CAPITULO IX
LOS CELOS DE ITACHI
No hay problema mayor problema en una relación cuando los padres no aceptan aquel que amas.
Para los ojos de los padres el mundo siempre será un lugar lleno de peligros, y seres que solo quieren corromper las inocentes mentes de sus hijos haciendo cosas pervertidas con ellos hasta quitarles lo más sagrado de su vidas.
Estas ideas exageradas existen en las mentes de padres sobreprotectores, en la sociedad uno de cada cinco padres sufre este mal de sobre protección, según sus ideas son los padres perfectos pero no se imaginan el mal que le causaran a sus hijos mañana, el gran porcentaje de esos hijos son jóvenes inseguros y dependientes totalmente de sus progenitores.
Uno de estos casos de padres sobre protector era Itachi, un hombre que fue padre a corta edad y sufrió un fuerte traumar tras el secuestro y supuesta muerte de su hijo, lo convirtió en lo que es ahora. Cosa que su hijo no siempre ha estado de acuerdo.
Sasuke siempre soñó en ser un chico libre como los demás niños, sus primeros doce años los paso junto a sus padres viaje tras viaje, pero al entrar a su adolescencia se negó en seguir la vida de un gitano de país en país y decidió con el dolor del alma alejarse de sus padres para radicarse en Japón junto a sus abuelos.
Hoy tres años después de aquella decisión Itachi enfrenta la cruel realidad del tiempo su bebé, su chiquito, el niño de sus ojos, ya no es un pequeñín que requiere sus cuidados, ahora es un joven hecho y derecho, con un rubio pervertido rondándolo como abejas a la miel.
La filada y seria mirada de su padre se mantenía sobre la carretera sin dirigirse al menor que estaba a su lado causando cierto escalofrió al conocer aquella faceta de su padre.
─ Oto-chan —susurro levemente el menor.
El mayor simplemente frunció el ceño al recordar como su amado hijo había defendido a ese rubio pervertido. —Estoy conduciendo. —respondió seriamente sin mirarlo a la cara.
Sasuke bajo la mirada ante la poca respuesta de parte de su padre, un fuerte suspiro salió de sus labios animándolo hablar del tema que el mayor evadía. — Naruto es un buen hombre. —habló sin recibir mirada de parte de su padre. —Es mayor a mí con unos años, pero sus intenciones conmigo son buena sé que nunca me lastimaría si tan solo lo conocieras.
La seriedad de Itachi se iba convirtiendo poco a poco en celos de padres ¿Qué podría saber un niño de una relación en parejas? ¿Acaso no se daba cuenta que ese hombre solo lo lastimaría? ¿Además era mayor a él?
La mirada del menor estaba posada en su padre observando detalladamente como su rostro iba cambiando según los millares de ideas que pasaban por su mente. —Oto-chan. —Susurro preocupado el menor.
Itachi desacelero un poco mientras analizaba esta nueva situación para él, en esos momentos como hubiera deseado que Minato estuviera a su lado para que le ayude afrontarla debidamente. — Es muy mayor a ti. —susurro levemente.
─ ¿Eh? —Los ojos del menor se abrieron ante la sorpresa de las palabras de su padre– Son solo cinco años. —Replico Sasuke a su defensa.
El mayor lo miro de reojo ante las palabras del menor. — ¿Solo cinco? ¿Acaso no vez la diferencia? Con su edad ha de pensar cosas en las que ni siquiera te imaginas.
Sasuke no podía creer lo que su padre estaba diciéndoles ¿Su Naruto, un hombre malo?. — No, Naruto es bueno, además. —Mira directa y seriamente su padre. — La diferencia es poca, comparada a la tuya con papá.
Aquellas palabras lo obligaron a frenar repentinamente ganándose un grito de parte de su hijo.
Su mirada se posaba sobre el menor muy seria. —¡¿Cómo puedes comparar a tú padre con este hombre?! —Pregunto muy serio.
─ Oto-chan, papá es mayor a ti veinte año y Naruto conmigo solo cinco. No le veo problema. —Habla calmadamente.
─ ¡¿Qué no hay problema?! ¡Ese chico podría ser tú hermano!
─ ¡No lo es! ¡Naruto no es mi hermano ni nada por el estilo! Oto-chan por favor tú ni te fijaste en eso con papá, lo amaste sin ver su edad. —Su mirada se posa suplicante ante el mayor.
─ No es lo mismo, además Minato era alguien muy respetable. —Gira levemente su rostro con un notorio sonrojo.
─ Si claro respetable, no le importó salir con el hijo de su amigo que podría ver sido su propio hijo. —Arremato seriamente el menor defendiendo sus derechos.
─ ¡No te permito que cuestiones nuestro matrimonio!
─ ¡No lo hago! ¡No vengas a imponerte en mi relación con Naruto! Se lo que hago.
La seriedad entre ambos morenos era notoria, el mayor simplemente encendió el carro sin dirigirse mirada hasta llegar a la mansión donde bajaron sin ante agregar Itachi. — No dejare que ese hombre se acerque a ti, eres mi hijo te protegeré del que quiera lastimarte.
Sasuke dándole la espalda respondió. —Con o sin tu consentimiento seguiré viendo a Naruto.
Luego de aquellas palabras Sasuke se alejó de su padre sin dar mayor oportunidad de un contraataque, un suspiro lleno de preocupación salió de la boca de Itachi. — «No me agrada ese chico, solo temo que salgas lastimado» —La preocupación era notoria en los pensamientos del mayor ante el destino de su hijo.
…………………
El clima en la ciudad se sentía bien el suave viento golpear sus mejillas y danzar sus cabellos a un ritmo ligero, cada uno de estos detalles más los bellos momentos recién vividos hacía sentir a Naruto que caminaba a través de la nubes, al cerrar sus ojos aun podía sentir los suaves labios de su pequeño sobre los suyos. Él estaba completamente seguro que nada ni nadie podía borrar la sonrisa de sus labios.
¡Rubio pervertido!
Dos simples palabras volvieron a su mente recordando aquel hecho vergonzoso con el hermano de su pequeño e irónicamente su padrastro, un suspiro lleno de preocupación salió de su boca al temer que sus acciones le causen problema a Sasuke.
Intentando olvidar lo último se encamino a su departamento encontrándose con su amigo pelirrojo en la entrada del mismo. — ¡Hey! ¡Gaara!
El chico antes nombrado se gira mirando con una sonrisa a su amigo. —Naruto. —Gaara siendo un chico perspicaz y muy observador noto enseguida el brillo que tenían los ojos del rubio llevándolo a la conclusión que en esos momentos era muy feliz.
No podía evitar dejar de sonreír el solo hecho de recordar los ojos negros del moreno lo hacía sentir como un colegial enamorado. — ¿Qué haces por acá? —Preguntó una vez que estuvo frente a su amigo.
─ Solo andaba de paso. —Respondía con una leve sonrisa Gaara– ¿Qué te paso? —Mira a su amigo divertido– ¿Por qué andas con una cara de tonto enamorado?
Las preguntas de Gaara provocaron que el rubio se sonrojara con aquel comentario, él simplemente sonrío ante su pregunta preparando su respuesta. —Es normal cuando encuentras el amor.
Los ojos de Gaara se abrieron llenos de sorpresa. — ¿Amor? ¿Acaso tú y ese chico?
─ Si, hoy entendí mis sentimientos. —Ríe levemente– Además hoy conocí a mi padrastro.
─ ¡Que! —Un grito lleno de sorpresa se hizo presente en Gaara– ¿Qué paso con él? —Pregunta angustiado.
─ Me odia por ser un roba hermanos.
El odio de Itachi hacia él solo le provocaba risa porque en sus planes nunca se imaginó que lograría amargar la existencia a su padrastro con el solo deseo de amar a su pequeño hermanito.
……………….
La felicidad de Naruto no todos lo compartían en esos momentos, por su parte los Uchiha mantenían un ambiente frio y callado mientras se miraban uno a otros en aquella sala, los mayores se miraban mutuamente preocupados por la actitud de padre e hijo.
Fugaku suspiro profundamente antes de encender la mecha de la discordia con la pregunta que iba realizar. — ¿Qué paso? —Pregunto directamente esperando una posible respuesta.
Padre e hijo se miraron, el menor giro su rostro ofendido provocando ira en su Oto-chan. — Sasuke está enojado porque no estoy de acuerdo con cierta amistad.
El menor mira a su padre antes de intervenir seriamente. — Ya te dije que él es una persona bueno nunca me haría daño además, Oto-san ya lo conoce.
Fugaku seguía sin entender lo que pasaba entre ellos y porque lo metían en sus problemas. — Pueden ser más específicos.
─ ¿Se acuerdan de Naruto? —Los mayores afirmaron con un simple movimiento– Hoy a la salida me vio con él y me hizo un escándalo fuera de ella.
Ante las palabras del menor los mayores se asombraron y miraron a su hijo pidiendo explicación por su actuación tan reprobable. — El punto no es que solo los vi juntos, Padre venían tomados de la mano. —Aquellas palabras hicieron que se frunciera el ceño de Fugaku. —Además frente a mis narices admitió que lo amaba y no se iba alejar de Sasuke.
─ ¡¿Sasu eso es verdad?! —Preguntó emocionada Mikoto ganándose la mirada desaprobadora de los morenos.
Ante la pregunta de su abuela un sonrojo nació en las mejillas del menor. — Sí. —Respondió levemente intentando ocultar la emoción del momento.
Los ojos de Mikoto brillaban de la emoción en solo imaginarse a aquel rubio con cuerpo de Adonis declarándose a su pequeño, su imaginación lo llevaba a un jardín llenos de flores él arrodillado a los pies de su niño. —¡Kyaa! ¡Te felicito hijo! —La morena abrazaba a Sasuke llena de emoción por la buena suerte de su nieto.
Fugaku miro de reojo a su esposo enojado por su repentino ataque de yaoismo. — Mikoto por favor, deja tu emoción para tus fics. —Comento algo enojado.
La mujer lo miro ofendido por burlarse de sus grandes novelas. —Calla hombre inculto. —Ella aun ciertamente ofendida mira su hijo. — Y tú deja de intervenir en los noviazgos de tú hijo, Sasuke es un joven muy consiente en lo que hace confía más en él.
─ Confió en mi hijo madre, pero no en ese hombre. —Comenta con desprecio al recordar al rubio.
─ No deberías desconfiar del hombre que salvo a tú hijo de una violación segura. —Argumento la morena al recordar el triste secuestro de su pequeño.
Los ojos de Itachi se abrieron al escuchar las palabras de su madre. — ¿Secuestro? ¿Acaso es él…?
─ Sí, Naruto fue el que me salvo el día del secuestro, te lo comente ayer. —Indicó Sasuke cabizbajo al recordar aquellos acontecimientos hace apenas unas semanas atrás.
─ Yo… —Itachi no sabía que acotar en esos momentos al enterarse que el chico que odiaba por ser un rubio pervertido había salvado a su niño de una violación segura, se sentía agradecido por él, pero ese no era motivo para aceptarlo. — Igual lo odio por querer pervertir a mi niño.
─ ¡Oto-chan! —Grito sonrojado Sasuke– Aunque lo odies yo igual voy a salir mañana con él.
Sus ojos se abrieron ante el horror de imaginarse a su niño junto al rubio pervertido llenaba su mente de imaginaciones descabelladas y fuera de lugar.
─ NOOOOOOOOOOOOOOO —Un grito de horror salió de parte de Itachi.
El trauma sufrido por la cientos de emociones era muy fuerte que no le permitían dormir, era medianoche y su mente no dejaba de imaginar cosas con respecto a su niño y ese hombre. — ¿Qué hago?. —Susurraba Itachi aun preocupado tomo su celular para marcar a su esposo sabiendo que en Alemania apenas eran las seis de la tarde.
Desde Alemania, Minato observaba como el sol se iba ocultando en el ocaso mostrando poco a poco el anocheces, en su corazón anhelaba poder observar aquella escena junto aquel que era dueño de su corazón. — Itachi. —–susurro mientras observaba una fotografía de un amado doncel. — Como te extraño.
RING-RING
El sonido del teléfono trajo a Minato hacia la realidad, sonriendo ante el nombre que mostraba en esos instantes la pantalla. — Itachi. —Susurro emocionado antes de contestar el llamado. — Hola amor mío. —respondió animoso.
Mientras en Japón Itachi escuchaba la voz de su esposo atreves del celular sonriendo al instante. — Amor, te necesito. —Susurro vagamente.
─ ¿Qué paso querido? —Pregunta angustiado Minato por el tono de voz usado por su esposo.
─ Minato, ¡no sé qué hacer! Estamos perdiendo a nuestro hijo. —Exclamo desesperado.
Los ojos de Minato se abrieron ante la sorpresa, ciento de ideas descabelladas cruzaron por su cabeza en esos instantes llevándolo a una sola pregunta. — ¿Qué le paso a Sasuke?
Al otro lado de la línea aun conteniendo la rabia tomo aire para responder. — ¡Un rubio pervertido quiere desflorar a nuestro bebé!
─ ¡QUEEE!!! —Un grito que se escuchó a Japón salió de la boca de Minato– ¡¿Quién se atrevió a tocar a mi niño?!
─ Ya te dije un rubio pervertido. —Contesta con molestia Itachi.
─ ¿Rubio? ¿Cómo se llama ese rubio? —Pregunta interesado.
─ Según dijo Raruto, Saruto o Naruto algo así.
Aquellos nombre uno a uno eran escuchados claramente hasta que el ultimo llego a sus oídos abriendo sus ojos llenos de sorpresa ante el nombre. —Naruto. —Susurro levemente sorprendido.
─ Si, Naruto era el nombre de ese chico, un rubio ojos azules con cara de pervertido. —Hablaba desesperado.
Minato no podía creer lo que escuchaba ¿Acaso ese chico era su hijo? — Mi hijo. —Susurro siendo escuchado por su esposo. — Ese era el nombre de mi hijo.
─ ¡Que! ¡¿Acaso él?! —Pregunto asustado Itachi meditando su propia pregunta. — No lo creo querido, no han de ser la misma persona.
─ Eso espero Itachi, no me gustaría que mis dos hijos se enamoren, solo sufrirán. —Expreso lo último sumamente preocupado. — En una semana estoy de regreso si puedo antes mejor.
Una sonrisa de alivio apareció en los labios de Itachi ante la noticia. —Me alegro amor, mientras tanto yo me encargare que ese amor no florezca. —Una sonrisa llena de maldad apareció en sus labios.
─ Buena suerte querido.
Luego de poner al tanto a Itachi con las últimas noticias se despidieron y con nuevos aires de tranquilidad el moreno se fue entregando a los brazos de Morfeo. — Nadie robara la virginidad de mi bebé. —Susurró antes de quedarse dormido.
………………………….
El sol brillaba intensamente en la ciudad de Tokio, en la mansión Uchiha se observaba a Sasuke listo para ir a su escuela antes de la hora que solía estar levantado, como ladrón en su propia casa bajo intentando hacer el menor ruido posible frente a la habitación de su padre una vez abajo se encontró con sus abuelos. — Buenos días.
Los mayores lo miraron asombrado por la hora y una sonrisa apareció en sus labios al imaginarse el motivo de su madrugada. —Buenos días toma asiento hijo. —Saludo Fugaku amablemente.
El desayuno paso tranquilo aunque Sasuke comía rápidamente para intentar no toparse con su Oto-chan, al terminar se despidió de sus abuelos para dirigirse a la escuela con su chofer, mientras salía observó como Itachi abría las cortinas de su habitación obligándolo a subirse de inmediato a la limosina.
─ ¡Sasuke! —Grito el mayor al observar como su hijo se iba con el chofer de la casa.
Sasuke por su parte encaminándose a la escuela suspiraba aliviado al no viajar con su Oto-chan. — Tanaka no te apresures en llegar aún es muy temprano. —Ríe levemente al observar el reloj de su muñeca que marcaba las 6:30.
Por primera vez en su corta vida ese día llegaba antes que todos sus compañeros de aula, sin interrupción y sin ninguna chica loca que se interponga en su camino llego a su puesto acomodándose en el mismo dispuesto a dormir lo que le falto por evitar a su padre.
Los minutos pasaban y él dormía plácidamente recostado en su pupitre sin nadie que lo moleste, aun en los brazos de Morfeo ignoraba completamente que era observado divertido por cierto rubio ojos azules,
Naruto tenía la costumbre de llegar veinte minutos antes a la escuela para arreglar todo lo necesario para la clases ese día se sorprendió mucho al encontrar a su Teme-chan dormido en su puesto. — Mi niño. —Se acercó silenciosamente a Sasuke para depositando un beso en su frente, con una sonrisa regresa a su trabajo.
Los ruidos en los pasillos de la escuela iba aumentando poco a poco anunciando que pronto iniciarían clases Naruto preocupado observo como Sasuke aún permanecía profundamente dormido, un suspiro salió de su boca dejando a un lado su trabajo se acercó nuevamente dispuesto a despertarlo. — Sasuke. —Susurro cerca del oído del menor. — Pronto iniciaran las clases despierta.
─ Hmm. —Un gesto de fastidio se observó en el rostro del moreno mientras Naruto lo seguía moviendo para que despierte.
─ Despierta mi pequeño. —Habló muy cerca del oído del menor estremeciéndolo obligándolo abrir sus ojos. — Buenos días. —Sonrío al recién despertado niño.
Aun somnoliento observaba detalladamente las orbes azules del mayor que estaba muy cerca de él. — ¿Naruto?
─ ¡Qué bueno que despertaste! ¿Qué paso? ¿Te botaron hoy de tu casa? —Preguntó divertido.
─ Para nada. —Respondió levemente– Me salí pronto para evitar a mi aniki.
─ ¿Eh? ¿Acaso pelearon ayer? —Ante su pregunta noto como el moreno bajaba la mirada– Entiendo, no le agrado.
─ No me importa si le agradas o no. —Mira directamente a los ojos de Naruto– A mi si me agradas.
Sus miradas se cruzaban y sus labios involuntariamente se iban acercando, el menor cerró los ojos para sentir el contacto de los labios de su rubio pero ninguno espero que en ese momento un montón de risas entraran al salón.
─Jajajaja. —Todos observaron a su sensei– ¡Sensei buenos días!
─ Buenos días tomen asiento. —Se acerca a Sasuke– Nuestro beso queda pendiente para nuestra cita.
─ ¿Eh? —Un sonrojo se apodero del rostro del menor.
Tras alejarse de Sasuke e intentando contenerse por no besarlo frente a todos, Naruto se paró frente a su clase con una sonrisa en sus labios. — Chicos buenos días con todos el día de hoy Iruka-sensei no vendrá. —Se escuchó el festejo de parte de la clase. — Pero eso no significa que la vamos a pasar de vagos, por favor saquen su libro en la página 46.
La mañana transcurría aburrida y cansada para los alumnos al salir Naruto entraron uno tras otro de los maestros dispuestos a torturarlos sin piedad alguna, al terminar la jornada de clases Sasuke estaba completamente agotado para recordar cierta cita, al salir de la escuela se encontró con el rubio esperándolo en la puerta. — ¿Naruto?
─ Hola, ¿Listo para nuestra cita?
─ ¿Cita? —Ante todo el ajetreo se había olvidado que tenía el permiso de sus padres para salir con Naruto luego de clases– Claro vamos.
Ambos chicos tomado de la mano se alejaron dispuestos a divertirse uno junto al otro sin imaginarse que tras de ellos un peli largo los observaba muy seriamente.
─ No voy a permitir que este rubio pervertido desflore a mi niño.
No hay peor enemigo para un novio que un padre celoso y metiche.