Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por una competición conocí al amor de mi vida. por BlackHime13

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno...este es cortito, para qué sepáis con quién las tienen. Luego subiré la primera.

Bueno, espero que os guste. Matta nee!! ^^

Editado---> 27/12/18

Era de mañana cuando los dos hermanos oyeron un fuerte ruido procedente del salón. Bajaron asustados pensando en que algo malo había sucedido cuando... lo que vieron les hizo dar un gran grito que se oyó en toda la ciudad. Los mayores solo se voltearon a verlos.


-Buenos días.- dijo el peliplateado como si nada.


-Buenas ¿qué tal dormisteis?- preguntó el peliazul mayor.


-¡QUÉ "BUENOS DÍAS" NI QUE OSTIAS... ¿QUE HA PASADO AQUÍ?!- gritó el ojiazul muy enfadado. "Y como para no estarlo" pensó el ojimiel. La sala estaba completamente destruida, la gran ventana que adornaba toda la pared y daba a la terraza, ya no existía y... ¿esos dos se atrevían a decir buenos días?


A los dos les recorrió un escalofrío por toda la espina dorsal. Ver a su dulce niño con esa mirada de " os mataré como no me deis una explicación decente" los asustó.


-Maa, maa... cálmate nii-chan.- intentó tranquilizarlo su hermanito, aunque también estaba enfadado ya que esa era su casa.


Giotto miró a su hermano y se tranquilizó (solo un poco) para volver a hablar:


-Bueno... ¿qué habéis hecho? - inquirió mirándoles con una ceja alzada, apretando los puños con fuerza en un claro intento por contenerse.


-Solo estábamos decidiendo con quien saldrías primero.- fue la respuesta que obtuvo de Daemon como si fuera la cosa más obvia del mundo. Alaude solo asintió, al castaño le caía una gotita por la sien mientras que el rubio emanaba una aura de furia. No sabía si golpearlos por imbéciles o suspirar por que estaba claro que algo como aquello iba a suceder.


-Bien, bien... dejémoslo aquí.- instó el menor de los Sawada, antes de que su hermano los asesinara allí mismo. Le parecía algo graciosa toda la situación pues nunca había visto a su hermano tan frustrado por culpa de alguien, bueno alguien que no fuese Reborn.


En ese momento aparecieron los otros dos por las escaleras y, aprovechando que el castaño estaba distraído, cada uno le dio un beso en la mejilla. El pequeño se ruborizó y se tapó con las manos la cara, mirando hacia abajo. "¿Cómo puedo avergonzarme solo por un simple beso?" se lamentó para sí el ojimiel. Los mayores solo sonrieron antes ese acto tan lindo y dulce de su pequeño.


-Bueno... dejando eso de lado... ¿quién saldrá primero con nii-chan?- preguntó curioso el ojimiel, queriendo desviar la atención de su persona hacia otra cosa, comentario que ocasionó un enorme rubor en las mejillas del rubio quién le fulminó con la mirada.


-Yo.- declaró como si nada el peliplateado ganádose una mirada aterradora del peliazul.


-¡Eso no es verdad!- se quejó Daemon.- Todavía no has ganado.- gruñó de forma retadora. Un silencio incómodo inundó toda la estancia. Se podía ver las chispas chocar entre ambos jóvenes. Los dos hermanos se miraron y decidieron que el rubio tenía que intervenir o sino estaría así todo el día.


-Bueno, bueno... ¿y si me decís dónde me llevaríais? A lo mejor uno de vuestros planes se puede hacer más tarde o antes, según el horario de dicho lugar.- propuso con una gran sonrisa, claramente emocionado por la situación. Los mayores se ruborizaron un poco, pero no lo demostraron mucho, queriendo que el joven no se diera cuanta de lo mucho que les afectaba el verle.


-Pero queríamos que fuera una sorpresa.- se quejaron los dos.


-Pues... entonces no sé cómo hacerlo.- dijo mientras una gotita le resbalaba por la sien. Le parecía divertido lo infantiles que ese par podía llegar a ser, pero sinceramente la situación se estaba volviendo algo agotadora. En ese momento, al castaño se le cruzó una idea por la mente y se dirigió a la cocina cosa que hizo que todos voltearana verle sin comprender. No fueron más que un par de minutos más tarde que volvió con un bol, unos cuantos papeles y un bolígrafo.


-¿Para qué es eso, Tsunayoshi-kun? - preguntó el de ojos bicolor expresando lo que todos querían decir.


-Bueno... como no se deciden, que escriban su nombre en tres papeles y luego que Gio-chan coja uno. Así no habrá peleas por que habrá sido la suerte ¿no?- explicó su idea con una sonrisa que hacía competencia con el mismísimo sol. "Dios es demasiado lindo para su propio bien." gimieron para sus adentros el moreno y peliazul.


-A mí me parece bien.- accedió el rubio y miró a los otros dos para que dieran su aprobación quienes adminieron que era la forma más justa de llevarlo a cabo. En cuanto asintieron, el castaño les dio los tres papeles a cada uno y un bolígrafo para que pusieran sus nombres. Una vez listo, los metieron en el bol y los movieron bien. Tsuna se aseguró de que todos los papeles estuvieran doblados de la misma forma, para que no hubiera ningún tipo de indicio sobre lo que había escrito en cada uno de ellos.


-Bien... tendré la cita primero con...- dijo el rubio sacando uno de los papeles.- Alaude.- declaró con una sonrisa en su rostro. Para que no hubiera dudas, le enseñó el papel a todos.


-Porras...- se quejó el otro suspirando decepcionado por el resultado. Por parte del afortunado este solo sonrió satisfecho, claramente encantado con el desenlace de la situación.


-Bien... pues ya está decidido.- habló el ojimiel con una sonrisa divertida en los labios. "La que se ha liado cuando la solución era tan simple" pensó negando con la cabeza divertido.- Por cierto... Mukuro, Hibari-san... ¿ya habéis pensado con quién saldré primero?- inquirió un poco sonrojado dirijiendo su mirada a los susodichos quienes por la mirada asesina que se mandaron supuso que la respuesta era clara. Al parecer ese par tampoco se había puesto de acuerdo todavía. Suspiró y rió quedamente al ver lo parecidos que eran ese cuarteto de hombres.


-Bueno, pues hagamos lo mismo.- opinó el rubio, quien también rió con su hermano, y todos asintieron. Lo prepararon todo otra vez, solo que en esa ocasión los que estaban nerviosos eran los otros dos semes quienes miraban con ojos de alcón como la mano del castaño cogía uno de los papeles.


-Vale... pues con el que saldré yo será...- sacó el papelito y, sintiéndose un poco malicioso, lo desdobló lo más lentamente que pudo. Le gustaba ver a ese par tan nerviosos.- Mukuro.- declaró con otra leve sonrisa en el rostro y al igual que su hermano les enseñó el papel para que no hubiera quejas.


-¡Bien!- exclamó con una sonrisa el nombrado. El moreno por su parte solo chasqueó la lengua claramente enojado por el resultado.


Los que no habían tenido tanta suerte se tuvieron que conformar con tenerla al día siguiente. Aunque solo accedieron por las miradas de cachorrito que los dos menores les dirigieron. "Él será quien me mate." pensaron cuando les vieron sonreír de esa forma que hacía que les iluminara la mirada. Sin nada más que decir, los dos hermanos hicieron el desayuno y luego subieron las escaleras con la intención de arreglarse para sus citas.


*En el comedor*


-Tsk... no es justo.- seguía quejándose el peliazul mayor en refunfuños. Todos se encontaban sentados en los sofás, esparando a que los hermanos terminaran de vestirse.


-Si lo fue, deja de quejarte ya.- ordenó un poco cansado el peliplateado. Estaba empezando a molestarse por la actitud del contrario y sabía que poco le faltaba por saltarle encima para golpearlo, pero si lo hacía de seguro que el rubio se enfadaría con él, por lo que suspiró para contenerse lo mejor que pudiera.


-Yo también perdí y no estoy comportándome como un niño de 5 años haciendo berrinche por no lograr lo que quería.- dijo en un tono calmado el moreno, pero mirando al mayor con claro enojo. Se notaba que también quería hacer que se callara a golpes. El de ojos bicolor le miró con una ceja alzada por su comentario, pero prefirió desviar la conversación un poco.


-Bueno... dejando eso de lado... ¿dónde llevarás al rubio?- preguntó curioso al pelipladeado quien le miró con una sonrisa ladeada y algo arrogante.


-Mmm... al acuario.- fue su simple respuesa. Los demás le miraron queriendo saber el por qué de su decisión y no le quedó de otra que elaborar un poco más en su respuesta, claro que no sin antes suspirar por ello.- Cuando nos conocimos, le pregunté a qué lugar le gustaría ir en una cita y me dijo que nunca había ido a uno.- explicó tranquilamente mientras se encogía de hombros indiferentemente.


-Eso sí que es trampa...- comentó otra vez su contrincante fulminándolo con la mirada.


-No es trampa... solo estoy aprovechando una información que yo tenía y tú no.- dijo con una sonrisa burlona el otro.


-¿Y tú?- ahora el que cuestionó fue el moreno.


-Yo... ¿lo quieres saber?- picó Mukuro, pero ante la mirada fría del otro decidió que lo más seguro era responder.- A la playa. Le dije que cogiera el bañador. Y no hay ninguna razón detrás de mi elección.- aclaró cuando siguió notando la inquisidora mirada que el otro le dirigía.


-Ya veo. – fue todo lo que salió de los labios del moreno quien volvió a prestar su atención a la taza de té que sostenía en su mano derecha.


Sin decir nada más continuaron con su desayuno de forma tranquila, o más bien tan tranquilo como pudieron teniendo en cuenta como eran los cuatro. No pasó mucho tiempo después de que terminaran y limpiaran sus platos para que ambos hermanos bajaran las escaleras.


-¿Habéis terminado?- cuestionó el peliazul menor.


-¡Sip!- exclamaron ambos hermanos a la vez. Estaban emocionados por saber a dónde les llevarían, pero antes de irse se dirigieron a los dos que se quedarían en casa, quienes se encontraban sentados en el sofá.


-No os enfadéis ¿si?- pidió el rubio dándole un beso en la mejilla al peliazul quien solo suspiró y le sonrió, dejando su berrinche de lado por el bien del menor.


-Si... mañana iremos con vosotros.- prometió ahora el castaño.- Además... así tendréis más tiempo para planificarlo todo.- comentó sonriendo de forma divertida. El moreno le devolvió el gesto. "El herbívoro puede ser algo malicioso cuando quiere." pensó para si, claramente entretenido. Después de dedicarle una última sonrisa al moreno y darle un beso en la mejilla como despedida, se encaminó hacia la puerta de salida junto al rubio.


-Nos vemos por la noche.- se despidieron al mismo tiempo y salieron por la puerta. A paso tranquilo se dirigieron hacia la entrada del edificio donde esperaron a los mayores quienes se habían adelantado para ir a por sus respectivos coches.


Se encontraban nerviosos y excitados a partes iguales. La intriga les estaba matando, pero a la vez les gustaba esa ensación de anticipación que les embargaba.


-Nee... Tsu-chan. ¿Sabes a dónde te llevará Mukuro?- preguntó con curiosidad.


-Ni idea... ¿y tú?- le devolvió la pregunta de igual forma.


-Ie... no lo sé. Estoy tan nervioso... no tengo ni idea de lo que planea Alaude, pero no es un sentimiento que me desagrade.- dijo suspirando y rascándose la nuca en un gesto inquieto..


-Te entiendo... no sé por donde me saldrá Mukuro, pero hay una cosa que tengo muy clara.- le habló sonriendo.


-¿El qué?- le insitó a seguir mirándole interesado.


-Pues que no importa donde nos lleven por que creo sinceramente que será divertido si es con ellos ¿no crees?- explicó con sinceridad y el rubio rió por sus palabras.


-Tienes razón. Da igual donde vayamos siempre y cuando sea con ese par.- estuvo de acuerdo, sonriendo más ampliamente cuando les vieron llegar.


Sin perder más tiempo se despidieron y se adentraron al auto que les tocaba. Dándoles un beso en la mejilla como saludo a los conductores para poco después sentir que el vehículo arrancaba, llevándoles a un lugar que desconocían.


...Continuará...

Notas finales:

Bien...espero que no me odien XD.

El sorteo lo hice yo misma en casa para decidirlo, va enserio, espero que no os haya molestado ¿si?

Bueno de igual forma dejen sus rewies por faaa!!!! ^^

Nos leemos en el próximo. :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).