 

-Es verdad. Ni siquiera sabemos sus nombres.- corroboró mi hermano.

 

-Bueno... es para que no haya favoritismos o cualquier otra cosa. No os preocupéis, cuando acabe la fiesta, os los presentaremos.- sin decir nada más salió por la puerta.

 

-Bueno... es hora.- dije suspirando y mirando a mi hermano.

 

-Si... ¿sabes? A veces pienso que tu eres el mayor.- me comentó con una sonrisa. Luego nos reímos un poco y nos dirigimos al salón.

 

Una vez llegamos, una gran multitud de aplausos llegaron junto con algunas personas que querían hablar con nosotros. Estuvimos un buen rato hablando con gente que no conocíamos y cuando pudimos, nos escapamos. Gio-chan se dirigió al baño para despejarse un poco y yo al balcón para tomar un poco el aire.

 

Suspiré- Esto es realmente aburrido...- susurré mirando hacia la calle. Era muy tranquilo y lindo, las luces de las calles junto con las estrellas me encantaron. Era tan relajante.

 

-Kufufufufu... veo que no te agrada mucho esta fiesta.- al oír esa voz de repente, di un pequeño salto y me giré para ver a la persona que me había hablado. Era alto, con el cabello azul y unos ojos heterocromáticos que me encantaron. Esa visión hizo que me sonrojara un poco y algo nervioso me dispuse a hablar.

 

-¿Quien eres?-le pregunté curioso a la vez en que me giraba otra vez. Él se colocó a mi lado y se apoyó en la barandilla.

 

-Bueno... tranquilo que ya me conocerás.- luego me sonrió enigmáticamente y volvió a entrar.

 

Yo no entendí lo que había pasado pero en cuanto reaccioné también volví a entrar. Entonces, me tropecé y choqué con alguien, haciendo que se le derramara un poco de vino en la ropa. Me puse muy nervioso y lo acompañé hasta una habitación para ayudar a lavar auqella prenda de ropa.

 

-L-lo siento mucho enserio.- me disculpé mientras lavaba la camisa blanca.

 

-No te preocupes.- fue su respuesta desde la cama. A través del cristal podía ver su bien formado torso, su piel blanca... era tan sexy. Su rostro también lo era , con unos ojos brunos como la noche y una cabellera igual de negra. Esa vista era demasiado para mí por lo que me sonrojé tanto que mi rostro ardía. Para cuando me di cuenta, lo tenía junto a mí.

 

-Parece que se te da bastante bien lavar.- me dijo con una sonrisa ladeada que me dejó enamorado.

 

-Bu-bueno... se me dan bien las tareas del hogar. Por tener dinero no significa que no sepa hacer nada.- aclaré ladeando mi cabeza.

 

-Yo no dije eso. Me gustaría saber quien será el afortunado en casarse contigo.- fueron sus palabras llenas de curiosidad volviéndose a sentar en la cama.

 

Eso me sorprendió. Dejé la camisa para que se secara y me acerqué a él.

 

-¿Po-por qué dijiste eso?- pregunté todavía sonrojado y bastante nervioso, pero la curiosidad pudo más.

 

-Hmp. Todo el mundo sabe para qué es la fiesta. Lo único es que ninguno de los presentes sabe si será uno de los afortunados candidatos. Tampoco de cuál de los dos hermanos.- explicó con simpleza.

 

-¿Enserio?- cuestioné sorprendido. ''Así que ni siquiera los candidatos saben que lo son'' me dije a mí mismo. Esa idea me hizo sonreír algo más tranquilo.

 

''Qué lindo'' pensó el pelinegro.- ¿No lo sabias? Bueno supongo que al menos si sabrás quienes son los candidatos.- preguntó interesado en la respuesta.

 

-No. No tengo ni la menor idea. En realidad estaba nervioso por que pensé que los únicos que no lo sabíamos éramos Gio-chan y yo pero... me relajó bastante saber que no es así. Ahora creo que me lo puedo pasar mejor y estar más tranquilo.- le dije mientras me sentaba a su lado y cuando acabé de hablar le dirigí una gran sonrisa.

 

''Dios, me encantaría ser su candidato'' volvió a pensar el moreno.- Vaya... bueno deberíamos volver al salón ¿no crees?- instó levantándose.

 

-¿Eh? Cla-claro... te traeré la camisa.- avisó levantándome también y dirigiéndome al baño. En realidad estaba muy a gusto hablando con él pero teníamos que volver. Cogí la prenda de ropa algo más seca y se la devolví.

 

-Gracias.- me agradeció mientras se la ponía.

 

-Por cierto... no me has dicho como te llamas.- le recordé mirándole.

 

-Mmm... ¿de verdad lo quieres saber?- inquirió mientras me acorralaba entre la puerta y su cuerpo.

 

Estaba tan nervioso e impresionado que salí de la habitación dejándolo ahí.

 

Llegué al salón y me choqué con Gio-chan que también parecía muy alterado.

 

-¿Gio-chan? ¿Estas bien?-le pregunté preocupado. Parece que se sorprendió ya que dio un pequeño salto hacia arriba.

 

-Tsu..Tsu-chan... si, estoy bien.-respondió dudoso y luego suspiró.

 

-¿Enserio?- volví a cuestionar. Se dio cuenta de mi tono preocupado así que me respondió.

 

-Bueno... es que cuando estaba en el baño conocí a alguien y …verás... no sé. Fue algo raro.- me dijo muy sonrojado.

 

-Pfft. Jejejejeje.- no pude evitar reírme un poco.

 

-No te rías.- se quejó con un pequeño puchero.

 

-Perdón, es que... yo también conocí a un par de personas un poco extrañas.- le comenté mientras me secaba las lágrimas que caían de mis ojos por reír.

 

Nos contamos lo que ocurrió y a él le paso algo muy parecido a lo mio. Por fin, después de otras dos horas y media, todo el mundo se fue y nosotros nos dirigimos a mi habitación.

 

-Uf...- suspiré mientras me acostaba en mi cama.- Estoy tan cansado...- murmuré contra la almohada.

 

-Sí, yo también.- me apoyó mi hermano.

 

Nos cambiamos de ropa por otra más cómoda y cuando estábamos hablando sobre todo lo ocurrido en la fiesta Reborn entró dando un portazo.

 

-Se puede saber ¡¿QUE HACEIS AQUÍ?!- exigió saber más que enfadado.

 

-¿A qué te refieres?- dijo dudoso Gio-chan.

 

-Vuestra madre os dijo que os presentaríamos a los candidatos después de la fiesta. Llevan un rato esperándoos en la sala de estar.- habló mirándonos enojado.

 

-Eh... ¿EEEEHHHH?- exclamamos los dos a la vez. Realmente lo habíamos olvidado.

 

-Nada de ''eh''. Moved el trasero hasta la sala ¡YA!- nos sacó fuera de la habitación y de una patada nos tiró por las escaleras.

 

*Mientras en la sala de estar.*

 

-Lo siento... nuestros chicos son un poco despistados.- se disculpaba la madre de los dos.

 

-No se preocupe, supongo que estarían pensando en otra cosa.- respondió un pelirrojo.

 

Mientras hablaban, se oyó unos gritos y poco después vieron a esos dos caer por las escaleras.

 

-¡WWWAAAAAHHHH!- se oyó el grito de ambos seguido del estruendo cuando golpearon el suelo fuertemente.

 

Se oyó un suspiro por parte de sus padres.

 

-It-itte...- se quejó el menor de los Sawada.- Reborn se pasó.- murmuró haciendo un puchero.

 

-Hai...- siguió el mayor.- No tenía por que empujarnos...- comentó al tiempo en que se levantaba del suelo y ayudaba a su hermano a hacer lo mismo.

 

-Tsu-kun, Gio-kun. Eso os lo merecéis por olvidaros que tenías invitados.- les reprochó su madre.

 

-Gomenasai...- respondieron los dos a la vez abjando la mirada como perros apaleados.

 

-Ma,ma... cariño no te enfades.- decía el padre con un deje de gracia en la voz.

 

Los presentes se sorprendieron ya que los que serían sus futuros suegros (si tenían suerte), se lo tomaban como algo normal.

 

-Bueno... da igual. Ahora os presentaré a vuestros candidatos. Ellos ya han pasado la 1ª de las pruebas.- dijo la mujer con una gran sonrisa.

 

-¿La 1ª?- ambos jóvenes miraron a la vez a sus padres sorprendidos y curiosos.

 

-Así es. Consistía en si os llevaríais bien con ellos.- respondió el hombre abrazando por el hombro a su mujer cuando esta volvió a sentarse a su lado.

 

-¿Qué quieres decir? Si no los conocemos todavía.- comentó confundido el mayor de los hermanos al tiempo en que se acomodaba en el sofá junto a sus padres siendo imitado por el menor de los dos.

 

-Jeje, ¿por que no os fijáis mejor?- invitó la madre de los chicos con voz cantarina.

 

Estos hicieron lo que les dijeron y al dirigir su mirada hacia los jóvenes se sorprendieron al ver a los mismos chicos con los cuales habían hablado durante la fiesta.

 

-Nufufufufu. Estoy encantado de ser uno de tus candidatos Sawada Giotto.- fue la presentación de un peliazul con una sonrisa burlona en los labios.

 

-Hmp. Igualmente.- dijo un peliblanco* secamente.

 

-Bueno, a mí también me alegra- comentó el pelirrojo con una sonrisa tímida.

 

Giotto no supo qué decir, el primero era el chico con el que se topó en el pasillo, el segundo era con el que habló en el baño y el tercero fue con el primero que habló durante la fiesta.

 

Por parte de Tsuna...

 

-Kufufufufu... nos volvemos a encontrar Sawada Tsunayoshi- habló un peliazul con una sonrisa maliciosa.

 

-Hola.- se limitó a decir un pelinegro con una sonrisa de medio lado.

 

-Encantado de volver a verte Tsunayoshi-kun.- dijo otro pelinegro con una trenza larga y expresión gentil.

 

Tsuna también se quedó atónito. El chico del balcón, el de la camisa y con el último bailó una canción.

 

-Bien... mejor los presentaré. Por tu parte Gio-kun son: Daemon Spade...- dijo señalando al peliazul.- Alaude...- el peliplateado o peligris.- y G... – ahora era el pelirrojo.

 

Todos asintieron e hicieron una pequeña reverencia.

 

-Por tu parte Tsu-kun son: Rokudo Mukuro...- el peliazul- Hibari Kyoya...- el pelinegro- y Fon...- el de la trenza.

 

Los dos hermanos seguían asombrados, se miraron un rato y luego se rieron al mismo tiempo. Los demás se sorprendieron y no sabían por qué se estaban riendo.

 

-Hi-hijos... ¿que-qué os pasa?- preguntó el padre asombrado ante la actitud de sus hijos.

 

-Pe-perdón... no es nada.- respondió el mayor secándose las lágrimas.

 

-Me parece que pensamos lo mismo, solo eso.- aclaró el ojimiel.-Bueno... aún así. Encantado de conoceros.- volvió a decir el castaño dirigiéndoles una sonrisa deslumbrante.

 

-Si... igualmente.- asintió también su rubio hermano.

 

Ante esas palabras, la madre de los chicos se puso a gritar de alegría y abrazó a sus dos hijos.

 

-Entonces significa que aceptáis las pruebas.- exclamó emocionada la mujer.

 

-Eso no es lo que significa...-negó el castaño sin aire.

 

-K-kaa-san.. .el aire...- ante esas palabras los soltó. Haciendo que ellos respiraran bastante fuerte para recuperar el aire.

 

-No es que aceptemos lo del compromiso.- volvió a decir el castaño.

 

-Simplemente aceptamos, de momento, el conocerlos. Pero no creas que nos casaremos con alguno de ellos.- reafirmó el rubio.

 

-Moo... bueno da igual. Por ahora eso me vale.- respondió ella con una sonrisa.

 

-Bueno como sea. Mañana será la 2ª prueba y vosotros decidiréis quien de ellos la pasa.- dijo su padre con otra sonrisa.- De momento, id a descansar. Mañana nos vemos.- se despidió de los jóvenes.

 

Le pidió a una mucama que le enseñara a los invitados sus habitaciones, las cuales pusieron lo más lejos posible de los ''novios''. Los dos hermanos volvieron a la habitación del menor y se tumbaron en la cama.

 

-Es increíble que ellos sean los candidatos, ¿no crees?- murmuró el mayor.

 

-Si... pero creo que será divertido.- respondió el castaño con una gran sonrisa.

 

-Bueno, vamos a dormir. Mañana será un día bastante largo.- comentó y salió del cuarto para irse al suyo.

 

Los dos chicos se fueron a dormir esperando por lo que vendría al día siguiente.

 

...Continuará...

Notas finales:

Repito que lo siento mucho. Para los que sí lo podían leer, espero que no les moleste.

Bueno perdonen (otra vez) si es que me repito más que un loro XDDD. Bueno, gracias y nos leemos.

*puse a Alaude de peliplateado xq era un lío tener a dos peliazules como para también tener a dos rubios (... aunque en un principio fue por que me equivoqué y me daba palo cambiarlo XD)


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