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365 dias para decir un te quiero. (Takano x Ritsu) por Yukimura_Takano

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Notas del capitulo:

buenas... como han estado mis fanaticas...? y nadie me contesto en este capitulo ;w; que crueles... pero yaq nwn vengo a darles el otro capitulo RECUERDEN QUE CADA VEZ MAS NOS HACERCAMOS AL FINAL!!

ah! y si quieren mas informacion mia y de mis compatriotas... aqui esta el link de nuestra pagina en facebook: http://www.facebook.com/TrifuerzaFujoshim95MpofTC

y si quieres mas contacto...

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(el twiter esta en proceso...)

    Todo lo que fue del mes pasado y el que está pasando se la han pasado muy bien: cada vez que tenían oportunidad se daban uno que otro beso con tal pasión… pero no tan frecuentemente lo hacían. Un tarde sin trabajo una joven venía a uno de los apartamentos y un castaño estaba afuera del mil doscientos dos.

    -.ah, hola.

    -.hola.

    -.disculpe, ¿esta Onodera-kun aquí?

    -.si… ¿de parte?

    -.soy amiga suya.

    -.abro y le atiendo.

    Al momento en que abre esta se le veía que en medio pasillo estaban echando pasión con sus besos el jefe y subordinado.

    -.Onodera… Masamune…

    -.*voltea a la puerta* — ¡Yukimura-sempai!

MINUTOS DESPUES…

    -. ¿Quieren té o café?

    -.yo té.

    -.café…

    -.también apoyo el té.

    Después de tal bienvenida que le dieron a la de los cabellos negros, no hubo otra mejor manera que invitarla para remediar esa escena que fue capaz de soportar.

    -. ¿Por qué tenía tanto tiempo que ya no venias?

    -.perdonen, el trabajo es la que me mantienen muy atareada

    -.no te culpo, el trabajo que tenemos es muy duro para alguien principiante.

    -. ¿Editor? Si… ya lo creo.

    -.que bien —el castaño tomo su taza y le dio un sorbo a ella. Aunque le cayó muy bien el veinte y se atraganto del líquido obscuro en la garganta — ¡ERES EDITORA!

    -. ¿Acaso no lo sabias Onodera? -repusieron los dos azabache

    -.si, hasta yo lo sabia

    -.y nunca me dijeron nada…

    -.tu sabes que la vieja editora en jefe del zafiro se casó y tuvo que renunciar, ¿no?

    -.si…

    -.Yukimura era la que le seguía el cargo. Yo también me sorprendí al ver que la persona que me cuido fuera una persona igual de importante que todos nosotros.

    -.umm… todo eso es muy correcto.

    -. ¿Entonces el porqué de trabajar en un hospital si tenías un puesto tan importante en el zafiro?

    -.bueno… el ofrecerme como voluntaria en el hospital; el que ayude a gente que lo necesita, también ha sido una de mis pasiones del alma. Obvio el que también ayude a los mangakas a que sus obras sean éxito lo es mucho más.

    -.vaya…

    -. ¿Qué te pasa Misaki?

    -.este… apenas estoy poniendo a hervir el agua.

    -.bien, te ayudo.

    Vaya destacar del acto de generosidad del editor en jefe que una vez que Ritsu le explica el caso de su amigo y del escritor, lo comprendió un poco y acepto —por ahora— que se quedara con el castaño más claro: solo hasta que el peliplata fuera a molestar.

    -.ya te llevas muy bien con Masamune *mira a su casi hermano*

    -.si Yukimura-san.

    -.por favor, dime Yuki-san. Me hace parecer vieja. Y solamente soy un año mayor que tú. *lo sigue mirando*

    -.claro. — (tengo la clara impresión de que a Yuki-san le gusta Takano-san. Aunque más que novios o amantes, parecieran familiares de sangre) — ¿Cómo va todo por el zafiro?

    -.no muy bien *se le desploma a la mesa solamente su pecho* —estoy muy mal… solo quiero dormir o hablar con un buen amigo como todos ustedes.

    -.aquí está el té

    -.gracias

    -.ya te acostumbraras a ello, míranos a nosotros *toma de su taza*

    -.claro que se eso, solo que los editores violan toda ley de trabajo que haya en el mundo.

    -.*sorbe* —el novato tiene razón, y tú también. Pero, date cuenta que el editor en jefe es el mayor pilar de todo departamento de edición: tú eres el maestro de ceremonias, que con su batuta controla a los músicos y la sinfonía a la vez.

    -.*un poco sonrojada* —gracias, Masamune.

    -.no me tienes que agradecer.

    -. (Con esto queda claro que si le gusta…en lo personal creo que si estoy algo celoso; de toda la relación que hemos tenido en estos meses, me es muy difícil entablar un charla así con el y que me alague de esa manera)

    -.*le susurra a su amigo* —a Yuki-san muy qué le gusta Takano-sempai. Y tú viéndolos: tanto celoso como sonrojado.

    -.*habla un poco bajo* — ¡calla!

    -.*los mira* — ¿saben? Tengo que irme, me había acordado de que tengo muchas cosas que hacer en la editorial jeje.

    -.no hay problema, puedes venir cuando gustes — (pero sin mirarle así a MI hombre)

    -.muchas gracias Onodera. —esta se levanta y se acerca al niño mimado y le da un beso en la mejilla y lo mira de una forma extraña: entre pervertida y felizmente. —nos vemos.

    -.*algo sonrojado* —si…

    -.no sabe con quién se mete. —susurraba el mayor con su ceño fruncido.

    -. ¿Has dicho algo?

    -.no.

    La chica salió brincando de forma infantil y con su cara algo colorada; de feliz a celosa. Pero en su camino se cruzó con un hombre de cabellos albinos que miraba arriba del edificio.

    -. (No será…) - ¿disculpe?

    -. …

    -. ¡sensei ¡¿Qué hace aquí?!

AL DIA SIGUIENTE…

    Toda Marukawa, y especialmente hablando de la sección del esmeralda, estaba trabajando arduamente, después de un malnacido ciclo concluido. Todos tenían deberes que concluir hasta que…

    -. ¡Ma - sa - mu - ne! —una chica de cabellos obscuros y ojos almendrados al igual que el editor en jefe se le abalanzo a este mismo.

    -.Yukimura, ¿qué diablos haces?

    -.*sonriente* — ¿no puedo abrazar a un amigo?

    -.no.

    -. (Otra vez interrumpiendo Yuki-san a Takano-san. ¿Acaso no hace más de 2 meses le había dicho que él era MIO?) — ¿Yuki-san, porque está aquí?

    -.gracias por recordarme Onodera-kun. *le sonríe aún más* —Isaka-san me entrego esto para que todos los editores en jefe de todas las secciones firmaran.

    -.*le susurra* —oye Ricchan, ¿ya la editora en jefe del sapphire te robo a Takano-san?

    -. ¡Claro que no! No digas tonterías Kisa.

    -.oye, preferentemente no hables en voz alta que todos te escucharan.

    Era muy sabio el consejo que le dio el veterano del departamento de las doncellas: todas la personas próximas a aquellos oyeron al de los orbes esmeralda gritar algo al que no le entendían en sí.

    -. ¡Ah, discúlpenme! Hable un poco alto jajaja.

    -… Onodera, acompáñame a dejar esto.

    -.claro que sí.

    -. ¡Voy con ustedes! —grito desde lejos la joven.

    -.no —se lo dijo en tono serio y su cara diciendo a simple vista: “¡esto es entre él y yo!, ¿comprendes?”

    -.waa… ¡que malo eres conmigo!

    -.aja, sí.

    El imponente jefe jalo del brazo a SU novato al baño de allí cerca. Le empujo a una de las estrechas cabinas, cerro con llave y le empezó a dar un ensalivado beso francés que el otro no dudo ni una pisca en corresponder.

    -. ¡nnhh! —Lograba pronunciar entre lengua y boca ajena— Ta… Takano-san, basta.

    -.no te tienes que poner celoso de Yukimura así como así, además te recuerdo que estamos en el trabajo; al menos trata de disimularlo un poco más.

    -. ¿Celoso? Ja, además Yuki-san lo aprecia mucho… y usted también…

    -. ¡¿haa?! ¿Acaso estas ciego?

    -. ¿Eh?

    -.ella ama a otra persona, ese alguien me cuido siempre cuando estaba hospitalizado. Tanto ella como yo apreciamos todo lo que hizo por mí.

    -. (¿Quién es esa persona aparte de mí? ¿Será Usami-sensei? ¿O Yokosawa-san? ¿Quién?) —de seguro tú le quieres. — (ahora se… que es mi fin, no lo logre) -solo me usas para ser el repuesto de ese amor.

    Intenta quitarse para salir huyendo, pero la fuerza mayor no la puede superar con facilidad por lo que se queda aprisionado en los brazos de su amor.

    -.de nuevo te equivocas.

    -.claro que no. Estoy muy seguro de mis palabras.

    -.por supuesto que sí. Yo no amo a nadie en estos momentos; y si te hago esto, es porque en el fondo, tú, sigues siendo alguien en mi existencia: tu presencia tiene que estar cerca de la mía para tranquilizarme, aunque me moleste y muera en el intento por tal acción.

    A lo que se refería era que, cada vez que le contacto de él y Ritsu eran muy cercanos, le daban unas fuertes jaquecas; resultado de la amnesia. Aun sabiendo eso, era muy extraño que lo relacionaba con aquel chico se la secundaria —que todavía no recuerda muy bien— pero sabía que él también fue algo muy preciado para él y de algún modo el aseguraba: si alguna vez recuerda por completo todo lo que paso en aquellos días, sabrá también que paso con el castaño que tenía enfrente suyo.

    -.Takano-san…

    -. ¿Me entendiste?

    -.mmm… si…

    -. *le agarra de la cintura* —eres mío hasta que fallezcas en el intento de enamorarme.

    -. … si…

    Este descansa sus manos en la amplia espalda del mayor y le vuelven a juntar sus labios en ahora un tierno beso que no implicaba en avanzar a algo más. Algo también que mencionar de nuestro seme es que… descubrió que, a pesar de que le duele cada acercamiento, los labios de aquel joven irremediablemente le hacían sentir mu… cho mejor de sus dolores.

    Aunque no lo reconozca: ha caído en su trampa de seducción que se extiende más… y más en su solitaria existencia…

Notas finales:

EN EL PROXIMO CAPITULO...

se imaginan estar en una situacion algo mala y que todavia seas miedoso y pase un hecho casi sobrenatural...? bueno, hasta el mas valiente se asusta, y esta el mas frio le da celitos... 

CUARTO MES… DIA DE BRUJAS Y PEDIATRA ENTRE LAS SOMBRAS.


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