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365 dias para decir un te quiero. (Takano x Ritsu) por Yukimura_Takano

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Notas del capitulo:

holas! como aqui ya casi es fin de año, venia a actualizar temprano, porque tengo muchas cosas que hacer y no podia actualizar en otro momento... vale?

asi, las que les guste mis fics, unanse a la pagina oficial mia y de otras compatriotas mias: http://www.facebook.com/TrifuerzaFujoshim95MpofTC

denle el like correspondido!

-. ¡Ritsu!

    Le dio el susto de su vida que hasta brinco, soltando los papeles al suelo.

    -. ¿Qué tanto piensas?

    -.nada, nada

    -.vamos que tenemos que acabar con todo esto.

    -.discúlpame, tú ya debiste estar apurado en su cuarto y yo solo pensando en cosas.

    -.*nervioso* —sí, algo así. hahaha.

    Se guardó sus locos recuerdos unas horas hasta que pudiera estar solo y acabar con lo que prometió. Ya era casi dos horas la que tardaron en poder en orden todo, era el mismo resultado que con el de a lado; los dos se recostaron en el sillón de tanto cansancio.

    -.estuvo muy fuerte…

    -.te dije que apurarse era lo mejor antes de quedarnos dormidos aquí.

    -.*revisa su celular* —todavía es temprano, voy a comprar algo antes de que me vaya.

    -. ¿Si piensas ir a tu casa?

    -.mmm… prefiero quedarme un poco más de tiempo.

    -.de acuerdo, de eso no tengo problema. Recuerda que le tienes que hablar si te quedas.

    -.si lo sé, bueno, ahora si ya me voy. Descansa, te lo mereces.

    -.gracias.

    Se levantó no antes de se fuera, queriendo que volviera ese caliente recuerdo. Se fue a la cama donde se sabe que compartía las mayores perversiones que imaginasen; se recostó y comenzó a cerrar sus ojos para recordar y no molestarse.

******FLASHBACK******

    Unas manos muy blancas tocaban una carne muy dura. Lo masajeaba tanto gentil como lentamente: una tortura placentera para el editor que no dejaba de gemir de su castigo.

    -. ¡ahhh! Mmmhh… Masa… yo ¡nyyaa!

    -.no necesitas decirlo.

    Un escalofrió que iba acompañado con todo el estremecimiento de su cuerpo y la semilla derramada pero que extrañamente reúne fuerzas para levantarse de golpe.

   -. ¿Ritsu?

   Lo miro algunos segundos antes de que le empezara a quitar sus prendas hasta quedar solo su piel. Se quitó lo que quedaba de su líquido para acecharlo.

    -.*lo mira lascivamente* —hazme tuyo, sempai.

    -.convénceme.

    En su cara no se notaba ni la más absoluta molestia en sus palabras, es más, deseo es la palabra correcta para describirlo. Tenía que aprovechar la única oportunidad de disfrutar ese fruto tan delicioso; primero le empezó a besar su cuello tan perfecto que su hambre daba para morderle, bajo a su pecho tan trabajado dejando un rastro de saliva por cada rincón remoto de su ser hasta que… termino en su miembro para lamerlo delicadamente como un dulce: bajaba y subía o metía y sacaba a su vez de manera sincronizada para poder hacer llegar al clímax al azabache.

    -.ahh, detente… que ya me…

    Pero —y como sacado de su sueño húmedo más recóndito— se acomodó su miembro y penetrándose él solo, viniéndose los 2 juntos.

    -.*lo jala*-sigamos en tu habitación.

    -.el Onodera Ritsu pervertido me gusta mucho más.

    -.es solo el principio.

    Sus lenguas y labios ya se buscaban para poder ser acomplejadas en sus besos ensalivados —y sin separarse— fueron a la cama de este que antes fue usada con la misma intención. Lo acostó para delinear con sus ojos ese tan delicado cuerpo, perfectamente equilibrado con ternura y adultez que ahora se el entregaba sin escusas.

    -. ¿Tú eres solo mío? —pudo dejar salir esas palabras de su distracción divina.

    -.si —contesto tranquilo.

    -. ¿Tu cuerpo me pertenece a mí nada más?

    -.Masamune *se levanta*—yo nunca te pude olvidar en los últimos diez años. No lo he hecho con nadie antes o después de ti *lo besa*—a pesar de que mi arrogancia y vergüenza me acompañan siempre, sé que no hay nadie más que me acompleje, alguien a quien le entregue mi corazón, alma y cuerpo sin ningún límite. Solo a la persona que está enfrente de mí, puedo decir palabras tan cursis como las que acabo de decir.

    Un sonrojo fue lo único con lo que pudo racionar en el instante: nadie le había dicho tales letras conjuntas en un ser tan amado para él, su mirada que denotaba ternura que era solo dirigida para él y nada más.

    La perspectiva de la habitación daba solo a la ya empañada —principalmente en ventas— de gemidos que el uke “ahogaba” para no despertar a los demás y daba a entender que su acto apenas comenzaba.

    -. ¡Por favor lámeme más! — (dios, esto ya se está volviendo tan… excitante que no dejare desaprovechar que mi orgullo intervenga para nada. ¡Pero que estoy…! no, necesito más de él) —más adentro mmhhh… AAHHH…

    En su parte trasera, un pelinegro se encontraba gustoso de obedecer a su amo que le exigía cada vez más de su lengua pero que por supuesto sabia en que partes hacerlo venir más rápido; a pesar de que su entrada ya estaba dilatada de la última vez, quería más acción premonitoria antes de penetrarlo.

    -. ¡No te detengas… ten piedad!

    -. (El Ritsu lascivo es tan… no aguantare a venirme si el sigue así con sus gemidos) — ¿tú me amas como dices? O ¿amas mi cuerpo?

    -.yo amo las dos cosas de ti, todo si es lo que quieres oír de mi. Por favor ya no resisto más, métemelo ya.

    -.antes quiero robarte un beso.

    -.*se levanta* —claro que sí, mi Masamune

    Se limitó a dar una vuelta de 180 grados pero antes de que pudiera reaccionar, este lo jalo de su mentón para besarlo; por accidente, rozaron sus miembros que hizo que no clavara sus unas en la espalda de el de piel albina.

    -. ¿Ya me quieres dentro de ti?

    -.hazlo, no tengas piedad de mí. —repitió inconscientemente.

    Lo acomodo en un movimiento rápido. Hasta dentro o queriendo evitar el punzante dolor que le causaba la rápida envestida de provocación.

    -.muévete más rápido.

    -. ¿Así? —le da una estocada bastante profunda.

    -.kyaa. Te dije que no tuvieras piedad de mí *jadeante*

    Los movimientos de sus cuerpos juntos con las de la cama hacían que la experiencia fuera mas gratificante como iban aumentado las estocadas, sin embargo, las uñas de Onodera no dejaban de rasguñarle su hermosa espalda, acariciar o jalar su cabello y besarlo hasta que quedaban sin aliento.

    -.mmhh ahh ¡ahh! ¡¡¡AHHH!!!

    -.me voy a…

    -.yo también… hazlo de una vez por favor.

    Unos gemidos algo fuertes fueron los protagonistas para que pudieran derramar su semilla, juntos, uno sobre su pecho y el otro dentro del ajeno. Acomodo a su criatura en la cama, como si fuera su muñeco de porcelana que no romperá; lo acomodo en otra posición para consumar su acto de actos rítmicamente rápidos que más de a una le estremecería y envidiaría al novato para quitarle a su Takano, dios del sexo.

    Fue que casi toda la noche, toda, hasta quedar sin fuerzas para quedar al amanecer; el sudor y el semen de sus cuerpos eran cómplices de lo que paso. Se recostaron, abrazados.

    -.te amo más que a nadie en el mundo, yo nunca te olvidare ni aunque si mi vida dependiera de ello.

    -.Masamune, yo… también te amo.

    Lo último no fue oído, se quedó profundamente dormido. Los dedos jugueteaban sobre esos cabellos de colores obscuros como la noche, lo miraba sin dejar pasar los detalles de su cara de ángel que tenía enfrente suyo.

    -. (Agradezco que conozca y salga con un hombre tan maravilloso como lo es Masamune Takano. Prometeré luchar hasta el fin de mundo solo para quedarme con el si es necesario).

******FIN DEL FLASHBACK******

    -. (“yo nunca te olvidare ni aunque mi vida dependiera de ello”).

    Rojo, de sus mejillas y con notable parte del cuerpo despierta, fue lo único que dejo ese recuerdito suyo de los muchos de colección.

Notas finales:

FELIZ AÑO NUEVO A MIS LECTORAS!


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