Cap.6 Soldier’s Orders: You have your orders, soldier.
Ya habían pasado más de tres días desde que Adam había encontrado a Alex con Josh, desde ese entonces, Adam se había vuelto más frio con Alex, e igual con Josh, se veía desesperado e intranquilo, como si algo fuera de lo ocurrido le mortificara.
Alex seguía en la casa, Lilian y Josh convencieron a Adam de que dejara a Alex en paz, que no había pasado nada malo en absoluto; pero aun así Alex se sentía molesto con su padre, le habían golpeado en su orgullo, y no iba a dejar las cosas así.
Adam se la pasaba en su despacho del desván todo el día, como si tratara de hallar la respuesta a algo, pero cada noche que salía de ahí, con cara de sufrimiento, confirmaba que no lo había logrado.
Esa noche el clima estaba cálido, el cuerpo de cualquiera sudaba por el más mínimo movimiento, una noche, en que lo único en lo que pensabas era en el calor. Pero Alex no pensaba en el calor, su mente estaba en otro lugar, un lugar en el que la mayoría de la gente evitaría pensar… En Silent Hill.
En ese momento, Alex saltó de la cama y se dirigió al armario, a sacar su ropa, cuando terminó de vestirse, guardó un poco de ropa suya y de Josh en una pequeña mochila, junto con lámpara de mano y el juguete favorito de Josh.
Cuando las cosas estuvieran preparadas las cosas de ambos, dio un leve suspiro, se iba a aventurar a navegar en pleno mar abierto.
No sabía qué hacer, realmente quería hacerlo, pero temía por lo que fuera a suceder… o por lo que se estaba destinado a cumplir.
Alex se acercó a la litera de Josh, y observó detenidamente a su hermano por unos minutos, minutos que le enfriaron la cabeza y lo hicieron pensar; le dio una suave caricia a la mejilla de su hermano, y volvió al armario, guardando las cosas que había guardado anteriormente en la mochila. Alex estaba realmente confundido, no sabia que pensar, solo sabia que si seguía con su hermano un minuto más, haría algo de lo que se arrepentiría toda su vida.
Alex se metió a bañar, a pesar de ser las cuatro de la mañana, él sentía el calor de un medio día; entró como pudo al baño y se metió a la regadera; veinte minutos después, él salió del baño, e iba con dirección al jardín, él mismo sabia que podría pescar un resfriado, pero lo que fuera para estar lejos de su hermano.
Pero cuando iba a bajar las escaleras, escuchó un ruido extraño en el desván, sabia que cuando oía ruidos allá arriba, no le era agradable descubrir qué era, recordaba la ultima vez que subió y casi tocaba a su hermano; pero aun así, su curiosidad era demasiada que no lo podía dejar pasar, y más, porque desde que su padre vio a los dos en esa escena, se comportaba aún mas frio con él, sin saber la razón.
Subió cautelosamente al desván, donde lentamente se acercó al despacho “secreto de su padre”, abrió lentamente la puerta, evitando que esta rechinase, para poder espiar un poco, pero rara su sorpresa al hallar a su padre sentado frente aquel escritorio de madera, frente aquel estandarte con el escudo de la familia Shepherd; Alex observó, todo estaba lleno de viejos papeles, hasta el piso estaba lleno de ellos, Alex pudo ver uno con dificultad, y pudo leer un pedazo:
…Entregamos a nuestro hijo al agua, en nombre de Dios, que así sea;
Solo una forma de romper el trato hay, el sacrificio voluntario del cordero, pues con el, limpian el pecado de su pasado, calma la ira de Dios; pero no solo bastará eso, pues si
El trato se rompe como dice el contrato, el hijo del hombre tendrá que….
Alex no entendía lo que leía a fragmentos, ¿cordero?, ¿sacrificio?, ¿Dios?; no entendía muy bien esas palabras, así que mejor se retiró del lugar, antes de que su padre le viera y lo castigara por ello.
Habían pasado ya una semana, y la atmosfera de la casa era horrible, se podía tocar la tensión en el aire; eso era todo, Alex no iba a seguir soportando las indirectas “directas” de su padre; no aguantaría mas la ira de su padre, no cargaría con la indiferencia de su madre,… y no doblegaría más sus instintos ante su hermano; estas semana había sido horrible, Josh se comportaba de una forma en la que nunca se había comportado, se portaba más egoísta, soberbio y creído ante Alex, le hacia sentir menos y le veía feo, aunque él sabia que solo lo hacía por aparentar, eso lo encendía aún más.
Una noche, Alex estaba en su cama acostado, estaba intranquilo, nervioso, y lo peor es que no sabía el porqué se sentía así, solo era de noche, la luna iluminaba un poco la habitación que compartía con su hermano, pero con esa luz le bastaba para distinguir cualquier forma y figura de esa habitación, ningún ruido se oía, solo el cantar de los grillos, entonces, ¿qué es lo que le angustiaba tanto?, era fácil de saber, su hermanito menor, si, su tan detestado hermano, aquel a quien su padre prefería y le consentía tanto como se podía, aquel a quien su mamá lo acariciaba y abrazaba por cualquier cosa que hiciera, aquel niño que era el hijo favorito de la casa. Entonces, si tanto lo detestaba, porqué lo quería de esa forma, porque quería estar solo con él, porqué se ponía celoso cuando las chicas, como Nora Holloway, se le quedaban viendo a Josh y le robaban un beso en la mejilla, porqué se encelaba de una sobre manera cuando Josh estaba con su mejor amigo Joey Bartlett; sobre todo, se ponía colérico cuando su padre se interponía entre ellos para alejarlo de él. A Alex le dolía la cabeza, tantos sentimientos encontrados le revolvían el estómago, no podría aguantar un día mas en la “perfecta” Casa Shepherd, no más. Esa noche se decidió, y no habría vuelta de hoja, con pisada firme se bajó de su cama, se dirigió al armario y guardo lo necesario, junto con su tan querida lámpara de mano que en algún momento, que él no recuerda, le dio su padre; y el muñeco favorito de su hermanito.
Alex, lentamente se vistió, se puso su playera negra y sus pantalones de mezclilla, al ponérselos, pudo sentir un pequeño bulto en du bolsillo, pero no le dio importancia, sacó lo que había en ella y lo arrojo bajo la cama, lo que le sorprendió es que parecía un medallón, en los que metes fotos muy personales. Cuando Alex ya estuvo vestido, suspiró profundamente, había llegado la hora, y no había vuelta atrás, se acercó cuidadosamente a la cama de su hermano y le observó por unos instantes, hasta que vio que Josh se movió y lo volteó a ver, con cara, aun, de sueño.
-¿Alex? ¿Qué pasa?
-Vístete.
Dijo Alex un tanto serio, no hizo nada, solo se irguió completo y se fue a sentar a la silla del escritorio de la habitación.
-Y no hagas ruido, no quiero que despiertes a nadie, mucho menos a Adam.
Josh se paró lentamente, aún con sueño, y se puso su ropa que frecuentaba usar, una playera anaranjada con un extraño símbolo, y una bermuda corta de color verde, y sus tenis deportivos. Ya vestido, Alex se levantó de la silla, tomó la mochila del suelo, se la puso en el hombro y se acercó a su hermano, y con una mano le hizo una ademan para que guardara silencio.
-¡ssshhhhh! Guarda silencio, vamos sígueme y no digas nada.
Alex abrió la puerta y salió de la habitación, siendo seguido por su hermano menor. Una vez ya afuera, Alex se dirigió a la costa del lago Toluca, donde su padre entroncaba su bote, lo desamarró y ambos subieron al bote. Cuando Alex se sintió seguro comenzó a remar, alejándose lo más rápido posible del muelle, Alex sentía un poco de frio por la niebla que comenzaba a bajar, pero aún no regresaría.
-<<Saldremos del pueblo por Silent Hill, ahí tomaremos la carretera a Virginia (Tomo la ubicación próxima de las películas, por que no me acuerdo bien, en donde se halla el pueblo en los juegos XP), y de ahí nos iremos a donde sea>>.
Alex pensaba mientras remama, mientras un escalofrío le recorrió la piel, en ese instante volteó a ver a su hermano, que parecía que tenia un poco de frio, pues sus mejillas estaban un poco ruborizadas, y su cuerpo temblaba un poco, además de que Alex bajo un poco a mirada, y pudo ver, con un tanto de pena, los pezones erectos de su hermano, que se marcaban sobre la tela de su playera. Alex sintió un poco de culpa, paro de remar por un momento, tomó la mochila y de ella sacó su chaqueta estilo militar, que había sido un regalo de Elle.
-¿Tienes frio verdad? Vamos toma esto, te calentará un poco, pues no es muy abrigadora.
Rio un poco Alex, Josh negó con la cabeza, parecía que se sentía más seguro aferrado a la lámpara de Alex.
-¿A-A dónde vamos?
Alex no contestó, solo se limitó a suspirar y a negar con la cabeza, volteo a ver a su hermano, pero noto que detrás de él, se podían ver las luces de un bote lejano, eso lo alarmó, no permitiría que nadie los encontrara.
-Josh, apaga eso.
Dijo Alex tratando de quitarle la lámpara.
-¡No! –Dijo Josh con un poco de miedo y alejando la lámpara de su hermano mayor.
-Vamos, apágala, no pasara nada, no permitiré que te pase algo malo ¿OK?
Josh dudó un poco, pero al final acepto lo que dijo su hermano, apagando la linterna.
-¿No me digas que tienes miedo? –Preguntó Alex.
-¡Oh! No, solo que… Papa no nos deja acercarnos al lago.
Alex se molestó un poco, al oír a su hermano mencionarlo.
-¡mmmm! A ti no claro, por que eres un bebé llorón.
-¿A sí? ¿Entonces porqué me dio esto? –Dijo Josh, enseñándole al anillo que su padre le había dado, días atrás.
-¿Qué es eso? –Dijo Alex un poco sorprendido, mientras Josh le daba el anillo.
-Papá me lo dio, dijo que solo confiaba en mi para que lo llevase, dijo que valía mucho.
Alex se molestó aun más, sentía que su padre le quitaba a su tan amado hermano.
-¿Qué es esta basura? Esto no vale nada.
-¡No es verdad!... –Dijo un poco tímido el menor –Papá dijo que valía un millón de dólares, vamos devuélvemelo.
Alex sonrió burlonamente alejando el anillo del menor, este hacia todo para recuperarlo, cuando Josh tomo el anillo, comenzó a forcejear contra Alex para quitárselo, cosa que no paso, pues el infierno se desataría en ese momento, y “Dios” trataría de tomar su tributo retardado.
“Entregamos nuestro hijo al agua, en nombre de Dios, que así sea”
Cuando Josh le pudo quitar el anillo, este resbalo y se golpeó al cabeza contra el filo del bote, cayendo desnucado al lago, donde Alex lo vio hundirse y desaparecer en la oscuridad del agua. Alex se quedo paralizado, su cerebro no terminaba de analizar los pasado, pero su corazón si, pues este dio un salto y se comenzó a estrujar, como si se secara un esponja al salo y se comenzara a resecar. Los ojos de Alex se comenzaron a humedecer, tomo la linterna y comenzó a buscar a su hermano, desesperado, en el agua.
Eso fue todo, ese día, a las 2:06 de la madrugada, su corazón se secó, su vida se terminó y su pesadilla inició… el día en que su luz fue extinguida por sus propias manos…>>
-¡Noooooooooooooo!
Gritó llorando Alex, él era el culpable universal por la desdicha de su familia, él era el que había llevado a Shepherd´s Glenn a su ruina, él era la muerte que rodeaba a todos. Abrazó contra su pecho el juguete de su hermano, estaba devastado, pero aun así, no correría más ni huiría, al fin aceptaría las órdenes que le fueron dadas y haría lo que fuera para regresar todo a la normalidad.
Alex se puso de pie respiro profundamente, observó a su alrededor, esa cámara e daba terror, pero solo así, traería a su hermano de vuelta; apretó con su mano a Robbie y suspiró.
-… … … ¡BIEN, AQUÍ ESTOY, SEAS LO QUE SEAS, ESTOY LISTO PARA TOMAR MI ORDEN, MUÉSTRATE!
Alex se sentía el más valiente del mundo, aunque su corazón latía tan rápido que parecía tambor africano. Alex no recibió respuesta, solo miraba hacia todas partes, observando las luces naranja intenso, las placas metálicas y los extraños chirridos.
-¡¡¡“Dios”, hoy me vengo a ofrecer como el último tributo de la familia Shepherd, vengo ante tu trono para recuperar la paz de mi gente, para llevar la alegría a sus calles, para que liberes a Shepherd´s Glenn de tu abismo!!! ¡Vengo a entregarme al cuarto llamado!
De pronto, las placas de metal, que creaban el piso, se comenzaron a mover y a desaparecer, dejando caer a Alex a un abismo oscuro. Cuando Alex cayó al fondo, sintió su cuerpo golpearse contra el frio suelo, pero algo era diferente, ese piso… era de piedra, era extraño, en todas partes de ese mundo, era de placas metálicas, nunca había visto un pedazo de tierra, además de que en ese sitio hacia mucho frio, y la oscuridad rodeaba todo, imposibilitando ver más allá de los 3 metros.
Alex pudo pararse como pudo, aun respiraba con dificultad debido al impacto contra el suelo, pero ahora que de en verdad salvaría a su luz, no se daría por vencido; trato de regular su respiración y calmarse, se puso en posición de firmes y volvió a exclamar.
-¡Muéstrate! ¿Acaso no me habías dicho que me querías a mí? devuélveme a mi hermanito; yo me entregaré sin ninguna resistencia… haré cumplir mi destino y aceptaré mi cruz.
Al terminar de decir esas ultimas palabras, dos pilares gigantes, salieron del piso inmediatamente, uno a cada costado de Alex, él veía como salían los pilares del suelo, pero no intentó ningún movimiento, como él dijo, no haría ninguna resistencia. Observó cuidadosamente los pilares, y pudo ver que en el, había una extraña inscripción, y de ello, solo podía entender que muchas veces se repetía la palabra “Shepherd”. De repente, de los pilares salieron unos cables de alambre con púas de 10 centímetros de diámetro en dirección a Alex, pero este no se movió, inclusive, se dejó atar las mano y piernas, quedando en un a posición de crucifijo.
Alex trataba de calmar su respiración, aunque el costaba trabajo no estar nervioso. De pronto, de la oscuridad, salió una pequeña niña, de unos 10 años de edad, estaba estropeada, estaba cubierta de mugre y cenizas, llevaba el pelo enredado y parecía grasoso, vestía un uniforme escolar, que estaba manchado de suciedad y sangre; se acercó con paso lento y ágil a donde Alex, y cuando estuvo frente a él comenzó a reír.
-Te dije que vendrías tarde o temprano, y como premio a tu valentía, te daré un obsequio, te diré mi nombre –Alex no pudo evitar estremecerse, pero no mostraría ninguna debilidad.
-Tal vez ya lo hayas escuchado, en Shepherd´s Glenn lo mencionaban mucho en su mitología local… Mi nombre es… Valtiel.
Alex se sorprendió, sí había escuchado ese nombre, su padre siempre lo usaba para asustarle, le decía que Valtiel era un ángel del dios, y que era la única criatura que no mostraba ira, se mostraba dócil, pero que si alguien blasfemaba al Dios, o incumplían los tratos que habían hecho con el Dios, él se mostraría como el verdadero verdugo, y desataría la ira de los dos infiernos contra los pecadores.
-Entonces… solo quieres hacer cumplir los deseos del Dios… bien, aquí estoy, cobra el error de mi padre y libera a mi pueblo ahora.
Alex pudo ver una gran sonrisa en el rostro de la niña, ella afirmó con la cabeza hizo un ademán con la mano de que algo se acercara, el suelo comenzó a vibrar, de nuevo se volvía a escuchar un chirrido, pero este se creaba al golpear un metal contra el piso; Alex estaba asustado, pues sabia quién era ese sonido, trato de calmarse y esperar su letanía. De entre las sombras, con paso pesado y cargado, comenzó a salir lentamente Pyramid Head, con su gran cuchillo a la mano, solo que esta vez tenia un sello en la hoja, tenía grabado el Halo del sol, pero de un color diferente, era como un color sangre seca, entre negra y rojiza.
Alex pudo ver como aquel verdugo se acercaba a él lentamente, con aire de muerte, sabia que esa criatura le daría muerte, y estaba listo para ello, sin embargo…
-¡Un momento! Antes de nada, quiero hablar con el Dios de algo muy importante.
-… … … ¿Qué podría ser tan importante, como para que el Dios se mostrase ante ti?
-Q-Quiero hacer un trato con él antes de morir.
Vatiel se sintió sorprendido, muy poco eran lo valientes que se atrevían hacer un pacto con el Dios.
-… Está bien, supongo, él no se mostrara ante ti, pero te podrá escuchar, así que habla fuerte y di que es lo que quieres.
-Dios, tú que me puedes escuchar desde tu “paraíso perfecto”, vengo ante ti para limpiar los errores de mis antepasados y para saldar la deuda de mi familia contigo; pero hay una razón mas para el que hoy me presento ante ti. Como sabes, en los últimos años, sangre inocente ha sido derramada en vano, para apaciguar tu ira; hoy vengo, con esa sangre derramada sobre mis manos, como sacrificio tuyo, como antiguo pacto entre mi pasado y tú, pero haciendo uso de tu eterna sabiduría vengo a hacer otro pacto, además del pasado, vengo a ofrecer mi sangre y la derramada inocente, para que liberes a Shepherd´s Glenn de la condena eterna que nuestros antepasados nos ataron, ofrezco mi carne y sangre, además de mi alma para que los liberes de tu eterno yugo, y nos dejes ver la luz de nuevo. Y además… te entrego mi ser completo, y mi corazón… para…
Alex respiró profundo y suspiró.
-Te ofrezco mi ser y corazón para que traigas de nuevo a la vida a mi hermano, aquel que murió en mi lugar por un error, Joshua Shepherd, él nunca tuvo nada que ver en esto, él solo fue una victima más, pero quiero que él sea feliz, y pueda olvidar esto… no quiero que sufra en el eterno abismo por culpa mía, asi que devuélvelo a este mundo, y llévame a mi en su lugar… para sufrir el tormento divino.
Un gran silencio se hizo en el lugar, Valtiel se había quedado callado, y muy sorprendido, no hizo ningún movimiento durante los próximos 5 minutos, hasta que una sonora carcajada rompió el silencio.
-Vaya chico, pero mira que tienes cojones para pedir algo así, parece que Adam si te enseño bien, sabia que ése viejo inútil tendría un as bajo el bolsillo.
Alex no entendía mu bien lo que la niña decía, ¿A qué se refería con as?
-Supongo que está bien, el Dios es muy sabio y sabe cumplir su palabra, así que liberará a tu hermano y tu pueblo, pero esto será hasta que la ultima gota de tu sangre sea derramada sobre el sello de nuestro Dios.
En ese momento, un círculo de fuego se dibujó debajo de Alex, quemándole parte de su ropa y piel, después de unos momentos, debajo de él estaba dibujado el Halo del Sol.
-Ese será el trato, cuando tu estés completamente seco, tu hermano revivirá y tu pueblo volverá a la normalidad, ¿Aceptas?
Pregunto aquella niña de un modo macabro, solo esperaba la respuesta del Shepherd mayor para cerrar el pacto, eso era hasta que tres luces de color blanquiazul bajaron en picada contra aquella niña, Alex ´pudo reconocer una calidez peculiar emanada de las luces, hasta que Alex pudo reconocerlas.
-¿Nora, Scarlet, Joey?... ¿Qué está pasando?
Alex observaba como estas tres luces peleaban contra Valtiel, con un grito de guerra que decía:
Las almas al llamado de un futuro justo y deseado, por el que nos ayudó y vengó.
Las almas de los niños peleaban contra Valtiel, pero era tarde, El Trato estaba hecho, solo faltaba que Alex “firmase”.
-Yo… … A-Acepto el trato.
El Halo del Sol dibujado a los pies de Alex comenzó a brillar en su tradicional color rojo sangre, y unas débiles llamas salían de este. Valtiel comenzó a reír desenfrenadamente, todo estaba hecho, de los pies de Valtiel salieron uno alambres de púas, y estos comenzaron a abanicar en contra de las luces atacantes, estas comenzaron a darse cuenta que no hacia ningún daño, así que cambiaron de objetivo y fueron a tratar de liberar a Alex, sin embargo, cada vez que estos trataban de acercársele, las llamas débiles que tenia el Halo del Sol, crecían furiosamente, quemando a las luces y haciendo que estas retrocedieran. Todo era inútil, no podían hacer nada en contra del poder del Dios y el trato hecho por el mayor; los ojos de Alex se humedecieron un poco, le enternecía tal acto, como aquellos que eran considerados sólo amigos de Josh, también eran suyos, y le dolió más porque sabia que Alex no podía hacer nada para poder ayudarlos, pues ellos entraban como sacrificios originales del viejo pacto, y no habría forma de negar eso.
-Chicos… ya deténganse,… por favor.
Dijo un poco cortado Alex, aquellas esferas se detuvieron frente a él y pudo escuchar perfectamente las voces de los niños que le hablaban.
-¿Qué pasa Alex? ¿No querías rescatar a Josh?, vamos tienes que salir de aquí, nosotros de ayudaremos, lo prometemos.
-Lo haré, salvaré a Josh y al pueblo… yo… yo…
Alex no pudo terminar de hablar, le costaba trabajo, parecía que el pacto se comenzaba a llevar a cabo, no le quedaba mucho tiempo. Tomó una bocanada de aire y sonrió tiernamente, como siempre lo hacía frente a cualquier problema.
-Yo tomaré mi lugar en este sitio, seré el sacrificio de la familia Shepherd, y Josh volverá a la vida, igual que el pueblo, y ya no tendrán que hacer otro sacrificio nunca.
Las luces se quedaron quietas frente a Alex, por más que quisieran ayudar, ya no podrían, pues el pacto había sido sellado.
-Pero les agradecería mucho, si se aseguraran de que Josh vuelva a la vida… cuídenlo… y llévenlo con bien a Shepherd´s Glenn.
Las luces gritaron un fuerte sí, al unisonoro. Las luces retrocedieron.
-Antes de terminar de trato, quiero que me hagas un último favor… déjame a mi hermanito una última vez.
Valtiel se sentía extraño, tal vez era porque estaba en ese cuerpo extraño, diferente al suyo; pero esos sentimientos mostrados por el Shepherd mayor le hacía sentir raro. Rio burlonamente, tratando de sofocar ese extraño sentir.
-Supongo… que está bien, te concederé tu deseo, antes de morir. ¡JA, JA, JA, JA, JA!
Valtiel tronó los dedos, y su cuerpo comenzó a transformase en trozos de piel y carne que caían al suelo, mientras el piso quedaba manchado de sangre, de pronto, la sangre derramada comenzó a hervir y bajo ella, comenzó a salir una plataforma de metal, con un niño hincado, atado con alambres y muy mal herido.
-¡Josh! ¿Estás bien?... ¡Despierta amiguito!
Josh comenzó a abrir los ojos lentamente, parecía que estaba desmayado. Al abrir los ojos completamente, pudo ver a su hermano mayor, atado como res en matadero.
-¡Alex! ¡Viniste por mí! Vámonos de aquí.
Alex sonrió débilmente, y sus ojos se comenzaron a humedecer, mientras veía con gran ternura a su hermano.
-Lo siento, hermanito,… pero… solo tú podrás irte de aquí.
En ese momento, las ataduras de Josh desaparecieron, y su nuca comenzaba a sangrar, como si su herida que le dio la muerte, se volviera a abrir.
-¿De qué estás hablando, Alex? ¿No nos vamos a ir?
Los ojos de Alex no pudieron evitar dejar salir unas ligeras gotas de agua, Josh quedó con más incertidumbre después del llanto.
-A-Alex… ¿Qué sucede, porqué lloras?... acaso…
El “corazón” de Josh latía mil por hora, inclusive podía sentir las palpitaciones de este en la sien. Alex rio tontamente, como siempre lo hacía cuando estaba triste o preocupado.
-No Josh, tú volverás sano y salvo a casa, como te lo prometí y te lo dije: este no es tu mundo ni tu lugar, tu perteneces a Shepherd´s Glenn, con Elle, con los del pueblo, con…
Alex no terminó de decir más, así, mordiéndose la lengua para callar de una buena vez.
-¿Y tú, Alex? Tienes que irte conmigo, no me puedes dejar solo, ni siquiera allá.
Dijo Josh un poco nervioso y asustado, comenzando a descifrar el mensaje oculto de Alex en sus palabras.
-Tranquilo amiguito, estarás bien, Elle te cuidará y nunca te hará falta nada, crecerás hasta convertirte en un adulto fuerte y responsable, que ayudará y protegerá a sus seres queridos… como lo hizo papá, y querrás a tus seres amados con el alma, como mamá… y siempre tratarás de estar junto a ellos y nunca hacerles daño… como… como yo.
Josh respiraba con trabajos, sabía que Alex estaba despidiéndose, y no lo quería así, como pudo, se puso de pie, y trato de llegar a donde Alex, sin embargo, las tres luces blancas le impidieron el paso.
-Lo sentimos Josh, pero son órdenes de Alex, él está viendo por tu bienestar y futuro.
Josh estaba atragantado, no sabía qué hacer, no quería ver a su hermano morir, pero él ya lo había decidido para poder salvarle, no podía respirar, Alex le volvió a dirigir una última sonrisa, pues el tiempo se había acabado… era hora de consumar el trato.
-Josh… antes que nada, hay algo que quería decirte desde hace mucho tiempo… y nunca me atreví a decírtelo por cobardía; yo…
Alex fue interrumpido por un gran vibrar, Alex volteó a ver las sombras detrás de él, y pudo distinguir la figura de un verdugo, con su gran cuchillo en la mano, se veía con mucho más filo, pues hasta se veía un brillo en la hojilla. Alex notaba que Pyramid Head caminaba hacia él, levantando poco a poco su enorme herramienta de asesinato; Alex sabía que tenía unos cuantos segundos antes del final de la cuarta llamada.
-Josh, perdóname por todo el mal que te he hecho, por mi culpa estás muerto, yo te condené a este infierno y a este sufrir, por mi culpa, tú siempre estuviste en medio de una batalla entre papá y yo, y yo no me di cuenta; por mi culpa llorabas casi todas las noches, por eso te pido que me perdones. –Alex volteó y pudo ver a Pyramid Head a unos 15 metros de él –Josh ahora, quiero confesarte algo antes de irme –Josh negó con la cabeza, con rostro atónito –Durante todos estos años, siempre estuve maravillado al estar a lado tuyo, me fascinaba jugar contigo todas las tardes, pasear contigo, incluso adoraba dormir contigo, y eso se debe a que siempre te quise de una manera muy especial… de una manera… en la que nunca te tuve que haber visto –Alex se sonrojó de sobre manera –desde que naciste, supe que serías una gran parte de mí, pero nunca imaginé que me serías necesario, como el aire, desde hace tres años, comencé a sentir algo malo hacia ti, cada vez que estabas junto a mí me sentía bien y contento, pero también sabía que ese tipo de sentimiento era el erróneo, no podía verte de la manera que yo te veía, era incorrecto e iba en contra de todo lo bueno de esta tierra. Sentía una enorme rabia cuando estabas con Joey y no conmigo, cuando papá nos separaba, me sentía impotente y todo esto por una sola razón –Alex sintió y vio que Pyramid Head estaba a 7 metros de distancia –Si hubiera podido tener un deseo, pediría el no ser tu hermano, porque solo así, sería menos monstruoso lo que siento, y podría tenerte para mí, y hacerte para mí, todos los días de mi vida (Faltaban 3 metros). Josh yo… yo… yo… (1 METRO).
¡Yo te amo Joshua Shepherd, te amé y te amaré por siempre; siempre estaré junto a ti, porque siempre te he amado! … … … …
…
…
… …. … …
Todo quedó en silencio, ni siquiera los ventiladores se escuchaban. Josh estaba inmóvil, estaba congelado, las palabras mencionadas por su hermano y lo que acababa de ocurrir era demasiado para él. Sus ojos se comenzaron a humedecer y a desbordar como rio enloquecido por la lluvia, cayó de rodillas, mientras un leve temblor cubría su cuerpo, nada se oía alrededor, como si le hubieran quitado el sonido a todo… hasta que…
-¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!
Alex tenía los ojos sobre abiertos, su boca abierta no emitía ningún sonido, poco a poco sus ojos comenzaron a cerrarse y su boca dibujaba una débil sonrisa, mientras un hilo de sangre corría por las comisuras de sus labios y su cabeza comenzaba a colgarse del cuello.
En su pecho, de forma vertical, le estaba atravesando la cuchilla gigante de Pyramid Head, el cuchillo le había destrozado al instante los pulmones, el estómago, el hígado y el corazón, fue una muerte dolorosa pero rápida, ni siquiera había tenido tiempo de despedirse por completo de su hermano.
-Todo está consumado, el pacto esta sellado, Shepherd´s Glenn está libre y la ira del Dios ha sido calmada, puedes irte Shepherd.
Los cables que ataban el cuerpo de Alex desaparecieron, dejando caer el cadáver de Alex al suelo, Josh estaba perplejo, no sabía qué hacer, lo único que pudo hacer es correr a donde estaba el cadáver y abrazarlo con todas su fuerzas, mientras sus mejillas y el rostro de Alex eran cubiertas por el elíxir de la tristeza. Las luces del llamado estuvieron siempre junto a Josh.
-Josh, es hora, tenemos que darte el regalo de Alex.
Josh volteó a ver a las luces, con cara de interrogación.
Josh se puso de pie lentamente, ya de pie, las luces le comenzaron rodear, girando en torno a él; las orbitas de las luces se iban haciendo más estrechas, hasta que estas entraron al cuerpo de Josh, él solo sintió un calor que ya hacia mucho tiempo que no sentía.
<<Este es el regalo de Alex, por lo que se sacrificó en realidad y murió con una sonrisa en los labios, por verte renacer>>
La ropa de Josh se humedeció como si acabara de salir del mar, y su cabello estaba tieso de la parte de atrás, como si tuviera sangre seca en ella. Pero eso no le importó en esos momentos solo podía pensar en su difunto hermano, se volvió a hincar en el suelo y abrazó el cuerpo de su hermano, compartiendo su nuevo calor con el frio cuerpo de su hermano.
-Cada noche oré, no sé si alguien me escuchó, en el alma una canción que nunca entendí. Malos tiempos son, ni la oración ayuda ya, la esperanza puede huir, cual pájaro y volar, y aun yo sigo aquí creciendo en gozo y en amor, con la fé y la devoción que nunca imaginé
Decia Josh con una cara insensible, parecía que él también hubiera muerto junto con su hermano.
-Yo… Yo también te amo, Alex, perdóname, hermano, por ser tu cruz, y siempre te amaré.
…